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Muere en atentado el presidente pro ruso de Chechenia
·Una bomba instalada hace dos meses en la tribuna del estadio de Grozni mató a Kadirov
La explosión causó la muerte a 32 personas y descabezó el aparato político-militar ruso
El presidente pro ruso de Chechenia, Ajmad Kadirov, se encuentra entre los 32 muertos que causó el atentado llevado a cabo ayer en el estadio de Grozni durante los festejos del 59 aniversario de la victoria en la II Guerra Mundial. La explosión descabezó prácticamente el aparto político-militar ruso en Chechenia, ya que además de Kadirov resultó muerto el presidente del Consejo de Estado chechén, Husein Isaiev, mientras que el comandante en jefe de las tropas rusas en el Cáucaso Norte, el general Baranov, resultó gravemente herido. El atentado fue atribuido a la guerrilla independentista chechena.
GARA
MOSCU
El atentado producido en el estadio de Grozni a las 10:35 hora local 7:35 en Euskal Herria decapitó prácticamente a la cúpula político-militar rusa en Chechenia, ya que además de Kadirov moría el presidente del Consejo de Estado chechén, Husein Isaiev, mientras que el comandante en jefe de las tropas rusas emplazadas en el Cáucaso Norte, el general Valeri Baranov, perdía una pierna y está al borde de la muerte.
La bomba había sido colocada bajo el palco de honor del estadio Dinamo de la capital chechena. Según fuentes policiales, el artefacto explosivo estaba en el interior de una viga de hormigón y había sido instalado al menos hace dos meses, cuando se efectuaron las obras de renovación del estadio, lo que impidió su detección por los servicios de seguridad.
El atentado en Grozni, uno de los golpes más duros asestados por la guerrilla independentista en casi cinco años de guerra, se produjo en el mismo momento en que el jefe del Estado ruso, Vladimir Putin, presidía en Moscú la tradicional parada militar con motivo del Día de Victoria en la II Guerra Mundial.
Inmediatamente tras la explosión, varias agencias rusas informaron de la muerte de Kadirov y también de la del general Baranov, pero luego portavoces chechenes desmintieron dichas noticias.
En medio de una confusión generalizada, diversos ministerios ofrecían distintas cifras de víctimas mortales, de 4 a 40 personas fallecidas finalmente fueron 32, entre las que se encuentra un periodista de la agencia Reuters.
«Kadirov ha muerto, pero ha partido sin ser vencido», dijo el ocupante del Kremlin, quien tendrá grandes dificultades para encontrar al sustituto de un hombre capaz de conservar el difícil equilibrio entre mantener a Chechenia bajo la batuta de Moscú y contentar a los clanes chechenes.
El presidente ruso no escatimó elogios para el desaparecido Kadirov, quien, dijo, «cumplió con dignidad y valentía su deber ante el pueblo chechén».
Kadirov, que en la primera guerra ruso-chechena (1994-1996) luchó del lado de los independentistas, fue puesto por el Kremlin al frente de Chechenia en junio de 2000 y en octubre del año pasado fue elegido presidente de la República en unos polémicos comicios.
Como medida de emergencia, el Kremlin designó presidente en funciones de Chechenia al primer ministro de la república, el ruso Serguei Abramov, de 32 años, quien hace sólo dos meses asumió la jefatura del Gobierno pro ruso chechén. Moscú también nombró al general Mijail Pankov comandante en jefe de las fuerzas rusas en el conflictivo Cáucaso Norte en sustitución del Baranov.
Según la Constitución de Chechenia, las elecciones presidenciales extraordinarias deberán celebrarse antes del 9 de septiembre de este años, lo que deja poco margen de maniobra a Moscú para buscar el relevo de Ahmad Kadirov.
Vladimir Putin anuncia un «castigo inevitable»
GARA
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El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció ayer un «castigo inevitable» para los responsables del atentado ocurrido en la mañana de ayer en un estadio de Grozni, en el que murió
Kadirov, según la agencia Ría Novosti.
De momento, a la espera de que la brutal maquinaria militar rusa se ponga en marcha, el Ministerio del Interior checheno pro ruso indicó que cinco personas han sido arrestadas.
Entretanto, responsables políticos rusos se pronunciaron a favor de una administración directa de Chechenia por parte de Moscú.
«Un estado de emergencia debería quedar instaurado en Chehenia», declaró el primer vicepresidente de la Duma, Lioubov Sliska, citado por Interfax, antes de pedir la puesta en marcha de una administración directa de la república caucásica.
Por su parte, el líder del partido nacionalista de izquierda Rodina, Dmitri Rogozine, consideró que «las consecuencias de la tragedia deben ser rápidamente sacadas (a la luz) y el gesto más realista sería la imposición de una administración presidencial directa».