“Los pueblos indígenas padecen las consecuencias de la injusticia histórica, a saber la colonización, la desposesión de sus, territorios , la opresión y la discriminación, así como la falta de control de sus propios modos de vida. Los Estados coloniales y modernos, en la búsqueda del crecimiento económico, les han denegado ampliamente su derecho al desarrollo”.
115 Pueblos y Naciones Indígenas en Colombia, desde hace más de 5 siglos han sido invadidas, irrespetadas y violentadas.
Los Pueblos Indígenas mantenemos Armonía permanente con la Madre Tierra y por ende, preservamos como patrimonio arraigado espiritual y natural con saberes milenarios.
A pesar de las raíces profundamente asentadas en las tierras originarias mucho antes de las invasiones, los pueblos indígenas también se cuentan entre los más desfavorecidos del mundo, sus derechos vulnerados e ignorados constantemente alrededor del mundo.
“Como pueblos milenarios, desde el CRIC, antes que ser colombianos, somos los antiguos pobladores de estos territorios y gestionamos nuestro propio proceso, conservamos tradiciones y valores culturales milenarios con los cuales esperamos contribuir al mundo”.
Nuestra lucha es por la pervivencia y la unidad, con autonomía.
Fuerza Pueblos Indígenas del mundo, en especial las Naciones: Yanakunas, Nasas, Totoróez, Kokonukos, Misak, Huitotos, Koreguajes, Makaguajes y demás Naciones Indígenas que a pesar de las invasiones occidentales seguimos defendiendo nuestro Derecho Propio, Derecho Mayor, Ley de Origen, así como nuestra medicina Tradicional que occidente irrespeta y desvalora con sus químicos y sus EPSs.
“El 9 de agosto de 1994 fue declarado como Día Internacional de los Pueblos Indígenas por la Asamblea General de las Naciones Unidas-ONU- en un intento por garantizar los derechos humanos de los más de 5mil grupos indígenas que existen en 99 países”.
“La naturaleza es fuente de vida y sabiduría de ahí que toda agresión contra ella, pone de inmediato en peligro la existencia del indio como parte viviente de la naturaleza”. Manuel Quintín Lame.