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Militares venezolanos asesinan cuatro comuneros yanomami y dejan otros cinco heridos

Agencias y Coica :: 25.03.22

La Coica, a través de su Programa de Defensa de Defensores y Defensoras Indígenas (PDDD), rechaza y condena la muerte de cuatro indígenas Yanomamis y 5 heridos violencia generada por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) del Gobierno venezolano, en Parima B en el Municipio Alto Orinoco, en el estado Amazonas de Venezuela.
Estos trágicos sucesos ocurrieron el pasado domingo, 20 de marzo, a partir de que los militares se negaron a devolver un equipo técnico (Reuter) que pertenecía a los hermanos indígenas, el cual había sido prestado para que todos tuvieran acceso a Internet.

Cuatro indígenas de la Amazonia venezolana mueren a manos de militares por un conflicto sobre el wifi

El País
24 marzo 2022

La comunidad yanomami está en rebelión en Parima, en la frontera con Brasil, desde el incidente con los uniformados

Una comujnidad yanomami al sur de Venezuela consiguió la donación de un equipo para conectarse a internet, para la que acordó con los militares de la zona instalarlo en su base porque el lugar cuenta con paneles solares. Decidieron compartir la conexión wifi. Tras un relevo del personal en el puesto de la Aviación, el trato se rompió y los indígenas fueron a reclamar. En la discusión, cuatro yanomanis resultaron muertos. Otros tres están heridos, entre ellos un adolescente de 16 años, además de dos funcionarios. La comunidad de Parima B llora a sus muertos y está en rebelión desde el domingo cuando ocurrió el incidente.

Esta semana se ha movilizado el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo para investigar los hechos. El gobernador del Estado Amazonas, Miguel Rodríguez, confirmó las muertes dos días después. “Hubo un enfrentamiento entre hermanos yanomamis y compañeros del componente Aviación acantonados en Parima B, luego de que no se les compartiera el Internet, generando una situación de confrontación, que dejó como resultado cuatro fallecidos y cinco heridos”, escribió en su cuenta de Facebook.

El fiscal Tarfek William Saab informó este miércoles de que su despacho iniciará la investigación sobre la denuncia de un “enfrentamiento” entre indígenas yanomamis y funcionarios militares. Designó a fiscales en materia indígena y en derechos humanos para investigar conjuntamente con el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc). Los funcionarios se trasladaron hasta Parima B para hacer la investigación. El abogado Olnar Ortiz, indígena bare y defensor de derechos humanos en esa región, ha advertido de las dificultades de tipo cultural que pueden hacer cuesta arriba la investigación. “Por su cosmovisión, ellos no van a dejar salir a sus hermanos, no van a permitir que hagan autopsia”.

El pueblo de Parima es parte de la serranía que divide las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas, en la frontera con Brasil. Está a seis semanas de caminata del poblado más cercano, a 450 kilómetros de la capital, Puerto Ayacucho, donde está el hospital a donde llevaron al adolescente herido, el único de gravedad. A Parima solo se llega en avión, por lo que el internet que exigían los indígenas era más que un wifi.

En un video que ha corrido en redes sociales, se ve a un grupo de indígenas reclamando a un general destacado en Amazonas. “Se supone que ustedes vienen a cuidarnos. No tenían que usar las armas así”, dice una mujer mientras de fondo se oye un llanto colectivo inconsolable. En la grabación los uniformados prometen que enviarán a alguien de más rango para negociar con ellos. “Nuestras leyes dicen que el problema que sucede en la tierra de un pueblo yanomami se resuelve en esa tierra”, responde la mujer indígena.

El pueblo yanomami ha impedido el traslado de los militares heridos hasta el hospital en protesta por la masacre, por lo que fue trasladado al lugar un cirujano para atenderlos, informó Ortiz. En algunas versiones, señalan que inicialmente un capitán indígena había ido a pedir el router a los militares y estos le pidieron oro a cambio, lo que llevó al pueblo entero a reclamar.

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Parima es un pueblo que también está sometido a la minería ilegal controlada por garimpeiros brasileños y sindicatos venezolanos, con apoyo de miembros de la Fuerza Armada que han militarizado todo el Estado. La organización SOS Orinoco denuncia que los yanomamis y sanemas están siendo usados como obreros en esta actividad ilegal a cambio de su subsistencia y de transgredir su cultura.

