Gobierno y partidos de derecha sufren estrepitosa derrota. Partidos de izquierda progresista y neoliberal en vergonzosa caída. Capas medias profesionales de partidos nuevos e independientes asumen puestos junto al partido comunista. Partidos rebeldes siguen en la vieja lucha por el poder. ¿Y el pueblo? ¿Qué pasa con el pueblo?
Chile: Nuevo estallido social. Estruendosa victoria del pueblo. Abstención supera el 50%
Gobierno y partidos de derecha sufren estrepitosa derrota. Partidos de izquierda progresista y neoliberal en vergonzosa caída. Capas medias profesionales de partidos nuevos e independientes asumen puestos junto al partido comunista. Partidos rebeldes siguen en la vieja lucha por el poder. ¿Y el pueblo? ¿Qué pasa con el pueblo?
Mientras la partidocracia y la clase media disputan y se reparten los cargos con los patrones, el pueblo tiene la oportunidad de construir nuevas relaciones sociales y ecológicas en los barrios, nuevas maneras de encausar la educación y resolver los problemas de salud. Teóricamente el pueblo podrá tener buenas relaciones con las capas medias en los aparatos del poder con dos condiciones: que los representantes, funcionarios y autoridades no sean sometidos al empresariado, y que reconozcan como interlocutores a las organizaciones de los vecinos y sus formas de vida comunitaria y autogestionaria, ya no más como clientes del estado y del municipio.
Las cifras son indesmentibles y no hay como seguir disfrazando una realidad palpable: La población del estallido no ha ido a votar. Basta ver las votaciones por barrios y promedios por barrios para ver a qué sectores sociales interesaba el funcionamiento de la trampa electoral. Los barrios altos muestran una alta votación, los barrios de clase media una media votación, y los barrios populares baja votación. Más claro echarle agua, Saque sus propias conclusiones.
El pacto de los partidos de explicar el estallido como crítica a la constitución de Pinochet y de convocatoria para estas elecciones no arrastró a nadie, pues siguen votando los mismos porcentajes de años anteriores donde se ha visto como ha ido avanzando la abstención en claro aviso de que la dominación ya no domina.
¿Dónde están los votos de la derecha? Su propia gente los está abandonando abriendo así el camino de la desesperación y la violencia que con el comando de Patria y Libertad terminó en el golpe convocando a la milicia a salvar la patria de los extremismos. Los votos de la derecha se han pasado a la Concertación que ha demostrado que ha podido gobernar manteniendo a raya a los pobres.
¿Y dónde están los votos de la izquierda socialdemócrata? Si ha capitalizado votos de la derecha y aún así se ha ido a pique, entonces sus votantes se han ido en masa a la izquierda juvenil profesional de las capas medias: al frente amplio y al partido comunista, de allí que no es aventurado decir que los ganadores de esta jornada representan igualmente los ideales y métodos de la Concertación y la Nueva Mayoría, es decir la corriente progresista capitalista que representan los gobiernos de México, Venezuela, Argentina, Nicaragua y Bolivia.
Hasta ahora los estados han sido manejados por la partidocracia que se ha aliado a las grandes empresas para obtener el dinero necesario para financiar “servicios” que transformen a la población en clientela electoral. Pero ahora, tras el estallido y este segundo estallido de victoria popular, el pueblo está en condiciones de decir lo suyo con voz propia e iniciativas creadoras, ya no más para que los “representantes” trabajen, sino mostrando y demostrando como queremos vivir, o sea que haremos sugerencias que estamos verificando que son democráticas, participativas y cambian realmente las cosas. Eso dará al pueblo la autoridad moral necesaria entre sus propios partes, los vecinos, pues poco importa lo que diga y manipule la prensa.
De allí se concluye que desde hoy debemos organizar con los vecinos las formas de vivir que queremos, con huertas comunitarias, ollas comunes, actividades compartidas, autogestión y aprendiendo a administrar cada barrio desde nosotros mismos. Hay muchas experiencias que andan en eso, es cosa de decidirse, acercarse a los vecinos y empezar de a poco, paso a paso. No hay que ver el avance alcanzado por otros para copiarlo, sería un error, pues tenemos que aprender la secuencia del avance, cuáles son los primeros pasos. Muchos vecinos en muchos barrios dando primeros pasos ya son tendencia. Es usted quien debe comenzar en su barrio donde aún no se empieza.
Esa organización de formas de vida y actividades compartidas de barrio pueden sintetizar lo que están haciendo y lo que hace falta, y así podemos desde muchos lugares entregar elementos a los constituyente para sus debates de la nueva constitución, que si se hace sin recoger el protagonismo social, la experiencia social, los saberes sociales, será solamente fruto de una elite burocrática.
Al mismo tiempo estos interlocutores vecinales autónomos (sin partidos) podrán establecer relaciones horizontales con el municipio, mostrando al consejo municipal lo que queremos que se incorpore en los planes de desarrollo comunal, que no serán solamente ideas o críticas, sino serán formas que ya estamos verificando que funcionan, así estamos trabajando por el cambio desde abajo y estregamos línea a los de arriba, que si lo aceptan, muy bien, y si no pueden aceptarlo porque no es de interés de los empresarios de la construcción o del transporte, etc y si nosotros seguimos sin violar la ley, entonces presionamos con los hechos al cerco de lobbies, regalos y coimas que realizan los empresarios sobre los funcionarios y representantes en el municipio.
Nuestro eje es construir primeros pasos, luego hacerlos llegar a los constituyentes para que den la pelea si están dispuestos y finalmente al municipio, de modo que no dejaremos que ellos allá arriba se arreglen los bigotes a nuestras espaldas, ni esperaremos sus acuerdos y arreglines para caminar, pues el camino ya está abierto y hay que hacerlo caminando. Hay que dejar muy claro que no presentaremos ideas, sino hechos aunque en fase inicial.
Recordemos que si vamos construyendo la democracia directa en los barrios y actuando por autogestión, lo que quede de carácter centralizado, es decir lo que quede de estado será muy pequeño y no porque mande el libre mercado, sino porque las decisiones fundamentales se hacen en el mundo de la vida. Así ese aparato pequeño estará a futuro subordinado al protagonismo de los barrios autoorganizados y autogobernados.
Es cierto que los partidos rebeldes que luchan por el poder seguirán defendiendo el estado centralizado y autoritario, por lo que será nuestra tarea atraerlos para la autonomía y el protagonismo vecinal.
Esta victoria popular de la abstención no es el final de una carrera, pues tenemos mucho por delante.
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