El estallido cubano es más parecido al estallido chileno que al colombiano, y eso lo saben los partidos chilenos que aceptaron todos el truco de que el problema era la constitución de Pinochet y que había que hacer otra, aunque unos pocos fueron más allá y sostuvieron que el problema había sido el modelo neoliberal, y uno que otro con muchas vacilaciones apuntó al sistema capitalista, pero todos quieren salvar al estado, por eso moros y cristianos se apuntaron en la convención constitucional para fijar reglas desde arriba, reglas que obviamente van a mantener los aparatos del poder y el funcionamiento de las grandes empresas destructoras de la madre tierra y como premio de consuelo van a definir una lluvia de derechos que despertará ilusiones y esperanzas para ¿seguir el camino de Cuba?.
Diferencias y semejanzas del estallido cubano, del chileno y del colombiano
Jaime Yovanovic (Profesor J)
El estallido cubano es más parecido al estallido chileno que al colombiano, y eso lo saben los partidos chilenos que aceptaron todos el truco de que el problema era la constitución de Pinochet y que había que hacer otra, aunque unos pocos fueron más allá y sostuvieron que el problema había sido el modelo neoliberal, y uno que otro con muchas vacilaciones apuntó al sistema capitalista, pero todos quieren salvar al estado, por eso moros y cristianos se apuntaron en la convención constitucional para fijar reglas desde arriba, reglas que obviamente van a mantener los aparatos del poder y el funcionamiento de las grandes empresas destructoras de la madre tierra y como premio de consuelo van a definir una lluvia de derechos que despertará ilusiones y esperanzas para ¿seguir el camino de Cuba?.
Cuba nos dejó grandes enseñanzas, pero en vez de hacerse fuerte en barrios, ciudades y campos expandiendo horizontalmente las conquistas democráticas, los dirigentes (a excepción del Che Guevara que optó por irse) decidieron fortalecer el aparato burocrático del estado y especialmente los aparatos militar y policial adoptando el modelo autoritario y militarista soviético, ahí cambió la gloriosa revolución entregándose al estatismo de izquierda como haría posteriormente Maduro en Venezuela y Ortega en Nicaragua.
¿Y cuál es el modelo económico de la Urss que fue copiado en Cuba? Exactamente el mismo modelo que hasta hoy llevan los chinos: el capitalismo de estado, que es igual que el capitalismo de mercado libre (ja). Eso significa que si sacamos los discursos y las “noticias” de los partidos de izquierda, nos encontramos con que el estallido cubano fue por el mismo motivo de fondo que el chileno.
Los objetivos de la gente en Chile y Cuba son los mismos que el pueblo de la comuna de París en 1871: una república social, con la diferencia que en París consiguieron materializar la democracia directa y la comuna sustituyó las funciones del estado, lo que debía expandirse hacia otras comunas y regiones.
En cambio en Chile hoy sólo algunos barrios y localidades han aprendido que en vez del poder del estado hace falta desarrollar el protagonismo vecinal aprendiendo a administrar los barrios desde los cuerpos y cuerpas en forma de democracia directa y autogestión generalizada. Los activistas han preferido escoger de los males el menor y someterse a la “nueva” constitución del estado para lo cual deben subordinar al pueblo y hacerle creer que los cambios vendrán cuando ellos, los elegidos, sean gobierno, para que después tengamos que protestar contra su capitalismo de estado con sus partidos copando espacios como hace el partido de Evo Morales en Bolivia sometiendo a los jueces región por región. Hay que aprender de la Alianza Territorial Mapuche quje no deposita huevos en la canasta de la constitución porque sostienen que el estado chileno les es ajeno. Esa es sabiduría y precisión para caminar.
Por eso el estallido del pueblo cubano nos muestra lo que nos espera y nos demuestra que es falso que las izquierdas tienen la solución, puesto que sólo la tienen los pueblos autoorganizados desplegando su potencia.
El tema es que el partido comunista cubano mantiene la hegemonía en el campo universitario y laboral, en tanto la ha perdido en el campo artístico cultural y en los barrios pobres y no sólo periféricos, pues los centros de las ciudades están llenos de cuartos y casonas estilo conventillos heredados de las construcciones coloniales y oligárquicas donde se amontonan miles de personas que realizan una infinidad de labores estilo hormiga.
La izquierda chilena ha sacado de las universidades a los dirigentes y cuadros medios de sus aparatos de adoctrinamiento, propaganda y reclutamiento, organizados disciplinadamente en forma vertical y piramidal como quieren administrar el estado, y lo mismo ha hecho el partido cubano, sólo que su militancia se extiende en los aparatos del estado como las fuerzas armadas y en el campo laboral y se va debilitando en las áreas donde no ha llegado la articulación de las relaciones comerciales capitalistas como los barrios pobres y el campo, donde si han sabido llegar las iglesias que en general son verdaderos focos de agitación del capitalismo concurrencial (libre mercado).
Será una proeza, una hazaña que en esos barrios y esos campos puedan surgir formas de autoorgnización y despliegue de potencia social al estilo de comunidades autónomas pero hay tres factores que están a su favor, las tradiciones del campo, la cultura yoruba o de la santería y el crecimiento explosivo de actividades y grupos artísticos y culturales como los San Isidro, una comunidad autónoma de artistas críticos y contestatarios donde hay desde izquierdistas, autónomos y pro yanquis, en que hasta ahora se ha mostrado en mayoría los autónomos.
En la medida de las dinámicas de cada uno de estos factores y su entrecruzamiento en el seno del pueblo, habrá una notable contribución al surgimiento de nuevas dinámicas como fue en Nicaragua donde dinámicas feministas y de derechos humanos cruzaron con campesinos naciendo la resistencia campesina al proyecto del canal chino levantado por la dictadura de Ortega.
Es claro que los yanquis van a tocar sus tambores y armamento a fonde, pero que eso no nos confunda ni nos enrede en la eterna pelea de izquierdas con derecha que esconden las contradicciones reales entre los estados y los pueblos.
¿Entonces, no son los mismos estallidos el cubano, el nicaragüense, el colombiano y el chileno?
A solidarizar en las luchas de los pueblos contra el capitalismo y su instrumento estado.
unlibre@gmail.com