Jaime Betanzos, Omar Morales, Alfredo Bolaños, Herminio Monfil, Fernando Gavito, Isaías Gallardo y Francisco Durán son los nombres de quienes permanecen recluidos sin sentencia, a pesar de que en un juicio ya se demostró su inocencia y se ha comprobado la fabricación de delitos y pruebas en su contra.
Desde el primer minuto de su encierro, parte del pueblo de Eloxochitlán ha luchado por su libertad, teniendo un papel protagónico las mujeres de la comunidad, como casi siempre que de presos se trata. Son ellas, hijas, esposas, madres, quienes no abandonan su causa. Porque son inocentes.
La pugna entre la tradicional política partidista contra la asamblea comunitaria está en el fondo de las detenciones. Se les acusa de asesinato, pero sus familiares y defensores han documentado la intromisión de diversos funcionarios públicos para fabricar declaraciones y construir la culpabilidad.
Las mujeres de Eloxochitlán cumplen ya 10 meses en plantón frente al Consejo de la Judicatura Federal (CJF), donde esta semana recibieron a la Caravana por el Agua y por la Vida que en los pasados 15 días ha recorrido el territorio del despojo y las injusticias. El viernes pasado vieron que no están solas y que su empecinado trabajo en busca de justicia rinde frutos. Hoy están a la espera de que el gobernador Alejandro Murat Hinojosa visite el plantón y revise las pruebas del actuar contradictorio y corrupto del tribunal y jueces de Oaxaca
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El verdadero homenaje a Ricardo Flores Magón no está en la inscripción de su nombre en la papelería oficial, sino en la libertad de los siete presos políticos de Eloxochitlán.