Sábado 2 de octubre de 2021, p. 6
A partir de sus labores de inteligencia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) interceptó la noche del 26 de septiembre de 2014 mensajes de texto que fueron intercambiados entre el subdirector de la Policía Municipal de Iguala, Francisco Salgado Valladares; el director de esa corporación, Felipe Flores Vázquez, y los líderes de Guerreros Unidos, Gildardo López Astudillo y Alejandro Palacios Cholo, relacionados con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en los que se confirma que los uniformados entregaron a los estudiantes al grupo delictivo.
La Sedena entregó a la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa dos reportes del Estado Mayor de la Defensa Nacional, y en seguimiento a la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, la comisión los hizo públicos.
La “primera entrega refiere a comunicaciones fechadas el 24 de septiembre y el 4 de octubre de 2014, entre Francisco Salgado Valladares, Felipe Flores Vázquez y una persona denominada Gilberto Gil, así como Alejandro Palacios Cholo y otro más denominado Ramón”.
En el primer reporte fechado el 26 de septiembre se menciona: “conversación de interés (mensajes de texto) entre Francisco Salgado Valladares, segundo comandante de la Policía Municipal de Iguala, Guerrero. Y gente de confianza de Felipe Flores Vázquez, director de Seguridad Pública de Iguala, Guerrero. Con Gilberto N (A) Gil, jefe regional (de) los Guerreros Unidos en Iguala, Huitzuco, Tecoacuilco, Cocula, Zacacoyuca, Buenavista, Taxco, Teloloapan, Apaxtla de Castrejón y Cuetzalan del progreso, Guerrero”.
Ignacio: Según son ayotzinapos pero andan encapuchados y armados.
Ignacio: Ya tenemos varios detenidos.
Gil: Páseme unos por el camino a Pueblo Viejo yo los recibo.
Gil: Verga suéltalos, tengo unas camas para aterrizarlos, páseme los detenidos.
Ignacio: Ok, ya los suelto.
Ignacio: Ok, son 21 personas en el autobús que va a salir.
Ignacio: Ya los suelto, pónganse pilas los de las camas.
Ignacio: Ya se están soltando los del autobús, para que los revienten ustedes.
Ignacio: Viejo, tengo 17 en la cueva.
Gil: Sí, entréguenme todos los detenidos.
Ignacio: Manda gente suficiente a la brecha de Los Lobos, van 17 detenidos.
Ignacio: Y aquí tenemos a 17 todavía.
Ignacio: En la cueva.
Ignacio: Estos también los quieres, y decimos que no hicimos detenciones.
Ignacio: Dile al gordo que los pare, vienen más autobuses.
Ignacio: No tengo ninguno detenido, todos los paquetes se entregaron, viejo.
Gil: Ok, dígales que no agarró nada.
Ignacio: Sí, así mero le dije al sucre, que no se hizo ninguna detención.
Segunda conversación
El reporte fechado el 14 de octubre refiere:
“Conversación de interés (mensajes de texto) entre Alejandro Palacios (A) Cholo Palacios y Ramón (N), posible policía del municipio de Tepecuacuilco.
Cholo: Ndaakaban (acaban) de encontrar una fosa clandestina en Pueblo Viejo.
Ramón: Algún 28 abrió la boca.
Cholo: Qué bueno viejo, ya supiste, ya le encontraron a Gil todas sus fosas, viejo.
Ramón: Sí, eso estoy viendo.
Ramón: Pero no crees que haya algún arreglo.
Ramón: Y ayer te comenté que le pedían línea a Gil.
Ramón: Querían que le soltaran aunque sea 10 como estuvieran para calmar un poco.
Ramón: El encargo que llegó de la Ministerial.
Ramón: Mañana te llevo un huésped.
Ramón: Gil.
Ramón: Pa’ dónde tu estás.
Cholo: Anoche llegué a las cuatro de la mañana de Ahuelikan (Ahuelican) a Ateteliya.
Cholo: Dónde lo tienes.
Ramón: En una cueva.
Ramón: Pero sí hay una cueva por aquí.
Ramón: Pues están reventando todas las cazuelas.
Ramón: Se ponchó feo la pompi.
Cholo: Él no contesta.
Ramón: Ya no ha de andar por aquí. Ya han de estar en el defectuoso.
Cholo: Mira la casa que reventaron era la casa de Gil ahí de donde se llevaron las armas y la camioneta.
Ramón: Se llevaron solo a la pompi.
Cholo: Con él tenían viejo para saber todo el pedo, es que también está allí esa noche del chilango y vio todos los que estábamos.
A este respecto se debe recordar que, de acuerdo con las investigaciones, los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron entregados la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 por los policías municipales a integrantes de Guerreros Unidos y éstos los habrían trasladado a diversos puntos de Guerrero. Algunos de ellos fueron llevados al basurero municipal de Cocula, privados de la vida, incinerados y luego sus restos óseos arrojados al río San Juan.
Gildardo López Astudillo El Gil, fue acusado por la entonces Procuraduría General de la República (PGR) del secuestro y desaparición de los normalistas; sin embargo, fue dejado en libertad por presuntos actos de tortura en su contra y actualmente es uno de los testigos colaboradores de la Fiscalía Especial para el Caso Iguala.