El 20 de marzo se cumplieron diez años de un acuerdo amistoso suscrito entre el Estado y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el que Venezuela se comprometió a garantizar la integridad del pueblo yanomami. Estos compromisos surgieron en respuesta a la masacre de de Haximú en 1993 en la que fueron asesinados 16 indígenas por mineros brasileños (el caso 11.745 Yanomamis Vs Brasil) y son nuevamente recordados por los activistas tras las muertes del pasado domingo.

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Armas de fuego contra arcos y flechas en Venezuela: a los yanomamis los mataron por el oro de sus territorios

Infobae
24 de Marzo de 2022

Una fuente de la tribu, que pidió mantener en reserva su nombre, confirmó a Infobae que militares asesinaron a cuatro indígenas a balazos

Yanomamis indignados no permiten la salida de los militares de Parimabe

“No, no, no es por el aparato de internet. Qué tontería es esa, si en la selva no hay electricidad. Esa comunidad yanomami es nómada y vive en el shabono, ¿qué prioridad tienen para ellos el internet si todos viven en el mismo lugar en medio de la selva? La verdad es que los funcionarios de la Aviación trataron de convencer al cacique Sabino y demás miembros para que permitan la minería en espacios completamente vírgenes. La comunidad les negó el permiso y eso causó la fuerte discusión con los militares, quienes decían que ellos debían pagarle una fuerte cantidad en oro al General de la ZODI y al Comandante de la Aviación. Los militares atacaron a los hermanos yanomamis con armas de fuego matando e hiriendo a varios”, dijo en conversación con Infobae una fuente indígena que pidió mantener en reserva su nombre.

Posteriormente los indígenas, ante el asesinato de los yanomamis, cercaron a los militares y en un video se observa a un oficial prometiendo que quien debe responder es el Inspector General de la Aviación. Los indígenas le dicen al oficial que nadie sale del lugar, porque lo que pasa allí, por la ley que los asiste, debe resolverse ahí y les impiden a los 17 militares salir del lugar.

Eran las 4 de la tarde aproximadamente. En la Base Militar Fronteriza ubicada en Parimabe, municipio Alto Orinoco del estado Amazonas, nada advertía la nube oscura que se cernía sobre la población yanomami. Es cierto que en el puesto militar hay paneles solares y una antena de internet, pero como no tenían el enrutador, la comunidad consiguió uno con una ONG, llegaron al acuerdo de facilitárselos a los militares a cambio de que todos tuvieran acceso al internet.

La Alcaldesa Yamilet Mirabal dice que se aplique la justicia en ambas partes

No era la primera vez que había problemas por el acceso al internet. “En realidad los militares solo estaban presionando a los yanomamis para que les dieran permiso a sacar oro de territorio virgen y la manera que consiguieron fue impidiéndoles el acceso al internet o al uso de la pista de aterrizaje, lo que hace muy difícil acceder al lugar por vía terrestre o fluvial. El incidente no fue más que una excusa para que los militares le hicieran sentir a los hermanos yanomamis que ellos tienen el poder”.

Es atroz que milkitares venezolanos asesinaran a cuatro yanomamis de los últimos indígenas originarios que quedan en la América del Sur, en la frontera entre Venezuela y Brasil. La responsabilidad recae en la institución castrense, porque ocurrió en la base de Aviación Militar de Parimabe, con uniformados provenientes de una unidad militar del estado Aragua, lo que puede indicar que no se les haya preparado para entender las costumbres de un pueblo tan importante como el Yanomami.

El oro, el oro

No había llamado la atención con tal ruido el asesinato de indígenas, quizá desde que en 1993 ocurrió la masacre de Xaximú, llamada sí porque se inició en las afueras de Haximu en la frontera de Brasil con Venezuela; los garimperios mataron a cuatro jóvenes yanomamis de esa zona. La respuesta indígena causó la muerte de dos garimperios, por lo que el contrataque de los explotadores de oro brasileños fue atroz, matando a 12 yanomamis, entre ellos un bebé, descuartizando los cuerpos para finalmente quemar la aldea Haximú.

