Emma Goldman fue considerada la mujer más peligrosa del mundo.
Universidad de Chile
Instituto de la Comunicación e Imagen Escuela de Periodismo
Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista
Memoria para optar al Título Profesional de Periodista Virginia Price Castillo
Índice
Introducción: Emma Goldman: La mujer más peligrosa del mundo ………………………………. 4 Capítulo I: Emma, la Roja ………………………………………………………………………………………… 9 El sueño americano …………………………………………………………………………………………………….. 12 La segunda oportunidad………………………………………………………………………………………………. 17 La Primera Guerra Mundial ………………………………………………………………………………………… 22 Capítulo II: Emma, la anarcofeminista ……………………………………………………………………… 28 La lucha de Goldman por la emancipación de la mujer……………………………………………….. 31 “El puritanismo sigue segando miles de víctimas por causa de su estupidez e hipocresía” …… 33 “La mujer se enfrenta a la necesidad de la emancipación de la emancipación, si realmente quiere ser libre”…………………………………………………………………………………………………………… 37 “¿Amor libre? ¡Como si el amor pudiera no ser libre!” ……………………………………………….. 41 “Aquí y ahora declaro la guerra a este sistema y no descansaré hasta que sea liberado el camino para una libre maternidad y una saludable, alegre y feliz niñez”………………………………………… 45 “Lo admitan o no nuestros reformadores, la inferioridad económica y social de la mujer es la responsable de la prostitución” ……………………………………………………………………………………… 48 La lucha de Emma Goldman por la libertad ………………………………………………………………….. 53 “Año tras año, las puertas de las infernales prisiones devuelven al mundo unos seres demacrados, deformados, sin voluntad”………………………………………………………………………………………….. 60 “Una protesta consciente contra alguna medida represiva, arbitraria o tiránica tomada desde el poder”…………………………………………………………………………………………………………………………. 62 “El espíritu militarista es el más despiadado, cruel y brutal que existe”………………………………. 63 “La filosofía del ateísmo”……………………………………………………………………………………………. 65 “Creo que la libertad de expresión y prensa viene a significar que yo pueda decir y escribir lo que me plazca” …………………………………………………………………………………………………………………. 65 “La filosofía revolucionaria del trabajo, es el significado verdadero y vital del sindicalismo”…… 67
Capítulo III: Emma, una paria …………………………………………………………………………………. 72 La desilusión rusa ……………………………………………………………………………………………………….. 78 El tránsito europeo………………………………………………………………………………………………………. 88 El sueño español …………………………………………………………………………………………………………. 95 Epílogo: Emma, la vanguardista …………………………………………………………………………….. 107 Bibliografía …………………………………………………………………………………………………………. 112
Introducción
Emma Goldman: La mujer más peligrosa del mundo
“Si votar cambiara algo, sería ilegal”, fue el primer eslogan sobre Emma Goldman que vi en una feria del libro popular. Acompañada con una imagen de una mujer de unos cuarenta años, con lentes, sombrero de paño y una mirada severa, la frase me impresionó. Hasta entonces, no había pensado en la inutilidad del voto ni en sus limitaciones.
Fue un descubrimiento. No hizo falta mucho tiempo para enterarme que fue una niña que escapaba de la Rusia zarista a fines del siglo XIX y que llegó a Estados Unidos a trabajar en una fábrica textil. Allí se encontró por primera vez con los camaradas anarquistas que la acompañarían en los años siguientes y con quienes también conoció las primeras luces sobre aquella teoría revolucionaria. Junto a ellos fue testigo en 1886, en Chicago, de los asesinatos de Haymarket2 , sucesos que la abrieron a la vida libertaria. Emma parecía no conformarse. Pedía más. Encontró su oficio ideal: la propaganda y la agitación. Toda su vida la dedicó a dar conferencias a través de Estados Unidos y otros países, para alertar a los y las trabajadoras y mujeres sobre temas que consideraba relevantes. Habló sobre antimilitarismo, aborto, matrimonio, control de natalidad y, antes de llegar a la Unión Soviética, sobre la Revolución Rusa. Dio vida a una publicación radical y libertaria: Mother Earth. Con la ayuda económica de algunos camaradas, logró sacar adelante un pasquín mensual donde abordaba temas de actualidad. Durante doce años consiguió sacar a flote una revista de unas 60 páginas, con artículos sobre feminismo, sindicalismo y los montajes contra los anarquistas de San Francisco y Milwaukee, por mencionar algunos ejemplos de la agenda del medio. Emma Goldman siguió dando conferencias por el país, enfrentándose a detractores y policías que intentaban acallarla. El 11 de febrero de 1916 fue detenida junto a Alexander 2 El 11 de noviembre de 1887 cinco trabajadores anarquistas fueron ejecutados luego de un juicio debido a las protestas del año anterior en apoyo a los obreros en huelga desde el 1 de mayo en Haymarket Square, Chicago, para reivindicar la jornada laboral de ocho horas. Estos acontecimientos dieron lugar a la conmemoración del “Día del Trabajador”. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 6 Berkman por protestar contra la ley que imponía el servicio militar obligatorio y fue deportada de Estados Unidos a su ex patria rusa, transformada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Decepcionada, comprobó que la revolución no era lo esperado. Volvió a partir y se mantuvo en un viaje permanente, cual agitadora itinerante. Estuvo en Alemania, Inglaterra, Francia y España, entre otros. Mantuvo intacto su amor por la propaganda y, adonde iba, ofrecía conferencias multitudinarias o escribía artículos para publicar en periódicos anarquistas. Así, encontró la muerte en mayo de 1940 en Canadá, a los setenta años. José Peirats, conocido anarcosindicalista español, describe a esta extraordinaria mujer como “una fuerza de la naturaleza. La rebeldía nació en ella manifestándose desde los primeros años de su existencia” (Peirats, 1978: 9). Esa rebeldía ya era posible atisbarla en la Emma adolescente que huyó de Rusia -porque no se sometió a un matrimonio acordado- y no la abandonó nunca, hasta el día de su muerte. Emma Goldman, más que una pensadora, era una mujer de acción. Inquieta, sentía que su deber estaba en las calles, en las conferencias, con el pueblo, los camaradas, denunciando los males de la sociedad capitalista y abriéndoles los ojos a los ignorantes. Su vida no habría sido la misma sin la compañía de su camarada, Alexander Berkman, a quien conoció al llegar a Estados Unidos y de quien nunca se separó. Emma estaba convencida del amor libre y que éste no puede ser encadenado: vivió su vida amorosa como una mujer verdaderamente emancipada de las opresiones del matrimonio y los hijos. Tuvo numerosos amantes. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 7 Revolucionaria y fiel a sus convicciones, sufrió la represión innumerables veces. Fue permanentemente perseguida y oprimida. Sufrió allanamientos, confiscaciones de sus escritos y publicaciones, encarcelamientos, deportaciones y violencia, que se transformaron en parte de su vida cotidiana. Todos desconfiaban de ella. Así escribió en su autobiografía: “En los veinte años de mi actividad pública, hasta el último minuto nunca tuve la certidumbre de si podría hablar o no y de si dormiría en mi propia cama o en una estación de policía” (Goldman, 1977: 452). Quien fue considerada la mujer más peligrosa del mundo, actualmente es considerada una heroína de la liberación femenina. Emma Goldman se consagró como una de las anarquistas más importantes del mundo. Por eso esta historia vale la pena ser contada: porque Emma merece el reconocimiento como revolucionaria, feminista y libertaria, ya que ha sido silenciada y menospreciada por sus compañeros, como tradicionalmente lo ha hecho la izquierda con sus mujeres, sin importar el país o año, desplazándolas de la historia oficial de los movimientos radicales. Adicionalmente, la lengua hispana ha omitido a este personaje. Existen pocas publicaciones en español sobre Goldman. Sin embargo, como ella prevenía a sus detractores: “Le digo con franqueza que mi paciencia se agotará si insisten en ponerme un candado en la boca” (Peirats, 1978: 260). De ahí la razón de ser de este texto. “Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista” busca, a lo largo de tres capítulos, relatar la vida y obra de esta mujer. Con la dificultad de una bibliografía acotada y principalmente en inglés, ofrecemos un ensayo periodístico que aborda la vida de Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 8 Goldman desde su nacimiento hasta su muerte, pasando por episodios como su llegada a Estados Unidos, su posterior deportación a la URSS, la intensa propaganda que realizó durante toda su vida y sus vínculos con la Confederación Nacional del Trabajo durante la Guerra Civil española. La lectura propuesta es desde la admiración a Emma Goldman, pero también desde la convicción de que un trabajo periodístico de esta naturaleza es un aporte al movimiento revolucionario y feminista chileno, en la medida en que personajes como éstos puedan ser recuperados y apropiados para el trabajo político radical y feminista actual. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 9 Capítulo I Emma, la Roja Foto de ingreso a la prisión de Jefferson de Emma Goldman3 Emma Goldman nació el 27 de junio de 1869, en el seno de una familia judía en Lituania. Sus padres, Taub Bienowitch y Abraham Goldman habían contraído matrimonio el año anterior y luego del nacimiento de Emma, Taub dio a luz a dos varones (Herman y Morris). La mujer también aportó al matrimonio dos hijas de su relación anterior (Lana y Helena). La familia administraba un hotel en Popelan, una pequeña localidad lituana. Sin embargo, 3 Fotografía disponible en http://www.flickr.com/photos/jwyg/5347639010/. Trabajo licenciado con Creative Commons. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 10 durante el período de represión política desatada tras el asesinato del zar ruso, Alejandro II, la familia Goldman se trasladó a San Petersburgo. Emma tenía once años. Durante los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX, Rusia estaba en manos del zarismo. Era una de las naciones más atrasadas de Europa, ya que la industrialización alcanzaba un bajo porcentaje y la mayoría de la población se dedicaba a la agricultura, mientras que las condiciones de vida de los habitantes eran precarias en contraste con la abundancia de los zares (Serge, 2008). En ese contexto, el zar gobierna con mano de hierro, acallando cualquier voz opositora. No existe Constitución ni derechos civiles. Asimismo, el Imperio ruso había anexado importantes terrenos, expandiéndose desde Europa hasta el Pacífico y aunando a un gran número de pueblos distintos que aspiraban a su independencia. Tras el asesinato del zar Alejandro II a causa de una bomba instalada por opositores al régimen, la autocracia se agudizó, reprimiendo toda oposición al absolutismo zarista e intentos reformistas. Así nacieron los pogromos, linchamientos multitudinarios a personas de una religión o etnia específica –en este caso a los judíos-, junto con la expropiación de sus casas, terrenos y centros religiosos. Esta fue una de las principales razones por las que la familia Goldman dejó su residencia. La vida de la niña Emma no fue fácil. Su padre la reprendía y la castigaba recurrentemente. Era la manera que encontró para desquitar su frustración por no haber tenido un varón en vez de Emma. Abraham no la perdonaba por ello, aunque obviamente no fuera su falta (Peirats, 1978). El clima de maltrato era la tónica en el hogar de los Goldman. “Su madre, Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 11 continuamente brutalizada por su marido –lo que era perfectamente legal en la legislación zarista-, tenía totalmente asumido el papel de mujer sumisa y atada a las tradiciones y costumbres, como lo demuestra el hecho de que cuando Emma empezó a menstruar a los once años, (su padre) le dio una sonora bofetada y un rudo consejo: ‘Es lo que necesita una joven cuando se convierte en mujer, como protección contra la desgracia’ (…) No tenía por qué saber nada: ‘Las jóvenes no tienen por qué saber demasiado, sólo deben saber preparar un buen plato de pescado, cortar bien los tallarines y dar al hombre muchos hijos’ (Gutiérrez Álvarez, 2007: 2). Con los lentes de hoy, es fácil imaginar que en ese contexto, Goldman comenzara a cuestionarse las condiciones en las que su familia vivía. Mientras cursaba sus estudios básicos, se acercó a estudiantes extremistas contra el zar y a favor del pueblo, en un momento donde el movimiento nihilista ruso4 estaba en su apogeo, mientras un tío suyo fue encarcelado por actividades subversivas y Emma fue testigo del brutal castigo a un campesino desnudo (Peirats, 1978). Además, comenzó a leer libros sobre héroes y heroínas vindicativas de su país y del mundo, lo que la acercó a un sentimiento de compromiso social. A la usanza de la época, cuando Emma tenía 15 años, su padre arregló un matrimonio para ella. Emma se negó: “Yo quería estudiar, conocer la vida, viajar. Además, nunca me casaría por nada más que por amor, mantuve firmemente. Fue realmente para escapar de los planes 4 El término nihilismo fue introducido por primera vez por el novelista ruso Turguénev en 1862 y representó una reacción contra las antiguas concepciones religiosas, metafísicas e idealistas, que se describe como una persona que no se inclina ante ninguna autoridad, que no acepta ningún principio como artículo de fe. Le dio el nombre al movimiento ruso que estaba en contra del zarismo y de sus postulados. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 12 que mi padre tenía para mí que había insistido en ir a Estados Unidos (…) Yo estaba decidida a no ser maltratada: yo quería trabajar” (Goldman, 1977: 12-13). Con eso en mente, se enfrentó con su padre y, luego que éste aceptara a regañadientes, emigró a Estados Unidos con su hermanastra Helena, a la tierra de la esperanza, de las oportunidades y de la libertad para los rusos. Esa primera rebelión personal y familiar, marcaría un precedente en la vida de Goldman, quien se transformaría en una defensora del amor libre y los derechos y la libertad de las mujeres. El sueño americano A fines del siglo XIX, Estados Unidos pasaba por un auge político y económico. El aceleramiento de su industrialización y el volumen de producción aumentaron sus arcas fiscales tras el término de la Guerra Civil (1861-1865), lo que le dio un impulso a la industria y elevó los precios e ingresos. Además, los estadounidenses contaban con la Carta de Derechos Fundamentales ratificada en 1791, lo que hacía a Estados Unidos un país de encuentro para inmigrantes de países autócratas y déspotas, como la Rusia zarista. Las hermanas Goldman se embarcaron a fines de 1885 y a principios del año siguiente llegaron al “nuevo mundo”. Arribaron en Rochester, en el Estado de Nueva York, donde se encontraba la casa de su otra hermana Lana, quien vivía allí hace algún tiempo y quien las recibió los primeros días de estancia. Esa fue una de las motivaciones para elegir a Estados Unidos como su nuevo lugar de residencia. Emma comenzó a trabajar como costurera en una jornada de más de diez horas, con un sueldo de dos dólares y medio a la semana (Peirats, 1978). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 13 Al año siguiente, aconteció en Chicago el ahorcamiento de cinco anarquistas, que pasarían a la historia como los mártires de Chicago. El primero de mayo de 1886 se realizó una manifestación obrera en la Plaza Haymarket de Chicago en contra de la empresa agrícola McCormick y en demanda de una jornada laboral de ocho horas. La policía estadounidense reprimió fuertemente las actividades, mientras que los días siguientes las manifestaciones fueron aumentando. El 4 de mayo explotó una bomba en medio de una protesta y mató a siete oficiales, lo que resultó en el juicio y condena a muerte de cinco anarquistas que habían participado en la huelga, acusados de la colocación del explosivo. El 11 de noviembre de 1887, August Spies, George Engel, Adolf Fischer y Albert Parsons fueron ahorcados, mientras que Louis Lingg se suicidó en su celda antes de su ejecución. Estos acontecimientos dieron lugar a la conmemoración del “Día del Trabajador”, establecido por la Segunda Internacional en 1889. Este hecho conmocionó a Goldman, quien comenzó a leer periódicos anarquistas y a simpatizar con el movimiento. En un café, donde se reunían frecuentemente militantes anarquistas, comenzó a relacionarse con personas que colaboraban en la campaña a favor de los acusados. “Tuve la clara sensación de que algo nuevo y maravilloso había nacido en mi alma. Un gran ideal, una fe ardiente, una determinación de dedicarme a honrar la memoria de mis compañeros martirizados, de hacer mía su causa, de dar a conocer al mundo sus hermosas vidas y heroicas muertes” (Goldman, 1977: 10). En el taller textil donde trabajaba Emma, conoció a un joven ruso, Jacobo Kresner, con quien se casó en febrero de 1887. Sin embargo, el matrimonio duró diez meses, ya que eran Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 14 completamente diferentes, incluso en el ámbito sexual (Goldman, 1977). A causa de su separación y de las fuertes inquietudes que tenía con respecto al movimiento anarquista estadounidense, Goldman decidió mudarse de ciudad. Emma Goldman llegó sola a la ciudad de Nueva York a los 20 años, el 15 de agosto de 1889, convertida en una verdadera revolucionaria. “Todas mis posesiones consistían en cinco dólares y un pequeño bolso de mano. Mi máquina de coser, que me ayudaría en mi independencia, la había registrado como equipaje” (Goldman, 1977: 3). Allí conoció a un estudiante ruso de apellido Solotaroff, quien la llevó a una tertulia anarquista y donde conoció a quien sería su compañero de vida, Alexander Berkman, que en ese entonces tenía 19 años. “Él era joven, feroz, encantador, totalmente entregado, vivía y respiraba anarquismo”, explica el historiador Barry Pateman en un documental de Mel Bucklin5 . Además, se encontró con Johann Most, con quien tuvo una corta relación amorosa y a quien siguió para comenzar su carrera en la propaganda. Después de descubrir su gran capacidad como oradora, comenzó a ofrecer conferencias dentro de la ciudad y en algunos Estados cercanos, convirtiéndose en una importante dirigente del movimiento anarquista en Estados Unidos: “Rápidamente, ella encontró su propia voz y se percató que las personas le respondían porque ella hablaba con gran convicción” (Wexler en Bucklin, 2003). En 1889 aparece por primera vez en la prensa, luego de una trifulca con un grupo de socialistas, comenzando una difícil relación con los 5 Bucklin, Mel (2003) Emma Goldman: An exceedingly dangerous woman. Disponible online en: http://vimeo.com/27002048 Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 15 diarios de la época. Éstos se ensañarían con el personaje de Emma, publicando constantemente sobre sus giras, además de denunciarla por diferentes motivos relacionados con los temas de los que hablaba en público. En junio de 1892, se da comienzo a una huelga en la fundición de Andrew Carnegie en la ciudad de Homestead, Pensilvania, que “se transformó en una de las luchas obreras más sangrientas que había conocido el país” (Bucklin, 2003). En dicha ocasión, los huelguistas6 se enfrentaron con la fuerza pública, soldados y guardias privados, contratados por la Agencia de Detectives Pinkerton. El 6 de julio de ese año, los trabajadores y los rompehuelgas contratados se enfrentaron en una batalla de la que resultaron, doce horas después, dos agentes y siete huelguistas muertos, luego que el gerente de la planta, Henry Clay Frick, cerrara los talleres y despidiera a los trabajadores. En este contexto, el movimiento anarquista estadounidense decide hacer justicia con sus propias manos: “Creen el momento psicológico propicio para un atentado. Berkman trabaja en la fabricación de una bomba según la vieja fórmula de Most. Todos se estiman, como en Rusia, vengadores nihilistas. La fórmula de Most no da resultado. No importa. Berkman insiste en su holocausto solo” (Peirats, 1978: 33). De esta manera, Alexander Berkman decide enfrentar a Henry Clay Frick, entra a su oficina e intenta asesinarlo con una pistola. Sin embargo, su acción falla y sólo logra herirlo levemente. Por este atentado, Berkman fue condenado a 21 años de cárcel. 6 Hombres y mujeres que trabajaban en Carnegie Steel Company luchaban por su derecho a formar sindicatos, a la huelga y por una jornada laboral de 40 horas semanales. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 16 Emma Goldman salió públicamente en defensa de su amigo y compañero: “Después de este acontecimiento, Emma consiguió la celebridad como incendiaria y roja. Protagonista de una gran campaña en defensa de su compañero y amante, demostró ser una soberbia oradora con una gran fuerza y convicción, aunque a pesar de todo no pudo evitar la suerte de Berkman, que descendió literalmente a los infiernos del sistema penitenciario yanqui” (Gutiérrez Álvarez, 2007: 4). Luego de la fuerte campaña a favor de Berkman, la casa de Goldman fue allanada, tras sufrir un fuerte acoso de la policía después del atentado. Después de todo el escándalo que produjo la condena de Berkman, Emma Goldman continuó con sus habituales conferencias por todo el país. “Uno de sus discursos en Union Square había terminado con esta frase: ‘Manifestaos ante el palacio del rico; pedid trabajo; si no os lo dan, pedid pan; si también os lo niegan, tomadlo; es vuestro derecho sagrado’” (Peirats, 1978: 38), lo que resume el principio de expropiación preconizado por los anarco comunistas, como el ruso Peter Kropotkin. Emma fue detenida en 1893 mientras realizaba una gira por el Estado de Filadelfia y condenada a un año de cárcel en la penitenciaría de las islas Blackwell, ya que sus manifestaciones fueron consideradas sediciosas y por incitación a la revuelta. En ese momento era la segunda mujer condenada en Estados Unidos por ideas políticas desde la fundación de la República (Peirats, 1978). “Usó ese tiempo para formarse leyendo a Emerson, Thoreau y Whitman” (Bucklin, 2003). Además, mientras estuvo en la cárcel, desarrolló su afición por la enfermería, al transformarse en ayudante del médico de la prisión (Goldman, 1977). Tras cumplir su condena, recuperó su libertad en agosto de 1894. