Salud comunitaria en casa y entre vecinos del barrio.
HUERTA, ECOLOGÍA, SALUD Y DEMOCRACIA DIRECTA. Capítulo 1 Poder y medicalización de la sociedad
Por Jaime Yovanovic (Profesor J)
¿Qué es la medicalización de la sociedad y la vida?
Entendemos por medicalización el proceso de convertir situaciones normales en cuadros patológicos y pretender resolver, mediante la medicina -una técnica para solucionar situaciones- los problemas personales, corporales, sociales, profesionales o de las relaciones interpersonales que surgen en el cotidiano. La medicalización es un proceso continuo que se autoalimenta y crece de forma constante, facilitado por una situación en la que la sociedad va perdiendo toda capacidad de resolución y de autonomía respecto a su cuerpo personal y el cuerpo social de la comunidad, familia o barrio al que pertenece. Su origen es multifactorial, existiendo diversas causas y actores implicados (sociedad, medios de comunicación, industria farmacéutica, políticos, gestores y profesionales sanitarios), jugando el sector sanitario un papel fundamental en dicho proceso. Los profesionales sanitarios son, a la vez, actores y victimas de dicho proceso.
La salud es vida y forma de vida, pero la medicalización la ha transformado en comercio y servicio, igual cuando se descompone el reloj lo llevamos al taller del relojero dado que no entendemos nada del mecanismo y clausuramos nuestra autonomía personal y social para que el experto se haga cargo y solucione el problema, entregándonos y atándonos al sistema de dependencia trazado por el mercado capitalista y por el estado que administra y asegura el proceso general de acumulación de ganancias en manos empresariales.
No es que no hay otra manera, sino que el sistema del poder estatal que protege con sus leyes, burocracias e institutos armados el buen funcionamiento del circuito de producción-comercio-consumo y de la circulación monetaria, ha incorporado la vida, cuerpos y cuerpas a dicho circuito, cálculos de costos y beneficios, tasación y mercadeo, faltando poco para que nuestros cuerpos sean lanzados a la bolsa de valores para compra y venta de acciones.
Eso es lo que sucede con la medicina: entregamos nuestro cuerpo y vida al experto que pasó siete años tragando libros del tema y se instala sobre nosotros como categoría de poder o micro-poder, que nos receta los productos químicos de la industria farmacéutica como Bayer que se acaba de fusionar con Monsanto, la empresa productora del glifosato que ha traído tantas enfermedades en todos los países y que han estado en medio de la tormenta de la producción de vacunas contra el Covid que ha movilizado millones de millones de dólares y dolores en todo el mundo.
Con dinero hago reparar cualquier objeto dañado, así funciona la red comercial capitalista de la interdependencia (unos quedan atados a los otros) y a eso han llevado nuestros cuerpos y cuerpas y vemos como nace una cadena de farmacias tras la otra y las facultades de medicina, enfermería, otras áreas de salud y químico-farmacia se llenan de estudiantes deseosos de encontrar su lugar en el circuito criminal del mercadeo del cuerpo humano, resultando al final en lo mismo que la fila de desempleados que disputan espacios en las redes del narco tráfico cuyos lazos de dependencia generan otros problemas sanitarios, sociales, policiales, legales, etc, cumpliendo un papel fundamental en la justificación de los grupos armados de los estados que combaten los brotes del despertar de los pueblos en forma de autonomía del protagonismo social autogestionario que se desprende de las marañas del poder para desarrollar sus propios medios de resolver situaciones mediante la autogestión generalizada.
O sea que la liberación no está en que la izquierda gane a la derecha en la disputa de los sillones del poder, pues igual termina dirigida por el empresariado capitalista como fue la Concertación, la Nueva Mayoría y el actual gobierno de Boric que militariza los territorios mapuches y se niega que la “nueva” constitución toque la propiedad de las mineras, forestales y demás.
Por lo tanto nuestra tarea es desprendernos de los lazos y redes de la medicalización para enfrentar desde las familias y los vecinos de cada barrio la salud de todos y cada uno en formas de salud “desde abajo”, desde los cuerpos y cuerpas y no más desde las orientaciones del mercado o su forma de “servicios”, que como son del estado ya estarían fuera de la mercantilización, y así la gente se traga el cuento y pasan a depender de papá-estado quedando igualmente atados a la cadena de la medicalización.
Seguimos en el capítulo 2: HUERTA, ECOLOGÍA, SALUD Y DEMOCRACIA DIRECTA.- Metodología del cuidado de la salud en el hogar y en el barrio.
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