Los rebeldes chiíes hutíes del Yemen anunciaron este sábado la suspensión de su ofensiva tanto en el frente interno como contra Arabia Saudí y se mostraron dispuestos a un alto el fuego permanente así como a un intercambio de todos los prisioneros de guerra.
“Anunciamos el cese de todas las acciones ofensivas en todos los frentes por un periodo de tres días y afirmamos nuestra disposición a convertir este cese en un compromiso, final, permanente y duradero”, aseguró el jefe de la Consejo Supremo Hutí, Mahdi al Mashat, en un discurso televisado.
Al Mashat hizo extensiva esta suspensión de hostilidades a “los ataques con misiles y drones y todas las acciones militares contra Arabia Saudí por tierra, mar y aire” y condicionó un eventual alto el fuego permanente a que este país, que lidera una alianza militar internacional en contra de los insurgentes, se comprometa a retirarse del Yemen.
También exigió que Riad ponga fin al bloqueo al que somete a los territorios bajo su control y detenga los bombardeos de su aviación contra estos “de una vez por todas”.
Esta oferta del movimiento rebelde chií se produce en pleno recrudecimiento de las hostilidades con Arabia Saudí tras el lanzamiento el viernes de al menos 16 drones y misiles contra varios objetivos en todo el país y la respuesta saudí este sábado en forma de bombardeos en distintas ciudades.
Pero también coincide con el inicio el próximo martes de una ronda de consultas entre yemeníes auspiciada por el Consejo de Cooperación del Golfo para tratar de buscar una salida al conflicto armado interno a la que los hutíes se han negado en principio a acudir por celebrarse en Riad.
En cuanto al intercambio de prisioneros, Al Mashat afirmó que están dispuestos a que incluye a todos los que están en poder de ambas partes, incluidos los países de la alianza árabe encabezada por Arabia Saudí.
A cambio los hutíes están dispuestos a incluir también a los pertenecientes a los países de la coalición al hermano del presidente del Yemen, Abdo Rabu Hadi Mansur.
El líder hutí instó al enviado especial de la ONU para el Yemen, Hans Grundberg, ha hacer las gestiones necesarias para facilitar el intercambio. Ambas partes ya habían llevado a acordado tras arduas negociaciones otros intercambios de prisioneros de guerra, el mayor de ellos, con un total de 1.056, en octubre de 2020.
Tras más de siete años de guerra, Yemen sufre la que según la ONU es la peor tragedia humanitaria del planeta, con 13 millones de personas necesitadas de asistencia alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos, mientras los fondos de asistencia recabados para el país no dejan de decaer.