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 17 La segunda oportunidad Un año después de recuperar la libertad, en agosto de 1895, Emma Goldman hizo un viaje a Europa, con el objetivo de estudiar enfermería en Viena y aprovechó de conocer a parte de los libertarios europeos de renombre: “Entre las personalidades frecuentadas le impresionó, en tanto que mujer y revolucionaria, la sexagenaria Luisa Michel7 , allí exiliada. Otro encuentro afortunado fue la familia Kropotkin8 . También se entrevistó con Malatesta9 , gran agitador italiano” (Peirats, 1978: 41). En el otoño boreal de 1896, retornó a Nueva York con su diploma de enfermera-comadrona. Emma sufría de hemoptisis, la eliminación de sangre que proviene de las vías respiratorias a través de la boca, enfermedad que arrastraba desde niña, cuando tuvo que cruzar el frío invierno ruso en compañía de su madre cuando su familia se trasladó a San Petersburgo. Además, ejerciendo como enfermera durante el último tiempo, descubrió que también tenía inversión uterina y que no podría ser madre. Sin embargo, Goldman decide no someterse a cirugía: “Sentía ella una profunda ternura por los niños, pero la perspectiva de la maternidad, que llevaría consigo su reclusión al hogar, es decir la pérdida de la independencia en holocausto de la odiada institución del matrimonio, la horrorizaba” (Peirats, 1978: 43). 7 Louise Michel fue una destacada anarquista francesa y figura fundamental en la Comuna de París, además de ser educadora, poetisa y escritora. 8 Pedro Kropotkin fue un pensador político ruso y uno de los principales teóricos del movimiento anarquista. Sus principales obras son “La Conquista del Pan” y “Apoyo Mutuo”, y luego se convirtió en un gran amigo de Emma Goldman, sobre todo mientras los dos estuvieron en la Rusia revolucionaria. 9Errico Malatesta fue un pensador italiano y, junto a Kropotkin, uno de los principales teóricos del movimiento anarquista moderno. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 18 Su regreso a Estados Unidos no había sido tranquilo. Después de algunos mítines que realizó en Nueva York, múltiples apariciones en la prensa y una detención luego de una reunión junto a españoles de la que fue liberada por falta de pruebas, se embarcó nuevamente rumbo a Europa, a principios del siglo XX. En esta oportunidad, Emma fue con el objetivo de cursar un doctorado en Viena, además de instruirse en métodos anticonceptivos durante una reunión en París de la Liga Maltusiana10 (Barreyro, 2013). Después de realizar algunas conferencias en el Reino Unido y no comenzar nunca sus estudios, su mecenas, el adinerado simpatizante anarquista Herman Miller y amigo personal de Emma (Goldman, 1977), dejó de enviarle dinero y ella se vio en la obligación de regresar a Estados Unidos. El 6 de septiembre de 1901 la población estadounidense se entera a través de la prensa que León Czolgosz, un joven que se había acercado a Emma durante una de sus conferencias en Cleveland ya que estaba interesado en la literatura anarquista y al que ella le escogió algunos libros que estaban disponibles en aquella ocasión, había asesinado en Buffalo al presidente de Estados Unidos, William McKinley11. Goldman fue acusada de instigadora, ya que Czolgosz afirmó que sus acciones estaban inspiradas en ella. Para evitar más escándalos en la prensa, se entregó a la policía en Chicago, sin antes iniciar una fuerte campaña a favor del hijo de inmigrantes polacos. Emma no pudo pagar la fianza, por lo que fue encarcelada nuevamente, pero puesta en libertad al poco tiempo por falta de pruebas. 10 El maltusianismo es una teoría desarrollada por el economista británico Thomas Malthus, según la cual el ritmo de crecimiento de la población responde a una progresión geométrica, mientras que el ritmo de aumento de los recursos para su supervivencia lo hace en progresión aritmética. 11 William McKinley fue el vigésimo quinto Presidente de Estados Unidos, desde 1897 hasta 1901, cuando fue asesinado. Perteneciente al Partido Republicano, su principal impronta en su gobierno fue el impulso del mercado estadounidense y la anexión del territorio de Hawái. Fue reelegido en 1900 para un segundo mandato, que duró sólo un año. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 19 Este fue uno de los momentos más difíciles para Goldman. Sus camaradas la acusaron de haberle hecho un daño irreparable al movimiento anarquista al haberse puesto del lado de Czolgosz, pero ella argumentaba en uno de sus artículos en la revista Free Society: “Mi corazón está con él en profunda simpatía, como con todas las víctimas de la opresión y la miseria, con los mártires que murieron en el pasado y en el futuro, con los precursores de una vida mejor y más noble” (Goldman, 1977: 312). Este tipo de manifestaciones llevaron al nuevo presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt -promotor del nuevo nacionalismo americano- exclamar en un discurso en el Congreso que “los anarquistas son el enemigo de toda la humanidad” (Bucklin, 2003). Este episodio le causó graves problemas a Goldman. Adoptó un seudónimo (E. G. Smith) para poder arrendar un lugar para vivir, ya que su verdadera identidad era motivo de rechazo por parte de los propietarios. Cuando quiso buscar trabajo como enfermera, los doctores a los que acudió le dieron la espalda: “¿Quería que sus nombres aparecieran en la prensa o causarles problemas con la policía? Yo había sido opacada por las autoridades; ¿cómo podía esperar que ellos me recomendaran?” (Goldman, 1977: 319). Además, era agredida e insultada en la calle y la prensa la hacía pedazos. Por esta razón, decidió retirarse durante dos años de la propaganda anarquista y se concentró en el estudio y en el ejercicio de su profesión como enfermera. Emma tenía 33 años. En 1905 sale de aquel ostracismo y al año siguiente crea la revista Mother Earth, gracias a la ayuda del actor ruso Pavel Orleneff, un buen amigo de Goldman, quien la ayudó a reunir dinero a través de la puesta en escena de una obra de teatro. El pasquín se editaba mes a Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 20 mes y se describía a sí mismo como “una revista mensual dedicada a las ciencias sociales y a la literatura” (Mother Earth, Volumen 1, número 2), mientras que las personas que lo apoyaban y que escribían en él de vez en cuando, ayudaron a formar la “izquierda radical” en Estados Unidos a principios del siglo XX (Glassgold, 2001). Los principales temas tratados en la revista eran la actualidad, la prostitución, el control de natalidad, el movimiento obrero, el antimilitarismo, el sindicalismo, entre otros. “Sus nuevas y grandes giras de propaganda, que cubrían ahora del uno al otro extremo del país, aseguraría la vida financiera de la revista hasta 1917, en que fue asfixiada por el Gobierno” (Peirats, 1978: 54). En mayo de 1906, luego de la conmutación de su condena, Berkman salió de la cárcel Allegheny County Workhouse. Por primera vez en 14 años era un hombre libre, tras enfrentar “la brutalidad cotidiana del sistema carcelario, su impacto fisiológico y psicológico, las enfermedades endémicas como la tuberculosis, el despertar de la locura en los presos ante la crueldad de los carceleros, la muerte de sus amigos y el contexto que le colocó en más de una ocasión al borde del suicidio” (Berkman, 2009: 11). Para mantenerse alejado de los problemas, se volcó a Mother Earth, haciendo el trabajo diario de recepción de artículos y edición. Sin embargo, no tardaría en crear su propia publicación, The Blast. En el marco de sus viajes, Emma Goldman realiza uno al Congreso Internacional Anarquista en Ámsterdam, Países Bajos, pero su regreso se vuelve complicado. Las autoridades federales estadounidenses habían aprovechado su salida para prohibir su reingreso al país. Debió desviarse a Canadá para entrar nuevamente a suelo estadounidense por la puerta trasera, lo que le resultó fácil. Sin embargo, en 1909 le revocan la Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 21 nacionalidad estadounidense, que había obtenido al casarse con Kresner. Sus intervenciones públicas se hacen cada vez más difícil debido a su condición de indocumentada y a la acción de la policía. En 1911 edita su primer libro Anarchism and other essays (Anarquismo y otros ensayos), un compendio de sus conferencias corregidas por Berkman. La prensa estadounidense la declara “la mujer más peligrosa del mundo” (Gutiérrez Álvarez, 2007), lo que la hace muy popular internacionalmente. “En 6 meses dio 120 conferencias, ante 40.000 personas en 37 ciudades. (…) ella se convirtió en una de las oradoras más solicitadas por el público estadounidense. Su mensaje llegó más allá de sus seguidores, atrayendo a las audiencias de clase media y alta. Sus conferencias también atrajeron la atención de la policía” (Bucklin, 2003). El medio de comunicación oficial del Partido Socialdemócrata de Londres, el periódico Justice, difamó a Goldman diciendo que actuaba a sueldo de la embajada zarista. Esto, como respuesta al ataque que Emma había estado haciendo a los socialistas de Milwaukee, luego que éstos recortaran el sueldo de los trabajadores fiscales del lugar12. Emma Goldman luego escribió en sus memorias: “Al primer momento me sentí indignada por tan cobarde acusación. Pero recordé que una calumnia igualmente infame había sido lanzada contra una persona mucho más importante que yo: Miguel Bakunin, el padre del anarquismo. Los difamadores de Bakunin fueron Federico Engels y Carlos Marx” (Goldman, 1977: 481). 12 Revista Mother Earth. Abril 1911. Volumen 6, número 2. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 22 Debido a que ya había sido encarcelada anteriormente a causa de sus conferencias y detenida en innumerables ocasiones por la policía estadounidense para luego ser liberada por falta de pruebas, su participación en actividades públicas implicaba tomar ciertas precauciones ante nuevas y posibles detenciones. De esta manera, Emma Goldman nunca estaba tranquila, ni en su vida diaria, ni es sus charlas y conferencias. En una de las manifestaciones, “al subir a la tribuna estaba convencida de que iría a parar a la cárcel. En previsión siguió la vieja tradición de llevar en tales trances un libro consigo. Los amigos que la acompañaban llevaban encima la suma de dinero que posiblemente exigiría el juez para la puesta en libertad condicionada” (Peirats, 1978: 63). La Primera Guerra Mundial En 1914, estalla la Primera Guerra Mundial. Emma Goldman y Alexander Berkman se declaran en contra, por lo que hicieron públicas sus profundas convicciones pacifistas durante el conflicto, criticándolo y calificándolo como un acto de imperialismo. Al mismo tiempo, Emma apoyó ampliamente a los bolcheviques y a la Revolución Rusa. Su entusiasmo por el proceso bolchevique se desmoronó posteriormente, cuando regresó a su tierra, en 1920. A esas alturas, las detenciones de anarquistas y revolucionarios en Estados Unidos a causa de su pensamiento político se hacían cada vez más recurrentes. Los presos políticos como Louise Oliverau, filósofa anarquista condenada a 45 años de cárcel en la penitenciaría de Colorado, y Daniel H. Wallace, activista estadounidense en contra de la guerra condenado a 20 años de prisión en Kansas, eran sólo algunos nombres que Emma Goldman destaca Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 23 dentro de “decenas de otros en cada prisión en todo el país, todos condenados por ‘crímenes’ de carácter político, resultado de la guerra y el reclutamiento, y cuyas sentencias deben terminar con la guerra (…) La práctica del montaje es común en los departamentos de policía de todas las ciudades.”13, escribió en su revista. El 22 de julio de 1916, en medio de un desfile militar en la ciudad de San Francisco, murieron ocho personas a causa de la explosión de una bomba. Los líderes obreros, Thomas J. Mooney y Warren Billins, fueron sindicados como responsables, mientras que Goldman y Berkman habrían sido inductores del hecho. Finalmente, los tres hombres fueron encarcelados, mientras que Emma inició una férrea campaña a su favor a través de su revista. En abril de 1916 es detenida y encarcelada nuevamente por 15 días, tras hacer propaganda sobre el acceso a técnicas de anticoncepción, tema que introdujo en sus conferencias después de su viaje a París en 1900. Además, incluyó el tópico sobre la homosexualidad, que sus propios compañeros y camaradas anarquistas consideraban indecente. “Mientras que llamó a las mujeres a no tener como objetivo el matrimonio y a conseguir mejoras en las fábricas, o su propia determinación, la cosa no pasó de unos días entre rejas, pero (…) delante de una amplia audiencia en el ’Sunrise Club‘ de Nueva York, explicó quizá por primera vez en la historia, cómo tenían que ser utilizados los anticonceptivos, la paciencia policíaca alcanzó un techo” (Gutiérrez Álvarez, 2007: 6). 13 Boletín Mother Earth. Enero 1918. Volumen 1, número 4. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 24 Goldman realizó esa conferencia a pedido del presidente del Sunrise Club, cuya organización era una de las pocas instancias de conversación en Nueva York abierta a la libre expresión. Se enfrentó a cerca de 600 personas, una de las mayores audiencias en la historia del club. Allí encontró a físicos, abogados, artistas y hombres y mujeres de ideas liberales. Todos sabían que sería arrestada, así que acorde a su tradición durante las conferencias, llevó un libro consigo y sus amigos llevaban dinero para pagar la fianza. “Introduje el tema revisando los aspectos históricos y sociales del control de natalidad y luego continué con una discusión de algunos anticonceptivos, sus aplicaciones y efectos” (Goldman, 1977: 554). Después de una serie de conferencias de este tipo en Nueva York, fue arrestada. Llegó a la cárcel por segunda vez, tras haber violado la Ley de Comstock, promovida por el reformista, moralista e influyente estadounidense Anthony Comstock. En 1873, se estableció la ley del mismo nombre, que consideraba ilegal el envío de material obsceno a través del correo, incluyendo aparatos e información sobre la anticoncepción. Además, prohibía la distribución de información sobre el aborto con propósitos educacionales (Garrido, 2007). Goldman aprovechó el tiempo que estuvo recluida para terminar las lecturas pendientes (Peirats, 1978). En el contexto de la Primera Guerra Mundial, el pacifismo y la desobediencia civil fue otra de las apuestas editoriales de la revista de Goldman, Mother Earth, que en 1917 comenzó a hacer un llamado abierto para oponerse al ingreso de Estados Unidos al conflicto. La revista llamaba a desobedecer las leyes de reclutamiento del Gobierno y a no inscribirse en el servicio militar. El 15 de junio del mismo año, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 25 llamada Ley de Espionaje, la cual penaba los actos que interfirieran y afectaran la política exterior del país, así como sus actividades de inteligencia. La ley contemplaba fuertes multas y penas de prisión de hasta 20 años para cualquier persona que obstruyera la inscripción al servicio militar o alentara la “deslealtad” al gobierno de Estados Unidos. “El buen ciudadano ya no tiene que preocuparse por la justicia del servicio militar obligatorio: es constitucional. La servidumbre involuntaria no deberá dar más ansiedad al soberano libre: es constitucional y democrático. La humanidad de obligar a los hombres a cargar armas en violación a su conciencia ya no puede ser cuestionada: es constitucional, es democrática, es final”14, declaraba la revista frente a la aprobación de la ley en cuestión. Gracias a la campaña de Goldman contra la ley de alistamiento, Mother Earth alcanzó el récord de tiraje de 20.000 ejemplares (Peirats, 1978). Después de que Goldman y Berkman siguieran abogando contra el reclutamiento militar en una serie de conferencias que dieron paso a la Liga Antialistamiento, las oficinas de la anarquista en Mother Earth fueron registradas el 15 de junio de ese año y el FBI (Federal Bureau of Investigation) incautó grandes volúmenes de archivos y una lista de los suscriptores de la revista, junto con el pasquín de Berkman, The Blast. El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó en un comunicado de prensa: “Un vagón lleno de registros anarquistas y material de propaganda fue capturado, incluido lo que se cree es un registro completo de los simpatizantes de la anarquía en Estados Unidos. Se encontró un fichero muy bien guardado y que los agentes federales creen que simplificará en gran medida la tarea de identificar a las personas mencionadas en los libros de registro y 14 Boletín Mother Earth. Enero 1918. Volumen 1, número 4. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 26 diversos documentos. Las listas de suscripción a Mother Earth y a The Blast contienen 10.000 nombres asociados, que también fueron incautados”15. Dicha afirmación constituye una clara exageración, ya que en la misma revista se afirma que la mayor cantidad de suscriptores que alcanzaron llegó dificultosamente las 500 personas. Mother Earth circuló mensualmente hasta agosto de 1917. Tras este allanamiento, Emma Goldman y Alexander Berkman fueron condenados por violar la Ley de Espionaje, por lo que fueron detenidos, liberados bajo fianza y sometidos a juicio, que comenzó el 27 de junio. Frente al tribunal ambos compañeros tuvieron la osadía de defenderse a sí mismos, y Berkman afirmó: “Admitimos nuestra oposición al militarismo y a la conscripción. Nuestra propaganda antimilitarista ha sido constante durante veinticinco o treinta años. Ni hemos conspirado ni aconsejado a nadie a no alistarse. Sobre este aspecto remitimos a cada uno a los dictados de su propia conciencia. La Liga Antialistamiento evitó aconsejar a nadie expresamente” (Peirats, 1978: 69). El 9 de julio se leyó la sentencia: culpables, con una pena máxima de dos años de cárcel, 10.000 dólares de multa y su deportación. La salida del país fue fechada para el 5 de septiembre de 1919. En una de las pocas cartas que escribió para el Boletín de Mother Earth que todavía seguía en pie y que se acabaría una vez que Goldman saliera de Estados Unidos, Emma declaró: “Ustedes querrán saber cómo mi vida se ha dispuesto para mí. Una vez en prisión, uno deja de ser una persona libre. Uno se convierte en autómata, moviéndose con la regularidad de un reloj y la monotonía que nunca cambia de cada hora, día y año en la prisión. (…) Estoy 15 “Emma Goldman and A. Berkman Behind the Bars”, The New York Times, 16 de junio de 1917. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 27 liderando una especie de doble vida, queridos amigos. Una, la vida en la cárcel es completamente mecánica. La otra está muy lejos de aquí, es demasiado libre, demasiado ilimitada, demasiado colorida y serena para que el hombre haga leyes o reglas o la discipline al tocarla. Nada puede tocar esa vida ni remotamente. Ustedes están en esa vida conmigo, mis queridos, y todos aquellos que están imbuidos con un gran ideal, que trabajan por un nuevo mundo donde la belleza, el compañerismo y la libertad se apoderen de este horrible mundo de nosotros”16 . El 21 de diciembre de 1919 zarpó el barco “S.S. Buford” con 246 deportados, entre ellos Goldman y Berkman. Así, Emma lamentaría: “Uno no vive en un país 34 años y después le es fácil irse. Aquí se encuentra mi nacimiento espiritual. Todo lo que sé, lo he aprendido aquí. A través de la portilla podía ver la gran ciudad alejándose a la distancia. Era mi ciudad querida, la metrópolis del Nuevo Mundo” (Bucklin, 2003). 16 Boletín Mother Earth. Marzo 1918. Volumen 1, Número 6. