El descubrimiento más importante al respecto en el último siglo confirma que la humanidad llegó a América 10 mil años antes de lo que se creía.

En los años 70, la noción de que nuestra especie alcanzó América por primera vez hace unos 13,000 años era la más aceptada entre arqueólogos gracias a los registros fósiles más antiguos hallados entonces. 

Sin embargo, desde mediados de los 70, el descubrimiento de supuestas herramientas que datan de hace más de 16,000 años ha intensificado un debate sobre la aparición temprana de la humanidad en el continente: mientras algunos especialistas consideran que la humanidad llegó a América desde Asia antes del Último Máximo Glacial (el periodo más frío de la Tierra en los últimos 30 mil años), otros afirman que la evidencia de supuestas herramientas no resulta concluyente.



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Sin embargo, un nuevo hallazgo descrito por expertos como el más importante en el último siglo está a punto de cambiar la historia del poblamiento de América:

Se trata del descubrimiento de un grupo de huellas que datan de hace 23,000 años y se mantuvieron conservadas durante milenios en el White Sands National Park, hoy un desierto de arena blanca y escasa vegetación, pero que hace miles de años era un pantano en Nuevo Mexico, al sur de los Estados Unidos.

A través de una datación por radiocarbono, el US Geological Survey determinó que las huellas tienen aproximadamente 23,000 años, un hito en la historia del poblamiento de América. En el paraje también se han encontrado restos de mamuts, perezosos gigantes, tigres dientes de sable, aves y otras huellas humanas, como las de la icónica mujer de White Sands.

En las 80 mil hectáreas del parque se han encontrado miles de huellas humanas de adultos y niños prehistóricos; sin embargo, se trata del registro más antiguo de presencia humana en el continente. Estas huellas humanas aportan evidencia definitiva de que los seres humanos alcanzaron América del Norte antes del Último Máximo Glacial (ULM) y no después, como se creía hasta ahora.