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Trece semillas y un pésame

Gloria Muñoz Ramírez :: 15.05.21

Hay un tiempo para exigir, otro para dar y otro para ejercer, evaluaron los zapatistas una década después de su levantamiento. Sus demandas se convirtieron en semillas y en acciones, en el centro de la autonomía, no sólo de ellos y ellas, sino de muchos de los pueblos que siguen construyendo con todo en contra.

Los de abajo

Trece semillas y un pésame

Gloria Ramírez Muñoz
La Jornada
 
Esta semana falleció Manuel Segovia Jiménez, uno de los 10 últimos hablantes del ayapaneco, lengua en peligro de desaparecer a pesar de los esfuerzos de este octogenario hombre que organizó talleres con niños y adolescentes para conservar una de las 68 lenguas que, a contracorriente, existen en México.

Tzam significa dialogar en ayapaneco, y es el nombre y corazón de un nuevo espacio digital que se irá nutriendo durante 13 meses del pensamiento indígena en conversación con el mismo número de demandas que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) dio a conocer el 1º de enero de 1994 en la Primera Declaración de la Selva Lacandona. Trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz, fueron sus exigencias. Y en los meses siguientes, ya como producto de sus encuentros con la sociedad civil, sumaron derechos de la mujer y derecho a la información.

Los primeros interpelados por esta declaratoria fueron los pueblos originarios de todo el país, pero el llamado fue tan amplio y las condiciones imperantes tan generalizadas que pronto gente del resto de México y de muchos países del mundo se adhirieron a las exigencias.

Hoy, mientras los zapatistas junto con integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI) emprenden un viaje trasatlántico por una treintena de países de Europa, el portal Desinformémonos propone un viaje en paralelo. No es una travesía nueva, pues el EZLN no ha dejado de recorrerla durante más de 27 años.

De lo que se trata es de recoger el pensamiento y la creatividad de 130 participantes indígenas de muchos de los pueblos, naciones, tribus y barrios, elaborando sobre su historia y realidad actual, teniendo como base cada una de las demandas/semillas.

Hay un tiempo para exigir, otro para dar y otro para ejercer, evaluaron los zapatistas una década después de su levantamiento. Sus demandas se convirtieron en semillas y en acciones, en el centro de la autonomía, no sólo de ellos y ellas, sino de muchos de los pueblos que siguen construyendo con todo en contra. (Extractos de la introducción del portal tzamtrecesemillas.org que se estrena mañana).

desinformemonos.org

 
 

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