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 28 Capítulo II Emma, la anarcofeminista Portada de la revista Mother Earth En el presente capítulo abordaremos los tópicos más importantes desarrollados por el pensamiento político de Emma Goldman mientras vivió en Estados Unidos, en base a la revisión de la mayor parte de la colección de su revista Mother Earth (41 ediciones17) y sus ensayos compilados en el libro La Palabra como Arma (2010) y Anarquismo y otros ensayos (1911). Mientras Emma Goldman vivió en Estados Unidos, desarrolló la mayor parte de su pensamiento político. Fue en esos años cuando comenzó a realizar conferencias por todo el 17 Disponibles en formato digital en http://dwardmac.pitzer.edu/Anarchist_Archives/goldman/ME/me.html Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 29 país y a escribir sobre anarquismo y feminismo, temas que a su salida de América seguiría tratando, pero con menor intensidad, dado que buena parte de su producción intelectual se produjo durante esos años. Fue dicho país la que la vio llegar al punto más álgido de su carrera política, provocando la furia de las autoridades y su posterior deportación. Emma era una estudiante brillante cuando vivía en Rusia y siempre se interesó en los movimientos reivindicativos de su país. Pero no fue sino hasta después del ahorcamiento de cinco anarquistas -que pasaron a la historia como los mártires de Chicago- a causa del motín de Haymarket, que Emma decidió unirse al movimiento anarquista de Estados Unidos. Desde ese momento, dedicó su vida a hacer propaganda por todo el país, promoviendo sus convicciones en cuanto al anarquismo y a la emancipación de la mujer. “Este crimen judicial dejó una marca indeleble en mi mente y corazón, y me condujo a informarme por mí misma sobre el ideal por el cual estos hombres habían muerto tan heroicamente. Me dediqué a su causa” (Goldman, 2010: 173). Así, Goldman consiguió la fama de ser una peligrosa anarquista. Pero sus primeras y más férreas simpatías estuvieron con los derechos de las mujeres: “En su formación revolucionaria, Emma fue antes feminista radical que anarquista. Como dice muy bien Alix Shulman, Emma utilizó la doctrina anarquista para explicar la opresión que padecían las mujeres, pues sabía muy bien que la raíz de semejante opresión era más profunda que las instituciones. Cuando su anarquismo entraba en conflicto con su feminismo, reaccionaba siempre como feminista. A semejanza de muchas mujeres de la izquierda actual, se rebeló cuando los hombres radicales le menospreciaban por el sólo hecho de ser mujer” (Gutiérrez Álvarez, 2007: 4). Bajo dicho marco se atrevió a hablar sobre métodos anticonceptivos, el Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 30 amor libre y en contra del matrimonio, temas tabúes a principios del siglo XX en Estados Unidos. Mientras Goldman vivió en Estados Unidos, las luchas por los derechos de las mujeres estaban todavía en pañales. En cuanto al matrimonio, el divorcio existía desde 1786 en el estado de Massachusetts, seguido por el estado de Nueva York al año siguiente. Sin embargo, debía existir una causa para efectuar la separación, tales como el adulterio o el abandono. No fue hasta 1969 que, el entonces gobernador de California Ronald Reagan, firmó la primera ley de divorcio sin culpa, es decir, sin causa. La primera en abogar por el amor libre fue Goldman, criticando fuertemente a la institución del matrimonio. Asimismo, las mujeres no tenían derecho a voto, lo que consiguieron en 1920, después que Emma ya ha había salido del país. Esta fue una de las principales banderas del movimiento feminista estadounidense, ya que las llamadas sufragistas participaron en la lucha antiesclavista en los estados norteños y, en 1848, realizaron en Séneca Falls el primer congreso para reclamar los derechos de las mujeres (Gamba, 2008). Fueron los negros quieren obtuvieron este derecho antes que sus compañeras. En cuanto al aborto y a los métodos anticonceptivos, temas que Goldman trató intensivamente en sus charlas y por los que resultó presa, estaban absolutamente prohibidos a causa de la Ley de Comstock, que consideraba ilegal el envío de material obsceno a través del correo, tales como información sobre la anticoncepción y sus aparatos correspondientes. Incluso negaba la difusión de información sobre el aborto con fines educacionales (Garrido, 2007). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 31 Es por esto que a Emma Goldman se le considera una mujer vanguardista, ya que “se puede advertir que su pensamiento y su acción se adelantaron a su tiempo. Ella pudo ver claramente las principales cuestiones vinculadas a la liberación de las mujeres y enunciar profundas críticas a la sociedad de su tiempo; muchas de esas críticas siguen estando vigentes en la sociedad actual” (Garrido, 2007: 19). Así, retomar las reflexiones de esta mujer sobre anarquismo y feminismo se vuelve necesario para comprender su vida y, además, para el análisis de dichos tópicos y su vigencia. La lucha de Goldman por la emancipación de la mujer A principios del siglo XX, Estados Unidos experimentaba un auge de los movimientos político-sociales, entre los que se incluía el movimiento feminista, que alzó su voz para conseguir derechos fundamentales para la mujer. Sin embargo, la principal batalla que estaban dando las feministas estadounidenses era el reconocimiento de la ciudadanía de las mujeres y el consiguiente derecho al voto. “Uno de los argumentos centrales del sufragismo, recogido de la vindicación feminista ilustrada, era ‘la apelación a un universalismo ético que proclamaba la universalidad de los atributos morales de todas las personas’. Así, se invocaba la justicia y el principio de igualdad como derechos morales y, por tanto, universales” (De las Heras, 2009: 52), principio que quedó establecido en 1948, tras la publicación de la Declaración de Sentimientos de Séneca Falls, luego de la primera Convención sobre los Derechos de la Mujer. Allí, las mujeres proclamaron su independencia de la autoridad ejercida por los Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 32 hombres y por un sistema social y jurídico que las oprimía. Además, aprobaron una serie de resoluciones que pretendían mejorar los derechos civiles, sociales y religiosos de las mujeres. En julio de 1868, luego de terminada la Guerra Civil Estadounidense18, la XIV19 y XV20 enmiendas de la Constitución de dicho país le entregaron la ciudadanía a los antiguos esclavos y el derecho a voto, marginando a las mujeres. Debido a esa situación, en 1869, las feministas de Nueva York fundaron la Asociación Nacional del Sufragio Femenino21 y veintiún años después se fusionó con otras organizaciones del país para crear la Asociación Nacional Americana del Sufragio Femenino22. Después de que algunos estados del país otorgaran el voto a la mujer en sus elecciones locales, en 1920, el Congreso de Estados Unidos aprueba la XIX23 enmienda que otorga el sufragio femenino. Es en este contexto social y político en el que aparece Emma Goldman, desde la matriz anarquista. Sin embargo, esta mujer se enfrentó a los movimientos feministas de la época, ya que consideraba que las luchas del momento no era apropiadas para la verdadera emancipación de la mujer: “Goldman cuestionaba duramente a las instituciones sociales capitalistas por su doble moral. La estrategia anarquista de Emma la va a llevar a enfrentar 18 Uno de los principales conflictos en la historia de Estados Unidos, donde las fuerzas del norte del país se enfrentaron a las del sur en torno a las diferentes posiciones sobre la abolición de la esclavitud, y que se extendió entre 1861 y 1865. 19 La XIV enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza que toda persona nacida o naturalizada en Estados Unidos es ciudadana de dicho país, además de permitir el voto a todos los ciudadanos estadounidenses varones mayores de 21 años. 20 La XV enmienda de la Constitución de Estados Unidos establece que los gobiernos de dicho país no pueden impedir a un ciudadano estadounidense el derecho a voto a causa de su raza, color o condición anterior de esclavo. 21 National Woman Suffrage Association. 22 National American Woman Suffrage Association. 23 La XIX enmienda de la Constitución de Estados Unidos establece que ninguno de los estados del país o el gobierno federal pueden negarle el derecho a voto a un ciudadano por causa de su sexo. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 33 abiertamente el orden establecido interpelando al matrimonio, la maternidad, la prostitución, el sufragio femenino y defendiendo a los-as perseguidos-as de los poderes estatales, entre ellos-as a las personas con otras orientaciones sexuales” (Garrido, 2007: 1). En temas de feminismo, Goldman iba un paso delante de sus compañeras feministas de principios del siglo XX: “Emma Goldman desarrolla un programa que se vincula más con las propuestas del segundo feminismo o de la segunda ola24, que con el de sus contemporáneas sufragistas de quienes fue una dura crítica, adelantándose en consecuencia varias décadas en sus planteos revolucionarios” (Garrido, 2007: 4). “El puritanismo sigue segando miles de víctimas por causa de su estupidez e hipocresía” Goldman hizo un profundo análisis crítico de la sociedad conservadora de la época, a través de su texto La Hipocresía del Puritanismo, publicado por primera vez en 1911. Para Goldman, el puritanismo comenzó destruyendo y persiguiendo toda manifestación del arte y la cultura a través de los dictados de la religión cristiana, para llegar a suprimir creaciones y demostraciones de la libertad de los seres humanos, haciendo a las mujeres presas del matrimonio y los hijos, y repudiando la homosexualidad. De esta forma, el puritanismo convierte lo natural en una morbosa enfermedad (Goldman, 2010). 24 La primera ola del feminismo corresponde a los movimientos feministas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que tenían como objetivo principal lograr la igualdad de derechos para las mujeres, especialmente el derecho al sufragio. La segunda ola corresponde al resurgimiento del feminismo a partir de los años ’60, donde se tocan temas más amplios como la sexualidad femenina, la familia, el trabajo y los derechos reproductivos (De las Heras, 2009). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 34 En su texto, Emma Goldman establece que la invasión de la moralidad cristiana en la vida de los estadounidenses se propagó de tal modo que se llegó a legislar sobre la base de dichos preceptos morales. En este sentido, Emma habla sobre la Ley Comstock, promulgada en 1873 y que debe su nombre al reformista y moralista estadounidense Anthony Comstock. “El puritanismo ya no emplea el torniquete y la mordaza, pero sigue manteniendo una influencia cada vez más deletérea, perniciosa, en la mentalidad norteamericana. Ninguna palabra podrá explicar, por ejemplo, el poder omnímodo de Comstock. Lo mismo que el Torquemada de los días sombríos de la inquisición, Comstock es el autócrata de nuestra moral o morales; dicta los cánones de lo bueno y de lo malo, de la pureza y del vicio. Como un ladrón en la noche, se desliza en la vida privada de las personas, espiando sus intimidades más recatadas” (Goldman, 1924: 18). También califica a la Ley Seca25 en Estados Unidos como una farsa que profundizó el mal en el sistema humano, ya que en “ningún otro sitio se hallan más borrachos que en nuestras ciudades prohibicionistas. Pero mientras se puedan emplear caramelos perfumados para enmascarar el fétido aliento de la hipocresía, el puritanismo triunfa” (Goldman, 1924: 20). Para Goldman, el puritanismo se introdujo en las instituciones del país con una gran potencia, atrincherándose tras el Estado y sus leyes: “Pretendiendo salvaguardar a la gente de los grandes pecados de la inmoralidad, se ha infiltrado en la maquinaria del gobierno, y añadió a su usurpación del puesto de guardián de la moralidad, que le correspondía a la 25 La Ley Seca consistía en la ilegalización de la fabricación, transporte, importación, exportación y venta de alcohol, lo que promovió la creación de grandes mercados negros donde se vendía la bebida a través del comercio ilegal y el aumento del crimen organizado. La ley fue puesta en vigencia en 1920 y derogada en 1933, sin embargo, Goldman hace referencia a algunos estados que ya habían adoptado dicha medida en 1911, antes de que se promulgara en todo el país. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 35 censura legal, la fiscalización de nuestros sentimientos y aun de nuestra propia conducta privada” (Goldman, 1924: 20). Según Goldman, el puritanismo establece una concepción de vida inamovible, por la cual la existencia es una maldición que se impuso por mandato de Dios, de la cual el ser humano debe redimirse sufriendo constantemente y creando los vicios más horribles. Así, “el espíritu del puritanismo ha pervertido de tal manera la imaginación de la gente, que ella ha perdido ya su frescura de sentimientos para apreciar la belleza del desnudo, obligándonos a ocultarlo con el pretexto de la castidad. Y todavía la castidad misma no es más que una imposición artificial a la naturaleza, evidenciando una falsa vergüenza cuando hemos de exhibir la desnudez de la forma humana. La idea moderna de la castidad, en especial respecto a las mujeres, no es más que la sensual exageración de las pasiones naturales” (Goldman, 1924: 18-19). De esta manera, el puritanismo condena particularmente a la mujer a la soltería, a la procreación sin conciencia o a la prostitución. A la mujer célibe se le exige la abstención sexual, reprimiendo sus manifestaciones sexuales, para no ser tildada de inmoral o de haber perdido su honor, provocando enfermedades y trastornos nerviosos que la afectarán por el resto de su vida. Asimismo, el puritanismo obliga a la mujer casada a procrear ilimitadamente, sin considerar la debilidad física o las precarias condiciones económicas para sostener a una familia numerosa, ya que cualquier método preventivo para procrear está absolutamente prohibido y considerado como un delito. Así, los abortos se vuelven comunes: “la costumbre de provocar los abortos ha alcanzado tan grandes proporciones en Norteamérica, que es algo increíble. Según las investigaciones realizadas en este sentido, se producen diecisiete abortos cada cien Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 36 embarazos. Este alarmante porcentaje comprende sólo lo que llega al conocimiento de los facultativos. Sabiendo con qué secreto debe desenvolverse necesariamente esta actividad y el fatal corolario de la inexperiencia profesional con que se llevan a cabo estas operaciones clandestinas, el puritanismo sigue segando miles de víctimas por causa de su estupidez e hipocresía” (Goldman, 1924: 19). De esta forma, el puritanismo en Estados Unidos al que se refiere Goldman afecta principalmente a las mujeres y su comportamiento. Según Goldman, el puritanismo también lleva a uno de los grandes problemas en el comercio sexual: la prostitución y las enfermedades venéreas. “La prostitución, no obstante se le dé caza, se la encarcele y se le cargue de cadenas, es a pesar de todo un producto natural y un gran triunfo del puritanismo. Es uno de los niños más mimados de la bigotera devota. La prostituta es la furia de este siglo que pasa por los países civilizados como huracán que siembra por doquier enfermedades asquerosas en devastación mortífera. El único remedio que el puritanismo ofrece para este su hijo malcriado es una intensa represión y una más despiadada persecución” (Goldman, 1924: 19). En este sentido, Emma no condena a las prostitutas, sino a las condiciones en que se ejerce dicha profesión. Finalmente, Goldman califica al puritanismo como un germen venenoso: “En la superficie puede parecer fuerte y vigoroso; sin embargo, el veneno trabaja persistentemente, hasta que toda la estructura es derribada” (Goldman, 1924: 21). Trabaja con particular potencia en la mujer de cualquier condición, pero condena a todos a la supresión de sus instintos y pasiones. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 37 “La mujer se enfrenta a la necesidad de la emancipación de la emancipación, si realmente quiere ser libre” Dentro del mismo análisis que hace Goldman sobre la expansión de la moral conservadora en la sociedad estadounidense, también se vuelve a observar las actitudes de las mujeres y de los movimientos feministas en el país, criticando la emancipación de la mujer de la época, que olvida que su lucha no sólo se limita al sufragio femenino y que sus cadenas son otras completamente diferentes. Según Goldman, el desafío de la humanidad es lograr la unidad y armonía entre hombres y mujeres, que no supone una igualación entre los seres humanos ni la eliminación de los rasgos particulares: “El problema al que tenemos que hacer frente actualmente, y que en un futuro cercano se resolverá, es cómo ser una misma al tiempo que una unidad con los demás, sentirse unida profundamente con todos los seres humanos y aun así mantener nuestras propias cualidades características” (Goldman, 2010: 83). De esta forma, la verdadera emancipación de la mujer la convertirá en un ser humano en el verdadero sentido, llegando a su máxima expresión y superando todas las barreras artificiales al alcanzar la máxima libertad, tras haber limpiado todo rastro de sumisión y esclavitud. Ese es, según Goldman, el sentido original del movimiento por la emancipación de la mujer. Sin embargo, lo que habría logrado este movimiento es aislar a la mujer y quitarle su energía y felicidad, ya que la simple emancipación externa hace de la mujer moderna un ser artificial, sobre todo en el ámbito intelectual, que se destaca sólo por sus cualidades exteriores y no por sus propias cualidades internas. La emancipación ha logrado la igualdad Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 38 de sufragio, pero a ojos de Emma Goldman, eso no le otorga la verdadera libertad: “Se podría decir que, ya que la mujer reconoce el terrible tributo que está obligada a pagar a la Iglesia, al Estado y al hogar, desea el sufragio para liberarse. Quizá sea cierto para unas pocas; la mayoría de las sufragistas repudian profundamente tal blasfemia. Por el contrario, siempre insisten que con el sufragio las mujeres serán mejores amas de casa y cristianas, la más leal ciudadana del Estado. De esta manera, el sufragio sólo es un medio de fortalecer la omnipotencia de todos los dioses a los cuales la mujer ha servido desde tiempo inmemorial” (Goldman, 2010: 118). Como Goldman rechaza al Estado, sus instituciones y sus leyes, le parece contraproducente que las mujeres quieran tener el derecho a votar, sobre todo para asegurar una democracia burguesa apelando a la superioridad moral de la mujer: “La recompensa que ha recibido son estrictas leyes laborales, prohibiendo el derecho al boicot, al piquete, de hecho, a cualquier cosa, salvo el derecho a que se le robe los frutos de su trabajo. Y a pesar de todas estas consecuencias desastrosas del fetiche del siglo XX, nada han aprendido las mujeres. Al contrario, se nos asegura que la mujer purificará la política” (Goldman, 2010: 118-119). En síntesis, para una anarquista como Goldman, parecía un insulto que se les hiciera creer a las mujeres que con el voto ganarían el derecho a la libertad y a la igualdad en las luchas civiles con los hombres. Si la propiedad es un robo, las mujeres no son dueñas de sus propios cuerpos y parecía inútil ganar esa batalla a través de la elección de parlamentarios y de aplicación de leyes. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 39 En este sentido, Emma cree que el desarrollo de la mujer, su libertad y su independencia deben provenir de ella misma, y no de derechos concedidos en lo que lo único que es posible hacer es contribuir a los errores que ya han cometido los hombres anteriormente. Así, sólo la reafirmación de la mujer como persona y no como objeto sexual, y el rechazo de cualquier derecho que se quiera imponer sobre su cuerpo constituirá la verdadera emancipación de la mujer y la hará libre, no así el voto (Goldman, 2010). Goldman enfrentó duramente a las sufragistas, herederas del puritanismo de la segunda mitad del siglo XIX, particularmente en las cuestiones vinculadas al derecho a voto de las mujeres y la prostitución, por lo que fue tildada como “una mujer partidaria de los hombres” (Garrido, 2007: 6). “Las sufragistas proclamaban que, gracias a la superioridad moral de las mujeres, una vez que éstas alcanzaran el voto, enderezarían todo los males de la sociedad, Goldman consideraba dicha superioridad moral en las mujeres como un esnobismo de clase media, tendiente a profundizar el antagonismo entre ambos sexos y a consolidar aún más dos esferas completamente separadas” (Garrido, 2007: 5). Por lo tanto, frente a este tipo de luchas del movimiento feminista estadounidense, la emancipación de la mujer se basa en la igualdad económica entre el hombre y la mujer, es decir, poder elegir su profesión u oficio y sus condiciones de explotación. Muy pocas alcanzan el éxito, ya que las profesionales no obtienen la confianza de sus colegas, ni la misma remuneración, además de estar sometidas al régimen laboral del trabajo y del hogar: “La denominada independencia que sólo conlleva ganar la simple subsistencia no es tan atractiva ni tan ideal, como para que se pueda esperar que la mujer lo sacrifique todo por ella. Nuestra tan alabada independencia es, después de todo, sólo un lento proceso de Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 40 embotar y atrofiar la naturaleza femenina, su instinto amoroso y maternal” (Goldman, 2010: 85). Hay muchos factores que hacen de la emancipada mujer moderna una oprimida más, ante quien la vida pasa sin conmover su alma. La limitación de la actual concepción de independencia como falta a la moral, el pavor del amor por un hombre que no sea de su misma categoría social, el miedo a que ese amor le robe su libertad e independencia, no poder ejercer bien su profesión a causa de la maternidad, corresponden a las propias barreras que se ha impuesto la mujer emancipada. De esta manera, Goldman presenta una paradoja: “La mujer se enfrenta a la necesidad de la emancipación de la emancipación, si realmente quiere ser libre”26. Problema que se mantiene vigente en la sociedad actual con sus propios matices de la época. Goldman reconoce que el movimiento por los derechos de la mujer ha roto muchas cadenas, pero ha forjado otras nuevas. “La explicación de tales contradicciones por parte de muchas mujeres liberadas descansan en el hecho de que ellas nunca entendieron realmente el significado de la emancipación. Pensaban que todo lo que necesitaban era la independencia de los tiranos exteriores; los tiranos internos, mucho más peligrosos para su vivir y desarrollo –los convencionalismos éticos y sociales- se los dejó de lado; y ahora están muy bien desarrollados” (Goldman, 2010: 89). Mientras la mujer no se libere de los tiranos internos como el qué dirán los puritanos y la opinión pública, y los enfrente para defender su libertad sin restricciones, no podrá llamarse a sí misma emancipada, recalca Goldman. De la misma manera, el problema central es ideológico, ya que radica en el machismo y en la constatación de que los hombres son tiranos inconscientes, llevando a las mujeres a la sumisión voluntaria a través de su tirano interno (Garrido, 2007). 