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GENEALOGÍA Y ARQUEOLOGÍA DE LA PEDAGOGÍA

(Historia de la educación)

Jaime Yovanovic (ProfesorJ)

La historia de la educación se divide en períodos, el primero es el comunitario o prepatriarcal, digamos de antes del surgimiento de la propiedad, así como del poder-sobre y dependencia que la propiedad necesita. El segundo período es el de la exclusión en que el saber-poder se concentra en pocas personas, especialmente en el grupo de ideólogos-religiosos cafiches o parásitos del señor propietario.

El tercer período comienza con la guerra entre la burguesía y la oligarquía feudal de la tierra, la primera para convertir campesinos y artesanos varones en obreros, en cambio la oligarquía necesitaba mantenerlos como siervos de la gleba.

 

El cuarto período es que está comenzando en estos años y se caracteriza por la gran concentración de la propiedad en pocas manos y la transformación de la producción de obra manual a operaciones tecnológicas.

 

PERÍODO COMUNITARIO O PRE PATRIARCAL

 

Desde que la materia viva evoluciona en este planeta Tierra o Gaia hasta llegar a los homínidos u hominoides y luego al sapiens, la educación, pedagogía o reproducción cultural radica en la vida y formas de vida que se representan en la forma de cosmovisión que es la subjetividad o producción de sujeto común que es transmitida de generación en generación y enriquecida por la experiencia compartida.

 

PERÍODO PATRIARCAL ESCLAVISTA Y OLIGÁRQUICO-FEUDAL, EL OSCURANTISMO

 

La propiedad y el poder son los elementos estructurales básicos que determinan el fin del predominio de la subjetividad del común para abrir paso a una subjetividad individualista, que mira el mundo y a los demás desde su persona y ya no más desde el sujeto “Nosotros”. O sea que hablamos de la ideología del señor patriarca propietario y poderoso que sólo lo es en la medida que excluye al resto del uso y usufructo de la propiedad y por tanto de la mirada hacia el mundo, pues si mirara las cosas como un sujeto “Nosotros”, sería contradictorio con el carácter exclusivo y excluyente de su propiedad. Sería “Nuestra” propiedad, que si es de todos sería un harakiri, un suicidio, de allí que este señor patriarca defiende la propiedad mediante el poder-sobre, es decir capacidad de decidir sobre la vida y la muerte de los otros que sólo tienen el llamado poder-hacer, la potencia, la energía.

 

Para que ese poder otorgado por la propiedad sea aceptado por el resto, hacía falta asegurar la continuidad de la propiedad con el hijo propio, sangre de mi sangre, y así se acabó con la libertad de las mujeres que compartían el lecho con quien se sentían bien, hombre, mujer u otre y si tenían un hijo no había como reivindicarlo. Nace la propiedad de la mujer y por tanto de la obligación de respetar el uso y el usufructo del caballero de esta dama, lo que no le prohíbe salir a cazar otros cuerpos para realizar sus instintos que no diferencian si el encuentro es heterosexual o simplemente sexual, como debe ser. Así este señor tiene su harén con diferentes mujeres de su propiedad y varones de diferentes orientaciones sexuales.

 

Esta ideología del patriarca, de la propiedad y del poder había que sistematizarla y hacerla aceptable para las mujeres , hombres y otres que formaban este conjunto de siervos o famulus, conjunto que se llamó familia, y se entregó la tarea a los consejeros o bichos parásitos intelectuales que soplaban al oído señorial lo que debía hacerse cada día ante cada situación, que ordenaron esas ideas en una ideología que ayudara a re conectar o religar (religare) a las personas separadas de la comunidad destruida. Nace la religión como ideología del orden patriarcal por sobre el caos de la libertad de la comunidad. Aprovecharon elementos de la espiritualidad y cosmovisión de las comunidades para inventar a un señor patriarca sentado en un trono que era poderoso, que lo veía todo, que estaba en todas partes y que se hará cargo de cada uno tras la muerte para llevarlo a maravillosos jardines donde estarían como en campo nudista y así la gente aprendería a tener paciencia y se dejaría avasallar con sonrisa en la boca esperando que después tendría el gran premio gran.

 

Así la educación patriarcal comenzaba con la evangelización donde todos debían asimilar esta idea de la dependencia al señor patriarca y habría paz.

