Puno.-
La calma no llega a la ciudad de Ilave. Una nueva amenaza se cierne sobre la capital de la provincia El Collao, que el lunes 26 de abril fue escenario de la trágica muerte de su alcalde Fernando Robles Callomamani, a manos de una turba de comuneros aimaras.
Luego de que en la tarde del último martes la Policía capturó a siete sospechosos del crimen, entre ellos el teniente alcalde Alberto Sandoval Loza, tres regidores y dos pobladores, los campesinos de varias comunidades amenazaron con tomar nuevamente la ciudad para exigir la liberación de sus líderes.
La intención de los nativos aimaras sería tomar por asalto el Juzgado Mixto de Ilave y aprehender al juez Félix Gutiérrez para negociar la libertad de los detenidos.
Ante esta amenaza, la seguridad policial fue redoblada en las principales calles de la ciudad, como en la Plaza y Comisaría.
Los pobladores de las comunidades de la zona media y alta de la provincia son los más disconformes con la detención.
Enterados de la captura, los tenientes gobernadores de unas 80 comunidades campesinas se habrían reunido para planear tomar la ciudad. Por su parte, la fiscalía ordenó la detención definitiva de los concejales, entre ellos el teniente alcalde Alberto Sandoval.
En tanto, el presidente del Consejo Nacional de Descentralización, Luis Thais, informó que el regidor Arnaldo Chambilla asumirá la conducción de la comuna, ante la detención de Sandoval.