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Causas y consecuencias de los resultados probables

 

Si gana la abstención se confirma la tendencia universal de crisis y desprestigio de las instituciones del poder y de emergencia del protagonismo popular que crece en todos los países, o sea que aumenta la conciencia de que estamos mal y la salida no pasa por renovar los mandos del estado ni por la izquierda debido al fracaso de los gobiernos progresistas y su viraje al autoritarismo aunque la izquierda revolucionaria sigue defendiendo el legado rebelde traicionado por los actuales dirigentes de izquierda que hoy defienden el poder alcanzado con métodos dictatoriales sin querer entender que asumiendo el estado es caer en las redes del capital.

 

Por otro lado la abstención denota que los esfuerzos van por otro lado y es allí que se abre camino la práctica barrial de la democracia directa y la autogestión, aunque algunos insisten en tomar el poder del estado y descuidan las tareas de autoorganización vecinal para priorizar la organización de partido y de grupos de combate como ya ocurrió con el Mir y con el Frente donde cada uno de ellos se ha dividido en múltiples grupos cada cual más “consecuente” que el otro y la mayor parte conducidos por viejos pegados a las tradiciones heroicas de la tercera internacional y las guerrillas latinoamericanas que se han quebrado todas sin querer aceptar que la revolución cubana se entregó finalmente al estalinismo soviético que hoy han heredado como continuadores-eje del movimiento comunista marxista-leninista que ha perdido el centro y dinámica del pensamiento de Marx.

 

El movimiento popular chileno no necesita referentes, aunque aprende de ellos, pues tiene su propia historia como el Mir hasta la muerte de Miguel Enríquez, los cordones industriales, los consejos comunales campesinos, los campamentos de pobladores sin casa y la unidad por la base en la resistencia popular contra la dictadura.

Las tradiciones electorales murieron con Salvador Allende y el bloque de partidos de la Unidad Popular que por defender el “orden” lanzaron al grupo móvil de carabineros contra la lucha campesina y mapuche de recuperación de tierras, apoyaron retirándose de la votación cuando el parlamento votó la ley de control de armas, reprimieron a los pobladores sin casa y el propio gobierno popular denunció a los marineros antigolpistas por sedición y que fueron torturados mientras los camaradas del gobierno de izquierda poco les faltó para sumarse a golpear a los prisioneros. Así el estalinismo chileno que hoy apoya a Boric fue en aquella época igualito que hoy le aplauden al dictador maduro aunque algunos ponen una pata afuera para concordar en la crítica de Boric, obviamente.

 

Ellos piensan que ya se ha borrado esa traición en el seno del pueblo, o sea que la historia es la que van contando ellos y no se trasmite de generación en generación en los barrios periféricos donde ha ido creciendo la indignación con esos lobos con piel de cordero que no aparecieron en el estallido y quisieron ir después siendo todos ellos expulsados por la población en la plaza Dignidad y hoy día quieren aparecer como salvadores de la patria. Hay que tener cara dura. La abstención está bien explicada, así como también los brotes barriales de democracia directa y autogestión que irá creciendo Gane el mentiroso que gane.

 

Quien va a votar por Boric

 

¿Será la izquierda? No.

Será la clase media, la pequeña burguesía ilustrada que ofrece cuidar y mejorar el espacio de vida y el camino suave por delante de las ambiciones, gustos y necesidades de los sectores medios de la sociedad llenando los barrios medios de huertas, bellos jardines, salud alternativa, clases de yoga, temazcales, ropa hindú, alimentos orgánicos, cursos de superación personal y de alabanzas a los seres de luz que adoran al señor sentado en un trono, que se dicen ecologistas y no entienden que para ser ecologistas hay que comprender y alcanzar el nivel social de comunidad saliendo de individualismo que no toca la autoridad del patriarca en el hogar. En fin todos ellos con buenos ingresos económicos debido a sus títulos universitarios que les dan la categoría de seres superiores escondidos tras los pretextos de los seres de luz que yo puedo ser y tú deberías tratar. Om!

Es muy fácil ser de izquierda o no decirlo a sabiendas que el sujeto ofrece cuidar de este mundo que funciona muy bien para nosotros. ¿Y los pobres? Cierto, pobrecitos ellos. Y nos llenan de ONGs, fundaciones, emprendimientos, microempresas, centros culturales, resolviendo así sus ingresos junto a la dedicación a los pobres.

Si gana Kast, será el Bolsonaro que hará cosas buenas para superar la imagen de nazi que no se podrá quitar porque lo aprendió bien de sus padres y abuelos seguidores de Hitler.

 

Si gana Provoste será la alegría del empresariado y de la socialdemocracia, el centro que necesita el capital para operar bien en un Chile en paz que controle con guante de seda a los mapuche y a los habitantes de los barrios periféricos. Requerirá un par de años acomodando y estabilizando el barco amablemente para luego soltar la jauría, en lo que quedará claro que Provoste es solamente la máscara de la mentalidad Kast del empresariado y los mandos militares que tienen conciencia que la clase media es soporte del status quo y no será posible administrar un país donde la gente ha aprendido a que tiene potencia para hacer frente al poder instalando la democracia barrial en todas partes, de allí que a los poderosos no les conviene que gane Kast, pero sirve que ande por ahí corriendo como el cuco asustando a la gente que corre temblando a votar Provoste o a Boric que ordenarán las huestes de la clase media para invadir los barrios periféricos de ONGs y cursos de yoga para todos quieran ser como esos niños con clase y así se dejan de andar hueveando con las ollas comunes y las huertas comunitarias.

 

La estrategia popular ya no es correr cuando largan el cuco, pues eso lo hace la capa media y realmente es divertido ver como en facebook e instagram los pequeño burguesas inflan a Kast hablando del miedo, del horror, del espanto, etc de que ese gallo sea presidente. No. La estrategia popular pasa por demostrar con hechos que la democracia directa y la autogestión es posible y beneficiosa a nivel de barrio y con esa práctica se puede atraer a los sectores éticos y consecuentes de los barrios medios ganándolos para intentar acercarse a las dinámicas populares de construcción de un mundo nuevo donde pueden supeditarse las redes estatales y comerciales a los ritmos y modos necesarios para el pueblo, y no como ahora, que nos subordinamos a esas redes en beneficio de los que las arrojan al mar social: empresarios y políticos.

Gane quien gane, no habrán cambios, pues los cambios reales están en nuestras manos y no en “representantes” que son atrapados finalmente por el capitalismo.