Imprimir
En declaraciones a radio Exitosa del 10 de enero acusó a las comunidades de ser “los grandes terratenientes”, situación que permite a un pequeño grupo bloquear el uso de los recursos naturales.
En una actitud agresiva adelantó que a las comunidades hay que convertirlos en propietarios individuales para ser “sujetos de crédito”, una estrategia que no es nueva y que busca la desaparición de la institucionalidad comunal.
“Las tierras comunales conducen al comunismo o a un socialismo parasitario” dijo Valer Pinto, hace menos de un mes.
Enceguecido en su ataque a las comunidades nativas las acusó de ser las responsables de perforar el oleoducto, ignorando que un informe demostró que el 65 por ciento de los derrames se debió a la corrosión de los ductos y fallas operativas.
La responsabilidad de la mayoría de derrames recae sobre las operadoras, tanto por condiciones o actos inseguros como por falta de medidas preventivas y predictivas que generaron corrosión en la infraestructura petrolera.
Solo el 28 por ciento de los derrames fue causado por terceros detalla el estudio “La sombra del petróleo” elaborado por Aymara León y Mario Zúñiga en base a datos del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN).
En el mismo programa sostuvo que otra medida necesaria es eliminar la Defensoría del Pueblo, “organismo que no sirve para nada”, debido a que sus opiniones no son vinculantes.
Viejo enemigo de las organizaciones indígenas
De controvertida y variopinta trayectoria política Héctor Valer Pinto no es la primera oportunidad en que busca desconocer y crear paralelismo a las organizaciones territoriales indígenas.
Lo grave es que siendo militante del Partido Aprista Peruano y funcionario del Indepa convocó en 2009 a una asamblea nacional para crear la Confederación Nacional Agraria, Campesina y Nativa (CONAC).
La convocatoria fue suscrita junto al aprista Mauricio Mulder pretendía formar una organización pro-oficialista afín al gobierno aprista, paralela a las organizaciones existentes legìtimas como Aidesep.
Felizmente, como lo reportó Servindi el 28 de diciembre de 2009, el plan fracasó porque congregó “menos de 40 compañeros”, “casi todos eran caras conocidas” de personas que “viven en Lima pero representaban a Cusco, Apurímac, La Libertad, etc.”
Cuestionamiento de Aidesep
La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) difundió hoy una carta abierta al presidente Pedro Castillo en la que se expresan su indignación y alarma general.
Afirman que los pueblos “tomarán decisiones según las acciones que adopte el gobierno y en especial usted frente a sus compromisos con los pueblos indígenas”.
Culminan exigiendo el respeto a los derechos indígenas y rechazando el racismo de cualquier signo y exclaman: ¡No al retorno de la violencia racista del “perro del hortelano”! en recuerdo de la política del gobierno de Alan García que provocó el enfrentamiento del Baguazo.
————————————————
Carta Abierta al Presidente Castillo:
¡Detenga el racismo del premier Valer! ¡La Amazonía indígena se moviliza!
Aidesep se manifiesta ante la actual coyuntura al exigir respeto de derechos y el no retorno a la violencia racista contra los pueblos indígenas.
Ante la coyuntura actual, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), representante de más de 1800 comunidades, 109 federaciones y 9 regionales, manifiesta lo siguiente:
Hace tres semanas en un programa radial, el hoy premier acusaba a los pueblos indígenas de “terratenientes”, de “paralizar la economía nacional”, propuso convertir lo comunal en propiedad individual, además de acusar a las comunidades nativas de perforar el oleoducto y atacar a quienes protestan en las carreteras (https://www.youtube.com/watch?v=0yEYme9OK8Qm entre los minutos 6’00” y 7’28”).
Valer ignora los estudios sobre el oleoducto (Informe Congresal del 2.11.2017 y otros) que evidencian sus 474 roturas por corrosión y fallas solo entre 2000-2019; documentos que exoneran a las comunidades y sospechan del negocio de $434 millones en la “reparación” con empresarios vinculados a Petroperú. Asimismo, el 2009 siendo funcionario de Alan García, intentó la división de AIDESEP y otras organizaciones indígenas para justificar la represión en el Baguazo (https://n9.cl/13ys3)
Lo anterior se suma a antecedentes y posiciones de otros ministros que generan alarma y escándalo. Se revive así el prejuicio y agresividad racista del “perro del hortelano”, de gran rechazo nacional e internacional, lo cual es inadmisible bajo un gobierno que se comprometió a respetar los derechos colectivos de los pueblos y comunidades indígenas. Esa amenaza racista debe ser advertida, rectificada, frenada y detenida tajantemente.
La Amazonía indígena jamás convergerá con la otra cara del mismo racismo, que opera en el congreso y que maniobra por la vacancia presidencial o su parálisis, y que incluye al mismo partido racista que llevó al premier al Congreso. Pero tampoco, permitirá que desde el gobierno se pretenda negar y destruir nuestros derechos y organizaciones. Desde nuestra autonomía política y autodeterminación le reiteramos nuestras demandas de titulación y seguridad territorial, autonomía y autogobierno territorial como pueblos, defensa de los defensores ambientales, bioeconomía indígena para salir del extractivismo, salud y educación bilingüe intercultural, Redd+ Indígena y alternativas climáticas. Y exigimos las definiciones del gobierno al respecto.
AIDESEP no va permitir que se pretenda destruir a nuestros pueblos y criminalizar la protesta y sus líderes. Los pueblos indígenas están indignados y en alarma general, y tomarán decisiones según las acciones que adopte el gobierno y en especial usted frente a sus compromisos con los pueblos indígenas.
¡No al racismo de cualquier signo y respeto a los derechos indígenas!
¡No al retorno de la violencia racista del “perro del hortelano”!