Hace unos meses, militares venezolanos retuvieron en Río Negro una embarcación brasileña que desde hace mucho tiempo hacía el recorrido desde San Gabriel de Cachoeira, Brasil, y Río Negro, Amazonas, Venezuela, con mercancía, porque es más cerca para ellos Brasil que Puerto Ayacucho.

Los militares retuvieron la embarcación, se apropiaron de los productos y de las armas que iban en la embarcación. La protesta de las comunidades de la zona no se hizo esperar y lograron que la embarcación se la devolvieran a sus dueños.

“Lo que sucede es que los militares han venido exigiendo cada día más dinero, oro, beneficios, acceso a las ganancias del contrabando de combustible y no se adaptan a la cultura y al modus vivendi de las comunidades que se las ingenian para tener acceso a los productos necesarios para subsistir en esa difícil zona. En lugar de garantizarles protección y resguardo, acceso a alimentos y bienes, los militares acosan y presionan a la comunidad”.

Hay coincidencia en varias fuentes, a las que tuvo acceso Infobae, en que el problema principal es el oro. “Están explotando oro sin importarles pasar por encima de las comunidades indígenas. Al Alto Orinoco lo han convertido en zona de explotación minera, inclusive en el Cerro Delgado Chalbaud, en la zona donde nace el río Orinoco, en el parque nacional Sierra de la Neblina hay máquinas. Los indígenas no solo temen a los garimperios brasileños sino a los militares venezolanos”.

Todo militar enviado para esa zona no va castigado, como era antes por las condiciones difíciles de la zona, ahora va recomendado por el acceso a la explotación del oro, incluso los 17 de la Base fronteriza Delgado Chalbaud.

Recientemente el general de la ZODI habría ordenado el relevo de los funcionarios del Ejército por los de la Aviación, lo que al principio funciono muy bien hasta que los militares le pidieron al cacique Sabino que les permitiera ingresar una maquinaria para explotación de la minería. El jefe indio se negó alegando que esa es una zona virgen. “Nosotros lo que queremos es darle un tributo mayor al Jefe de la ZODI y que nos dejen en Parimabe”, insistieron los uniformados, pero los yanomami no cedieron.

Ahora, militares en la zona están solicitando que el cacique Sabino sea detenido por “ataque al centinela”, porque un hijo de él le arrebató el arma al primer teniente del puesto militar y la lanzó al patio, de donde la tomó su padre quien le disparó a dos de los militares que están heridos.

Dónde está

Cuando los yanomamis fueron ante el Ministerio Público recibieron un trato peyorativo por parte de la fiscal auxiliar superior Adelis Ramírez. Varios indígenas que estaban en la capital llegaron a la Fiscalía, pero se negaban a atenderlos, hasta que se presentaron más indígenas con arcos y flechas, por lo que la Fiscal bajó a hablar con ellos.

Amazonas es el segundo estado más grande de Venezuela, pero el de menos densidad poblacional; está ubicado en la frontera. Fácilmente se le podría confundir con un paraíso por las riquezas que tiene en sus entrañas: piedras preciosas, esmeraldas, coltán, pero también los majestuosos ríos, la bravía y misteriosa selva, la particularidad enigmática de sus comunidades indígenas. Más del 60% de su población está en Puerto Ayacucho, capital del estado. Su belleza y sus riquezas también son el motivo de su tragedia, por las apetencias de los grupos guerrilleros de Colombia y los garimperios de Brasil.

Para llegar a Parimabe, lugar donde ocurrieron los hechos que llevaron a la muerte de los cuatro indígenas, lo único apropiado es irse por aire, bien sea por avioneta o helicóptero, haciendo escala en el puesto de La Esmeralda, capital del municipio, lo que lleva unos 50 minutos de vuelo y desde ahí a Parimabe hay 45 minutos más de vuelo. Es una zona tupida, mucha vegetación y selva alrededor.

En esa zona no hay más de 100 personas y la totalidad de ellos son indígenas yanomamis, que viven en shabono. Lo único exógeno es el puesto militar, que antes ocupaba el Ejército y ahora la Aviación Militar; el otro puesto militar más cercano es la base de Seguridad Cerro Delgado Chalbaud, prácticamente el último puesto militar en la zona.