26 Revista Mother Earth. Marzo 1906. Volumen 1, número 1. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 41 “La verdadera emancipación no surgirá de las urnas de votación ni de los juzgados. Surgirá del alma de la mujer” (Goldman: 2010: 91). Así, la mujer debe liberarse del peso de los prejuicios, tradiciones y costumbres, además de creer que ser amada y ser madre son sinónimos de esclavitud, y que el hombre y la mujer representan mundos antagónicos. En este sentido, para Goldman, la armonía entre los sexos depende de amarse a uno mismo, dentro de la comunión con otros seres, y sentir profundamente esa unión con los demás, donde no hay lugar para los conceptos de conquistador y conquistada (Garrido, 2007). Es importante destacar que la pelea que Goldman daba frente al movimiento sufragista y a las feministas de la época era más bien solitaria, ya que no tenía mayores vínculos con movimientos u organizaciones de mujeres de que estuvieran en su misma posición. La mayoría de las afirmaciones sobre las que escribía y hablaba, se basaban en las experiencias que tuvo en la cárcel, en los períodos en que fue perseguida y en las conferencias que daba por todo el país. “¿Amor libre? ¡Como si el amor pudiera no ser libre!” Dentro de la verdadera emancipación de la mujer que Emma Goldman propone, se encuentra la liberación de la institución del matrimonio, ya que no tiene directa relación con el amor: “El matrimonio y el amor no tienen nada en común; están tan alejados el uno del otro como los polos; en realidad, son antagónicos. No hay duda que algunos matrimonios han sido el resultado del amor. Pero no, sin embargo, porque el amor sólo Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 42 pueda afirmarse con el matrimonio; más bien es debido a que pocas personas pueden completamente superar una convención” (Goldman, 2010: 93). En este sentido, el matrimonio es un acuerdo económico y una especie de seguro de vida. Sin embargo, según Goldman, los beneficios son menores comparados con las inversiones, ya que la mujer paga con su vida, su nombre, su intimidad y su respeto, hasta que la muerte los separe. Además, el matrimonio condena a la mujer a una vida de dependencia y parasitismo en la vida íntima y social. En cambio, el hombre siente las cadenas sólo en un sentido económico, mas no personal. “El matrimonio ha sido denunciado como una institución que representa la soberanía del hombre sobre la mujer, de su completa sumisión, y aun así nos encontramos con mujeres que prefieren casarse a terminar solteras y solas, y esto se produce porque muchas mujeres no han entendido el verdadero significado de la emancipación”27 . Así, Emma establece un argumento que se repetirá más adelante: a la mujer, desde niña, se le prohíbe educarse en torno a su sexualidad, convirtiéndola en un ser humano ignorante, que sólo espera llegar al matrimonio para descubrir los placeres sexuales. “Se puede afirmar que un amplio porcentaje de desdicha, miseria, angustia y sufrimientos físicos del matrimonio es producto de la criminal ignorancia en las cuestiones sexuales que ha sido ensalzada como una gran virtud. No exagero cuando digo que más de un hogar ha sido roto por este lamentable hecho” (Goldman, 2010: 96). Sin embargo, si una mujer es libre y madura como para aprender sobre su sexualidad sin la aprobación del Estado o la Iglesia, es considerada impura e indigna. 27 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 43 La mujer ya no sueña con romances ni diversiones, sino que sólo piensa cuánto ganará al casarse con el mejor partido y cómo éste podrá mantenerla. De esta manera, sólo quiere dejar de trabajar y formar una familia, ya que ese es su objetivo final, el que le inculcaron desde niña. Sin embargo, no se demora en aprender que ha salido de una cárcel para llegar a otra con rejas más fuertes: “No importa lo bruto o cariñoso que sea su marido. Lo que pretendo demostrar es que el matrimonio garantiza a la mujer un hogar sólo gracias a su esposo. Ella se mueve en la casa de él, año tras año, hasta que los aspectos de su vida y de sus relaciones se vuelven tan superficiales, restringidas y monótonas como todo lo que la rodea” (Goldman: 2010: 98). Así, la mujer pierde su vitalidad, energía e imaginación, transformándose en una persona aburrida, absolutamente dependiente y sin conciencia social. Por lo tanto, según Goldman, “El matrimonio suele ser simplemente un acuerdo económico, que asegura a la mujer una póliza de seguro de por vida y al hombre una perpetuadora de su clase o una bonita muñeca. Es decir, el matrimonio, o su preparación para el mismo, predispone a la mujer a una vida como parásita, una sirvienta dependiente e indefensa, mientras que otorga al hombre el derecho a detentar una hipoteca sobre una vida humana” (Goldman, 2010: 191). El matrimonio nunca ha hecho a la mujer libre, sino más bien la encarcela dentro de su propio hogar. Es por eso que lo único que la liberará es el amor. Sin amor no puede existir un verdadero hogar, no debería nacer ningún niño ni tampoco puede existir la vinculación entre un hombre y una mujer. La emancipación de la mujer Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 44 estará marcada porque ella ya no mirará el dinero en su bolsillo, sino que amará al hombre por sus cualidades de su corazón y su mente. “El amor, el más fuerte y profundo elemento en toda la vida, el precursor de la esperanza, de la alegría, del éxtasis; el amor, que desafía todas las leyes, todos los convencionalismos; el amor, el más libre, el más poderoso forjador del destino humano; ¿cómo es posible que esa irresistible fuerza pueda ser sinónimo de matrimonio, esa pobre y mezquina mala hierba concebida por el Estado y la Iglesia?” (Goldman, 2010: 99). Este punto tiene relación con su primera motivación de dejar Rusia y embarcarse a Estados Unidos huyendo del matrimonio acordado por su padre, mucho antes de comenzar su carrera como agitadora y desarrollar este tema en profundidad. Por consiguiente, es por eso que la mujer debe engendrar hijos con amor, bajo libre elección, y no como una imposición del matrimonio: “Así, una madre y un padre igualmente libres serán la base de la seguridad para el niño. Tienen la fuerza, la solidez y la armonía para crear la atmósfera necesaria en donde la planta humana puede germinar en una exquisita flor” (Goldman, 2010: 192). Emma habla de amor libre, sin restricciones. Y fue una mujer que vivió según sus convicciones y nunca se sometió a un hombre ni se permitió ser propiedad de nadie. Tuvo muchos amores: “Al contrario de las nociones populares de amor libre como promiscuo e inmoral, las largas relaciones de Goldman con los hombres que amó – Sasha Berkman, Ed Brady, Ben Reitman, Max Baginsky e Hipólito Havel - fueron alimentadas y tiernas de su parte, y devotas y comprensivas de parte de ellos. Trabajaron para ella y la cuidaron. Ed Bradly le permitió ir a estudiar a Europa. Ben Reitman, su agente, le sirvió como su hombre de avanzada: él juntó dinero para Mother Earth y organizó sus giras de conferencias. Estos Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 45 hombres no la poseían, controlaban, dominaban o esperaban más de lo que ella daría libremente, porque ella los amaba como una mujer libre” (Wiesen Cook, 1977: 46). Emma Goldman nunca quiso amarrarse o comprometerse bajo acuerdos legales o convencionales como el matrimonio, y recalca: “¿Amor libre? ¡Como si el amor pudiera no ser libre! El hombre ha podido comprar cerebros, pero ni todos los millones del mundo han podido comprar el amor” (Goldman, 2010: 99). “Aquí y ahora declaro la guerra a este sistema y no descansaré hasta que sea liberado el camino para una libre maternidad y una saludable, alegre y feliz niñez” Emma Goldman vivió muchos amores pero nunca tuvo hijos: “Ella misma no podía ser madre a causa de una malformación uterina. Los especialistas le aseguraban que una ligera intervención podía corregir la anormalidad. Jamás consintió en ser apta para la maternidad, porque además de atarla a un hombre y a una familia, hubiese malogrado su ferviente apostolado para la propaganda” (Peirats, 1978: 13). Sin embargo, siempre se preocupó de los niños, sus condiciones de vida y su educación, además de que las mujeres pudieran ser o no ser madres por voluntad propia y no por una imposición del puritanismo. Según Goldman, uno de los principales objetivos del capitalismo es conservar y perpetuar la clase obrera y trabajadora, por lo que está a favor de una numerosa población y en contra del control de natalidad. Asimismo, los trabajadores que tienen grandes familias y unos miserables sueldos no pueden darse el lujo de perder su empleo o rebelarse en contra del patrón y dejar a sus hijos sin alimento, por lo que siguen en el círculo vicioso del Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 46 capitalismo, sin atreverse a sindicalizarse o a comenzar una huelga, mientras los poderosos se aprovechan de ellos. Asimismo, a la mujer le estaba vedado el disfrute de su propio cuerpo que, en última instancia, le pertenece al Estado, ya que éste es el que decide sobre su maternidad. Entonces, según Goldman, el tema del control de natalidad es el problema principal de los tiempos modernos y no puede acallarse mediante la persecución, el encarcelamiento o la conspiración de silencio. La mujer está alzando su voz en torno a este tema y se está dando cuenta de sus derechos: “Se ha liberado de las pesadillas del pasado; ha mirado hacia la luz y ha proclamado con clara voz que ya no será parte del crimen de traer desgraciados niños al mundo sólo para ser convertidos en polvo por la rueda de capitalismo y para ser hechos trizas en las trincheras y campos de batalla” (Goldman, 2010: 139). Así, la mujer es la única que puede tomar la palabra en relación a la maternidad, decidir cuántos niños debe traer al mundo y si los tiene con el hombre que ama y porque quiere al niño, ya que es ella quien sacrifica su cuerpo y su salud para la reproducción de la especie. En este sentido, la gran cantidad de madres solteras, sobre todo de clase trabajadora, que no pueden mantener a sus hijos recién nacidos hacen crecer las tasas de aborto: “Miles de mujeres son sacrificadas como consecuencia de los abortos, ya que son realizados por matasanos y parteras ignorantes, en secreto y con prisas. Aun así, los poetas y los políticos cantan a la maternidad. El mayor delito perpetrado jamás contra la mujer” (Goldman, 2010: 141). Sin embargo, los puritanos rechazan esta opción, ya que aseguran que de esta manera, Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 47 la mujer moderna logra perder su moralidad y esquivar sus responsabilidades: “El aborto, de esta manera, tendría que ser prohibido de forma rotunda, pues contradecía los basamentos éticos de la tradición judeo-cristiana, los cuales indicaban que el propósito esencial para el cual las mujeres habían venido al mundo era para ser madres” (Quesada Monge, 2001: 7). Emma Goldman aboga por el derecho de cada mujer a decidir sobre su cuerpo y su sexualidad, rechazando la intromisión del Estado, la Iglesia o cualquier otro dispositivo de control moralizante. En este punto se topa con la visión liberal más clásica, es decir, la total prescindencia del Estado en las materias propias y privadas de los individuos, en este caso, de la mujer. Goldman hizo una fuerte campaña a favor de la información sobre el control de natalidad y métodos anticonceptivos, entre los que se encontraban el uso de esponjas, preservativos y el coitus interruptus (Barreyro, 2013), lo que le valió un arresto y una condena por la Ley Comstock. Pero Emma no dejaría nunca de defender sus convicciones: “Estoy de pie como una de las defensoras de un movimiento mundial, un movimiento que busca liberar a la mujer del terrible yugo y esclavitud del embarazo forzoso; un movimiento que reclama el derecho de cada niño a un buen nacimiento; un movimiento que ayudará al obrero a liberarse de su eterna dependencia; un movimiento que introducirá en el mundo un nuevo tipo de maternidad. (…) Puede que me arresten, me procesen y me metan en la cárcel, pero nunca me callaré; nunca asentiré o me someteré a la autoridad, nunca haré las paces con un sistema que degrada a la mujer a una mera incubadora y que se ceba con sus inocentes víctimas. Aquí y ahora declaro la guerra a este sistema y no descansaré hasta que sea liberado el camino para una libre maternidad y una saludable, alegre y feliz niñez” (Goldman, 2010: 144). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 48 En este sentido, a través de la verdadera emancipación de la mujer, su liberación del matrimonio, el descubrimiento de su sexualidad y la maternidad libre y voluntaria, se construiría una nueva sociedad a partir de una nueva mujer: “En la nueva sociedad que soñaban Emma Goldman y muchos otros anarquistas como ella, la mujer nueva sería capaz de tomar sus propias decisiones, concernieran éstas a su vida personal o civil. Sus elecciones sexuales vendrían motivadas por una perfecta salud espiritual y física donde sólo fueran válidos el amor y el placer. La maternidad en este caso, sería también una elección libremente escogida. Ni el estado ni la religión decidirían sobre un asunto que pertenecería a la más absoluta y responsable libertad personal” (Quesada Monge, 2001: 8). “Lo admitan o no nuestros reformadores, la inferioridad económica y social de la mujer es la responsable de la prostitución” Uno de los males que Goldman identifica y critica con gran fuerza es la prostitución. Mientras Emma era perseguida por la policía después del atentado de Berkman contra Henry Clay Frick, el único lugar donde pudo arrendar una habitación fue en un burdel: “Antes que terminara la semana, me convertí en confidente de la mayoría de las chicas. Competían entre ellas para ser amables conmigo, para darme cosas para coser y ayudarme de distintas maneras” (Goldman, 1977: 105). Fue allí donde conoció las precarias condiciones de dicha profesión y el peligro que corrían las mujeres en esos lugares. Según Emma, si el comercio sexual y la trata de blancas se consideran como actividades ilegales, crecen de manera exponencial, agravando el sistema de proxenetas. Asimismo, la Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 49 comunidad permanece indiferente a este mal generalizado y a la angustia de sus víctimas. De esta manera, Emma explica “¿Cuál es realmente la causa de la trata de mujeres? No solamente las mujeres blancas, sino que mujeres amarillas y negras también. La explotación, por supuesto: el despiadado Moloch del capitalismo que engorda con el trabajo mal pagado, conduciendo a miles de mujeres y niñas a la prostitución”28. Por lo tanto, la prostitución existe debido a una razón económica, impulsada por los bajos sueldos de las mujeres y los altos impuestos. Ellas prefieren ganar dinero a través del comercio sexual que ganar unos pocos pesos en fábricas y tiendas. “Así, es simplemente una cuestión de grado el que se venda a un hombre, dentro o fuera del matrimonio, o a muchos hombres. Lo admitan o no nuestros reformadores, la inferioridad económica y social de la mujer es la responsable de la prostitución” (Goldman, 2010: 104). Goldman también hace una fuerte crítica a la Iglesia Católica, agregando que su historia es también la historia de la prostitución: “El Papa Clemente II, quien emitió una bula de que todas las prostitutas tenían que pagar una cierta cantidad de sus ganancias y aquellos que viven de la prostitución se vieron obligados a dar la mitad de sus ingresos a la Iglesia. El Papa Sixto IV recibió 20.000 ducados de un prostíbulo que, por cierto, él mismo había construido. También es conocido que un gran número de claustros y conventos en realidad no eran más que burdeles”29. Según Goldman, la Iglesia ha sido más cuidadosa con este tema, ya que no cobra dinero abiertamente a las prostitutas, sin embargo, invierte en bienes raíces que luego se convierten en trampas mortales para las que viven del comercio sexual. 28 Revista Mother Earth. Enero 1910. Volumen 4, número 11. 29 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 50 Además del factor económico, Emma destaca que hay otra razón por la cual tantas mujeres recurren a este tipo de vida: la completa ignorancia en cuestiones sexuales. “Es un hecho reconocido que la mujer ha sido educada como una mercancía sexual, y sin embargo se mantiene en absoluta ignorancia el significado y la importancia del sexo. Todo lo que trata este tema es suprimido, y las personas que tratan de llevar luz a esta terrible oscuridad son perseguidas y encarceladas. Sin embargo, es cierto que una niña no sabe cómo cuidar de sí misma, que no conoce la función de la parte más importante de su vida, no debemos sorprendernos si se convierte en una presa fácil para la prostitución o cualquier otra forma de relación que la degrada a la posición de un objeto de mera gratificación sexual”30. En este sentido, el niño puede seguir el llamado de la naturaleza sexual y satisfacerla, pero cuando las niñas intentan hacer lo mismo, los moralistas se escandalizan y lo prohíben. La sociedad considera las experiencias sexuales de un hombre como parte de su desarrollo y educación, mientras que dichas experiencias en la vida de una mujer son una calamidad, una pérdida del honor y la nobleza. La razón económica y sexual son las que llevan a la niña a introducirse en este tipo de actividades: “La niña no es responsable de eso. Por el contrario, es todo culpa de la sociedad, la culpa de nuestra falta de comprensión, de falta de apreciación de la vida en formación, especialmente es la culpa criminal de nuestros moralistas, que condenan a la niña por toda la eternidad porque se ha ido del ’camino de la virtud‘, es decir, porque su primera experiencia sexual tuvo lugar sin la autorización de la Iglesia o del Estado. La niña se convierte en una completa marginada, con las puertas del hogar y de la sociedad cerradas en la cara. Su completo entrenamiento y tradición es tan fuerte que la niña se siente 30 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 51 depravada y deshonrada, y por lo tanto no tiene lugar donde pararse, o donde afirmarse. Así, la sociedad crea las víctimas de las que luego intenta deshacerse inútilmente”31. Para los moralistas, la prostitución consiste en que la mujer venda su cuerpo fuera de la legitimidad del matrimonio, mientras que cualquier otra unión es condenada y repudiada. De ese modo, las niñas se encuentran en la calle a merced de la policía corrupta, por lo que llegan a manos de los proxenetas que las maltratan y humillan. Según Goldman, las mujeres que venden su cuerpo dentro de la institución del matrimonio y se casan por dinero son peores que las prostitutas, ya que la última tiene un mayor salario y además conserva su libertad e independencia. De la misma manera, los hombres casados son los que más frecuentan los burdeles, llevando enfermedades venéreas a sus mujeres e hijos, mientras que la ley no hace nada para prevenir estas situaciones ni la sociedad para condenar al marido, sino que sólo es capaz de poner a la mujer trabajadora tras las rejas. Por lo tanto, para Goldman no existe otra posibilidad que el profundo cambio social para que la prostitución sea erradicada: “Una opinión pública educada, liberada del acoso legal y moral de la prostituta sólo puede ayudar a mejorar las condiciones actuales. Cerrar los ojos e ignorar este mal, como un factor social de la vida moderna, solo puede agravar las cosas. Debemos estar por encima de nuestras tontas nociones de ‘soy mejor que tú’, y aprender a reconocer en la prostituta un producto de las condiciones sociales. Esa comprensión barrerá la actitud de hipocresía y asegurará un mayor entendimiento y un trato más humano. En cuanto a la erradicación completa de la prostitución, nada puede lograr que salvar una 31 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 52 completa transvaloración de todos los valores aceptados, especialmente de los morales, vinculados con la abolición de la esclavitud industrial”32 . Así como Emma Goldman se dedicó a analizar la situación del comercio sexual y a defender a las prostitutas, también encontró su voz alzándose a favor de las minorías de las que ella también se sentía parte: “Cada intento de progreso, de ilustración, de libertad científica, religiosa, política y económica, emana de la minoría y no de las masas. Hoy, como siempre, las minorías son incomprendidas, acosadas, encarceladas, torturadas y asesinadas (…) Siempre, en cualquier época, las minorías han sido las portadoras de las grandes ideas, de los esfuerzos libertadores, que por cierto no es para las masas, un peso muerto que no las deja moverse” (Goldman, 2010: 133).
