¿Queda alguno?
Las autoridades de Nicaragua arrestaron este martes a Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, otros potenciales contrincantes del presidente Daniel Ortega en las elecciones previstas para el próximo 7 de noviembre.
Maradiaga fue acusado de “terrorismo“ y conspiración contra la soberanía e independencia de Nicaragua. Está siendo investigado en virtud de una controvertida nueva ley de seguridad aprobada en diciembre por el gobierno de Ortega.
Chamorro, por su parte, es acusado de “incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos”, informó la Policía Nacional.
Estados Unidos calificó a Ortega de “dictador” tras los arrestos.
Las de Maradiaga y Chamorro son la tercera y cuarta detención de posibles contrincantes de Ortega a cinco meses de la fecha de los comicios.
La semana pasada, la líder opositora Cristiana Chamorro fue puesta bajo arresto domiciliario por presunto lavado de dinero, acusación que ella niega.
Y el sábado otra figura de la oposición, Arturo Cruz, fue detenido en el aeropuerto de Managua cuando llegaba de Estados Unidos.
El presidente Ortega, de 75 años, busca un cuarto mandato consecutivo.
Maradiaga, de 44 años y probable candidato presidencial de la coalición Unidad Nacional Azul y Blanco, fue detenido después tras ser citado a una audiencia en la Fiscalía de Managua el martes.
Según los informes, la policía detuvo al opositor y su abogado en su auto después de salir de la oficina.
Un vocero de la oposición dijo que la policía había golpeado a Maradiaga durante el arresto y que se desconocía su paradero.
“Está siendo investigado por realizar actos que amenazan la independencia, la soberanía y la autodeterminación, incitando a la injerencia extranjera en los asuntos internos y pidiendo intervenciones militares”, reza un comunicado de la policía.
También por “organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización”, añadió.
Chamorro, sobrino político de la expresidenta nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro y precandidato presidencial por la Alianza Ciudadanos por la Libertad, fue detenido en su residencia, al sur de Managua, que también fue allanada por la Policía Nacional, según reportó la agencia Efe.
Los arrestos provocaron una rápida condena de la jefa de la diplomacia estadounidense para América Latina.
“El arresto arbitrario del candidato presidencial Félix Maradiaga (…) debería resolver cualquier duda restante sobre las credenciales de Ortega como dictador”, dijo Julie Chung.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, también expresó su preocupación en Twitter: “En los últimos 30 años, nunca había visto algo así. Se necesitan con urgencia esfuerzos multilaterales para detener a Ortega”.
Los cargos contra los opositores derivan de una ley aprobada en diciembre que apunta a “quienes piden, celebran y aplauden la imposición de sanciones contra el Estado nicaragüense”.
Sus partidarios dicen que es para defender la soberanía de Nicaragua contra la influencia extranjera hostil, pero los críticos aseguran que está diseñada para evitar que los políticos de la oposición se presenten a las elecciones.
Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones contra Ortega y su gobierno.
En tanto, la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, aludió este martes por segundo día consecutivo a las investigaciones de la Fiscalía contra los opositores, a quienes llamó “ladrones”, “terroristas” y “criminales”.
“Se creen eternamente impunes, (pero) la Justicia llega, tarde pero llega, en esta Nicaragua que venía prosperando y en reconciliación y en un modelo hermoso y ejemplar de alianzas por el bienestar de todos”, dijo Murillo en alusión al pacto que Ortega tuvo con la empresa privada hasta la rebelión social de 2018.
Arturo Cruz, de 67 años, se encuentra en prisión preventiva mientras los fiscales investigan las denuncias de “provocación… y conspiración para atentar contra la integridad nacional”.
Cristiana Chamorro, también de 67 años, fue puesta bajo arresto domiciliario días después de anunciar que buscaría convertirse en la candidata presidencial de la opositora Alianza Ciudadana.