Esto debido a que la invitación presidencial no les da tiempo para conversar con sus bases, dijo el dirigente.

Para el sociólogo Agustín Burbano de Lara, estos anuncios “profundizarán la tensión en el interior del Gobierno y muestran que la Conaie se comienza a posicionar como una alternativa al Gobierno, ocupando el espacio que ha sido abandonado por el correísmo, ya que la Revolución Ciudadana ha dejado de posicionarse como la oposición a Creo”.

Falta de postura del Gobierno

La Conaie está liderando el Parlamento Popular de los Pueblos y Organizaciones Sociales (conformada por alrededor de 184 organizaciones) que buscan ser escuchadas por el presidente Guillermo Lasso.

“En el Gobierno hay una tensión entre los que sostienen que el presidente Guillermo Lasso no debe moderar sus posturas y no debe ser flexible ante  las movilizaciones. Mientras otros cuadros del Gobierno, que vienen del área más técnica, dicen (a Lasso) que debe empezar a tener estas reuniones para ver que se puede negociar y arreglar”, explica Burbano de Lara.

En medio de estos criterios, Lasso se encuentra aún sin definir su postura; sin embargo, ha logrado mantener sus altos índices de credibilidad por el plan de vacunación y el diálogo con los sectores económicos.

Según Cedatos, la aprobación al presidente Lasso está entre  73,5%,  al 78,4% por su forma de gobernar. Sin embargo, este escenario podría cambiar al cumplirse los 100 días de gestión, pues la gente empieza a pedir respuestas más allá del plan de vacunación masiva.

Por ello, es fundamental que el Gobierno dé paso al diálogo, dice la socióloga Elisa Puga. Pero  un diálogo real que dé respuestas a los sectores sociales. Además, enfatiza que ese diálogo no solo debe ser de exigencias y demandas, sino también de propuestas por parte de la sociedad.

Las propuestas del Parlamento Popular se enfocan en el congelamiento de los precios de los combustibles; la no privatización de los sectores estratégicos; el respeto a los derechos humanos y laborales; la creación de un nuevo código laboral; la situación y deuda del IESS; la lucha contra la corrupción. y el cese a la política extractiva.

Hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta del Gobierno a las solicitudes planteadas por el Parlamento Popular. Este medio solicitó una entrevista al viceministro de Gobierno, Homero Castanier, pero tampoco respondió.

Los puntos innegociables

Hasta el momento, el alza del precio al combustible; la política minera y petrolera, y la eliminación de la doble legislación para regular el trabajo han sido los puntos sin consenso entre los sectores sociales y el Gobierno.

Y aun a puertas de un diálogo las posturas se mantienen. La ministra de Gobierno, Alexandra Vela, dijo que hay ciertos temas que son de interés nacional y que es “imposible que se puedan negociar”; ciertas líneas que no “necesariamente conducen al beneficio de todos los ecuatorianos”; esto en relación a la propuesta de la Conaie.

Para Nayra Chalán, vicepresidenta de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari), la eliminación de los decretos que liberan los precios de los combustibles no es una petición solo de las organizaciones, sino de la sociedad. “Nosotros como organizaciones no estamos haciendo otra cosa que conducir este reclamo”. Por ello, asegura que la postura del movimiento indígena se mantiene en la eliminación de los decretos.

Tampoco hay consenso con el sector de los trabajadores. El FUT solicitó al Gobierno la creación de un solo código de trabajo y no dar paso a una doble legislación.

Sin puntos intermedios no es posible la negociación. Puga explica que el diálogo sólo podrá realizarse si las partes están dispuestas a negociar, caso contrario solo sería un show mediático sin soluciones.

Ella explica que dependerá de las partes generar una metodología de escucha para el diálogo con 100 personas, ya que se debe establecer dos espacios. Este diálogo político y técnico.

Las movilizaciones aún no son parte de la agenda

Para la dirigente Nayra Chalán, las movilizaciones todavía no son parte de la agenda del movimiento indígena. Asegura que hay mucha gente que dice: “tenemos esperanza en que tome mejores decisiones, en que revierta esas decisiones que ha tomado el presidente”.

Pero advierte que si no hay una respuesta, la gente se va a ir sumando “porque está indignada”. Aclara que la participación de la Conaie el 10 de agosto fue de acompañamiento a los trabajadores y docentes.

“Nosotros como organización conjunto a la estructura organizativa no hemos tomado esa decisión; cuando lo hagamos, seguramente nuestras estructuras se movilizarán y ya hay antecedentes de lo que el movimiento indígena puede movilizar”, sentenció.

Asegura que el movimiento se encuentra en asamblea permanente para fortalecer las organización  local y nacional.

Con ella coincide Burbano de Lara, quien sostiene que aún no hay las condiciones para una movilización. Agrega que la crisis económica que ha generado la pandemia, así como la falta de vacunación a toda la población no permiten una movilización.

Pero sostiene que el malestar de la población se puede acentuar para el próximo año si no hay una respuesta. (MC)