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La resistencia zapatista al saqueo y destrucción energética

A Planeta :: 27.10.21

“A la tierra, el indígena la ve como la madre. El capitalista, como uno que no tiene ídem” (Don Durito de La Lacandona)

La resistencia zapatista al saqueo y destrucción energética

Martintxo Mantxo
A Planeta

“A la tierra, el indígena la ve como la madre. El capitalista, como uno que no tiene ídem” (Don Durito de La Lacandona)

Ya viene La Extemporánea, la nueva delegación de 177 zapatistas que viene a Europa para continuar la Travesía por la Vida que inició la delegación conocida como Escuadrón 421 en junio en Galiza. Ayer hablábamos sobre el vínculo del movimiento zapatista con la resistencia al modelo energético y crisis globales como la climática. En Chiapas, la gente zapatista ha resistido multitud de proyectos destructores, de minería, turísticos, hidroeléctricas en los Altos y la construcción de la denominada “carretera de las culturas” que conectará con uno de los proyectos más contestados actualmente en el sur de México, el Tren Maya. Pero en un inicio también consiguió la paralización de la explotación petrolera que han mantenido hasta ahora.

La actividad petrolera en Chiapas se remonta a inicios del siglo XX. En el noroeste de Chiapas se encuentra el mega-yacimiento de Reforma, uno de los 33 mayores depósitos de crudo del mundo, y hay otros yacimientos en la selva Lancandona, en la región de Ocosingo, con 3’7 billones de barriles, cercano también a lo considerado como mega-yacimiento (5 millones). Pero cuando en 1994 surgió públicamente el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la compañía nacional Pemex abandonó la Lacandona. 1400 trabajadores petroleros de PEMEX, de la Western Oil estadounidense y de la francesa Compañía Mexicana de Geofísica (CGG) abandonaron la zona y la explotación, de acuerdo con John Ross. Así también, las zapatistas consiguieron preservar la Selva Lancacona en la que viven.

Previo a la aparición zapatista, un estudio del Instituto de Cultura del estado de Chiapas que se centraba en la actividad de PEMEX de 1977 a 1984 concluía que la petrolera “daña más la ecología que todos los campesinos y taladores juntos, pues contamina el agua y aire y ha fomentado el asentamiento de familias junto a los campos de extracción”. Ese estudio denunciaba que entonces la Selva Lacandona sufría un ritmo de destrucción mayor que la Amazonia brasileña. 

PEMEX es una empresa nacional que en los últimos años ha sufrido privatización de parte de su patrimonio. Pese a ello, no está exenta de impactos ambientales, y concentrándose su actividad en México, casi todos ellos tienen lugar allí. Según un análisis del Instituto de Responsabilidad Climática de Estados Unidos (CAI)(2019), Pemex se encuentra entre las 20 empresas que más contaminan al Planeta, situándose en 9ª posición. Uno de su peores accidentes ocurrió en 2019 cuando un oleoducto explotó en Tlahuelipan, (Hidalgo)ocasionando la muerte a 137 personas.

En 2008, PEMEX intentó ingresar de nuevo en la Lancandona. Pero las comunidades locales se reafirmaron en su negativa a permitiles la entrada. Su experiencia, según compartía en 2008 un agente municipal del ejido Laguna El Carmen Pataté, Pedro Mendoza, es la misma que la de otras comunidades originarias a las que se les ha impuesto este tipo de explotaciones: impactos ambientales, desaparición de la selva e incluso desplazamiento de los asentamientos que coinciden con los pozos. Además éstas son impuestas sin consulta, sin respetar sus derechos y con prepotencia.

El intento quedó desmentido por el propio estado días más tarde. Paradójicamente, en 2017 PEMEX anunció la aportación anual de 25 millones de pesos a presuntamente la conservación de la Selva Lacandona. Sin embargo, queda claro quienes son sus verdaderas protectoras.

La Ley Agraria Revolucionaria Zapatista establece en su punto 13º que “se preservarán las zonas selváticas vírgenes y los bosques y se harán campañas de reforestación en las zonas principales” y en el 14º que “los manantiales, ríos, lagunas y mares son propiedad colectiva del pueblo mexicano y se cuidarán evitando la contaminación y castigando su mal uso”.

