La agencia de la ONU para los refugiados ACNUR repudió esta espantosa medida de sacarse a los migrantes de encima mediante pago, lo que les transforma en mercancías.
Es un sistema parecido al que Estados Unidos negocia con el gobierno izquierdista de López Obrador para que la oleada de migrantes del sur se quede en México. Se trata de un reordenamiento capitalista de población excedente producto de la política económica extractivista de despojo y destrucción de la madre tierra.
El régimen de Boris Johnson anunció un plan para controlar la migración en el que el Reino Unido enviará a Ruanda a los solicitantes de asilo. La medida fue repudiada por la agencia de la ONU para los refugiados que denunció que las personas que huyen de la guerra “no deben ser comercializadas como mercancías y trasladadas al extranjero para su procesamiento”. Londres además afirmó que delegará a la Armada la vigilancia de la entrada de migrantes por mar.
El primer ministro británico habló desde la costa sur de Inglaterra, donde dio a conocer un plan ampliamente criticado por organizaciones humanitarias que indican que las medidas anunciadas por Johnson son contrarias a la Convención sobre los Refugiados, cuyo protocolo fue firmado por el Reino Unido en 1968. “Nuestra compasión puede ser infinita pero nuestra capacidad para ayudar a la gente no lo es”, afirmó Johnson.
La ministra de Interior, Priti Patel, viajó a Ruanda para cerrar un acuerdo multimillonario para enviar al país centroafricano, ubicado a siete mil kilómetros de Inglaterra, a personas que ingresen al Reino Unido de forma irregular y no provengan de Ucrania.
El acuerdo entre Londres y Kigali establece que Ruanda primero recibirá 120 millones de libras (157 millones de dólares) “para aceptar a demandantes de asilo y migrantes y darles una vía legal para la residencia (…) establecerse de forma permanente, si así lo desean”, según informó el ministro de Relaciones Exteriores, Vincent Biruta.
La medida fue rechazada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). “Las personas que huyen de la guerra, de conflictos y de la persecución merecen compasión y empatía. No deben ser intercambiadas como si fueran mercancías y trasladadas al extranjero para ser procesadas”, precisó Gillian Triggs, Alta Comisionada Adjunta del ACNUR para la Protección Internacional en un comunicado.
El régimen británico también creará centros específicos en los que ingresar a quienes lleguen de forma clandestina, para sustituir a los actuales alojamientos hoteleros. Por su parte, Johnson también anunció cambios en la vigilancia de su frontera marítima sur. “A partir de hoy, la Royal Navy asumirá el mando operativo en el canal de la Mancha (…) para garantizar que ninguna embarcación llegue al Reino Unido sin ser detectada”, reveló.
El régimen conservador británico había prometido reducir la entrada irregular de migrantes que en 2021 ascendió a 28.500 personas que hicieron el viaje en a través del canal de la Mancha y en embarcaciones precarias. Esta cifra representa un salto respecto a los números registrados en 2020 con cerca de 8.500 personas y 299 en 2018, según datos del ministerio de Interior.
Desde la oposición al régimen británico señalan que el anuncio de Johnson busca desviar la atención del escándalo del Party-Gate, las fiestas ilegales en Downing Street durante el confinamiento. Esta semana el primer ministro conservador fue multado por su participación en las fiestas.