Habitantes de los ejidos de Donají, Otilio Montaño, Nuevo Progreso y Palomares, en Matías Romero, expulsaron a trabajadores de la empresa La Peninsular que pretendían continuar con las labores de limpieza y desmonte en las vías del tren transístmico, que une el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, con el de Coatzacoalcos en Veracruz.
Ciudad de México | Desinformémonos. Habitantes de los ejidos de Donají, Otilio Montaño, Nuevo Progreso y Palomares, en Matías Romero, expulsaron a trabajadores de la empresa La Peninsular que pretendían continuar con las labores de limpieza y desmonte en las vías del tren transístmico, que une el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, con el de Coatzacoalcos en Veracruz.
Los campesinos reafirmaron que no permitirán la entrada de ninguna empresa contratada por el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) para modernizar las vías del tren, cuyas obras forman parte del megaproyecto del Corredor Transístmico (CT).
Desde junio de 2020, año en que distintas comunidades del Istmo acordaron impedir las obras del CT por violar sus derechos como pueblos indígenas, los ejidatarios han expulsado a los trabajadores que entran a sus territorios para desmontar en las cercanías de las vías ferroviarias, así como para hacer trabajos de topografía, acarreo de durmientes de concreto y rieles.
El pasado 12 de octubre, en el marco del Día de la Resistencia Indígena, diversas organizaciones indígenas y comunidades del Istmo realizaron una jornada de protestas con bloqueos, movilizaciones y cierres carreteros para reafirmar su rechazo a la imposición del CT y los proyectos eólicos, mineros e hidroeléctricos que invaden sus territorios.
Además, denunciaron la oleada de violencia y criminalización contra los defensores indígenas, que ha derivado en asesinatos, amenazas y detenciones arbitrarias.
Con información de El Universal