Clajadep :: Red de divulgación e intercambios sobre autonomía y poder popular

Imprimir

«Son las zapatistas quienes nos unieron otra vez». Crónica desde Barcelona

Deni Freie :: 23.07.21

He vivido muchos años en Barcelona y he conocido a muchos colectivos y activistas. Ha habido coyunturas, momentos de hartazgo del sistema dominante y la política oficial, por ejemplo, como el 15M, en el que todos los colectivos se unen y caminan juntos. Han sido momentos increíbles, de aprendizaje y lucha. Hoy son las zapatistas quienes nos unieron otra vez.

«Son las zapatistas quienes nos unieron otra vez». Crónica desde Barcelona

Dení Freie

Barcelona, Estado Español. El 8 de julio el Escuadrón zapatista 421 llegó a Barcelona. Los colectivos y personas organizadas en recibirles aquí les invitaron a realizar un acto reivindicativo y simbólico en el Monumento a Colón. El mensaje de los zapatistas es claro, a diferencia de 1492, cuando comenzó la conquista de los pueblos de América con violencia y muerte, vienen a Europa a conquistar con la palabra, a tejer una red de apoyo y resistencia por la vida: “es una Travesía por la Vida”.

Después de este acto se dirigieron a la Plaça Catalunya donde se realizó un evento de bienvenida. Marijose, del Escuadrón 421, dijo estas palabras: “queremos decirles que hay que luchar por la vida, defendamos la vida de las manos del sistema capitalista que cada día se está adueñando de todos los recursos que nuestra madre naturaleza nos está dando, por eso, hermanos, hermanas, hermanoas, despertad; que nunca más el sistema capitalista nos humille, nos desprecie y nos lastime”.

He vivido muchos años en Barcelona y he conocido a muchos colectivos y activistas. Ha habido coyunturas, momentos de hartazgo del sistema dominante y la política oficial, por ejemplo, como el 15M, en el que todos los colectivos se unen y caminan juntos. Han sido momentos increíbles, de aprendizaje y lucha. Hoy son las zapatistas quienes nos unieron otra vez.

Debido a la pandemia por Covid-19, las restricciones y los toques de queda, no ha habido mucha oportunidad para encontrarnos en las calles. Además de eso, los colectivos cambian, desaparecen y surgen otros nuevos, y por varias razones los activistas a veces se dejan de ver. El 8 de julio en Plaça Catalunya fue una alegría el reencuentro (al menos para mí, supongo que también para los demás porque podía ver la sonrisa de complicidad en todos los rostros).

Estaban allí los compañeros y compañeras que desde 1994 apoyaron a las comunidades zapatistas desde Barcelona. La gente de abajo y a la izquierda de los barrios de Gràcia, Poble Sec, Sants, el Raval, los y las compas de las casas okupadas, colegas de los medios libres (una felicitación a la Mosca TV por la cobertura que hicieron del evento). Colectivos que llegaron desde otras partes de Catalunya. Amigos y amigas de lucha no sólo europeos, sino también de varias partes de Latinoamérica y África (estaban allí compas del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes).

Vernos, saludarnos, abrazarnos, besarnos (bueno, a veces había que preguntar si se podía abrazar y besar); encontrarnos con viejas amistades, viejos amores, compas de lucha, de batalla, de resistencia, con nuestras diferencias, pero sobre todo con los que nos une: el deseo, la utopía, el sueño de mejorar este mundo. Entonces, en algún momento llegó la cumbia, y todos nos pusimos a bailar y Marijose no pudo resistir, y también se puso a bailar.

Cerré los ojos y me acordé de las noches de cumbia en las comunidades zapatistas. Y vinieron a mi mente aquellas palabras del sub que decían más o menos así: para todos todo, para nosotros, la alegre rebeldía, para nosotros la dignidad insurrecta.

 


https://clajadep.lahaine.org