133). Bajo esta premisa, Goldman inició una cruzada a favor de los homosexuales, liderada por una campaña pública por la liberación de Oscar Wilde, a quien Emma consideraba una víctima más del puritanismo. En 1895, el escritor y poeta irlandés protagonizó un escándalo en Londres al ser descubierto en una relación homosexual con un Lord y fue insultado públicamente de sodomita por el padre de su amante. Wilde lo denunció por difamación e injurias, sin embargo, fue acusado de “grave indecencia” por su conducta homosexual. Perdió el juicio y fue condenado a dos años de cárcel. Goldman fue la única mujer en Estados Unidos que defendió la homosexualidad y a Oscar Wilde en ese momento (Wiesen Cook, 1977), lo que le valió duras críticas del movimiento anarquista estadounidense, ya que veían como peligrosa la inclusión en el programa ácrata 32 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 53 este tipo de temas. Además, “incluyó entre sus conferencias el tema de la homosexualidad, argumentando que cualquier acto sexual realizado voluntariamente por quienes participan en él no constituía vicio alguno, e insistiendo además en que ni el Estado, ni la Iglesia, ni nadie tenía derecho a intervenir en estos casos” (Garrido, 2007: 17). Sin embargo, como era costumbre en Emma, no se dejó amedrentar por sus compañeros, que eran en su mayoría hombres: “La censura vino de algunos de mis propios camaradas porque trataba temas ’artificiales‘, tales como la homosexualidad. El anarquismo estaba bastante mal entendido, y los anarquistas la consideraban [a la homosexualidad] una depravación (…) De hecho, la censura de mis camaradas tenía el mismo efecto en mí que la persecución de la policía; me hizo más segura de mí misma, determinando que abogara por cada víctima, sea ésta considerada una desviada social o que perjudicara la moral (…) Los hombres y las mujeres que venían a verme después de mis conferencias sobre homosexualidad (…) habían alcanzado una comprensión adecuada de su diferenciación solamente después de años de lucha para sofocar lo que habían considerado una enfermedad y una aflicción vergonzosa (Goldman en Garrido, 2007: 16). La lucha de Emma Goldman por la libertad El anarquismo en Estados Unidos se había nutrido de importantes exponentes ácratas y socialistas que se refugiaron en dicho país durante la década de 1870, sobre todo desde Alemania, después de la puesta en vigencia de la ley antisocialista de Bismarck33 (Cole, 33 Otto von Bismarck fue un militar y político alemán, nombrado en 1862 por el Rey Guillermo I como primer ministro del Imperio Alemán. En 1878, tras dos atentados al Rey, Bismarck propuso la ley antisocialista, Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 54 1958). Sin embargo, Estados Unidos ya tenía su propia tradición libertaria con algunos exponentes del anarco individualismo, tradición filosófica que se centra en la autonomía del individuo y en su asociación voluntaria. Josiah Warren (1799 – 1874) “elaboró una teoría acerca del cambio del precio de costo basada en el tiempo de trabajo (en base a) un contrato equitativo como fundamento de una buena sociedad” (Cole, 1958: 309). Abrió su propia tienda para poner en práctica este sistema, publicó un libro en 1846 llamado True Civilization (Verdadera Civilización) y luego fundó una comunidad en Ohio basada en empresas estrictamente individualistas. Stephen Pearl Andrews (1812 – 1886) de la misma escuela, desarrolló en 1851 las ideas del anarquismo individualista en su libro Constitution of Government in the Sovereignty of the Individual (Constitución del Gobierno en la Soberanía del Individuo). El principal sucesor de Warren y Andrews fue Benjamin R. Tucker (1854 – 1939), quien fundó el periódico Radical Review (Revisión Radical) en 1878 y Liberty (Libertad) en 1881, además de publicar en 1893 el libro Instead of a Book (En Lugar de un Libro), “donde atacaba al socialismo y al comunismo desde el punto de vista individualista” (Cole, 1958: 310). La influencia anarquista y socialista que proveyeron los revolucionarios desde Europa, fue principalmente un influjo de la Internacional. La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o Primera Internacional, fue creada en Londres en 1864 sobre la base de diferentes organizaciones sindicalistas, anarquistas y socialistas, con el objetivo de organizar políticamente al proletariado europeo y establecer líneas de acción en común. Los donde se declaró al Partido Socialdemócrata Alemán como una amenaza al orden establecido, lo ilegalizó y cerró sus principales publicaciones. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 55 principales exponentes eran Carlos Marx34, Federico Engels35 y Miguel Bakunin36. Entre sus principales logros se encuentran demandas laborales como una jornada de trabajo más corta, el rechazo al trabajo nocturno y a todas las formas de trabajo perjudiciales para mujeres y niños, además de estimular “la organización sindical en varios países y buscó elevar el nivel político del movimiento sindical” (Sagra, 2007: 15). Sin embargo, fue ampliamente conocida por dar su apoyo a la Comuna de París37 . Dentro de la Primera Internacional hubo diferentes luchas políticas, pero la más importante fue la que se dio entre Marx y Bakunin. Marx defendía la lucha contra el Estado burgués y la imposición del poder estatal de la clase obrera bajo la dirección de un grupo de vanguardia, como transición para abolir toda autoridad del Estado y formas de coerción, mientras que Bakunin concebía “una sociedad libre, construida a partir de pequeñas unidades hasta llegar a grupos federales más amplios y basada en una solidaridad social y humana fundamental” (Cole, 1958: 218). Además, su concepción sobre la revolución también difería, en tanto que Bakunin la consideraba una lucha entre opresores y oprimidos radicada principalmente en los grupos más desfavorecidos, sin tener en cuenta su relación con los medios de producción, mientras que Marx concebía la lucha “en forma de un conflicto de poderes muy centralizados, que representaban los intereses de la clase de los capitalistas y del proletariado” (Cole, 1958: 218). En cuanto a la propiedad, coincidían en el 34 Carlos Marx (1818 – 1883) fue un filósofo y militante comunista alemán de origen judío. Escribió el “Manifiesto del Partido Comunista” junto a Engels y “El Capital”, y se le considera el padre del comunismo moderno y del marxismo. 35 Federico Engels (1820 – 1895) fue un filósofo y revolucionario alemán, amigo y colaborador de Marx, con el que escribió en conjunto el “Manifiesto del Partido Comunista”. Participó en la Primera y Segunda Internacional. 36 Miguel Bakunin (1814 – 1876) fue un filósofo y anarquista ruso, considerado uno de los padres de esta tendencia política. 37 La Comuna de París fue un movimiento insurreccional que gobernó la ciudad de París, Francia, entre marzo y mayo de 1817. Instauró un movimiento político y popular obrero de autogestión. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 56 principio de la propiedad colectiva. Sin embargo, Marx defendía la propiedad estatal de los medios de producción y Bakunin abogaba por cooperativas en manos de los trabajadores a través de la autogestión (Sagra, 2007). Las funciones de la AIT también fueron cuestionadas. Marx abogaba para que ésta fuera un organismo centralizado, unificado y rector del movimiento obrero, mientras que Bakunin pretendía que la Internacional fuera una coordinadora de los movimientos revolucionarios, sin un órgano de dirección en común. A partir de esta polémica, el Consejo General de la AIT se disuelve en 1876, dando paso a diferentes organizaciones. Luego de esta ruptura, los partidos socialistas y laboristas europeos formaron en 1889 la Segunda Internacional Socialista, que fue “una Federación de Partidos Socialdemócratas, algunos de los cuales tenían peso de masas, y todos ellos se reivindicaban marxistas. Marx ya había muerto cuando se fundó la Segunda Internacional. Quien cumplió un papel muy importante en ella fue Engels” (Sagra, 2007: 24). Entre sus logros destacan la declaración del primero de mayo como Día Internacional de los Trabajadores el mismo año de su fundación -a partir de la tragedia obrera de Haymarket- y del 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en 1910. Durante la Primera Guerra Mundial hubo ciertos conflictos en cuanto a la participación bélica que llevaron a la división de la organización y a su posterior disolución. Asimismo, los libertarios crearon una nueva Asociación Internacional de Trabajadores en 1922, conformada por organizaciones anarcosindicalistas y sindicatos de diferentes países, que hoy sigue vigente bajo el mismo nombre y muchos de los principios que la fundaron. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 57 En Estados Unidos, ya bajo la influencia del socialismo y el anarquismo europeo, las diferentes organizaciones revolucionarias comenzaron a organizarse. La Federación Estadounidense del Trabajo38, que reunía a diferentes sindicatos del país, fue creada en 1886 y la organización llamada Trabajadores Industriales del Mundo39 (I. W. W. por sus siglas en inglés) se fundó en 1905 en oposición a su predecesora. En este contexto, Emma Goldman pasó 30 de sus 70 años realizando giras por Estados Unidos, dictando charlas y dando vida a su revista Mother Earth, siendo uno de sus temas principales el movimiento libertario estadounidense y su pertinencia en el escenario político de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Además, en 1911 publicó el libro Anarchism and other essays (Anarquismo y otros ensayos). En éste último, Goldman define al anarquismo como “la filosofía de un nuevo orden social basado en la libertad sin restricciones de leyes artificiales; la teoría es que todas las formas de gobierno descansan en la violencia y, por tanto, son erróneos y peligrosos, e igualmente innecesarios” (Goldman, 2010: 19). Esta definición se condice con la propuesta anarcoindividualista estadounidense y del anarquismo colectivista europeo, que proclaman la abolición del Estado y su sustitución por la sociedad civil organizada, donde se elimine completamente la dominación del hombre por el hombre. 38 American Federation of Labor 39 Industrial Workers of the World Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 58 Aquí es importante hacer hincapié en la diferencia de las concepciones de libertad por parte del anarquismo y del liberalismo. Para el primero, la libertad no puede pensarse desde la perspectiva individual, sino desde la relación entre los individuos y en cómo éstas los constituyen. En este sentido, la individualidad no es previa a la existencia colectiva, sino que nace en la experiencia dentro de las relaciones sociales. Así, la libertad no está asegurada y requiere de ciertas condiciones sociales y políticas para obtenerla. Por otro lado, el liberalismo concibe la libertad como una característica propia del individuo, es decir, debe pensarse en el actuar propio de hombres y mujeres por sí mismos, y no en base a sus relaciones. De esta manera, Goldman critica la intromisión del Estado en la vida de los individuos y a la Constitución como ente de coacción, afirmando que la autoridad atrofia el desarrollo humano, mientras que la plena libertad lo garantiza. En este sentido, no concibe la individualidad de cada sujeto sin libertad, lo que constituye una gran amenaza para la autoridad, siendo la fuerza del ideal de la anarquía la única capaz de regenerar y rejuvenecer al género humano (Peirats, 1978). Ya que la teoría revolucionaria a la que Emma adscribe implica la superación de la propiedad privada a través del principio federativo40, ella lo defendió y desarrolló en algunos de sus textos en la revista Mother Earth y en su libro de ensayos sobre anarquismo. Según Goldman, la propiedad es el dominio de un determinado objeto y la siguiente 40 El principio federativo es un concepto desarrollado principalmente por el anarquista francés Pierre-Joseph Proudhon y que se basa en comunidades autogobernadas y soberanas a través de diferentes niveles de federaciones y confederaciones. Su libro más importante es “¿Qué es la propiedad? O una investigación acerca del principio del derecho y del gobierno”, editado en 1840. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 59 negación de obtención a los demás del mismo: “Es el dominio privado de los bienes lo que condena a millones de personas a ser nada, muertos vivientes sin originalidad o capacidad de iniciativa, maquinarias vivientes, que acumulan montañas de riqueza para otros, recibiendo a cambio una vida gris, aburrida y miserable” (Goldman, 2010: 184). De esta manera, para Emma, sólo el anarquismo permitiría acabar con esta situación, ya que se centra en el desarrollo del ser humano según las condiciones que deben determinar su tipo de trabajo, asumiendo que la sociedad capitalista hace que muchos trabajen para que muy pocos, sin trabajar, obtengan las ganancias de dicha labor. Así, a través de la federación se desarrollará “el comunismo libertario, actuando por la solidaridad de intereses. No puede existir libertad, en el amplio sentido de la palabra, ni desarrollo armonioso, en tanto las consideraciones mercenarias y comerciales jueguen un papel fundamental en la determinación de la conducta personal” (Goldman, 2010: 185) Y sigue: “sólo el anarquismo puede dar lugar a una verdadera organización no autoritaria, en tanto suprime los existentes antagonismos entre individuos y clases sociales” (Goldman, 2010: 194). Para lograr dicha organización basada en la igualdad de todos los seres humanos, es necesario destruir y superar la institución del Estado como monopolizador de la violencia. Según Emma -quien no nombra a sus referentes teóricos en sus ensayos, pero que según su autobiografía fue influenciada por los debates de la Primera Internacional- el Estado no es nada más que un concepto, como el de nación, raza o humanidad, que los poderosos han aprovechado para dominar a sus súbditos: “En su base se encuentra la doctrina de que el hombre es tan malvado, tan vicioso, tan incompetente como para reconocer lo que es bueno Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 60 para él. Sobre ésta, se levanta todo gobierno y opresión. Dios y el Estado existen y son apoyados por este dogma” (Goldman, 2010: 36). A su vez, el Estado debe defenderse, por lo que reprime, persigue, castiga y priva al individuo de su libertad. Para eso es ayudado por diversas instituciones y recurre a todo tipo de violencia y fuerza, para así formar a los individuos en la disciplina y obediencia, dominada por el temor a la autoridad en el hogar, la escuela, la iglesia y la prensa. “La mayor estupidez concentrada es la opinión pública. Pocos tienen el coraje de enfrentarse a ella. Quien se niega a someterse rápidamente es etiquetado como raro o diferente y desacreditado como un elemento perturbador en el confortable estancamiento de la vida moderna” (Goldman, 2010: 39). Sin embargo, no es sólo al Estado al que Emma combate, sino también a todos los gobiernos, ya sean fascistas o democráticos, ya que la autoridad organizada del Estado sólo es necesaria para mantener o proteger la propiedad y los monopolios. “Estoy en contra de la dictadura y el fascismo, como de igual modo me opongo a los regímenes parlamentarios y de las denominadas democracias políticas (Goldman, 2010: 33). Y sigue: “Por lo tanto, creo, con mis compañeros anarquistas, que las regulaciones estatutarias, las promulgaciones legales, las disposiciones constitucionales, son invasoras. Nunca han inducido a un hombre a hacer algo que él no quisiera hacer por la capacidad de su intelecto o temperamento, ni evitó nada que el hombre no haya sido capaz de hacer por las mismas causas” (Goldman, 2010: 185). Emma cree que no hay otra salida que la revolución (Peirats, 1978). “Año tras año, las puertas de las infernales prisiones devuelven al mundo unos seres demacrados, deformados, sin voluntad” Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 61 En una de las cartas de Goldman a sus seguidores de Mother Earth, describe con detalle sus días en la cárcel: “Nuestra recreación tiene que ser en interiores, caminando en círculos por el pasillo en medio del ruido ensordecedor de voces humanas, descargando emociones reprimidas durante todo el día por el silencio forzado. Así, por un momento sólo vi un ‘parche azul que los presos llaman cielo’. Ayer fue nuestro primer gran premio. Estuvimos en el patio durante más de dos horas. Fue un día glorioso. El bendito sol y el vasto cielo azul mirando hacia abajo sobre la criatura del hombre, con desprecio por su crueldad hacia su hermano. El sol cura todos los gérmenes. ¿Podrá curar el germen de la crueldad, injusticia e ignorancia? ¿Podrá derretir el hielo en el corazón humano?”41 Es por eso que la crítica de Goldman hacia el sistema penitenciario también está cargada de emocionalidad. Sus tres estadías en prisión mientras vivió en Estados Unidos y la de su compañero Berkman por cerca de 15 años marcaron su vida y sus reflexiones posteriores. Emma describe la prisión como el peor infierno: “Año tras año, las puertas de las infernales prisiones devuelven al mundo unos seres demacrados, deformados, sin voluntad, los náufragos de la humanidad, con la marca de Caín en sus frentes, sus esperanzas masacradas, todas sus inclinaciones naturales frustradas. Recibiendo sólo el hambre y la crueldad, éstas víctimas rápidamente recaen en el crimen como única posibilidad de existencia” (Goldman, 2010: 55). Así, el Estado debe protegerse de aquellos que transgreden las leyes para asegurar su supervivencia, encarcelándolos en prisiones para mantenerlos privados de libertad. Además, la sanción de ciertas conductas responden solo al imperio del dinero y de la 41 Boletín Mother Earth. Marzo 1918. Volumen 1, número 6. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 62 propiedad privada: “En relación con el argumento estereotipado de que el gobierno reprime el crimen y los vicios, incluso no es creíble ni para los propios legisladores. Este país gasta millones de dólares para mantener a los criminales tras los barrotes de las prisiones, a pesar de que el crimen no ha parado de incrementarse (…) El noventa por ciento de todos los crímenes son delitos contra la propiedad, que tienen su causa en nuestras injusticias económicas (…) Los delitos, que son consecuencia de la herencia, nunca podrán ser evitados mediante la ley. Ciertamente, en la actualidad sabemos que tales delitos pueden ser tratados de manera más efectiva sólo mediante los mejores métodos modernos de la medicina que están a nuestro alcance, y, sobre todo, mediante un profundo sentimiento de hermandad, generosidad y comprensión” (Goldman, 2010: 186). “Una protesta consciente contra alguna medida represiva, arbitraria o tiránica tomada desde el poder” El principal acto violento organizado por anarquistas en Estados Unidos durante la época en que Goldman vivió en el país, fue el que tuvo como protagonista a Alexander Berkman, cuando en julio de 1892 intentó asesinar al empresario Henry Clay Frick después de que éste autorizara la represión de una de las huelgas de su empresa donde murieron siete trabajadores y luego despidiera a sus empleados que habían participado en la manifestación. Debido a que este hecho fue realizado por su compañero y amigo, Emma tuvo que referirse en algunas ocasiones a su postura frente a este tipo de actos y a la legitimidad de la resistencia ante la violencia institucional. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 63 De esta manera, Emma Goldman no defiende los actos de violencia realizados por sus compañeros libertarios por causa de motivos políticos, no obstante, tampoco los condena: “Sé que algunos anarquistas han cometido actos de violencia, pero fueron las terribles desigualdades económicas y las grandes injusticias políticas las que les llevaron hacia tales actos, no el anarquismo. Cada institución en la actualidad se basa en la violencia; nuestro medio social está saturado de ella (…) Simplemente que ningún acto violento cometido por los anarquistas ha sido en beneficio, enriquecimiento o provecho personal, antes bien, han sido una protesta consciente contra alguna medida represiva, arbitraria o tiránica tomada desde el poder” (Goldman, 2010: 193). No obstante, establece que dichos actos no pueden llevar a una reconstrucción social, ya que ésta debe ser conducida por los individuos directamente sobre su entorno y por la protesta económica consciente y organizada de las masas a través de la acción directa y la huelga general. “El espíritu militarista es el más despiadado, cruel y brutal que existe” Otro de los males que Goldman identifica y que establece como “una amenaza para la libertad”, es el patriotismo. En el contexto del estallido de la Primera Guerra Mundial y la integración de Estados Unidos al conflicto después del hundimiento del barco Lusitania42 , el gobierno impulsó una fuerte campaña para el alistamiento de jóvenes al Ejército, la cual Emma rechazó energéticamente a través de giras por el país y variados escritos en contra del reclutamiento como consecuencia del patriotismo. En este sentido, estos postulados son coherentes con la crítica central que Goldman hace a la existencia misma del Estado, en 42 Barco británico que fue bombardeado por un submarino alemán en 1907, provocando la muerte de miles de personas. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 64 tanto institución que controla, persigue y violenta, utilizando al reclutamiento militar como un instrumento más de aquel Estado restrictor. Además, tiene coherencia con la libertad que Emma y el anarquismo defienden frente a una decisión política tomada por las autoridades de iniciar o integrarse a un conflicto bélico. En esas circunstancias, ella declara que: “La presunción, la arrogancia y el egoísmo son las esencias del patriotismo. (…) El patriotismo asume que nuestro globo está dividido en pequeñas parcelas, cada una rodeada por una reja de hierro. Aquellos que han tenido la fortuna de nacer en alguna parcela en particular, se consideran a sí mismos mejores, más nobles, más grandes, más inteligentes que los seres que habitan en cualquier otra parcela. Por consiguiente, es el deber de cada uno de los que viven en dicha parcela el luchar, matar y morir en el intento de imponer su superioridad frente a los demás” (Goldman, 2010: 62). Goldman también combate el fuerte crecimiento del militarismo, ya que está transformando rápidamente el tradicional país de la libertad en una potencia imperialista y despótica. “El espíritu militarista es el más despiadado, cruel y brutal que existe. Promociona una institución mediante la cual no necesita ni siquiera fingir una justificación. El soldado, como ha indicado Tolstoi, es un asesino de seres humanos. No mata por amor, como podría hacer el salvaje, o por pasión, como ocurre con los homicidas. Es una herramienta mecánica, de sangre fría, que obedece a sus superiores militares. Está predispuesto a rebanar una garganta o echar a pique un navío al dictado de sus oficiales, sin saber por qué o, tal vez, sólo importándole cómo” (Goldman, 2010: 187). Así, el militarismo sería la razón por la que la nación pierde libertad y se destruye a sí misma, generando un negocio millonario para los países en guerra, mientras cínicamente critican a los anarquistas por Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 65 cometer actos violentos. Este tipo de declaraciones fueron las que llevaron a Emma a la cárcel y a su posterior deportación de Estados Unidos. “La filosofía del ateísmo” Como anarquista, Emma Goldman critica a la Iglesia como institución de dominación. Si bien la religión fue creada por los seres humanos para dar respuesta a fenómenos naturales inexplicables, Goldman ataca a la propia Iglesia y al clericalismo como el enemigo del desarrollo humano y el libre pensamiento, sin un lugar en la vida de las personas verdaderamente libres (Goldman, 2010). Pero también desarrolla lo que ella llama “la filosofía del ateísmo” que “representa un concepto de vida sin Más Allá metafísico o Divino Regulador. Es el concepto de un mundo real, verdadero, con su liberación, ampliación y embellecimiento de las posibilidades (…) niega la lealtad no sólo a un concepto determinado de Dios, sino que niega toda servidumbre a la idea de Dios, y se opone al principio teísta como tal” (Goldman, 2012: 3- 4). Visión materialista heredada de la tradición socialista europea. “Creo que la libertad de expresión y prensa viene a significar que yo pueda decir y escribir lo que me plazca” Desde esa perspectiva, la libertad de todo individuo bajo cualquier dominación u opresión es fundamental para Emma Goldman. La libertad es real y verdadera; es el derecho natural Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 66 del hombre, por lo que “la batalla por la libertad, como muy bien ha indicado Ibsen43, es la lucha por, y no sólo para, alcanzar la libertad que libere lo más poderoso, fundamental y destacable del carácter humano” (Goldman, 2010: 183). En numerosas ocasiones, durante las giras de Emma por Estados Unidos y Europa, fue interrumpida y detenida por la policía, impidiéndole dar sus charlas y discursos. En una de sus visitas a Filadelfia, Goldman describe el actuar de la policía al arrestarla: “Nadie me reconoció mientras subía la escalinata que conducía al lugar de encuentro (…) pero una mano pesada me tomó inmediatamente por el hombro y una voz dijo: ‘Usted está bajo arresto, señorita Goldman’. Hubo una conmoción, la gente corría hacia mí, pero los oficiales sacaron sus armas y detuvieron a la multitud. Un detective agarró mi brazo y me empujó escaleras abajo, hacia la calle. Me dieron la opción de ir en la patrulla policial o caminar hacia la estación de policía. Yo escogí caminar” (Goldman, 1977: 123-124). Es por eso que Goldman se preocupa por la libertad de expresión y prensa, calificándola como la capacidad de “decir y escribir lo que me plazca”. Sin embargo, “este derecho, cuando queda regulado por los principios constitucionales, los decretos legislativos, la decisión del todopoderoso Director General de Correos o las cachiporras de los policías, se convierte en una farsa (…) El nuestro se supone que es un país gobernado por las mayorías, y aunque ningún policía está investido con el poder de la mayoría, puede romper una conferencia, echar al conferenciante del estrado y expulsar a golpes a la audiencia fuera del local” (Goldman, 2010: 189 - 190). 43 Henrik Ibsen (1828 – 1906) fue un conocido dramaturgo y poeta noruego que destacó por cuestionar los valores victorianos de familia y sociedad de la época. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 67 “La filosofía revolucionaria del trabajo, es el significado verdadero y vital del sindicalismo” Una de las pocas veces que Emma Goldman habló sobre medidas concretas a favor de una sociedad libre, fue cuando desarrolló la idea de sindicalismo, que se instala como una alternativa de lucha política a los partidos parlamentarios. En ese momento, Estados Unidos contaba con dos principales organizaciones de sindicatos: la Federación Estadounidense del Trabajo y los Trabajadores Industriales del Mundo (I. W. W. por sus siglas en inglés). La primera abogaba por el sindicalismo de oficio, “basado en la organización separada de cada oficio o grupo de oficios, que trataba de imponer su código de reglamentaciones laborales a los patronos principalmente para la protección y mejoramiento de los trabajadores calificados, sin ocuparse demasiado de lo que pudiera sucederles a los demás” (Cole, 1965: 243). Esta organización logró obtener un buen número de convenios colectivos o contratos donde se regulaban los salarios y condiciones de los trabajadores, cerrando las posibilidades de trabajo a los que no fueran miembros de los sindicatos en cuestión. Como oposición a este tipo de sindicalismo, en 1905 nació la I. W. W., que proponía la unión de la clase obrera contra la clase capitalista a través del “sindicalismo doble” o sindicalismo industrial militante, que implica la creación de un sindicato general abierto a todos los trabajadores como instrumento de lucha de clases contra el sistema capitalista. Dentro de las disputas de la organización sobre si participar en elecciones parlamentarias o Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 68 la importancia de la acción política, se encontraban los anarquistas, que proponían “destruir todo gobierno coercitivo, en favor de la auto-organización ‘libre’ y espontánea de los trabajadores sobre una base local, comunal, con ‘libre’ federación de los grupos locales como medio de abordar los problemas de grandes zonas” (Cole, 1965: 250). Esta organización tuvo una importante labor al reunir a las masas de inmigrantes que llegaban desde Europa y, particularmente, a los que llegaban de los países latinos. Esto causó que dichos sindicalistas fueran brutalmente perseguidos por varios estados del país. En este contexto, Goldman escribió sobre el sindicalismo al que adhería la I. W. W. en su revista Mother Earth: “La característica que distingue el sindicalismo de la mayoría de las filosofías, es que representa la filosofía revolucionaria del trabajo concebido y nacido en la lucha y experiencia real de los mismos trabajadores, no en universidades, colegios, bibliotecas o en el cerebro de algunos científicos. La filosofía revolucionaria del trabajo, es el significado verdadero y vital del sindicalismo”44 . Goldman argumentaba que la emancipación económica de los trabajadores debe ser el objetivo principal de todos los revolucionarios y a lo que todas las demás luchas deben ser subordinadas. Esto se contradice de cierta manera con sus postulados feministas, ya que quedarían en un segundo plano, priorizando únicamente la contradicción capital trabajo. Para Emma, el sindicalismo ya no se mueve dentro del sistema de salarios y el capitalismo, sino que reconoce a este último como inevitable, y repudia y condena los acuerdos que imponen las industrias a sus trabajadores como injustos y criminales. En este sentido, el 44 Mother Earth. Enero 1913. Volumen 7, número 11. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 69 sindicalismo tiene como meta el derrocamiento absoluto del sistema salarial: “Su objetivo es liberar al trabajo de toda institución que no tiene por objetivo el desarrollo libre de la producción para el beneficio de toda la humanidad. En resumen, el propósito final del sindicalismo es reconstruir la sociedad de su actual estado centralizado, autoritario y brutal, a uno basado en la agrupación libre y federalizada de los trabajadores en las líneas de la libertad económica y social”45. Así, el sindicalismo trabaja para debilitar las instituciones existentes y para educar a los trabajadores en una vida solidaria y libre para cuando el capitalismo haya sido abolido. Es por esto que, para Goldman, el sindicalismo es la expresión económica del anarquismo. El sindicalismo repudia los viejos métodos de los sindicatos tradicionales y declara una guerra abierta contra el régimen capitalista, así como a cualquier institución que lo apoye y proteja. Por esta misma razón, rechaza el sistema de contratos, ya que no entiende que el capital tenga el poder por sobre el trabajo, con la posibilidad de romper el acuerdo mientras el otro debe someterse sin reparos. Además, rechaza el dinero y las tesorerías sindicales: “El principal valor ético del sindicalismo consiste en la tensión que pone en la necesidad del trabajo de deshacerse del elemento de discordia, parasitismo y corrupción en sus filas, busca cultivar la devoción, la solidaridad y el entusiasmo, que son lejos más esenciales y vitales en la lucha económica que el dinero”46 . Según Goldman, la teoría del sindicalismo ve al Estado como el principal portavoz del capitalismo y como uno de sus soportes más importantes, siendo sus pilares el Ejército y la 45 Ibid. 46 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 70 Iglesia. De esta manera, el sindicalismo se declara como antiparlamentario y antimilitarista dentro de un sistema en que sólo el trabajo tiene la fuerza para derrotar al enemigo. En cuanto a los métodos prácticos del sindicalismo, Emma identifica tres: la acción directa, el sabotaje y la huelga general. El primero es el “esfuerzo individual o colectivo consciente para protestar en contra, o para la solución, a las condiciones sociales a través de la afirmación sistemática del poder económico de los trabajadores”47. El sabotaje consiste en obstruir el proceso regular de producción, siendo el arma más eficaz del sindicalismo, ya que toca al capitalismo en su punto débil, el bolsillo. Por último, la huelga general es la interrupción del trabajo o cese de labores: “La Huelga General, iniciada por una organización determinada, por una industria o por una minoría pequeña y consciente entre los trabajadores, es el grito industrial de detener al ladrón que luego es aceptado por muchas otras industrias propagándose como fuego descontrolado en muy poco tiempo”48 . Goldman explica que la labor de los sindicalistas es preparar a los trabajadores en el espíritu de ayuda mutua y fraternidad, y en su independencia y unidad a través de las mutuales, cuyo objetivo es asegurar el trabajo para los miembros desempleados, ayudándose unos a otros. “Y todas estas actividades sindicalistas están impregnadas con el espíritu del trabajo educacional, llevado a cabo sistemáticamente por clases nocturnas de todos los temas vitales tratados desde un punto de vista imparcial y libertario, no el conocimiento adulterado con el cual las mentes se rellenan en nuestras escuelas públicas. El ámbito de la educación es verdaderamente fenomenal, incluyendo la higiene sexual, el 47 Revista Mother Earth. Febrero 1913. Volumen 7, número 12. 48 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 71 cuidado de las mujeres durante el embarazo y trabajo de parto, el cuidado del hogar y los niños, sanitización e higiene general, de hecho, todas las ramas del conocimiento humano”49. Sin embargo, lo más importante es preparar a los trabajadores para su papel en una sociedad libre, haciendo del obrero un experto en su oficio para que “cuando los trabajadores finalmente se hagan cargo de la producción y la distribución, las personas estén completamente preparadas para manejar exitosamente sus propios asuntos”50 . De esta manera, Emma declara convencida: “una sociedad libre puede existir sólo a través de la asociación voluntaria y su éxito final dependerá del desarrollo intelectual y moral de los trabajadores que suplantaran el sistema salarial con un nuevo acuerdo social, basado en la solidaridad y bienestar económico para todos. Eso es el sindicalismo, en la teoría y en la práctica”51 Luego de esta revisión podemos ver que Emma Goldman defendió lo indefendible, se atrevió a enfrentar a las mujeres sufragistas, a los moralistas conservadores y a los políticos, evidenciando los problemas de la sociedad estadounidense de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. El anarquismo y el feminismo fueron sus principales banderas de lucha y son las que se vuelven vigentes en la actualidad. 49 Ibid. 50 Ibid. 51 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 72 Capítulo III Emma, una paria Foto de Emma Goldman y Alexander Berkman52 Durante los últimos años en que Emma Goldman vivió en Estados Unidos, escribió en su revista Mother Earth sobre la incipiente Revolución Rusa y realizó algunas conferencias sobre el mismo tema. Sus palabras apoyaban el proceso revolucionario, alabando a los principales impulsores de las demandas del proletariado ruso. Sin embargo, su opinión cambiaría tras su llegada a la Rusia revolucionaria, que luego, en 1922, se convertiría en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Emma defendía y promovía el proceso que se estaba llevando a cabo en la Rusia zarista, que comenzó con la Revolución de Febrero de 1917. Después de la serie de derrotas militares del zarismo ruso en la Primera Guerra Mundial, sobre todo frente a los alemanes, 52Fotografía disponible en http://www.flickr.com/photos/ooocha/2573891067/ Trabajo licenciado con Creative Commons. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 73 el país quedó devastado y el zar Nicolás II había perdido toda credibilidad y control sobre su territorio y el parlamento. Las condiciones de vida se habían vuelto insoportables: había inflación, desgaste de los ferrocarriles, crisis de aprovisionamientos y la capital se encontraba en peligro de quedarse sin pan ni combustible (Serge, 2008). En febrero de 1917, los trabajadores de Petrogrado, la capital, iniciaron una huelga, seguida por una manifestación de las mujeres de la ciudad, realizada el 23 de febrero. Luego de días de protestas contra la guerra y la autocracia, el zar ordenó a los militares salir a controlar los desórdenes. Sin embargo, el Ejército le dio la espalda y todos los regimientos de la guarnición de Petrogrado se unieron a la revuelta, con lo que se consolidó el poder de los trabajadores y, así, la revolución. El zar abdicó el 2 de marzo, dejando al país libre del Imperio para la consolidación de los primeros soviets53 en la capital rusa. El Gobierno Provisional, una combinación de liberales y socialistas moderados que intentaron resolver los graves problemas por los que atravesaba el país, se hizo cargo de la administración, sin embargo, los trabajadores presionaron en contra de dicha instancia gubernamental a través de una serie de manifestaciones durante el resto del año (Contraimagen, 2007). El pequeño Partido Bolchevique, liderado por el político ruso Lenin, apoyó estas manifestaciones y poco a poco se convirtió en el portavoz del descontento general. “Rusia se encuentra entre dos dictaduras. O la del proletariado, o la de la burguesía” (Serge, 2008: 36). El proletariado exigía la salida inmediata de la Primera Guerra Mundial, sin embargo, el gobierno no quiso retirarse, hasta que el 3 y 4 de julio del mismo año, los soldados de Petrogrado se negaron a ir al frente de batalla, lo que desató una dura represión por parte del gobierno. 53 Asamblea o consejo de trabajadores que se organizan en un territorio determinado, al margen del Estado. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 74 En ese momento, los trabajadores radicalizaron sus manifestaciones y demandas, y la mayoría de los soviets y sindicatos se alinearon con los bolcheviques. “Todo el poder debe pasar a los soviets” (Serge, 2008: 36) era una de las consignas que fue utilizada por los bolcheviques y otros partidos de izquierda. La principal disputa entre las fuerzas de izquierda fue entre los bolcheviques y mencheviques. Mientras los primeros apostaban por la revolución, los últimos insistían en políticas reformistas y la formación de un gobierno constitucional. Los soviets fueron conquistados mayoritariamente por los bolcheviques y, León Trotski, político ruso de ese partido, se convirtió en presidente del soviet de Petrogrado, lo que constituyó un momento decisivo para la consolidación de la revolución obrera y campesina. Para octubre de 1917, los trabajadores rusos pedían a gritos la toma del poder y, el 25 del mismo mes, la Guardia Roja bolchevique tomó los puentes y caminos de la capital, el Banco Central, telégrafo y oficina postal, para después llegar al Palacio de Invierno, donde estaban los gobernantes. Según palabras de Alexander Berkman: “Durante la noche del 24 al 25 de octubre (6-7 de noviembre), el Gobierno de Kerensky54 fue disuelto – pacíficamente, sin efusión de sangre – y la supremacía de los soviets quedó establecida. El Partido Comunista tomó el poder. Era la culminación política de la revolución rusa” (Peirats, 1978: 80). 54 Aleksandr Kérenski fue un político social revolucionario que ayudó al derrocamiento del zar y fue primer ministro del gobierno provisional después de febrero de 1917. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 75 El poder se le entregó al Congreso de Soviets y Vladimir Ilich Lenin, político ruso, teórico comunista y líder de los bolcheviques, realizó una serie de decretos del nuevo gobierno. El primero tenía relación con la paz, en el que invitó a las naciones que participaban en la Primera Guerra Mundial y a sus gobiernos a “abrir sin tardanza negociaciones para una paz justa y democrática (…) una paz inmediata sin anexiones (es decir, sin conquistas de territorios extranjeros, sin uniones obligadas de nacionalidades extranjeras) y sin contribuciones de guerra” (Serge, 2008: 69). El segundo decreto trataba sobre la tierra, en el que abolió las propiedades territoriales sin indemnización alguna, otorgándole a los soviets la libertad de trabajarlas como ellos estimaran conveniente. Por último, se nombró un nuevo gobierno llamado Consejo de Comisarios del Pueblo o Sovnarkom, que realizó reformas como abolir la pena de muerte, la nacionalización de los bancos, el control obrero de la producción, el derecho de los pueblos rusos a su autodeterminación, entre otros. En 1918, comandados por Trotski, los bolcheviques firmaron el Tratado de Brest-Litovsk con el Imperio Alemán y otras potencias, en el que debieron ceder grandes territorios. Asimismo, la Rusia de los soviets fue constantemente atacada por naciones extranjeras contrarrevolucionarias, por lo que el mismo Trotski creó el Ejército Rojo, integrado por cerca de cinco millones de soldados revolucionarios (Contraimagen, 2007) que lucharon y vencieron en la mayoría de dichas batallas. Luego de que el Partido bolchevique pasara a llamarse “Comunista” y que una poderosa burocracia se apoderara del Estado obrero y del mismo partido, algunos, como Máximo Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 76 Gorki55, empezaron a sospechar del poder que estaba tomando el puesto de mando. De esta manera, Gorki invitó, a través de su publicación personal, “a todos los ciudadanos a negar obediencia a los bolcheviques, a resistir de una manera activa a la sublevación, a echar mano del sabotaje y de la desorganización del avituallamiento. Su santo y seña es: Todos los medios son buenos contra los bolcheviques” (Serge, 2008: 81). También comenzaron las críticas a causa del excesivo control gubernamental, una serie de arrestos de funcionarios que no querían servir al nuevo régimen y al cierre de periódicos mencheviques, anarquistas y social-revolucionarios debido a su diferencia de opinión y rebelión contra los bolcheviques (Serge, 2008). Este era el panorama al que se enfrentó Emma Goldman mientras estuvo en Estados Unidos, desde donde defendió la revolución rusa con su pluma y voz. A través de la revista Mother Earth, Goldman intentó explicar a sus lectores “La verdad acerca de los bolcheviques”, nombre que le dio a las conferencias que hizo por diferentes estados norteamericanos; mientras enfatizaba que la revolución rusa tenía sus orígenes en “el heroico movimiento que por casi cien años llevó a cabo una incesante batalla contra las oscuras fuerzas de la autocracia rusa. Durante ese período, la sangre de los mártires rusos había alimentado la semilla del idealismo y de la rebelión en el útero de la tierra rusa”56 . Así, Emma explicaba que el proceso revolucionario se desarrolló de manera lenta y dolorosa, llevando su mensaje a los corazones y mentes del pueblo, de los campesinos y los trabajadores. Si bien el zarismo quería entrar y permanecer en el conflicto bélico, el 55 Escritor y político ruso que participó en el proceso revolucionario de su país. 56 Boletín Mother Earth. Diciembre de 1917. Volumen 1, número 3. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 77 proletariado ruso se opuso firmemente y logró la victoria en octubre de 1917: “La Revolución Rusa fue la expresión culminante de todos los anhelos acumulados del pueblo ruso. Fue el punto de quiebre del odio al antiguo régimen y la realización del gran sueño, amado por el pueblo por tanto tiempo. Desde lo más profundo del alma y espíritu ruso como algo tan arraigado, tan poderoso, podría conformarse con el derrocamiento del Zar”57 . Además, Goldman calificó el régimen de Kerenski y al Gobierno Provisional como reaccionario y nuevo despotismo, por estar en contra de la revolución y no dar paso a las transformaciones por las que clamaba el pueblo ruso. Sin embargo, Emma insistía en que los rusos no dejarían de luchar por la revolución y que no podrían reprimir su espíritu que clamaba por cambios fundamentales en el país: “Para el pueblo ruso, la revolución significa un cambio fundamental en los acuerdos políticos y económicos de la vida. Principalmente, significa la confiscación de la tierra y las fuentes de producción de aquellos que se habían enriquecido con ellos mientras mantenían al pueblo en la pobreza. Los rusos han comenzado a darse cuenta que las simples libertades políticas no son duraderas, que no se gana nada a menos que un cambio fundamental haya sido provocado para mantener las ventajas políticas recién obtenidas”58. De esta manera, octubre de 1917 no sería el final de la revolución, sino el principio de una revolución social real. Emma incluso alabó el trabajo conjunto de Lenin, Trotsky y Kolontai59, indicando que eso demostraba que “son impulsados, no por el dinero alemán, sino por la necesidad psíquica 57 Ibid. 58 Ibid. 59 Política comunista y feminista rusa, defensora de los derechos de la mujer. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 78 interna de la Revolución Rusa de proclamar el ultimátum de la paz universal y la tierra al pueblo al resto del mundo”60 . Estos fueron parte de los últimos escritos y conferencias de Goldman antes de ser encarcelada y deportada a su país natal. Así, en una de las cartas que envió a Mother Earth desde la cárcel de Jefferson, explicaba: “Sólo lamento una cosa de tener que ir a la cárcel ahora. Es que mi trabajo de presentar la verdad sobre los bolcheviques ante el público estadounidense sea interrumpido. La gran asistencia en cada una de las pocas ciudades que visité fue un indicio suficiente del despertado interés en el maravilloso pueblo de Rusia que está llamando la atención en todo el mundo”61. Y terminaba exclamando: “¡Larga vida a los bolcheviques! ¡Que sus llamas se esparzan y rediman a la humanidad de su esclavitud!”62 La desilusión rusa Emma Goldman y Alexander Berkman llegaron el 19 de enero de 1920 a la Rusia revolucionaria. Sin embargo, el país no estaba en las mejores condiciones; la revolución, la guerra y el bloqueo tenían al pueblo sufriendo hambre y frío: “Emma conservaba una vívida impresión del Petrogrado de 1885. ¡Qué diferencia con el de ahora! Era un montón de ruinas (…) Las calles sucias y desiertas, los habitantes parecían cadáveres ambulantes, desnutridos, ateridos de frío, tristes” (Peirats, 1978: 81). Ahí es donde ambos compañeros se encuentran con lo que más adelante sería para Emma la desilusión de la enorme burocracia y poder estatal que había creado el Partido Comunista. 60 Ibid. 61 Boletín Mother Earth. Febrero de 1918. Volumen 1, número 5. 62 Ibid. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 79 Sin embargo, también habían otras razones por las cuales Goldman no era capaz de adaptarse a lo que estaba pasando en aquel país: “Cuando llegó a Petrogrado, pienso que lo que encontró en la ciudad fue una sorpresa total. Y pienso que parte del problema, antes de hablar de la situación política, estaba en el hecho de que ella era estadounidense. Se había americanizado. Se había acostumbrado a ciertas maneras de pensar, a ciertas maneras de ser” (Pateman en Bucklin, 2003). Después de haber vivido más de treinta años en Estados Unidos, no fue fácil llegar a su país natal y encontrarse con un precario nivel de vida de los habitantes, presos políticos anarquistas, ejecuciones y un poder estatal conducido con puño de hierro. En este sentido, la primera organización de inteligencia militar y política soviética fue la Checa, creada el 20 de diciembre de 1917. Tenía la misión de terminar, casi sin ningún límite legal, con todas las voces contrarrevolucionarias que aparecían en el país, ya fueran individualidades o prensa disidente. “La guerra, el sitio total de la revolución y la insuficiencia de las resistencias espontáneas al enemigo, obligan a la formación de un ejército regular, en el lugar y para sustituir a los cuerpos de guerrilleros. Los complots obligan a que se forme un potente aparato de defensa interior. Los atentados, (…) el peligro mortal, exigen el terror. El declarar fuera de la ley a los socialistas de contrarrevolución y el romper con los anarquistas y los socialistas-revolucionarios de izquierda trae como consecuencia el monopolio político del partido comunista y hace que caduque, de hecho, la constitución” (Serge, 2008: 269). Debido a la constante vigilancia de la Checa, la población estaba mecanizada a repetir las consignas oficiales y culpar de todo mal al bloqueo de la Entente (Peirats, 1978). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 80 Es así como en una de las primeras reuniones del soviet de Petrogrado a las que asistió Emma, pudo ver la mordaza que se le aplicaba a la oposición. Allí los disidentes quisieron intervenir en la discusión y fueron reprimidos por los bolcheviques. Cuando Emma pidió una explicación, un férreo militante respondió: “La libertad de palabra es una superstición burguesa; en período revolucionario no puede haber libre expresión” (Peirats, 1978: 82). Para Goldman, que había defendido la libertad y seguía haciéndolo en su más amplio concepto, esto era inaceptable. En este contexto es que Goldman y Berkman se enteran que muchos de los presos políticos eran compañeros anarquistas que habían escapado de Estados Unidos para acudir al llamado de la revolución. “Los auténticos revolucionarios estaban en la cárcel o andaban fugitivos por el simple delito de opinión política. Los soviets eran un fraude. Trotsky había atacado con ametralladoras los centros anarquistas. Se deportaba a la gente rebelde, se la condenaba a trabajos forzados, como en los peores tiempos del zarismo, y se ejecutaba sin previo proceso” (Peirats, 1978: 82- 83). Cuando Berkman y Goldman se enteran de esta situación, deciden tomar las medidas correspondientes y, gracias a una amiga que era muy cercana a Lenin, acuerdan una reunión con el líder bolchevique en Moscú (Bucklin, 2003). Al llegar al Kremlin, lugar de los gobernantes rusos, los esperaba un largo rato de ceremonias antes de poder hablar con el líder. Cuando finalmente se sentaron frente a él, Lenin los llenó de preguntas sobre el movimiento revolucionario en Estados Unidos y la situación de los anarquistas. Según él, éstos se habían adaptado perfectamente al nuevo gobierno. Berkman decidió tomar la palabra y preguntar sobre la libertad de expresión y los Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 81 presos políticos anarquistas. Lenin respondió tajante: no había ningún anarquista en las cárceles de Rusia, allí sólo habían criminales (Peirats, 1978). En cuanto a la libertad de expresión, les dijo: “Miren, esa es una noción muy burguesa, alzando la voz. Estamos rodeados por enemigos por todos lados, ¿qué quieren decir con libertad de expresión? Los rusos blancos nos están atacando, tenemos traidores en el interior, tenemos colaboradores en el interior, tenemos todo tipo de gente actuando en este país, ¿qué quieren decir con libertad de expresión? No se puede tener libertad de expresión en esta situación revolucionaria” (Pateman en Bucklin, 2003). Luego se levantó de su escritorio y dio por terminada la reunión. Esta conversación también es relatada por Goldman en su autobiografía. Después de ese encuentro fue que ambos se dieron cuenta que todas las decisiones pasaban por la supervisión de Lenin, y que éste estaba en conocimiento de todo lo que pasaba en el país. De ahí que Goldman escribió: “Lenin era un reaccionario. Todos sus hechos políticos desde 1917 son una demostración viviente de sus aspiraciones contrarrevolucionarias. Contrarrevolucionarias en el sentido que han contribuido con todos los medios al fracaso de la revolución” (Goldman, 1924: 76). Después de unos meses de reflexión en cuanto a la situación del país, recibieron una invitación a servir como intérpretes en una misión británica que recorrería algunos centros de producción. En dicha excursión se percataron de algunas anomalías: algunos obreros desaparecían por haber hablado demás y la comida que recibían era incomible. “Eran proletarios de las industrias de base. Estaban sujetos a la militarización del trabajo. Se les exigía un volumen de producción de realización imposible con los estómagos semivacíos. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 82 En ciertas fábricas había una fuerte plantilla de guardias y espías, para evitar los escamoteos” (Peirats, 1978: 90). Llegaron a Ucrania, que en esos momentos era territorio ruso, a causa de otra expedición encomendada por el Museo de la Revolución de Petrogrado. Allí encontraron grandes diferencias con el resto del país: todos estaban fuertes y contentos, el Partido Comunista no había podido organizarse bien en el lugar y existía una gran reticencia al centralismo del gobierno. En ese lugar, se había iniciado una guerrilla por parte del nativo Néstor Ivanovitch Makhno, un anarquista que se inició en el camino revolucionario en 1905, fue apresado en 1908 y liberado en 1917, cuando volvió a su ciudad natal. En ese momento, los austroalemanes63 invadieron Ucrania con la intención de anexar el territorio y reestablecieron las autoridades y terratenientes, por lo que Makhno inició una lucha armada para liberar el lugar e instalar la revolución social y las comunas libres. Para cuando los invasores se retiraron, Makhno emprendió la guerra contra los rojos (bolcheviques) y los blancos (anti bolcheviques auspiciados por las potencias occidentales) (Peirats, 1978). Fue perseguido por el Estado, por lo que se trasladó a París, donde murió el 25 de julio de 1934 de tuberculosis. Cuando Goldman y Berkman llegaron a Karkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, fueron entrevistados secretamente por embajadores de Makhno e invitados a unirse a la guerrilla. Sin embargo, declinaron la invitación ya que podrían poner en peligro al resto de 63 Soldados de la República de Austria Alemana, que tomó ese nombre después de la disolución del Imperio austrohúngaro, al término de la Primera Guerra Mundial. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 83 la expedición al quedarse en el lugar. Además, “no creían conveniente todavía la ruptura de puentes. Confiaban aún en una resurrección revolucionaria” (Peirats, 1978: 98). Cuando volvieron a Moscú, los primeros días de 1921, se enteraron que Peter Kropotkin, principal teórico anarquista ruso, estaba muy enfermo. Éste había quebrado definitivamente con Lenin en la primavera boreal de 1918, lo que desencadenó el ataque por parte del líder bolchevique al ala izquierda revolucionaria, entre los que se encontraban los anarquistas. Kropotkin vivía moderadamente en una aldea de la provincia de Moscú y, en un encuentro anterior con Emma en ese lugar, afirmó: “Los bolcheviques nos están enseñando cómo no hacer la revolución” (Peirats, 1978: 87). Goldman sentía un gran aprecio por quien había admirado por mucho tiempo y con quien había establecido una gran amistad. “Así se posiciona Peter Kropotkin ante el mundo a la edad de 70: el enemigo más intransigente de toda injusticia social, el amigo más profundo y tierno de la humanidad oprimida e indignada, viejo en años, pero brillante con el eterno espíritu de la juventud y la fe inmortal en el triunfo final de la libertad y la igualdad”64, fue la descripción que hizo de él en su revista Mother Earth para el cumpleaños del anarquista. Ante la noticia, Emma se ofreció inmediatamente a cuidar al enfermo, pero su hija le dijo que no era necesario. A los pocos días, Kropotkin se agravó y pedía encarecidamente la presencia de Goldman. Sin embargo, debido a una tormenta de nieve, no pudo llegar a tiempo. Kropotkin murió el 8 de febrero de 1921. El Gobierno quiso rendirle honores, pero la familia y Emma se opusieron, organizando ellos mismos el cortejo fúnebre: 64 Mother Earth. Diciembre 1912. Volumen 7, número 10. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 84 “Campesinos, obreros, soldados, intelectuales, hombres y mujeres sobre un radio de varios kilómetros, así como toda la comunidad de Dmitrov, afluía a la quinta de Kropotkin para rendir un último homenaje al hombre que había vivido entre ellos compartiendo sus luchas y sus dolores” (Goldman, 1924: 58). Luego, la caravana se puso en marcha hacia Moscú en un tren. Los organizadores del funeral de Kropotkin, entre los que se encontraba Berkman, se toparon con varios obstáculos, como la prohibición por parte de la Checa de sacar dos panfletos en memoria del anarquista, por lo que hubo que imprimirlos clandestinamente en una imprenta clausurada por la policía. También se le pidió al Gobierno liberar temporalmente a los presos anarquistas para que pudieran asistir al multitudinario entierro. En un principio el Gobierno accedió a la petición, exigiendo que los organizadores se hicieran responsables de que los presos volvieran a la prisión. Sin embargo, después declararon que en la cárcel de Moscú no había anarquistas, pero era de conocimiento público que en esa prisión estaban los libertarios que habían participado de la guerrilla de Makhno. La comitiva amenazó con declarar pública e internacionalmente los hechos, a lo que el Gobierno pidió un plazo para liberar a los presos. El cortejo fúnebre comenzó y sólo aparecieron siete presos, quienes encabezaron la marcha con una pancarta en la que se leía: “Los anarquistas piden ser libertados de las cárceles del socialismo” (Peirats, 1978: 105). Miles de personas asistieron al funeral que se encaminó a la cárcel de Moscú, donde estaban los demás anarquistas, quienes “agitando los brazos entre las rejas, daban el último adiós al maestro” (Peirats, 1978: 105). En el cementerio se pronunciaron discursos, entre ellos el de Emma Goldman. Llegada la noche, los siete presos Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 85 volvieron a sus celdas bajo la sorpresa de los carceleros: “Los guardias, que no los esperaban, habían cerrado las puertas y se retiraron. Los hombres casi debieron forzar la entrada, ya que los guardias estaban tan asombrados de ver a los anarquistas bastante locos como para cumplir una palabra dada por sus camaradas” (Goldman, 1924: 60). La persecución anarquista por parte de los bolcheviques llegó a su punto más álgido durante la rebelión de los marinos de Kronstadt65en marzo de 1921. Aquella base naval era una de las tradiciones revolucionarias heroicas, ya que se enfrentaron victoriosamente al poder del zar y al gobierno de Kerenski. Debido a las constantes huelgas en Petrogrado, los marinos se reunieron en una asamblea, concluyendo que “los soviets actuales no expresaban la voluntad de los obreros y los campesinos. En consecuencia, proponíase la celebración inmediata de nuevas elecciones con voto secreto y con garantías para la propaganda, libertad de palabra y de prensa para todos y particularmente para los anarquistas y socialistas de izquierda” (Peirats, 1978: 114). Además, exigían la liberación de los presos políticos y la abolición del trabajo militarizado. El gobierno de Lenin declaró que el movimiento de Kronstadt estaba en rebelión en contra del Estado proletario y, todos los sospechosos de colaborar con aquella sublevación, fueron arrestados. A pesar de esta importante represión, los marineros de Kronstadt se organizaron y establecieron, durante 16 días, una comuna revolucionaria independiente y en contra del poder soviético. “Todo el poder a los soviets y no a los partidos (…) Los obreros y los campesinos avanzan: dejan tras sí a la constituyente con su régimen burgués y la dictadura del partido comunista, con su Checa y su capitalismo de Estado, que ha estrechado el nudo 65 Base naval que lleva el nombre de la ciudad portuaria rusa ubicada en la Isla de Kotlin. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 86 en torno al cuello de los trabajadores y amenaza con estrangularles” (Berkman en Peirats, 1978: 115). Es por eso que fueron ampliamente difamados por la prensa oficialista, que denunciaba a la Entente como el poder que estaba detrás de la rebelión. Emma Goldman y Alexander Berkman estaban muy atentos al movimiento de los marinos. Ellos, en 1917, los habían apoyado con una protesta desde su base naval durante su proceso judicial en Estados Unidos. Quisieron intervenir hablando con Lenin y Trotsky, pero no les fue posible, por lo que elaboraron un documento que, el 5 de marzo, entregaron al soviet de Petrogrado: “En lo que se refiere al conflicto entre el gobierno soviético y los trabajadores y marineros, pensamos que debe ser resuelto, no por la fuerza de las armas, sino por la camaradería, por un acuerdo revolucionario y fraternal. La decisión tomada por el gobierno soviético de derramar sangre, no apaciguará a los trabajadores en la situación actual. Por el contrario, servirá únicamente para empeorar las cosas y reforzará el juego de la contrarrevolución en el interior” (Goldman, 1924: 67). Por último, proponían la elección de una comisión compuesta por cinco personas, incluyendo a dos anarquistas, para que fuera a Kronstadt a solucionar el conflicto pacíficamente. La carta no recibió respuesta. El 7 de marzo comenzó un continuo ataque a la base naval de Kronstadt que duró diez días, donde murieron miles de marineros y trabajadores. Los que sobrevivieron fueron encarcelados y fusilados en las prisiones rusas. Así terminó una de las últimas grandes rebeliones en contra del régimen soviético y fue, en última instancia, lo que terminó de sepultar las esperanzas de Berkman y Goldman en la revolución rusa. Emma escribiría tres años después: “La idea de querer dejar Rusia nunca me había pasado por la cabeza. Yo estaba trastornada y asombrada por este solo pensamiento. ¡Abandonar a Rusia en su Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 87 calvario! Pero yo sentía que daría ese paso antes que participar en el engranaje de esta maquinaria, antes que llegar a ser una cosa inanimada manejada como un títere” (Goldman, 1924: 70) y prosigue: “Nuestra esperanza era Europa y Estados Unidos, decía Sasha (Berkman). Había llegado el tiempo de dar a conocer a los trabajadores, en el extranjero, la vergonzosa traición de octubre (…) Sólo esto, y nada más que esto, podría detener la mano de la dictadura” (Goldman, 1924: 72). Lo único que Emma Goldman y Alexander Berkman pudieron hacer para protestar ante este hecho fue rechazar las raciones de comida que les daba el Gobierno y vivir como un ruso común, por lo que pasaron hambre y frío. Al mismo tiempo, en el X Congreso del Partido Comunista, que se realizó entre el 8 y el 16 de marzo de 1921, Lenin dio su golpe más fuerte al establecer la Nueva Economía Política, que “implicaba libre comercio, concesiones a los capitalistas, empleo privado en el campo y en las ciudades y otras concesiones al antiguo régimen” (Peirats, 1978: 120). A esto le siguió la declaración pública de Lenin en contra de los elementos anarquistas, además de las detenciones masivas de libertarios y la clausura de sus centros de organización e imprentas. Entre el 22 de junio y el 12 de julio de 1921 se lleva a cabo el III Congreso Mundial de la Tercera Internacional en Moscú. Liderados por el Partido Comunista ruso, se trataron temas como el cambio del contexto político mundial, resolviendo trabajar con otros frentes de izquierda fuera de Rusia. Durante esos días, se realizó una huelga de hambre por los presos políticos de la cárcel de Taganka en Moscú, lo que levantó la sospecha de algunos delegados anarquistas. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 88 Una comisión se propuso hablar con el líder en el Kremlin para plantear el tema. Sin embargo, Lenin no dio su brazo a torcer: “No estaban dispuestos a permitir ninguna clase de oposición al Gobierno revolucionario, fuese aquélla de derecha o de izquierda. No obstante, como sola y única concesión se mostraba dispuesto a que salieran del país aquellos anarquistas, con el bien entendido de que serían fusilados si por azar volvían a ingresar en Rusia” (Peirats, 1978: 126). La Checa solicitó una lista completa de los candidatos a la deportación y la nueva comisión, integrada por representantes del Gobierno, de los presos y de los delegados del Congreso, elaboraron un documento con las condiciones de deportación. El 5 de enero de 1922 salieron de Rusia. Después de este incidente, comenzó una nueva persecución a los anarquistas, por lo que la decisión de Berkman y Goldman de salir del país ya estaba tomada. Pidieron ayuda a sus compañeros alemanes para que les consiguieran el visado necesario para entrar al país con la excusa de ser invitados a un congreso anarquista convocado en Berlín y después de una serie de trámites burocráticos, el Gobierno les permitió la salida. “El 19 de enero de 1920 habían llegado a Rusia con el corazón henchido de esperanza y la inquebrantable fe en su país purificado por la revolución; el 1 de diciembre de 1921 salían con la fe rota y el corazón compungido” (Peirats, 1978: 132). El tránsito europeo “Por increíble que pueda parecer, las cárceles de Rusia soviética se hallan atestadas de presos revolucionarios del país: hombres y mujeres de la mayor significación, de ideas y aspiraciones sociales elevadas. (…) Sólo vuestra ayuda voluntaria e inmediata podrá salvar Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 89 a nuestros camaradas presos en Rusia de la muerte por inanición” (Peirats, 1978: 135-136). Así constaba en un documento firmado por Alexander Berkman, Emma Goldman y Alejandro Shapiro, un viejo anarcosindicalista ruso, que elaboraron al llegar a la ciudad de Riga, Letonia. Ya habían salido de Rusia, pero el visado alemán finalmente les fue negado y las autoridades letonas los amenazaban con devolverlos a Rusia si no salían pronto del país. Para su tranquilidad, Suecia estaba dispuesta a recibirlos. Sin embargo, antes de salir fueron arrestados durante dos días y sometidos a un fuerte interrogatorio. Cuando llegaron a Suecia, también fueron obligados a retirarse, poniendo como excusa los textos que Emma había escrito para la prensa anarcosindicalista de ese país. Al parecer, todo había sido un movimiento de la Checa: “Moscú no se había atrevido a negarles la salida abiertamente. Temía provocar una protesta internacional que le hubiera sido desfavorable. Sin embargo, creyó poder frustrar los planes de los emigrantes al convertirlos en espantajos ante los ojos alérgicos de las autoridades occidentales” (Peirats, 1978: 138). Finalmente, Emma consiguió un permiso de tránsito permanente para Alemania y llegó al país con su nuevo amante, un compañero sueco. Debido a la propaganda en contra del régimen soviético que inició en algunos diarios europeos en los que tenía amistades, alcanzó la fama de vendida al capitalismo y de traición al pueblo revolucionario (Peirats, 1978). Instalada en Alemania, Emma comenzó a escribir, con la ayuda de Berkman en