Pero cuando reprime un gobierno progresista latinoamericano (de los que van quedando) pocos se mueven o publican en España.
Había activistas dentro y fuera del centro social, sin embargo al ver semejante despliegue represivo, cerca de la hora de la concentración decidieron pactar un desalojo pacífico y sin identificaciones para evitar males mayores. La policía accedió.
Habían ido con todo, a asegurar. Política de tierra quemada. Un joven le dijo al mando policíal “qué, habéis venido todos ¿no?”, a lo que el mando contestó, “todos no, pero casi todos”. Qué bonito actúa la policía nacional al amparo de un gobierno progresista.
Y Telemadrid retransmitiendo en directo desde las 7:30 de la mañana, informando del enorme dispositivo represivo y subrayando que no se puede acceder ni a las plazas de los alrededores. No se sabe si para tener la primicia de la noticia o para cumplir su rol dentro del dispositivo represivo de intentar ahuyentar al máximo de solidarios posible. Quizá las dos cosas.
Y con todo, un centenar de militantes lograron acercarse para mostrar su apoyo y denunciar otro intento más de acabar con los espacios de poder alternativos.
Muchos medios de comunicación convencionales dando eco a la noticia y entrevistando a los portavoces de prensa del CSO La Traba, que simplemente se han dedicado a dar un único mensaje: “No estamos tristes, sabemos que esto podía ocurrir, lo importante es que esto no va a frenar nuestro proyecto de poder popular, lo continuaremos desde otro lugar. Nuestro compromiso es seguir 50 años en Arganzuela y así será.”