La insólita declaración

Los yanomamis asesinados fueron cuatro a quienes identificamos solo con las siglas de sus nombres, por respeto a la cultura Yanomami, porque el nombre del fallecido no debe pronunciarse: EGS (30 años), JIB (21), TCG (22) y MG (45). Indígenas heridos: adolescente Borges Sifontes de 16 años, herido en el brazo y está en el Hospital José Gregorio Hernández de Puerto Ayacucho; el cacique Sabino Silva, herido en la cabeza y en la mano derecha, y Gary García, herida en la mano derecha.

También resultaron heridos los militares: Christopher Jesús Bolívar Pino, Eduar José Evans y el soldado Jéferson Jesús Sebastián Garrido. Los militares terminaron heridos por los indígenas con las mismas armas que portaban.

La alcaldesa del municipio Átures y ex ministra de Pueblos Indígenas, Yamilet Mirabal, quien es indígena oriunda del pueblo yeral, fue comisionada para que conciliara ante los yanomamis, dijo que “por instrucciones del Alto Mando” hizo presencia en el lugar con un equipo multidisciplinario “para atender y aclarar una problemática presentada por diferencias culturales”.

Siempre insistiendo en colocar en igual situación a los indígenas con los militares, aunque los primeros tuvieron arcos y flechas mientras los funcionarios de la Aviación usaron armas de fuego, agregó que “como todo en una fiesta, en una riña, hubo un enfrentamiento se dio una discusión en ese momento y todo cae en una presión, a defenderse cada una de las partes. Aplicar la justicia donde haya que aplicarla en ambas partes”.

Estuvo de acuerdo en que “la Ley de los pueblos Indígenas se aplique, pero también tenemos que escuchar las versiones de ambas partes; se escuchó al pueblo yanomami y se escuchó a la otra parte. Sabemos que hay tristeza, tenemos dolor, de ambas partes, tenemos algunos funcionarios que también algunos están en una situación muy delicada de salud”, fue la declaración de la ex ministra.

La confusión

La excusa es que hubo un enfrentamiento, por un aparato enrutador de internet, entre los yanomamis y funcionarios de la Aviación, el domingo 22 de marzo de 2022, que llevaron a la muerte de los indígenas a manos de los militares. La confusión surge por lo dicho inicialmente por un funcionario en una emisora local, que fue tomada por otros medios de comunicación y distintos voceros.

El Defensor Delegado del Pueblo, Gumercindo Castro, dijo en el programa “Sobre la Mesa”, de la emisora Raudal Estéreo 92.9 FM, que habían iniciado una investigación por la denuncia que recibieron vía telefónica por “presunto enfrentamiento entre los miembros de la comunidad Yanomami y miembros de las Fuerzas Armadas; según las investigaciones supimos que el enfrentamiento se originó debido al incumplimiento del acuerdo de la Base Militar con los indígenas sobre el uso del sistema de internet. Las antenas están instaladas en la Base y el router es propiedad de la comunidad; en vista de que no se venían cumpliendo los acuerdos, los indígenas quisieron retirar el router, lo que originó el enfrentamiento entre ambos grupos”.

Castro enfatizó que “la primera autoridad que recibió la información fue el Comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI), General de División José Ramón Maita González, quien se trasladó a Parimabe al día siguiente, acompañado por la Fiscalía Militar. El martes 22, se traslada al lugar de los hechos la comisión mixta conformada por CICPC (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas), CENAMECF (Medicina Forense), Ministerio Público, General de la Base Aérea y todos los entes que tiene que ver con esa materia”, posteriormente hubo reuniones con presencia de la Defensoría Delegada Especial Indígena representada por la doctora Bertha Macuribana.

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Piden justicia tras muerte de indígenas yanomami por militares

Servindi,

24 de marzo, 2022.-

Luego de que indígenas yanomami fallecieran por violencia ocasionada por militares, Coica solicitó que se realicen las investigaciones respectivas.

Cuatro indígenas yanomami murieron tras un “enfrentamiento” con militares el último 20 de marzo, en el municipio de Alto Orinoco, estado de Amazonas, Venezuela.

El conflicto, que también dejó a cinco heridos, habría surgido luego de que los militares se apropien de un equipo de conexión a internet que le pertenecía a una comunidad Yanomami en la zona indígena Parima B.

La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) rechazó el actuar de la Fuerza Armada venezolana, causante del mortal desenlace, y denunció la violación de derechos que representa el hecho.