Los mapas del oro negro chiapaneco El petróleo que no existía Andrés  Barreda y Rolando Espinosa ƑCuánto petróleo hay en la zona del conflicto de  Chiapas? A pesar de que existen muchas evidencias -a partir de estudios de  campo, reportes ...

Pero cuando tratamos el tema de la revuelta zapatista y el petróleo en Chiapas debemos profundizar más, pues como apuntó George A. Collier (Collier, G, Raíces de la rebelión en Chiapas, 1994) justo después de que está ocurriera, la revuelta tiene un vínculo estrecho con este recurso. México, por su proximidad con los EEUU y por sus recursos, fue uno de los primeros estados productores de petróleo. Tras la crisis de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) en 1972, México que concentró su economía en el petróleo y la exportación, se endeudó internacionalmente para ampliar la producción de petróleo. Al endeudarse redujo aún más su actividad agrícola. Mientras el sudeste de México se convirtió en el centro energético de México, produciendo el 50% de la energía del país a partir de petróleo (mayoritariamente de Tabasco) e hidroelectricidad de Chiapas. Pero los préstamos no hicieron más que acrecentar la deuda, y en 1982 las instituciones financieras internacionales reclamaron una deuda que ascendía a 96.000 millones de dólares e impusieron a México ajustes estructurales (programas de austeridad) como privatizaciones, recortes de servicios, subida de impuestos, etc., que afectaron aún más la economía, y aún más al sector agrícola. En esa situación, en clara condición desfavorable, el gobierno de México se integró en 1994 en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, NAFTA en inglés) con EEUU y Canadá. Este fue el detonante de la aparición pública de las zapatistas.

Sin duda uno de los proyectos más importantes que enfrentaron las comunidades zapatistas fue el complejo de  hidroeléctricas  en el río Usumacinta, dentro del Plan Puebla-Panamá (PPP), que proyectaba 5 represas. Finalmente, en 2020, el presidente López-Obrador confirmó que no se construirá la presa de Boca del Cerro. Sin embargo, anunció la reactivación de Chicoaysén II, otro proyecto de represa que afecta al pueblo zoque.

El pueblo zoque es otro pueblo indígena  también de Chiapas, que aunque queda fuera de la zona de influencia zapatista políticamente se halla muy próximos. Además del mencionado proyecto hidroeléctrico también ha resistido proyectos mineros, geotérmicos y extracción de hidrocarburos. Consiguieron paralizar los planes de desarrollar en su territorio proyectos de fracking. 

Dentro de la minería, existen 99 concesiones mineras para explotar la tantalita en la costa de Chiapas en la región del Soconusco. La tantalita (elemento hallado en el coltán) es un mineral imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados.

El movimiento zapatista participa a nivel nacional del Congreso Nacional Indígena (CNI). Por eso, como parte de las 177 zapatistas que configuran La Extemporánea, la delegación a Europa, se encuentran activistas del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos (FPDTA) de Puebla-Tlaxcala y la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) de Oaxaca. El FPDTA resiste el proyecto energético gasista, el Proyecto Integral Morelos (PIM) que consiste en  dos centrales termoeléctricas, un gasoducto de 160 kilómetros e infraestructura complementaria. Este proyecto lo impulsan empresas españolas. La APIIDTT se enfrenta sobre todo a proyectos eólicos, 15 parques que les han despojado de sus tierras comunales, impulsados por energéticas europeas, principalmente españolas. Recientemente han cosechado una victoria contra una empresa francesa.

A continuación un texto de 2019 muy clarificador de la postura y propuestas zapatistas también en materia energética “La luz zapatista vencerá a la oscuridad. Respuestas autónomas desde el sureste mexicano a la generación de energía eléctrica” (Ediciones la Social):

La luz zapatista vencerá a la oscuridad. Respuestas autónomas desde el sureste mexicano a la generación de energía eléctrica

«El pánico se apoderó de mí, pero me sobrepuse porque con eso de que los zapatistas somos muy valientes pues no se vería bien que yo tuviera pánico. Así que, ustedes no vayan a andar contando que me dio miedo la oscuridad, de por sí a los niños nos da miedo la oscuridad, por eso los zapatistas luchamos por que todos los niños tengamos luz.» (SCI Marcos, 18 de Marzo del 2001)