 

NACIMIENTO DEL CAPITAL, LA ILUSTRACIÓN, EL SIGLO DE LAS LUCES, LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y LA MODERNIDAD

 

Comienza la guerra entre la burguesía y la oligarquía feudal de la tierra, la primera para convertir campesinos y artesanos varones en obreros, en cambio la oligarquía necesitaba mantenerlos como siervos de la gleba.

El desarrollo de las relaciones capitalistas de propiedad y compraventa de fuerza de trabajo que produce plusvalía se presenta en las villas que al crecer se llamaron burgos, así los señores villanos, que fueron tratados de medio pelo en un comienzo por los señores oligarcas fueron llamados burgueses, jacobinos los provenientes de las villas y girondinos los que enriquecían con la oligarquía, especialmente la burguesía portuaria.

 

El saber poder es disputado a muerte, la oligarquía y la iglesia envía a la hoguera a los sabios de la burguesía, que responden con el siglo de las luces, la ilustración, la ciencia, sir Francis Bacon y la ciencia del estado con su secretario Thomas Hobbes y la pléyade de intelectuales que se reúnen para elaborar la constitución del nuevo modelo del fin de la guerra entre ambos y comienzo de la alianza burguesía-oligarquía que permanece hasta hoy gracias a la república y la teoría de los tres poderes.

 

NACIMIENTO DE LA EDUCACIÓN MODERNA

 

La escuela se origina como una institución de la modernidad y su promesa de progreso
indefinido asociado a la ciencia.
Es imposible concebir a la escuela sin el capitalismo. La escuela nace para formar a la mano de obra. Su mismo modo de funcionamiento lo atestigua: momentos de trabajo y ocio claramente pautados; acceso al conocimiento graduado; organización rígida del horario escolar. De hecho, una de las funciones de la escuela moderna es el disciplinamiento. Para Michel Foucault, “…la disciplina fabrica cuerpos sometidos y ejercitados, cuerpos ‘dóciles’: aumenta las fuerzas del cuerpo (en términos económicos de utilidad) y disminuye esas mismas fuerzas (en términos políticos de obediencia)…” (Foucault, 2003: 83).
La escuela ejercita la disciplina y un principio básico que sostiene es la jerarquía. El docente, el directivo ordena y el alumno obedece, se somete a esa autoridad.

La escuela moderna es portadora de la promesa de progreso. Pero para que dicho progreso sea posible, es necesario e imprescindible el disciplinamiento. El disciplinamiento busca ejercitar en los alumnos su función utilitaria que será luego aprovechada por la economía capitalista en que se insertarán. Por otro lado, el
disciplinamiento implica sometimiento político.
Además, la disciplina incluye una apropiación de los conocimientos secuenciada, dividida en fases. Siguiendo a Foucault, “…es el tiempo disciplinario el que se impone en la práctica pedagógica…, disponiendo diferentes estadios separados los unos de los otros por pruebas graduales, determinando programas que deben desarrollarse cada uno en una fase determinada, y que implican ejercicios de dificultad creciente…” (Foucault, 2003: 97).
La disciplina sigue un progreso evolutivo. Todo está normatizado, los tiempos asignados a cada materia, el tiempo de enseñanza de los contenidos. Y esto es funcional a la promesa de la escuela moderna de progreso, que será lento, gradual y pautado.
La escuela moderna es entonces conservadora en un doble sentido: asegura el orden social existente capitalista por el sometimiento político pero garantiza al mismo tiempo la conservación del individuo, que será insertado en el sistema social y progresará gradualmente atravesando los distintos estadíos de su formación.

LA DIFERENCIA ENTRE LA MODERNIDAD Y LA POS MODERNIDAD

 

El pensamiento posmoderno es la crítica o puesta en crisis del pensamiento moderno.

la modernidad surgió a finales del Medioevo, como una corriente de pensamiento racionalista. Así, rompió con la tradición religiosa medieval y sentó las bases para el surgimiento de la ciencia tal y como hoy la conocemos. Situó al ser humano en el centro del mundo conocido (en lugar de a Dios) y lo hizo dueño y responsable de su destino. Por eso, el pensamiento moderno fue muy propenso a perseguir las grandes utopías sociales y los grandes proyectos ilustrados, tal y como los intentó la Revolución Francesa: Libertad, Igualdad, Fraternidad.

