El comandante guerrillero sandinista Víctor Hugo Tinoco exvicecanciller y exembajador de Nicaragua en la Organización de Naciones Unidas (ONU) se separó cansado de la dictadura de Ortega transformándose en uno de los líderes políticos más importantes de la oposición y fue detenido el pasado 13 de junio para “impedir” que se inscribiera para las elecciones. Para su hija es insólita la situación, sobre todo porque su padre y Ortega lucharon juntos contra la dictadura de Somoza; sin embargo, asegura que Ortega se convirtió en alguien mucho peor que él.
Cristian Tinoco es una mujer cuya historia le ha dado la vuelta al mundo. Tinoco es hija del exvicecanciller y exembajador de Nicaragua en la Organización de Naciones Unidas (ONU) Víctor Hugo Tinoco, quien está detenido por el régimen de Daniel Ortega. Tinoco es oftalmóloga y tiene cáncer de mama en estadio 4, que es considerado terminal. A pesar de que hace seis años los médicos le dijeron que tendría máximo cinco años de vida, Cristian ha batallado fuerte y aún está en pie.
No obstante, Tinoco asegura que desde el secuestro de su padre su salud ha ido empeorando, tanto así que no ha recibido respuesta positiva sobre una quimioterapia que comenzó, por lo que tuvo que cambiar de tratamiento. La joven asegura que no sabe cuánto tiempo de vida le queda y que lo único que espera es ver a su padre de nuevo antes de morir.
“No sé cuánto tiempo me queda de vida y, por eso, pido que se me deje ejercer el derecho de ver a mi padre, preso injustamente, solo por pensar diferente a la dictadura. Quiero verlo para abrazarlo y decirle que lo amo. Tal vez será la última vez que lo haga”, le dijo Tinoco a “El Tiempo”.
La mujer le está solicitando a la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), a Amnistía Internacional y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) interceder ante Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, para que le permitan ver a su padre libre y poder despedirse de él.
Su padre, Víctor Hugo Tinoco, es uno de los siete líderes políticos más importantes de la oposición y fue detenido el pasado 13 de junio para “impedir” que se inscribiera para las elecciones. Para Cristian es insólita la situación, sobre todo porque su padre y Ortega lucharon juntos contra la dictadura de Somoza; sin embargo, asegura que Ortega se convirtió en alguien mucho peor que él.
Para Cristian, la jugada del régimen es dejar sin opciones de oposición las próximas elecciones; además, señala que Ortega en ningún momento pensó en acatar las normas sugeridas por la Organización de Estados Americanos (OEA) para realizar modificaciones en reformas de ley electoral y “permitir elecciones libres y transparentes”, por lo que continuó deteniendo líderes de oposición.
Cabe señalar que uno de los últimos arrestos hechos por el régimen fue el de la candidata a la Vicepresidencia de Nicaragua por la Alianza Ciudadana por la Libertad, Berenice Quezada. Quezada “fue notificada en su casa por las autoridades judiciales y del Ministerio Público, acompañadas por la Policía, que quedaba a partir de ese momento en retención domiciliaria, sin acceso a comunicación telefónica, con restricción migratoria e inhibida de postularse a cargos públicos de elección popular”, señaló la Alianza CXL en una declaración.
La joven de 27 años, que fue Miss Nicaragua 2017 y cuya candidatura había sido inscrita de manera oficial el pasado lunes, “se encuentra actualmente en su casa con custodia policial”, agregó la agrupación.
Según la denuncia, reportada por medios oficiales, la exreina de belleza incitó al odio luego de que su alianza inscribiera a sus candidatos a presidente y vicepresidenta, diputados ante la Asamblea Nacional y ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen). Quezada sostuvo ante los periodistas que “en Nicaragua las condiciones (electorales) nunca han estado” y que “las condiciones las pone el pueblo. ¿Y cómo las pone?, saliendo a votar”.
Por su parte, Cristian le manifestó al diario que ella no tenía miedo de morir, pero sí de morir sin ver a su padre. “El 13 de agosto se cumplen dos meses del secuestro de mi padre y no le han dejado ver ni a su familia ni a sus abogados. Personalmente, no tengo miedo de la muerte porque sé que solo es un paso a la eternidad, pero sí temo morir sin haber visto a mi padre”, dijo Tinoco.