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La pandemia abonó el camino del Metaverso: redujo el contacto humano; incrementó la relación con celulares y computadoras; incrementó el teletrabajo; aumentó tus compras en plataformas virtuales y tus reuniones por zoom; redujo tu realidad y la contrajo a una realidad virtual.
El “cuidate y cuidanos quedándote valientemente en casa”, tuvo efectos nefastos.
Mark te anuncia con toda franqueza qué se traen consigo: “En este futuro podrás teletransportarte instantáneamente como un holograma para estar en la oficina sin tener que desplazarte, en un concierto con amigos o en la sala de tus padres para ponerte al día”.
PostaPorteña
05.NOV.21
Hace unos días Mark Zuckerberg redactó el documento fundacional de la Nueva Era. Se trata del futuro de nuestra economía, ya que refiere a la manera en que producirás reduciendo “tu huella de carbono”, y se trata de la manera en que te relacionarás con otros hombres y con la obra de esos otros hombres.
La pandemia abonó el camino del Metaverso que Mark, cumpliendo la tarea que se le ha asignado, nos meterá hasta la manija: redujo el contacto humano; incrementó la relación con celulares y computadoras; incrementó el teletrabajo; aumentó tus compras en plataformas virtuales y tus reuniones por zoom; redujo tu realidad y la contrajo a una realidad virtual; y, finalmente, aplacó tu vida, pues, pruebas al canto, en ningún año se tuvo menos hijos en Uruguay que en el año de la pandemia, y en ningún año se suicidaron más jóvenes en Uruguay que en este 2021 siniestro.
El “cuidate y cuidanos quedándote valientemente en casa”, tuvo efectos nefastos en el plano sanitario, en el plano social y en todos los demás planos posibles e imaginables, habida cuenta que somos seres gregarios y que no puede ser saludable en ninguno de los planos posibles e imaginables, ir en contra de nuestra naturaleza, y como este ir en contra de nuestra naturaleza lo quieren profundizar con toda saña con el triunfo de la realidad virtual, conviene echarle un ojo a este oxímoron y ver qué se trae consigo.
Mark te anuncia con toda franqueza qué se traen consigo: “En este futuro podrás teletransportarte instantáneamente como un holograma para estar en la oficina sin tener que desplazarte, en un concierto con amigos o en la sala de tus padres para ponerte al día” (1)
Habida cuenta que tu trabajo y tu vida social serán desde el cubículo donde tengas tu computadora, habrá dos cambios sustanciales en tu realidad.
Por un lado, te moverás menos y estarás menos en contacto con otros hombres, dejando “menos huella de carbono”, que traducido significa“dejando menos de tu huella en esta vida y en esta tierra”, y por el otro, todo lo que harás en ese plano virtual, requerirá una energía y esa energía gastada allí, ya no la tendrás para gastarla acá, en la vida real. Podés ponerle el nombre que quieras a esa energía que gastarás en la vida virtual y de la que no dispondrás en la vida real, pero su nombre es “libido”.
Este gasto de libido ya sucede desde el momento en que decís por Facebook que irás a un concierto y luego no asistís, y ya sucede desde que te genera cierta extrañeza cuando conocés en la vida real a alguien con quien has interactuado en la vida virtual.
El asunto es que con el Metaverso ese robo de libido se multiplicará exponencialmente, pues hablarás y escucharás, y tocarás, y en el futuro, olerás y degustarás a esa otra persona, y en plan adelanto, en el futuro ni siquiera será necesario el “avatar” de esa otra persona y creerás que estarás con el avatar de esa otra persona cuando el Metaverso te estará tirando la”persona ideal” creada por el programa en función de tus gustos y manías.
Todo esto huele a una horrorosa manipulación del hombre, y con certeza, cuando algo huele a podrido, es que hay algo podrido, y nos estamos refiriendo a la cosa más podrida que ha imaginado un hombre muy podrido.
Así como el Metaverso necesitó de la pandemia, su distanciamiento y sus plataformas virtuales, el metaverso precisa del calentamiento global, pues, no lo olvides, “tu huella de carbono” es muy dañina para el maltratado planeta y tú, pequeño Adolf Hitler, sos un bicho muy jodido al que hay que controlar, no sea cosa que tu huella, y la huella del otro Adolfo, lo destruyan todo
¡No lo permitiremos! ¡Salvaremos a todos los tigres, los osos polares y los aguará guazú que estaban extintos pero que no están extintos!
Y para eso reduciremos el metano, es decir, reduciremos tu consumo, que genera basura, y reduciremos tu consumo de carne animal, que produce bosta, y te haremos consumir carne sintética, y todos tus alimentos, en algún momento del proceso, habrán pasado por un laboratorio.