En cambio, la posmodernidad surgió como concepto a finales del siglo XX, agrupando un conjunto muy diferente de tendencias estéticas, filosóficas, artísticas y culturales que, luego de acontecidos los numerosos y trágicos eventos del siglo XX, desconfiaban de las promesas de la modernidad.

La posmodernidad se oponía particularmente a la idealización del desarrollo científico y tecnológico, que prometía que jugaría siempre a favor del bienestar del ser humano: dos bombas atómicas parecieran afirmar lo contrario.

Así, la diferencia fundamental entre modernidad y posmodernidad tiene que ver con su postura frente al “progreso”: mientras la primera lo persigue a toda costa y lo ubica como el objetivo a alcanzar, la segunda lo mira con recelo, con suspicacia. Por eso es frecuente decir que la posmodernidad es la etapa de crisis de la modernidad, su momento de quiebre y transformación.

Esta y otras diferencias pueden resumirse de la siguiente manera:

Modernidad Surge en el siglo XV y rompe con la tradición medieval imperante. Deposita su fe en la razón humana y en el progreso científico-tecnológico, expresado sobre todo a través de la industrialización. Defiende la acumulación de los saberes, en los términos en que lo ponía la Ilustración y el enciclopedismo. Saber más es ser más libres. Aspira al bienestar común a través del control y la planificación de la sociedad. Piensa la industrialización como el camino al progreso humano.

Posmodernidad Surge en el siglo XX (años 70-80) y rompe con la promesa moderna imperante. Desconfía de la razón humana y del progreso científico-tecnológico, y señala cómo la industrialización no necesariamente conduce a un estado de bienestar generalizado. Revisa el modo en que se han acumulado los saberes, oponiéndose a la idea de una hegemonía o una manera única de pensar las cosas. Valora la pluralidad y lo diverso. Desconfía de los controles sociales. Defiende el medio ambiente y alerta sobre el colapso ecológico del modelo industrial.

 

LA CRISIS DE FONDO DE LA EDUCACIÓN MODERNA.

COMO LA TECNOLOGÍA SUSTITUYE LA MANO DE OBRA

Mientras el capitalismo necesitó trabajadores, el rol de la escuela no sufriría alteraciones ni interpelaciones de gran significación. El modelo de escuela moderna siguió sin problemas hasta la llegada de la exclusión social.

El papel social de la escuela como institución moderna se va agrietando a medida que va
quedando claro que el capitalismo para reproducir su ganancia precisa cada vez menos del trabajo humano.
Como afirma Viviane Forrester, “…hay algo peor que la explotación del hombre: la ausencia de explotación, que el conjunto de los seres humanos sea considerado superfluo y que cada uno de los que integra ese conjunto tiemble ante la perspectiva de no seguir siendo explotable…” (Forrester, 1997: 19).  

 

Sin necesitar trabajadores el capitalismo, no tendría sentido disciplinar, reproducir cuerpos dóciles y aprovechables económicamente.

La escuela no puede sostener, del mismo modo que antes de la exclusión social, la promesa de progreso.
El capitalismo ya no necesita disciplinar. Sin necesitar de trabajadores, los excluidos no se apropian entonces del significado moderno del valor de la escuela. Porque la escuela dejó de vincularse con el mundo del trabajo que no se les presenta como posible. Son excluidos sociales.

En estrecha ligazón con esto, la escuela pasa a desempeñar un rol de contenedora de la situación social. Testigo de esto son la proliferación de comedores escolares en los barrios más pobres. En la política de tierra arrasada que significó el neoliberalismo, la escuela sobrevivió como un dique de contención, al igual que los centros de salud y los hospitales de los barrios humildes. Si socialmente se conserva el derecho a la educación, en la realidad el capitalismo parece precisar de la escuela sólo la contención social que brinda.
La escuela no puede sostener con la certidumbre de antes la promesa moderna de un futuro mejor, lo que ofrece ahora es un lugar donde el niño va a estar mejor que en su casa. Muchas veces se ven casos de chicos que enfrentan situaciones sociales muy adversas, y es mejor que el niño concurra a la escuela (si es posible, en jornada completa) a que esté en su casa o solo por la calle, incluso trabajando. Después, si aprende algo mejor.
La función disciplinar de la escuela pierde terreno frente a la función contenedora. Es notable también ver cómo en los barrios humildes no se demanda en general más que esto. Es muy común encontrar a padres disconformes con el maestro porque un niño le pegó a otro y prácticamente nunca se observa alguna inquietud pedagógica, de por qué no enseña división, multiplicación, etc. La escuela parece asemejarse a la guardería, el maestro al cuidador.

