La narrativa oficial tiene un contrapeso importante en la realidad que se vive en las comunidades indígenas, donde no sólo persisten las amenazas del pasado, sino que enfrentan nuevas embestidas, entre otras, de las empresas mineras. A escasos metros del sitio sagrado de Xochicalco, Morelos, se pretende la explotación de oro y plata en tajo a cielo abierto, sin que hasta el momento nadie escuche los reclamos de la población nahua que ha habitado desde siempre la región.
El proyecto minero de las canadienses (¡cómo no!) Alamos Gold y Zacatecas Silver no sólo atenta contra el patrimonio cultural del pueblo nahua, también afectará los ecosistemas de la región, la subcuenca del río Apatlaco, la cuenca del Amacuzac y el acuífero de Cuernavaca, incluidas sus zonas de recarga hídrica y mantos freáticos y, por supuesto, la salud de cerca de 200 mil personas que habitan en las comunidades, colonias y municipios aledaños de San Agustín Tetlama, Cuentepec, Rancho Viejo, Unidad Morelos, Temixco, Xochitepec, Alpuyeca, Acatlipa, Xochicalco, Tezoyuca; las colonias, Benito Juárez, Aeropuerto, Las Rosas, Francisco Villa, Xochitepec Centro, Tezoyuca, Miacatlán; Palpan de Baranda, El Rincón, Tlajotla, Milpillas, Xochicalco, El Rodeo, Mazatepec y Coatetelco, como denunciaron los pueblos en un reciente comunicado del Congreso Nacional Indígena (CNI).
La amenaza no es nueva, como tampoco nuevo es el rechazo. En enero pasado los pobladores de Cuentepec exigieron que se les mostrara el decreto de ordenamiento territorial que actualmente rige en Morelos, que prohíbe la minería a cielo abierto
y un informe de las afectaciones provocadas en el tema de salud para la población y bienestar en materia ecológica
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Este sábado 23 de abril, un día después del Día de la Tierra, se celebrará la primera Asamblea del Pueblo Nahua de Morelos en contra de la Minería y los Megaproyectos de Muerte y en Defensa de la Vida (tan largo el nombre como su indignación y reclamo). En el encuentro, anuncian, se adoptarán decisiones soberanas en el marco de la autonomía de que gozamos, con la finalidad de cuidar, proteger y preservar nuestras tierras y territorios
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