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Wallerstein y los movimientos sociales
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http://argentina.indymedia.org/news/2004/05/196830.php
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La semana pasada el historiador Inmanuel Wallerstein
dio una serie de conferencias ligadas al Foro Social
Mundial. En todas ellas contó con panelistas
académicos, excepto en el último conversatorio, donde
el visitante dijo que no había ido a hablar sino a
escuchar.
El auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la
UNMSM estaba repleto. Se confundían estudiantes,
algunos académicos, los dirigentes cocaleros, los de
Conacami, de la COPPIP y del Frente de Defensa de
Tambogrande.
En conferencias anteriores Wallerstein había señalado
el fracaso histórico de todos los movimientos
políticos antisistema a los que llamó la ‘vieja
izquierda’ , manifestando que el neoliberalismo estaba
mudando y que las respuestas ideológicas habían
demostrado que eran inútiles. La alternativa era
clara, había que retornar a las bases humanas o asumir
las consecuencias de un capitalismo depredador en
constante mutación. La respuesta dijo, estaba en
escuchar a los movimientos sociales puesto que ellos
sabían mas sobre lo que era mejor para ellos mismos.
Fue grande su satisfacción en esta última reunión. La
satanización hecha por los políticos convencionales,
los empresarios y la prensa respecto a los cocaleros,
comuneros y tambograndinos como revoltosos y casi
delincuentes no era cierta. Estaba ante un auditorio
informado y decidido, que mostraba una gran fuerza y
convicción.
El primero en hablar fue el delegado de Tambogrande,
quien se refirió a la solitaria gesta de este valle
contra la minería depredadora, las autoridades y el
estado. El mensaje era claro, Tambogrande ya había
autonómicamente decidido por la agricultura y no
habría paso atrás.
Miguel Palacín de la COPPIP dio un mensaje claro:
‘Nada con los partidos políticos, nada con el Estado,
ni las ONG’s, nos bastamos solos’. La frustración de
tantas promesas en mesas y reuniones; y la complicidad
del estado con el poder económico en contra de los
ciudadanos lo llevó a plantear que no acudirían mas a
ellos sino que autonómicamente los esperarían en sus
comunidades. Las comunidades indígenas asumían su
territorialidad.
Nancy Obregón, dirigente de los cocaleros planteó lo
mismo. Ese no era un movimiento impulsado por los
narcotraficantes ni los terroristas; sino por la
necesidad de sobrevivencia frente al aislamiento por
parte del Estado y el fracaso de las políticas de
erradicación y sustitución de cultivos impuestas por
Estados Unidos que solo están basadas en una represión
indiscriminada, sin considerar que el problema es
eminentemente agrícola y no policial.
Todos concurrieron en asumir su derecho natural a la
territorialidad y a la toma autonómica de decisiones.
Por un lado el capital transnacional, el Estado, los
partidos políticos y las ONG’s y por el otro los
ciudadanos. Ello no es diferente a lo que está pasando
en otras partes como México, Argentina, Bolivia,
Brasil o Ecuador.
Uno de los académicos, había planteado anteriormente
el fin del Estado-Nación. Hoy vemos que el capital es
transnacional y no tiene bandera, que los estados
nacionales son sus empleados; la enorme mayoría de los
políticos solo ansían llegar al poder para ser ellos
los bien remunerados empleados del capital y que
muchas de las ONG’s tienen también la misma intención
al girar en torno al Estado y al poder.
Es muy gratificante que nuestro país esté todavía vivo
en los movimientos sociales desideologizados. Como le
dijera el delegado de CONACAMI a un entusiasmado
profesor Wallerstein ‘tras un proceso de varios años
de lucha y aprendizaje; estamos haciendo política’.
Lima, 18 de mayo del 2004
Comité Coordinador de La Resistencia
laresistenciaperu@yahoo.com