 

COMO LA SERPIENTE SE COME SU CABEZA

 

Así hemos visto como la comunidad pre patriarcal realiza su educación, construcción de saberes o reproducción cultural en común, sin jerarquías ni autoritarismo, vimos como el patriarcado instala la división secuestrando a la mujer debido al surgimiento de la propiedad y del poder, con ello los distintos modelos de educación subordinada al progreso industrial que al sustituir la mano de obra por la máquina se encierra en un callejón sin salida y las posibilidades entonces se abren en la dirección de poner fin a las relaciones patriarcales de propiedad y de poder para retornar a las formas de vida comunitaria.

 

El estado hoy día se ha centralizado y atado al capitalismo de tal manera que ya no sirve para desarrollar caminos de superación de la propiedad y el poder, además que el capital ya no necesita mano de obra salvo las capas medias que pueden operar las máquinas y tecnologías que sostienen y hacen funcionar el proceso de acumulación, lo que ha hecho que sean esas capas subordinadas las que desarrollan as formas políticas de administrar la cosa pública por la derecha acercándose al socialismo nacionalista constituyendo partidos duros e intransigentes y por la izquierda reuniendo sectores de la vieja aristocracia obrera junto a los nuevos técnicos del capital en agrupaciones capitalistas de izquierda socialista democrática. Eso significa agrupar a sectores de capas media detrás del miedo y el odio a los pobres o detrás de su utilización como mano de obra no productiva sino semi esclava, en lo que es el conjunto de la sociedad sin trabajo, no integrada, que vive de la delincuencia y de trabajos ocasionales o miserables, ue representan alrededor del 80% de la población.

 

La reconfiguración de esos sectores marginados hacia formas de vida comunitaria, ligada a la madre tierra y a la autogestión, será el espejo ético y humano en que los sectores medios podrán verse y aprender, como está ocurriendo con las experiencias comunitarias de los zapatistas en México, los kurdos en oriente medio, las comunidades amazónicas y los mapuche, entre otros.

 

Mientras las grandes empresas utilizan a las clases medias y a las fuerzas armadas para contener a los barrios periféricos de las ciudades y a las comunidades indígenas para avanzar con sus mega proyectos de destrucción de la naturaleza y la vida, la población de esos barrios y las comunidades pueden aliarse a los estudiantes que asumen estos cambios y las necesidades de una nueva pedagogía y formas de operar las profesiones.

 

LOS CAMBIOS NECESARIOS EN LA PEDAGOGÍA

 

Se hace necesario aprender a utilizar los medios técnicos y profesionales hoy día utilizados al servicio del mercado y del estado (el patriarcado en sus dos caras: la propiedad y el poder) transfiriendo su estudio al reencuentro del común en barrios y comunidades que puedan desplegar la potencia social del protagonismo popular mediante la autogestión y la democracia directa.

 

Como transferir el acto epistemológico del estudio en aula al acto epistemológico de construcción vocacional junto a vecinos interesados en un barrio: Pensamos en grupos de estudiantes por carrera o vocación que desde los inicios de los primeros años puedan participar una mañana o una tarde por semana en un barrio o comunidad donde se realicen necesidades de los vecinos en torno a su especialidad, por ejemplo estudiantes de periodismo arman con vecinos un diario mural y aprenden todos a hacerlo y mantenerlo aún desde las primeras semanas de sus estudios en aula  combinando los primeros pasos de la enseñanza universitaria con ideas propias sumadas a experiencias previas de algún vecino o ideas de ellos. Ese es el espacio metodológico de construcción de saber, sin maestros, sino con los aportes de cada uno que además de ser una metodología de aprendizaje es una metodología de hacer un diario mural y de adentrarse en las necesidades comunicacionales del barrio o nicho ecológico.

 

La construcción de saber vuelve a las raíces del ser humano, las raíces comunitarias.

 

Si usted es estudiante o profesor, o si es vecino de un barrio o comunidad, entonces es con usted que se puede conversar de este tema. No necesita contar con algún requisito previo, bastando con las ganas de cooperar con las formas de vida comunityaria y nuevas formas de pedagogía.

 

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Jaime Yovanovic (Profesor J)

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