Además, acabaremos con el funesto petróleo, aunque, por el camino, la queden millones de campesinos y estancieros que perderán sus tierras por no poder encarar el costo de las energías sustitutas (de hecho, hoy, pagan un precio tres veces arbitrario por el diesel)
Así que hay que reducir “tu huella de carbono”, por lo que consumirás menos cosas, y por lo tanto, harás menos cosas. Esto nos lleva a una pregunta interesantísima ¿Qué es un hombre? ¿Si un hombre pierde una pierna, sigue siendo un hombre? Sí, sin dudas. Así que un hombre no se define por tener dos piernas.
Ahora ¿el libro escrito por un hombre es parte de ese hombre? Sí, sin dudas, son las ideas y sensaciones que construyó ese hombre en su vida. Así que los límites del hombre son imprecisos, pues puede faltarle algo que otros hombres tengan y sigue siendo un hombre, y al mismo tiempo, cada cosa que hace será parte de su humanidad, de su “ser hombre”.
Llegamos de esta manera al meollo del asunto: cada vez que escuches un discurso sobre eliminar cosas suntuosas, preguntate qué cosas son suntuosas para el que hace, es decir, repite, ese discurso
¿Tener La Gioconda en tu living es algo suntuoso? ¿Encontrar una playa que nadie conoce es encontrar algo suntuoso? ¿Imaginar el libro que cambie el latido del hombre es imaginar algo suntuoso? Simplemente, te están jodiendo, y sos también las cosas que tenés y las cosas que hacés, y cuantas menos cosas tengas y menos cosas hagas, menos serás, más reducido y raquítico será tu ser.
En el fondo, hay aquí un ataque a tu ego porque lo que se ataca es tu deseo.
Cuando todo se robotice, no tendrás trabajo, lo que quiere decir que no producirás bienes sociales y que no serás necesario para producir bienes sociales.
Todo trabajo se extinguirá, y como sos también lo que hacés, serás menos, lo que se traduce por “tendrás menos poder”, ya que el que produce, tiene poder. No tendrás poder, y ya sabés que cuando alguien pierde poder, otro gana poder.
Recibirás una renta básica, que no será dinero en efectivo sino unos números que se sumarán y se restarán en tu cuenta bancaria, números que te permitirán comprar las cosas imprescindibles para tu “vida”, llamémosla así, y los precios de las cosas no estarán determinados por ninguna de las teorías del valor al uso, sino que estarán lisa y llanamente digitados desde arriba, desde la nube donde flotarán Los Guardianes de la Humanidad.
Pero eso no es todo, si hoy el big data sabe todo de vos en función de tus “Me gusta”, de las páginas que visitás en internet, de las compras que hacés con tu tarjeta y de toda actividad que hagas que se digitalizable, imaginate lo que sabrán de vos cuando no sólo un dedo en la tecla les de tu información, sino tu olor, tu sabor, tu manera de tocar, tu manera de gritar o no gritar cuando llegues al orgasmo, si es que se puede llamar orgasmo a eso que te dará el otro avatar real o ficticio
¿Te das cuenta de lo que estamos hablando, de lo que está sucediendo mientras papamos las moscas de la LUC y de alguna otra masturbación?
Se trata, siempre, de sustituir la realidad, pues se trata de sustituir al hombre.
La sal, no es sal, el azúcar, no es azúcar, y así con todo, hasta la música, que no es música, salvo que escuches a un tipo con su guitarra cantando, sin micrófonos, al lado tuyo. Es el hombre lo que está bajo ataque y el documento de este siervo hipócrita de Mark Zuckerberg te lo dice con toda claridad.
Hemos dicho que ese documento funda la Nueva Era, y es verdad, ahora, así como el plano de la realidad ha creado ese otro plano de la realidad virtual, de igual manera la realidad conoce de otros planos, en rigor, infinitos.
En este plano, ese documento es fundacional, en otros planos, sin embargo, transcurre una historia secreta, cuyos verdaderos acontecimientos pasan invisibles ante nosotros, pobres ciegos. Es lo que Borges llamó “El pudor de la historia” (2)
¿Quién puede saber si en estos momentos aprende a escribir las primeras letras el poeta que conciba la Historia consciente del hombre?
(1) https://www.uypress.net/Secciones/Zuckerberg-explica-el-cambio-de-Facebook-a-Meta-uc116643
(2) https://borgestodoelanio.blogspot.com/2015/02/jorge-luis-borges-el-pudor-de-la.html