Los primeros días del 2019 México vivió un desabasto de gasolina que afectó varias ciudades del país. Al igual que en otros casos, como el mega corte de agua del 2018, esta situación posibilitó un espacio de reflexión que nos reveló la tremenda dependencia que el Estado ha generado hacia la “sociedad civil”. Muchas fueron las voces, y me incluyo, que señalaron la importancia de la bicicleta, por ejemplo, como una alternativa sustentable, ecológica e independiente de los combustibles fósiles, de las redes de distribución, refinamiento y almacenaje, es decir, del Estado y del Capital, que en las gasolineras es responsable de su venta. A pesar de eso se hizo énfasis que no sólo la persona promedio requería combustible para su transporte cotidiano, sino para, y esto es aún más importante, el transporte de alimentos y la generación de electricidad.

Es un hecho poco conocido que más de la mitad de la producción de energía eléctrica en México se hace en centrales termoeléctricas, esto es quemando diversos combustibles fósiles, gas natural, carbón y derivados del petróleo, para calentar agua y hacer girar turbinas con el vapor de esta. Otro porcentaje importante se general en las hidroeléctricas, en este rubro el Estado de Chiapas es uno de los mayores productores de electricidad, llevándolo incluso a importarla a Guatemala.

A pesar de esto resulta paradójico que un 8.4%, seguramente más, de los hogares de Chiapas no cuente con luz eléctrica (1). Y resulta aún más alarmante que disponer de ella no garantiza un servicio eficiente. Es por ello que muchos pueblos y comunidades de todo el Estado, pero principalmente en la Costa, se han organizado para hacer frente a las altas tarifas eléctricas que la Comisión Federal de Electricidad pretende cobrar en miles de pesos a familias que, si acaso, tendrán dos focos en toda su vivienda. Esta situación de injusticia se agrava cuando se señala que los empresarios obtienen descuentos en su facturación de luz o incluso pueden librarse del cobro total de esta (2).

Pero aquí no he venido a analizar cómo se genera la energía en México y cómo esta agrava la desigualdad. Mi intención aquí es reseñar ejemplos de cómo es que debemos, con bastante urgencia, empezar a construir una autonomía energética, dado que no parece que los desabastos de gasolina, cortes de luz, agua, etcétera, vayan a aminorar, y por el contrario, todo indica que serán cada vez más frecuentes, más largos y más destructivos.

No es coincidencia que sea también en Chiapas, uno de los estados más pobres del país, en el cual encontremos los mejores ejemplos de cómo las comunidades y los pueblos, desde abajo, se han autoorganizado para satisfacer sus necesidades, incluyendo por su puesto la energía eléctrica. El paradigma de esta autonomía es, por supuesto, el movimiento zapatista. En las líneas siguientes trataré de responder a la pregunta ¿Cómo le hacen las y los zapatistas para obtener su energía eléctrica?

Lo primero que hay que señalar es que el zapatismo, en sus 25 años de existencia pública, se ha esforzado por buscar varios caminos hacia la autonomía, a veces fallando, a veces acertando pero siempre, aunque lento, avanzando. Y lo segundo es que este camino es eso, un camino, uno arguísimo que se anda desde la resistencia y la rebeldía. Las y los zapatistas, al declararse autónomos no es que puedan pedirle a la CFE que les vaya a dar luz a sus comunidades, todo tiene que ser construido por ellas y ellos mismos.

Pero entonces ¿Y cómo hacen las y los zapatistas para obtener su energía eléctrica?

En principio hay que aclarar que una parte importante de las bases de apoyo zapatistas no cuenta con luz eléctrica alguna (3), y no es por que quieran vivir así, sino por que como ya comenté una parte importante de los habitantes de Chiapas, zapatistas o no, simple y sencillamente no tienen luz eléctrica, por que la prioridad es llevar la luz a las grandes industrias y a los empresarios.

Para nosotrxs que vivimos en la ciudad es muy fácil levantarnos todos los días y encender la luz simplemente accionando el interruptor. Es fácil porque crecimos en lugares donde la infraestructura eléctrica lleva varios años, décadas, ya instalada. Se nos hace fácil obviar el hecho de que dicha infraestructura, postes, cableado, transformadores, es costosísima y no es una prioridad para la CFE llevar luz a los pueblos más alejados.

