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Autonomía, comunidad y autogestión como construcción en el acto pedagógico expandido barrio a barrio mediante prácticas de autoorganización de olla común, huerta comunitaria, energía alternativa, salud propia y educación entre vecinos

Jaime Yovanovic (Profesor J) :: 17.09.21

De vuelta en Valparaíso, Chile, tras el estallido social, la cuarentena y los procesos-trampa envolventes de la convención constitucional y nuevos juegos electorales, nos instalamos nuevamente entre los cerros a practicar las formas de relaciones del otro modo de vivir invitando a gente de diversos cerros a aprender-enseñar sintiendo en y con los cuerpos y cuerpas como es posible crear afectos transformando las relaciones en nuestra vida y el entorno que no es entorno, sino que somos nosotros mirados desde la teoría de la complejidad.
¿Cuál es vuestra estrategia? Nuestra estrategia se reduce a una sola frase de Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”, de allí que invertimos en el apoyo a la multiplicación de la diversidad basados en la existencia de múltiples nichos ecológicos que llamamos barrios en él ámbito urbano que tejen o pueden tejer relaciones de intercambio directo con comunidades campesinas y de los pueblos originarios.

Realizada la 1ª sesión del Taller gratuito de Comunidad, Autonomía, Madre Tierra y Autogestión del Profesor J, martes a las 17h en el Parque Camino Cintura - Valparaíso
 
 
De vuelta en Valparaíso, Chile, tras el estallido social, la cuarentena y los procesos-trampa envolventes de la convención constitucional y nuevos juegos electorales, nos instalamos nuevamente entre los cerros a practicar las formas de relaciones del otro modo de vivir invitando a gente de diversos cerros a aprender-enseñar sintiendo en y con los cuerpos y cuerpas como es posible crear afectos transformando las relaciones en nuestra vida y el entorno que no es entorno, sino que somos nosotros mirados desde la teoría de la complejidad. 
¿Cuál es vuestra estrategia?
Nuestra estrategia se reduce a una sola frase de Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”, de allí que invertimos en el apoyo a la multiplicación de la diversidad basados en la existencia de múltiples nichos ecológicos que llamamos barrios en él ámbito urbano que tejen o pueden tejer relaciones de intercambio directo con comunidades campesinas y de los pueblos originarios.
 
Primeramente se explicó que no es un taller de enseñanza y aprendizaje, sino de construcción de saber en común, pues cada participante coloca de su cosecha y entre todos trabajando la tierra aprendemos haciendo con nuestras manos no experimentos ni proyectos, sino la vida y forma de vida, el alimento y la salud poniendo, en cuestión el contexto patriarcal de reproducción de la cultura individualista en algo así como el volver a las raíces al encuentro civilizatorio con los pueblos originarios.
 
En segundo lugar conversamos de que esta construcción de saber mediante huerta, reciclaje, energía alternativa y demás del programa no se detiene en las actividades del taller, sino que se expande horizontalmente hacia los barrios de los participantes donde cada uno intentará con alguien de su casa y algún vecino replicar lo conversado y trabajado en el taller para luego relatarlo con los demás participantes y aprendemos todos de sus errores y aciertos y viceversa.
 
En tercer lugar conversamos del sujeto y vimos que tú eres yo, y así yo soy tú. Esa definición ontológica del sujeto es compleja para ser asimilada por nuestra mente individualista forjada por esta sociedad, pero ayudó en el taller la historia del que preguntaba a un africano lo que él pensaba de lo que hablaba de su comunidad y el africano no entendía la pregunta porque no sabía lo que era el Yo, y siempre había vivido sintiéndose, pensando y actuado como un sujeto Nosotros, el Ubuntu.
 
En cuatro lugar salió el tema del patriarcado que destruyó históricamente la comunidad al quitarle la libertad a la mujer, que era el eje de la vida en común, y subordinarla al hombre-propietario para darle el hijo propio que daría continuidad a la propiedad de la unidad productiva.
 
En quinto lugar hablamos del nicho ecológico que es el conjunto de humanos, animales y vegetales que interactúan o pueden hacerlo en un determinado espacio que en el ámbito urbano es el barrio, por lo que todo humano y ser vivo en general lo compone, pero como vivimos separados la idea es reconstruir el enjambre o el hormiguero humano, así como la relación con los otros seres vivos y la madre tierra. Por eso nuestro taller siempre tendrá presente a los vecinos de este barrio, en cada actividad pensaremos también en ellos, con la idea de que tarde o temprano percibirán que nosotros somos ellos y ellos son nosotros.
 
En sexto lugar pensamos como Marx que el ser determina la conciencia y no es la conciencia la que determina el ser. Entendiendo por “ser” el sistema de relaciones sociales, así el cambio de conciencia no puede cambiar este sistema de relaciones como siempre nos han dicho los partidos políticos que nos explican educadamente que hay que lavar el cerebro de la gente para sacarles la conciencia errada y colocarles la conciencia correcta. Esa es la concientización, que es lo mismo que la evangelización.
 
Por eso el restablecimiento de las relaciones comunitarias entre vecinos y de éstos con la madre tierra y la vida en general viene siendo el ser material que determina la nueva conciencia del cambio civilizatorio, pues como decía Kropotkin la relación entre las especies no es de fuerza sino de cooperación y apoyo mutuo y podemos entender que no se trata de educar ni propagandizar el cambio para que una vez entendido pueda la gente caminar hacia el cambio, sino de hacerlo y en la medida que se hace lo vamos entendiendo y acogiendo.
 
De allí qua las prácticas políticas que se dirigen finalmente hacia el objetivo del poder no pueden sino cambiar el que manejará el látigo de la opresión. No es posible administrar el estado sin fondos y así las empresas se hacen imprescindibles y cualquiera sea el color del partido dirigente, el estado termina siendo parte de la cadena de producción y reproducción capitalista.
 
En séptimo lugar vimos que las ollas comunes y las huertas comunitarias no son “servicios” a la población, sino el pueblo autoorganizado que comienza a hacerse cargo de sus problemas, necesidades y carencia de forma autogestionaria ejerciendo la democracia directa.
 
Continuamos el martes 21 a las 17h. en el Parque Camino Cintura, en el número 4177
Informaciones e inscripciones unlibre@gmail.com
También puede inscribirse el mismo martes.
 

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