Ecuador Today
Pretender que en el país existen solo dos posiciones posibles: o estar con el MAS o estar con el bloque oligárquico fascista a la cabeza del cual se ha vuelto a colocar Fernando Camacho es simplificar la situación.
Pretender que si escoges a unos te conviertes en enemigo del otro bando y viceversa. Pretender que uno de esos bandos es el escudo de defensa de la democracia cualquiera que sea. Pretender que uno de esos bandos es el escudo de defensa de los derechos humanos cualquiera de los que sea.
Dividirnos en dos polos opuestos de buenos contra malos es fascistizar la sociedad.
Jalarnos a tomar partido por uno o por otro; eso es lo que quieren.
Lo que ambos bandos disputan es una porción de poder estatal o la totalidad del poder estatal a costa de cualquier cosa, incluyendo vidas. A costa de cualquier cosa, incluyendo las economías de los sectores populares que viven del día a día. No les importa lo que tengan que destrozar a su paso y si de cualquiera de los dos bandos se tratara estaríamos en dos trincheras agarrándonos a tiros en una guerra civil.
Si el país fuera un árbol lo partirían en dos para quedarse con dos pedazos muertos por proclamar su triunfo.
Si el país fuera un bebe lo partirían en dos para quedarse con dos pedazos de cadáver por proclamar su triunfo.
No tengo bando, pero no soy neutral
Lo absurdo de esta situación es que estamos en Pandemia, que estamos sufriendo la clausura de la educación pública, la clausura del acceso a la justicia para las mujeres, la inexistencia de servicios de salud y estando en una situación social extrema vuelven a tomar la escena para asfixiarnos con su disputa de poder.
Lo absurdo de esta situación es que ambos bandos son gemelos; se necesitan mutuamente para cobrar sentido, idénticos en su capacidad de mentir, en su machismo, en su utilitarismo de las mujeres, de los pueblos indígenas o de los sentimientos regionales.
No tener bando no es adoptar una posición neutral, es no dejarse arrastrar por un circulo vicioso y defender el único lugar posible que es el del pensamiento propio, el de la critica directa.
Lidia Paty vs Janine Añez
Es paralelo y equivalente el lugar que ocupan Lidia Paty y Janine Añez en este escenario.
Lidia Paty victimiza a Evo Morales y su circulo de poder. Al ser ella la que presenta la denuncia le sirve al gobierno para decir que es la justicia la que actúa. Lidia Paty es objeto de una campaña de odio racista brutal pero como es una mujer indígena se trata de un costo que “tiene que pagar” para funcionar como trapo de piso para su partido y el esquema de poder para el que ella es nada mas que una ficha útil.
En el caso de Janine Añez, ocurre otro tanto de lo mismo, activaron el golpe otros y la llamaron para que sea el escudo detrás del cual se escondan. Murillo y López han huido del país y es ella la que como presa de caza se convierte en el trofeo que el gobierno puede exhibir.
Claro que Janine Añez debe ser juzgada en un juicio de responsabilidades por todas y cada una de las muertes y violaciones a los derechos humanos y por el permiso de matar en impunidad que dio a través de un decreto a los militares. No por un golpe de estado del que Evo Morales es la supuesta victima. Una cosa y la otra no son lo mismo ni son equivalentes.
Janine fue útil el día de la toma de su posesión de mando y hoy a la hora de pagar las consecuencias vuelve a ser útil y nada más.
Ese es el lugar utilitario que la política patriarcal le tiene reservada a las mujeres y para salir de ese lugar hay que cambiar el carácter patriarcal de la política y no jugar su juego.
Patrimonializar a l@s muert@s
Como buitres comen la carne de l@s muert@s. El MAS se apropia de las muertes de las que es responsable para utilizar el dolor de cada una de esas muertes de cada una de esas heridas como escudo detrás del cual camuflar sus responsabilidades. Glorifican a l@s muert@s y l@s quieren convertir en héroes de la resistencia cuando fueron carne de cañón, cuando fueron asesinad@s por ser alteñ@s, por ser indi@s y pobres
El bando asesino quiere también utilizar esas muertes para camuflar sus responsabilidades y l@s etiqueta de masistas, como si esa etiqueta les diera el derecho de haberles asesinado.
Ambos bandos nos empujan una vez más a la construcción necrófila de nuestra historia donde el único lugar que tienen esos anónimos que llaman “pueblo” es el de morir para que sobre sus cadáveres se encaramen en el poder l@s vencedores.
La Bolivia patronal: habíamos sido su hacienda
Es interesante como se ha corrido la cortina de la reunión que yo denuncie. Escenario donde gentes que no tenían mandato alguno decidieron de espaldas a la sociedad y de espaldas a las instituciones democráticas la suerte de tod@s nosotr@s.
Relatan el pedazo de verdad que les sea útil.
Ningún periodista le pregunta a Tuto Quiroga con que mandato institucional tomaba decisiones sobre el destino del país ordenando la fuga de Evo Morales.
Ningún periodista le cuestiona a Teresa Morales con que mandato negociaba de espaldas a la sociedad.
Como si fuéramos una hacienda que tienen que vender por partes negociaron a puerta cerrada sus intereses en la Universidad Católica y no en el Congreso y nosotr@s l@s peones somos parte de lo que se negocia sin derecho ni siquiera de saber lo que se esta hablando.
Los unos y los otros muestran la misma cara patronal de dueñidad sobre nuestras vidas.
Nosotr@s somos la salida
La única salida posible para que no nos despedacen, ni destrocen a su paso, la única salida para que no nos amarguen la vida y no nos expropien la esperanza es no tener bando.
No tener bando y abrir un surco de esperanza donde si quieren matarse hagan un duelo entre ellos. Ellos que hagan de victima y verdugo al mismo tiempo y no nosotr@s.
Ellos que mueran.
Ellos que paguen con sus vidas y a nosotr@s nos dejen en paz.
Y por si acaso el proyecto de inversión estrella del gobierno de Arce es nuevamente ampliar la frontera agrícola en Santa Cruz, y poner la planta de necro diésel para seguir el proyecto ecocida y el engorde de la oligarquía terrateniente.
No hay un conflicto ideológico en este conflicto, hay un conflicto de poder y nada mas.