Este acceso a energía eléctrica es una de las demandas presentadas por el EZLN en la mesa del diálogo de las Jornadas por la paz y la reconciliación en Chiapas en Marzo de 1994 (4). Dado que el zapatismo es un movimiento que construye por sí mismo su autonomía, varios pueblos y comunidades zapatistas con acceso a la red de la CFE han optado por tomar directamente la energía de este cableado. Esta en realidad no es una práctica exclusiva del zapatismo, muchos pueblos y barrios de todo el país, frente a las injusticias de altos cobros o mal servicio, toman directamente la luz eléctrica que de por sí es del pueblo y que el mal gobierno regala a los capitalistas (o que cobra, pero luego devuelve en forma de “estímulos fiscales”, por ejemplo).

Aunque de esta manera se soluciona para varias comunidades el problema de la luz eléctrica, esta conlleva algunas desventajas que las y los zapatistas mismos han señalado. La primera es que aunque están ejerciendo su derecho a la luz de manera directa aún usan la infraestructura federal, y en varios casos el mal gobierno ha cortado la energía a los pueblos zapatistas como un acto de represión y hostigamiento, en otras ocasiones les han amenazado para obligarlos a pagar su recibo eléctrico a lo que han respondido que «Nuestros compañeros bases de apoyo del EZLN declaramos que no van a pagar la luz porque está en nuestro territorio Rebeldía» (5).

Otra posibilidad es la de adquirir plantas de luz a diesel o gasolina. Desde la época de la clandestinidad el EZLN usó estas plantas (6). Hoy, por ejemplo, el CIDECI-Unitierra cuenta con plantas que suministran la energía a toda la escuela. Aunque esta es una opción viable también tiene sus desventajas. La primera es que si quieres la planta la tienes que comprar por ti mismo, nadie te la va a regalar, y una planta que pueda alumbrar todo un poblado puede costar cientos de miles de pesos. La otra es que estas funcionan a base de combustible, que también hay que pagar y trasladar desde distancias muy largas, pues varias gasolineras se encuentran alejadas de los pueblos y comunidades. Aparte hay que considerar que la economía de los pueblos pocas veces transcurre en el terreno monetario, pocas veces se maneja dinero y hay que vender algún animal o algún cultivo para comprar gasolina (7), lo cual puede terminar generando dependencia por estos combustibles.

Además la máquina puede descomponerse y necesita de gente que sepa arreglarla, para lo cual hay que disponer de mecánicxs que pueden realizar estas tareas. Para tratar de dejar de usar gasolina, y con sus conocimientos de los generadores de luz, los y las zapatistas se preguntaron si era posible hacer girar la máquina de alguna otra forma, con un trapiche para la caña por ejemplo. De esta manera con técnica zapatista se trató de inventar una forma autónoma de generar luz, sin embargo el movimiento fue muy lento y no se obtuvieron los resultados adecuados(8). Esta no es la primera vez que en las comunidades zapatistas se intenta generar energía eléctrica de forma totalmente autónoma. El caso más notable es el de la turbina del caracol de La Realidad.

El proyecto de instalar una microcentral hidráulica se inició en 1996(9). Pero, luego de múltiples dificultades, fue hasta 2001 que pudieron iniciarse los trabajos de traslado e instalación de la turbina. Fue mediante la colaboración de obrerxs solidarixs del Sindicato Mexicano de Electricista, junto a italianxs del movimiento ¡Ya Basta! y bases de apoyo zapatista que la Realidad pudo electrificarse de manera autónoma y ecológica(10). Algunos de estos episodios, como el traslado e instalación de la turbina, se pueden ver en la película zapatista Corazón del Tiempo (11). La turbina estuvo funcionando varios años, y como comentó el periodista Hermann Bellinghausen a finales de 2004:

«Unas noches, pocas, la turbina se descompone o es apagada para limpiarla y evitar que se descomponga. Otras noches, unas pocas más, la Comisión Federal de Electricidad suspende el suministro de luz a lo largo de la selva fronteriza y la cañada de Las Margaritas por servicio ineficiente, o una falta generalizada de pago a las elevadas tarifas de la paraestatal que raya en la resistencia civil de priístas, petistas, perredistas, además de los zapatistas que de por sí se oponen. En tales ocasiones La Realidad es la única población iluminada en cientos de kilómetros a la redonda.»

