Después de la derrota del PP en España y del anuncio de Zapatero de retirada de sus tropas de Irak, vienen grandes demostraciones contra la guerra en diversos países que no consiguen la masividad de movimientos anteriores, ya que los pueblos parecen aprender que no se trata solamente de la guerra de potencias lo que les aplasta, como demostraron los catalanes apoyando fuertemente a quiene había dialogado con ETA, que hoy es levantado por su propio partido como máxima figura de la política catalana. Zapatero a tus zapatos dijo el flamante victorioso de la península y se ha echado atrás con el anuncio de la famosa retirada, lo que los israelitas ni cortos ni perezosos aprovecharon para comer alfil matando al líder de la resistencia palestina amenazando que le siguen Arafat y otros.
Ello viene a reforzar la política agresiva del sector predominante del capital internacional en función de mantener y operar el fuerte escudo protector de la civilización occidental puesto en duda por el bumerang de Madrid. Reposicionamiento. Avance sostenido de piezas para defender las posiciones alcanzadas por el guerrerismo que luego vendrá a humanizar el demócrata yanqui. El gobierno de USA se suma ardoroso a la ofensiva israelita, pues se encuentra un tanto atragantado con las oleadas de ataques de la resistencia irakí y la insuficiente quintacolumna de la agitación en Siria empujando a sectores kurdos de esos territorios. Los discursos lastimeros o inflamados de nada sirven más que para sumar sensibilidades detrás de las banderas de la humanización, la tarea hoy es otra, profundizar la resistencia palestina y dar golpe tras golpe al enclave capitalista de Israel, estimulando así el avance de las luchas de resistencia que están siendo manoseadas por el reformismo para retraerlas a la acción institucional.
Sin prisa ni impaciencia, lenta pero segura, avanza la fuerza social de manera autoorganizada desde abajo hacia el control de territorios. Cada vez es más claro el antagonismo entre el capital y los pueblos y cada vez es más claro que las izquierdas institucionales se entrometen para desviar y morijerar las luchas de resistencia.
Ante los avances de los duros que serán administrados humanamente por los blandos se hace necesario avanzar fuertemente en las ocupaciones de tierras y localidades, bloqueos de caminos y barricadas que incorporen a la población local para disputar palmo a palmo los territorios al capital.
Profesor J