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Tal como se lee, y no como se escucha a diario casi como una bobería. Resulta irónico escuchar día tras día la palabra” diálogo” desde funcionarios estatales, cuando la primera respuesta frente a una ocupación pacífica mapuche es el copamiento policial fuertemente armado. Así de contradictoria aparece la actuación del nuevo gobierno de la izquierda chilena para con el pueblo mapuche en el sur de Chile, al menos, es como lo perciben los representantes de los lof Pidenko y Radalko en la Comuna precordillerana de Curacautin. Como es de público conocimiento, en la zona del volcán Tolwaka, inversionistas trasnacionales apoyados por actores locales con intereses de acaparamiento de derechos de aguas como es el caso de la familia Chahin, pretenden construir una planta geotérmica de generación eléctrica; la que ha encontrado una férrea oposición de los mapuche de la zona, como lo expresa el logko Alberto Curamil Millanao:

“Cada día que pasa nos encontramos con nuevas sorpresas, indagando sobre la geotermia nos dimos cuenta que la familia Chahin acapara derechos de aguas adquirido según ley heredada del dictado Pinochet. Razón por la cual hicimos ocupación pacífica de las Termas de Malleco de la cual son también propietarios, porque además sabemos del apoyo que ellos soterradamente entregan al proyecto de la Geotermia dado que deben necesariamente vender esos derechos de aguas a la planta de geotermia. En resumen, se trata de visibilizar y denunciar un negociado cuyas consecuencias la tendremos que pagar los que habitamos en el territorio junto con la tierra y el agua que son inseparables”, señaló la autoridad mapuche.

Agregando que al menos les pareció extraño que la primera respuesta desde Estado sea la clásica receta de la represión y el amedrentamiento con el desalojo policial “después de tanto anuncio de dialogo, todo esto sería incomprensible para alguien que no conoce la actuación de los gobiernos hacia los mapuche, pero para nosotros ya es un hecho que este gobierno seguirá la ruta de la represión y la defensa del capital trasnacional, lo que quiere decir que tendremos que seguir luchando enfatizó Curamil.

¿Un conflicto entre privados? Habrá que esperar entonces las definiciones del nuevo gobierno frente a los meganegocios que particulares, empresas locales y trasnacionales vienen desarrollando con nuestro territorio y sus bienes naturales, mientras el aparato público toma palco haciendo vista gorda, y en muchos casos argumentando “problemas entre privados” de parte de sus funcionarios, pero llevando a la policía “pública” para resolver el problema. Todo indica que estamos en presencia de “más de lo mismo”.