Desafortunadamente, luego de 2005 aproximadamente, el proyecto de la turbina ya no pudo continuar, sin embargo queda como un antecedente importante de como la colaboración y apoyo mutuo entre la sociedad civil y las comunidades zapatistas organizadas trabajaron en la construcción de la autonomía, aunque al parecer no ha sido la única ocasión que estas microcentrales son usadas en la región (12).

¿Acabó aquí la construcción de la autonomía energética del EZLN? No. Aunque actualmente se siguen usando plantas de gasolina y diesel, se ha implementado también el uso de celdas solares como se observa en esta toma aérea durante el 25 aniversario del Alzamiento Zapatista (13). La energía eléctrica es necesaria no sólo para iluminar los hogares, lo es también para dotar de energía a las escuelas autónomas, las clínicas zapatistas y los centros de medios. Como se ha visto el camino, que involucra un enorme esfuerzo humano, conocimientos técnicos y construcción de infraestructura, es largo y sinuoso, y sin embargo el Ejército Zapatista de Liberación Nacional no ha claudicado en buscar soluciones a sus problemas. Y pese a todos estos intentos, con mejores o peores resultados, el EZLN siempre se ha pronunciado por que, algún día, sea el pueblo mismo, es decir las y los trabajadores, el dueño de las centrales eléctricas y no los malos gobiernos y los capitalistas, porque la infraestructura ya existe y se está privatizando y regalando a los capitalistas.

¿Y entonces cómo le hacen las y los zapatistas para obtener su energía eléctrica? Acá se pueden dar dos posibles respuestas, la primera es de manera práctica señalando que lo hacen mediante una combinación de plantas de gasolina, paneles solares, tomas directas del cableado y a veces con microhidroeléctricas. La otra respuesta es que la obtienen desde su resistencia y rebeldía, siempre buscando la autonomía, con mucho esfuerzo y organización comunitaria.

El ejemplo zapatista debe hacer que nos preguntemos como vamos a resolver, sin pedirle nada al Estado, nuestro consumo eléctrico. Nuestra “civilización” es altamente dependiente de combustibles fósiles como el petróleo, que es un recurso no renovable. Tarde o temprano este se terminará, esto es un hecho inevitable. Tanto que el pueblo trabajador recupere la infraestructura eléctrica que hoy se privatiza como que construyamos una autónoma esta debe ser ecológica y sustentable. Tal vez el modelo de microhidroeléctricas pueda ser una alternativa al de las grandes represas que inundan y despojan a millones de personas por todo el mundo. Las celdas solares son una posibilidad pero en regiones del país como Chiapas hay muy poco sol, además que hacer funcionar aparatos eléctricos de gran consumo como congeladores, usados en hospitales para conservar vacunas, es muy complicado(14). Pequeños aerogeneradores creados con chatarra han sido probados con éxito en comunidades rurales de África (15).

Lo que sí es seguro es que no existe una sola respuesta a esta problemática, y sin embargo creo firmemente que esta ya nos la están mostrando los y las zapatistas: primero preocupándose por construir comunidades de conocimiento, desarrollo y experimentación de tecnologías apropiadas y luego en la construcción y mantenimiento, siempre comunitario, de la infraestructura necesaria, sean pequeños aerogeneradores, microturbinas (16), celdas solares o una combinación de estas. Además todos los conocimientos de la humanidad debieran ser liberados para que no sean los capitalistas quienes decidan cuando es que una tecnología se vuelve obsoleta o cuando no se puede compartir por que tiene derechos de autor. Involucrarnos en estos procesos nos llevará a cuestionarnos profundamente cómo generamos conocimiento científico y técnico y el uso que actualmente hacemos de la energía, pues al ser nosotrxs mismxs quienes la generamos y administramos podremos distribuirla de manera más eficiente y sin desperdiciarla. Por ejemplo en la ciudad muchas personas rentamos vivienda y los caseros construyen muchos cuartitos para poder rentar a más personas, lo que provoca que sean viviendas oscuras y aunque tengamos dos focos estos tienen que estar prendidos todo el día, gastando más luz. En el futuro de una sociedad sin petroleo, con cortes de energía cada vez más frecuentes y escasez de alimentos, sólo quienes desde ahora empiecen a buscar estas respuestas comunitarias y ecológicas lograrán imponerse a un futuro que se anuncia poco prometedor. La lucha contra la oscuridad tiene en la luz zapatista una de sus más grandes victorias.

