“Al menos quince millones de estadounidenses participaron en algún tipo de acción de Black Lives Matter en el 2020, posiblemente convirtiéndolo en el movimiento de protesta más grande en la historia del país”, señala Veronica Chambers.

Después de que el asesino del adolescente Trayvon Martin fuera declarado “inocente” en el año 2013, un grupo de tres mujeres activistas usan por primera vez el eslogan de Las Vidas Negras Importan (Black Lives Matter). Black Lives Matter nace ese mismo año para pronto posicionarse como uno de los más grandes, sino es que el movimiento más grande en la historia de los movimientos sociales en los Estados Unidos, en términos de capacidad para la movilización, protesta y participación de la gente. 

Como si ya supiera lo que iba a pasar. “Me van a matar” fue otra frase que dijo George Floyd (1973-2020) unos minutos antes de ser asesinado por un elemento del Departamento de Policía de Minneapolis (con la complicidad de otros tres uniformados). Lo destacado con George Floyd es que su muerte no fue algo que se quedó en una simple protesta al siguiente día, sino que trascendió, hizo historia y dio aún más vida al ya existente movimiento de Black Lives Matter. La lamentable muerte de Floyd indignó y, al mismo tiempo, inspiró a muchas personas a unirse a la constante movilización en las calles de todo Estados Unidos y a nivel global.

Como se señala en “Call and Response: The Story of Black Lives Matter» de Veronica Chambers:

“Al menos quince millones de estadounidenses participaron en algún tipo de acción de Black Lives Matter en el 2020, posiblemente convirtiéndolo en el movimiento de protesta más grande en la historia del país”.

Black Lives Matter se ha destacado por ser un movimiento de resistencia que, en esencia, está en contra de la brutalidad policiaca, en contra de la discriminación, en contra de la supremacía blanca, y a favor de la libertad del pueblo afroamericano. Es apoyado por artistas, profesionales, figuras públicas, atletas, clase trabajadora, estudiantes, hombres, mujeres, jóvenes. Es un movimiento que nos incentiva a indignarnos cada que se le quita la vida injustamente a un miembro de la comunidad afroamericana (o incluso a miembros de otras comunidades históricamente oprimidas). Nos inspira a organizarnos continuamente y, por medio de la lucha social, hacer algo a favor de una verdadera justicia.

Dejar de destinar fondos a las fuerzas policiacas (‘defund the police’), es uno de los llamados que hacen los activistas durante las protestas, marchas y acciones de desobediencia civil. Y esto es porque el desmantelar a la fuerza policiaca represora es lo menos que se podría hacer para ir reparando los daños, acabando con la violencia y con los asesinatos innecesarios de civiles. Por el derecho a una vida con dignidad, por el fin de la brutalidad policiaca y que los crímenes que cometen los uniformados no queden en la impunidad.

Quienes integran Black Lives Matter parecen entender muy bien que la libertad se conquista luchando. Y eso es lo que han venido haciendo desde el 2013, ese es el ejemplo que nos deja este movimiento. En estos tiempos interesantes en los que nos ha tocado vivir, no debemos de vacilar para solidarizarnos con las comunidades más oprimidas, y apoyar a quienes hoy las circunstancias los han llevado a decir: las vidas negras importan.