Solicitó que el Estado venezolano realice una investigación imparcial que evalúe el uso excesivo de la fuerza de los militares.

Asimismo, la organización solicitó que se identifique e investigue a los militares participantes del enfrentamiento y a los altos mandos responsables de la incursión.

“Hacemos un llamado urgente a los organismos internacionales de derechos humanos, organizaciones sociales y a la opinión pública en general a pronunciarse y hacer seguimiento a los hechos”, expresó COICA.
Asuntos pendientes

Por su parte, el gobernador del Estado de Amazonas, Miguel Rodríguez, lamentó el hecho que calificó como una verdadera tragedia. Además, resaltó la escasa formación de algunos funcionarios militares para tratar con pueblos ancestrales.

“Esto nos indica lo profundo y complejo de la interculturalidad presente en la entidad, lo cual requiere de una visión distinta, mucho más humana y amplia para poder asistir, atender y proteger a las comunidades indígenas”, indicó.

“Está confirmado que Amazonas no puede verse de la misma forma que otros territorios, tenemos condiciones especiales y diversas que debemos estudiar con detenimiento”, agregó el gobernador.

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DESDE LA COICA CONDENAMOS EL ASESINATO DE CUATRO INDÍGENAS YANOMAMIS A MANOS DEL ESTADO VENEZOLANO
Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA)

Coica

23 de marzo de 2022,

La Coica, a través de su Programa de Defensa de Defensores y Defensoras Indígenas (PDDD), rechaza y condena la muerte de cuatro indígenas Yanomamis y 5 heridos violencia generada por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) del Gobierno venezolano, en Parima B en el Municipio Alto Orinoco, en el estado Amazonas de Venezuela.

Estos trágicos sucesos ocurrieron el pasado domingo, 20 de marzo, a partir de que los militares se negaron a devolver un equipo técnico (Reuter) que pertenecía a los hermanos indígenas, el cual había sido prestado para que todos tuvieran acceso a Internet. Por lo que se produjo la violencia contra nuestras y nuestros hermanos yanomamis.

Frente a estos lamentables sucesos, denunciamos la grave violación de los derechos humanos individuales y colectivos de los pueblos indígenas, en específico el derecho a la vida de los 4 hermanos yanomamis que fueron asesinados, así como el derecho a la integridad y a la salud de los 5 hermanos heridos que se encuentran en una situación delicada de salud. El gobierno venezolano no garantiza los derechos reconocidos en los tratados internacionales como la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH), el Convenio 169 de la OIT, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y la jurisprudencia de tribunales internacionales.

Por tanto, desde la COI*CA:

    Instamos al Estado venezolano, a través de sus autoridades competentes, a realizar una investigación imparcial, diligente, con celeridad y en estricto respeto del debido proceso, a fin de determinar las responsabilidades que correspondan por los sucesos y la muerte de los cuatro hermanos yanomamis producto del enfrentamiento del pasado 20 de marzo con los militares de la Fuerza Aérea en Parima B. Esta investigación debe incluir la evaluación del uso excesivo de la fuerza pública siguiendo lo establecido en la Constitución venezolana y los estándares internacionales de derechos humanos.
    Solicitamos, con carácter urgente e inmediato, que las autoridades competentes identifiquen a los militares que participaron en el enfrentamiento, así como a los altos mandos que estuvieron detrás de esta incursión, y sean incluidos en la investigación para determinar responsabilidades del Estado.
    Exigimos a los altos mandos de la fuerza pública a que se abstengan de realizar actos criminales y acciones que extralimitan sus funciones que atentan contra los derechos humanos, de conformidad con los estándares internacionales de derechos humanos.
    Hacemos un llamado urgente al gobierno venezolano a que establezca las garantías de no repetición respecto de los asesinatos y actos violentos por parte de la fuerza pública contra hermanos y hermanas yanomamis.

Los pueblos indígenas de la cuenca amazónica hacemos un llamado urgente a los organismos internacionales de derechos humanos, organizaciones sociales y a la opinión pública en general a pronunciarse y hacer seguimiento a los hechos, para que no se siga perpetuando estos actos que violentan con los derechos colectivos del pueblo yanomamis de Venezuela.

Comunicaciones COICA


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