Epílogo

El cuento del cochecito abollado.

– Había una vez un cochecito de cuerda que ya no tenía cuerda. O sea que sí tenía pero nadie le daba cuerda. Y nadie le daba cuerda porque era un cochecito viejo, todo abollado, le faltaba una llanta y, cuando funcionaba, sólo daba vuelta y vuelta.

Los niños no muy le hacían caso porque andaban en eso de los transformers y pokémones y caballeros del zodiaco y otras cosas.

Entonces el cochecito abollado de cuerda no tenía quién le diera cuerda. Y entonces en la gran ciudad se fue la luz porque el que mandaba privatizó la industria eléctrica y los ricos se llevaron la luz para otros países y los transformers y pokémones y caballeros del zodiaco nomás no jalaban. Y entonces el cochecito abollado dijo “yo tengo cuerda pero no tengo quién me dé cuerda” y un niño lo escuchó y le dio cuerda y el cochecito empezó a dar vuelta y vuelta y el niño dijo ¿y ahora? Así no, dijo el cochecito, ponme patas para arriba. Así lo hizo el niño y preguntó ¿y ahora? Pues pon una liga con ese motor que está allá y así hizo el niño y el cochecito dijo ahora dame cuerda y verás que se va a generar luz y sí, así hizo el niño y empezó a haber luz otra vez. Y esto se repitió en todas las casas donde tenían un cochecito de cuerda abollado y donde no, pues siguieron sin luz. Y al final el cochecito dijo: así de por sí hay que hacer, poner las cosas patas para arriba para que el mundo vuelva a tener luz. Tan-tan.

Moraleja: mejor no dejar que se privatice la industria eléctrica porque ¿qué tal que no todos tienen un cochecito de cuerda abollado?

Desde la colonia Isidro Fabela.

Don Durito de la Lacandona. (baterías incluidas)

México, marzo del 2001.

Referencias

(1) http://www.revista.unam.mx/vol.11/num2/art24/int24e.htm

(2) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2006/10/21/jornada-del-20-de-octubre-en-mexicali/

(3) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/1994/01/13/sobre-la-paz/

(4) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/1994/03/01/al-pueblo-de-mexico-las-demandas-del-ezln/

(5) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2009/03/25/la-jbg-de-la-garrucha-denuncia-el-hostigamiento-contra-bases-de-apoyo-del-municipio-autonomo-francisco-gomez-por-parte-de-la-cfe-y-los-tres-niveles-de-gobierno/

(6) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2016/12/28/las-artes-y-las-ciencias-en-la-historia-del-neo-zapatismo/

(7) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2015/05/05/economia-politica-desde-las-comunidades-ii-subcomandante-insurgente-moises-5-de-mayo/

(8) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2017/01/18/que-sigue-i-antes-y-ahora/

(9) https://books.google.com.mx/books?id=gugmBAAAQBAJ&pg=PT122&lpg=PT122&dq=zapatista+turbina&source=bl&ots=3r2MqCHp7V&sig=t7tpmDY0MWzUW0k_RjbO_heGFtc&hl=es-419&sa=X&ved=2ahUKEwjKmKeavuDfAhUHP60KHXMQCmAQ6AEwCHoECAIQAQ#v=onepage&q=zapatista%20turbina&f=false

(10) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2001/01/29/subcomandante-marcos-entrevista-con-mayte-noriega/

(11) https://www.youtube.com/watch?v=HA3KNI_QHL0

(12) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/1995/02/25/el-ejercito-federal-ha-pasado-ya-a-la-etapa-de-destruccion-de-poblaciones-civiles-en-su-actual-ofensiva/

(13) https://www.youtube.com/watch?time_continue=620&v=_rSEyOUZhvE

(14) http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2003/07/21/chiapas-la-treceava-estela-quinta-parte-una-historia/

(15) https://www.bioguia.com/tecnologia/emprendedor-africano-construye-molinos-eolicos-con-chatarra_29267954.html

(16) https://youtu.be/4o4t8ZChSHQ

. Haz clic para acceder a 844los_megaproyectos_hidroelectricos_ppp_02.pdf

Fuente: https://aplaneta.org/2021/09/17/8218/


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