cuanto a la documentación, el libro que luego se llamaría My dessillusionment in Russia (Mi desilusión Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 90 en Rusia), y que provocó una serie de críticas en su contra por parte de sus camaradas de izquierda. “Ella hizo algo que a muchos de nosotros nos cuesta hacer, reconoció que había sido una tonta, reconoció que se había equivocado, reconoció que había cometido un error, no un error fortuito, sino que un terrible error de gran magnitud al apoyar a los bolcheviques. Se postró y lo aceptó, lo aceptó completamente” (Pateman en Bucklin, 2003). En la misma línea, escribió en contra del Estado bolchevique y su enorme maquinaria: “La tendencia inherente del Estado es a concentrar, reducir y monopolizar todas las actividades sociales; la naturaleza de la revolución es, por el contrario, crecer, ensancharse y diseminarse en círculos cada vez más amplios. En otras palabras, el Estado es institucional y estático; la revolución es fluida y dinámica. Estas dos tendencias son incompatibles y mutuamente destructivas. La idea del estado asesinó a la Revolución Rusa y deberá tener el mismo resultado en todas las otras revoluciones, a menos de que prevalezca la idea libertaria” (Goldman, 2012: 1). Además, critica la concepción de revolución socialista bolchevique, diciendo que no es más que la dictadura del proletariado o de su vanguardia, el Partido Comunista, por sobre la dictadura burguesa; un intercambio de hombres y personalidades políticas, no un cambio real. Así, la revolución constituye un proceso violento que implica la transformación fundamental de los valores sociales humanos: “El fin último de todos los cambios sociales revolucionarios es establecer la santidad de la vida humana, la dignidad del hombre, el derecho de cada ser humano a la libertad y el bienestar. Si no fuese ése el objetivo esencial de la revolución, entonces el cambio violento de la realidad social no tendría justificación alguna” (Goldman, 2012: 3). Sin embargo, la “tragedia de la Revolución Rusa”, como la Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 91 llama Goldman, consistió en el cambio de las instituciones por parte del partido político imperante, mientras que ignoró completamente los valores involucrados en la Revolución, supeditándolos a las necesidades del Estado Socialista: “Esta perversión de los valores éticos pronto se cristalizó en el todopoderoso eslogan del Partido Comunista: el fin justifica los medios” (Goldman, 2012: 2). Finalmente, critica el estado de las condiciones actuales de Rusia: “Somos testigos de la trágica condición de Rusia. Los métodos de la centralización estatal han paralizado la iniciativa individual y el esfuerzo; la tiranía de la dictadura ha intimidado a la gente y la ha llevado a la sumisión servil, y más que nada, extinguió el fuego de la libertad; el terrorismo organizado ha depravado y embrutecido a las masas y ha sofocado todas las aspiraciones idealistas; el asesinato institucionalizado ha degradado la vida humana, y ha eliminado todo el sentido de la dignidad del hombre y del valor de la vida humana; la coacción en cada paso ha hecho del esfuerzo una amargura, del trabajo un castigo, ha transformado la existencia completa en un esquema de engaño mutuo, y ha reavivado los instintos más bajos y brutales del hombre” (Goldman, 2012: 4). Sin embargo, Goldman no se limitó a criticar solamente a la checa y al Estado bolchevique, sino que también analiza el papel jugado por las mujeres en la construcción de la Revolución: “Cuando critica al estado soviético lo hace de forma integral, no por partes. Y esas críticas, por ejemplo, incluyen la condición de la mujer, de la familia, del matrimonio, del amor libre y de los niños” (Quesada Monge, 2001: 5), aspectos que temporalmente fueron controlados por la máquina burocrática soviética. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 92 Emma Goldman no podía alejarse de la propaganda, actividad que venía realizando por más de treinta años y que mantuvo durante su estadía en Alemania. Sin embargo, tras un mitin en el que participó como oradora abogando por los presos políticos rusos y denunciando la tragedia de la Revolución Rusa, fue obligada a retirarse del país. Así, sus amigos ingleses la invitaron y, el 24 de julio de 1924, salió sola para Inglaterra. Llegó a Londres en septiembre del mismo año e inmediatamente comenzó sus labores de propaganda denunciando al régimen soviético: “A despecho de mis modestas facultades quiero gritar mi ’yo acuso’ contra la autocracia soviética, responsable de persecuciones y brutalidades” (Peirats, 1978: 151). En junio de 1925, se casó con un camarada anarquista y minero galés para obtener la nacionalidad inglesa, pero fue sólo un arreglo sin ningún vínculo amoroso. Él volvió a las minas y Emma se quedó en la capital. Un año después, tras la huelga minera de 192666 , salió del país con destino a St. Tropez, Francia, luego que la mecenas artística estadounidense, Peggy Guggenheim, y otros amigos, recolectaran dinero para comprarle una pequeña casa rural en la entonces desconocida villa pesquera en la Riviera francesa, además de ayudarla con dinero para la vida diaria. “Allí, ella podría vivir y trabajar. Berkman la llamó Bon Sprit. En Bon Sprit, Goldman generaba una montaña de correspondencia con sus viejos amigos. Sus cartas estaban llenas de impaciente energía y anhelo de Estados Unidos” (Bucklin, 2003). 66 Huelga general realizada entre el 4 y el 13 de mayo de 1926, como una forma de presionar al gobierno británico a no disminuir los salarios de los mineros y para mejorar las condiciones laborales. A la huelga también se sumaron trabajadores del transporte. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 93 Pero Emma no podía quedarse quieta en un lugar. Logró llegar a Canadá -viaje que tenía planeado hace algún tiempo- bajo un nombre falso y comenzó su trabajo en organizaciones, principalmente femeninas: “En las distintas ciudades canadienses hizo campaña contra viento y marea, a pesar del frío, la obstrucción comunista y no obstante una epidemia de gripe que la tuvo clavada en cama” (Peirats, 1978: 160). Permaneció en Canadá todo el año 1927. En ese entonces, el conflicto de Sacco y Vanzetti estaba en su apogeo y Emma participó activamente en la campaña a su favor. Nicolás Sacco y Bartolomé Vanzetti eran dos inmigrantes italianos anarquistas en Estados Unidos, conocidos por sus actividades revolucionarias. En 1920, fueron arrestados como presuntos autores de un robo a mano armada y por el asesinato de dos personas en Braintree, Massachusetts, por lo que fueron condenados a muerte sin ninguna prueba. A partir de estos acontecimientos, se inició una intensa campaña en Estados Unidos y Europa para abogar por su liberación y salvarlos de la muerte. Se acusaba a las autoridades de Massachussets de anti inmigrantes y anti anarquistas. Finalmente, el 23 de agosto de 1927 fueron ejecutados en la silla eléctrica. Emma escribió en su autobiografía sobre este caso: “A causa precisamente de las abrumadoras pruebas sobre su inocencia parecía imposible que el Estado de Massachussets volviera a repetir en 1923 el crimen que el Estado de Illinois había perpetrado en 188767 (…) Pero ¡ay!, mi débil voz, como la de millones de personas, clamaba en vano. América permanecía sorda” (Peirats, 1978: 163). 67 A propósito de los mártires de Chicago en la revuelta de Haymarket. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 94 Volvió a su casa en St. Tropez a principios de 1928. Allí se dedicó a escribir su autobiografía llamada Living my life (Viviendo mi vida), texto que demoró tres años y que terminó en 1931. Asimismo, su eterno compañero, Alexander Berkman, se había instalado con su nuevo amor en Niza, también en Francia y muy cerca de Goldman. La vida de Goldman ahora era tranquila: “Emma se levantaba todos los días a las seis de la mañana. Calentaba una taza de café fuerte y se ponía enseguida a trabajar (…) se ocupaba durante largas horas del despacho de su copiosa correspondencia o se acostaba y leía hasta muy entrada la noche. Era asombroso el poco descanso que necesitaba. Cinco horas eran más que suficientes, por lo general, para reanudar el próximo día su trabajo, despejada y fresca” (Peirats, 1978: 168). Para alegría de Goldman, que añoraba tanto el país que la acogió, le fue concedido un visado de noventa días para entrar a Estados Unidos, con la condición de explicitar con anterioridad todos los temas que trataría en sus conferencias (Peirats, 1978). Así, llegó a Canadá el 10 de diciembre de 1933 y el 1 de febrero del año siguiente pudo entrar a Estados Unidos. Lo que se había previsto como un éxito, resultó ser un desastre económicamente: “Después de cuarenta años en el ojo público, Goldman no era bienvenida en ningún lugar” (Bucklin, 2003). El 3 de mayo de 1935 volvió a Francia. Fue en Bon Sprit, después de su fracaso en Estados Unidos y algunos problemas económicos y de salud, que Berkman y Goldman se unieron más que nunca durante los años de exilio: “Ellos eran camaradas. Su relación estaba por encima de las discrepancias, por encima de las relaciones sexuales, por encima de enredos emocionales. De alguna Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 95 manera eran todo eso y mucho más, y estaban juntos. Emma dijo en 1928, que él era el sentido de su vida” (Pateman en Bucklin, 2003). Sin embargo, más de un año después, Emma se enteraría de una de las noticias que devastaría su vida. El 28 de junio de 1936, Goldman recibió una llamada telefónica desde Niza rogándole que fuera enseguida. Berkman se había disparado en el estómago y había muerto esa misma noche. “Querido, no tengo a nadie a quien escribir hoy, sino a ti, pero no hay nada que contar. Pienso en por qué la vida es tan larga. ¿Para quién? ¿Para qué? Pero no hay respuestas. Una cosa, todavía encuentro distracción en los quehaceres domésticos y en cocinar. Permíteme tener noticias tuyas, ¿cómo estás querido Sasha? Afectuosamente, Emma. P.D. ¿quieres que te envíe The Manchester Guardian y el suplemento literario del Times? Dime. E.” (Bucklin, 2003). Esa fue la última carta que Emma le escribió a su compañero Berkman y que éste nunca llegó a leer. El sueño español Después de la muerte de su amigo y compañero, Emma Goldman estaba viviendo un duro momento. Además de la pérdida de una de las personas más importantes de su vida, también estaba convirtiéndose en una paria en el mundo occidental. En ese momento vivió la depresión más grave de toda su vida (Peirats, 1978). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 96 En medio de dichas tribulaciones, Emma se enteró de la incipiente Guerra Civil española y vio en aquel conflicto una nueva oportunidad para el proletariado europeo. Viajó a Barcelona, en septiembre de 1936, para ayudar a los compañeros revolucionarios españoles. En España se estaba viviendo uno de los conflictos más importantes en la historia de dicho país. Desde la creación de la República española en 1931 y la derrota de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, se produjo un ambiente de tensión en el país, protagonizado principalmente por dos bandos: los nacionalistas –agrupados en el Frente Nacional- y los republicanos, al alero del Frente Popular. Éste último estaba integrado por partidos republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas y sindicatos mayoritarios como la CNT (Confederación Nacional del Trabajo). Esta amplia coalición de izquierda resultó sorpresivamente electa en 1936 para presidir la llamada Segunda República Española, al mando del republicano José Giral. Disconformes con el resultado y en el marco de un ambiente político tenso, se sucedieron una serie de manifestaciones y revueltas, que incluían huelgas, atentados políticos y asesinatos. Ante este escenario, y temerosas de las transformaciones radicales que emprendería un gobierno de izquierda, la derecha española cree que hay que salvar a España de lo que para ella sería su destrucción. El 18 de julio de 1936, el ejército español salió a las calles comandado por Francisco Franco, un general exiliado en el Marruecos español. Ante la sublevación del ejército y la derecha, el pueblo toma las armas y los revolucionarios de las ciudades más importantes, como Madrid y Barcelona, comienzan a organizarse en Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 97 milicias dirigidas por partidos y sindicatos de izquierda, con el fin de defender la República y la revolución por sobre el fascismo imperante. Italia y Alemania, comandadas en ese entonces por los Hitler y Mussolini, respectivamente, apoyan a Franco, quien logra llegar a Sevilla desde Marruecos. Así, Andalucía se convierte en la capital del movimiento nacionalista, mientras que Madrid es el estandarte de los republicanos, dando paso a las primeras batallas de la guerra civil. Los nacionalistas comienzan a acercarse a Madrid y ganar la mayoría de las batallas, principalmente debido a la gran diferencia entre los milicianos y el Ejército de Franco. Los simpatizantes del Frente Popular son interrogados brutalmente e, incluso, asesinados. El 4 de septiembre de 1936, en medio de la guerra civil, Francisco Largo Caballero, sindicalista y político marxista español, fue designado como Primer Ministro de la República, con el objetivo de revivir al Frente Popular y entregarle más poder al Estado. Al mismo tiempo, los republicanos toman la decisión de volver a conformar el Gobierno con socialistas, comunistas y algunos anarquistas, realizando una revolución dentro de la revolución. La lucha entre las dos Españas continúa. Londres y París entregan armas al bando republicano, pero deciden no intervenir en el conflicto, mientras Stalin los ayuda con barcos y soldados, que luego deberían pagar. Además, llegan brigadas internacionales conformadas por voluntarios de diferentes países europeos y Estados Unidos. De esta manera, los republicanos alcanzan superioridad militar y logran enfrentar duramente a los nacionalistas. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 98 Sin embargo, el bando sublevado logra llegar a Madrid y la ataca constantemente, pero la ciudad resiste. Otra de las ciudades revolucionarias, Barcelona, está en poder de los anarquistas. Pero los nacionalistas logran otro triunfo y en abril de 1937 cae el país vasco en el bombardeo de Guernica, inmortalizado luego por Picasso68. El 26 de enero de 1939 cae Barcelona sin combate alguno y Madrid hace lo mismo dos meses después. El 1 de abril Franco llega al poder, instaurando una dictadura de más de 30 años. El contacto de Emma Goldman en Barcelona era la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), una unión confederal de sindicatos autónomos españoles de ideología anarcosindicalista, fundada el 1 de noviembre de 1910 en Barcelona. En esta ciudad, la CNT había estado al mando de la resistencia frente a los nacionalistas durante la guerra civil, mientras Cataluña se organizaba a través de asambleas permanentes en los sindicatos y declaraciones sobre la colectivización de la economía y la socialización de los recursos (Peirats, 1978). Durante la guerra civil, la CNT trabajó junto a otra organización de trabajadores anarquistas, la Federación Anarquista Ibérica – FAI. Al llegar el 17 de septiembre de 1936, fue recibida por sus compañeros anarquistas y realizó múltiples recorridos hacia los lugares de batalla, fábricas y talleres colectivizados: “Le llamaría la atención (no se cansaría de proclamarlo) el perfecto orden que halló en los centros de producción” (Peirats, 1978: 194). Además, hizo propaganda a favor del movimiento revolucionario a través de los medios de comunicación de la CNT-FAI, con la 68 Bombardeo realizado por aviones italianos y alemanes sobre la localidad de Guernica. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 99 evidente barrera del lenguaje, y asistió a un congreso de sindicatos de Cataluña desarrollado por la misma organización. Otra de sus actividades en España, fue una excursión a los frentes de Aragón y Madrid, donde conoció a Buenaventura Durruti. Este sindicalista de la CNT y destacado anarquista español, formó parte de las milicias revolucionarias y murió en la defensa de Madrid el 20 de noviembre de 1936. Emma había escuchado acerca de su trabajo durante la guerra civil a través de las publicaciones ácratas europeas y fue ella misma quien quiso conocerlo: “Me recibió como si me conociese de toda la vida. La cortesía y calidez de un hombre comprometido a vida o muerte en la lucha contra el fascismo fue algo que no esperaba (…) Tenía curiosidad por saber mediante qué otros medios además de los militares consiguió unir a 10.000 voluntarios sin tener ninguna formación militar previa o experiencia de ninguna clase” (Goldman, 1936: 1). Después de una larga conversación sobre los métodos de guerra y las dificultades de la misma, Goldman cuenta lo que Durruti le confesó: “He sido un anarquista toda mi vida – replicó–, y espero seguir siéndolo. Me parecería realmente muy triste que tuviese que convertirme en un general y gobernar a los hombres con la disciplina castrense. Han venido a mí voluntariamente, están preparados para entregar sus vidas a la lucha antifascista. Creo, como siempre he creído, en la libertad. La libertad que descansa en el sentido de responsabilidad. Creo que la disciplina es indispensable pero tiene que ser una disciplina interior motivada por un propósito común y un fuerte sentimiento de camaradería” (Goldman, 1936: 1). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 100 De esta manera, Emma se lamenta por la pérdida de tan notable revolucionario en las batallas españolas: “El fuego de su espíritu está vivo en todo aquel que lo conoció y lo quiso, nunca podrá ser extinguido. Las masas ya han vuelto a levantar bien alta la antorcha que cayó de las manos de Durruti. Con espíritu triunfante la llevan ante ellos en el mismo camino que Durruti había abanderado durante años. El camino que lleva a la más alta cima de los ideales de Durruti. Este ideal fue el anarquismo −la gran pasión en la vida de Durruti−. Se entregó a él completamente. Le fue fiel hasta su último aliento” (Goldman, 1936: 2-3). De vuelta en Barcelona, Emma se entera de los nuevos planes de sus compañeros. El 3 de noviembre, después de la designación de Largo Caballero como Primer Ministro, los anarquistas españoles ingresan al Gobierno con el nombramiento de cuatro ministros, entre los que se encontraba Federica Montseny, conocida anarquista y sindicalista española. Además, estaban formando fuertes lazos con el Partido Comunista. Si bien, para Emma Goldman, el proceso republicano español era una oportunidad -luego de su desilusión de la Revolución Rusa- de ver el ejercicio del poder por parte del anarquismo en una coalición amplia de izquierda, también significaba una contradicción con su desconfianza y crítica radical al Estado, es por eso que no fue indiferente ante dicha situación. Emma comenzó a mirar con malos ojos la llegada del anarquismo al poder y su estrecha comunicación con los comunistas: “Mi reciente viaje ha elevado mi espíritu hasta el cielo. Es sólo en Barcelona donde mi corazón naufraga” (Peirats, 1978: 208). Con estas reflexiones en la mente, vuelve a Inglaterra. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 101 Al llegar a Londres –lugar que se le había asignado para trabajar a favor de la revolución[1]inmediatamente comenzó su trabajo como delegada del Comité Regional de Cataluña de la CNT, realizando una gran campaña a favor de la revolución española, a la vez que no se convencía del camino tomado por la CNT - FAI: “Inició una doble orientación, que consistía en defender a la CNT-FAI de toda crítica pública desorbitada y en no ahorrar ella misma los más severos enjuiciamientos a través de su correspondencia privada” (Peirats, 1978: 212). Mientras tanto, en la comunidad autónoma de Cataluña se desarrollaron una serie de enfrentamientos, entre el 3 y el 8 de mayo de 1937, por parte del gobierno central republicano y el ala izquierda de las fuerzas revolucionarias (CNT-FAI y Partido Obrero de Unificación Marxista - POUM) por el control de las últimas esferas de mando revolucionario en la retaguardia. El conflicto se inicia por el intento de ocupación del edificio de la Central Telefónica por parte de guardias de asalto69 enviados por el gobierno, inmueble que estaba en poder de los trabajadores de la CNT desde julio de 1936. Este hecho genera el levantamiento de barricadas donde luchan, por un lado, la Guardia y las milicias de partidos comunistas y la CNT y POUM, por otro. Al finalizar, con llamados de la dirigencia de la CNT a volver al trabajo, aunque con la resistencia de grupos como “Los amigos de Durruti”, la iniciativa la recupera el gobierno central donde el Partido Comunista (de tendencia estalinista) tenía cada vez mayor influencia. Como consecuencia, el POUM fue ilegalizado, y sus dirigentes perseguidos y desaparecidos. 69 Soldados pertenecientes a la Guardia de Asalto, cuerpo policial español creado durante la Segunda República con el objetivo de mantener el orden público por parte del régimen republicano. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 102 En este contexto, Emma quiere volver inmediatamente a España, pero sus compañeros le explican que no es seguro, ya que su vida podría correr peligro (Peirats, 1978). Sin embargo, Goldman no desiste e ingresa nuevamente al país el 16 de septiembre de 1937. Una vez en Barcelona, se embarcó en una expedición por las diferentes regiones de España que todavía estaban en control de la retaguardia, donde pudo constatar una vez más las experiencias de trabajo colectivizado que se estaban llevando a cabo en dichos lugares. También se reunió con algunas integrantes del movimiento libertario femenino “Mujeres Libres”, que además de organizar actividades en pos de la emancipación de la mujer española, “volcaban todos sus esfuerzos en el consuelo de los heridos de guerra, a inspeccionar las escuelas infantiles, a la distribución de impresos, a alentar a la población civil y a sensibilizarla sobre los verdaderos fines de la guerra. También daban clases de preparación a los adultos culturalmente rezagados” (Peirats, 1978: 242). Durante esta segunda visita a España, fue entrevistada por Domenico Ludovici, integrante de la CNT-FAI, donde analizó algunos aspectos del momento que estaba viviendo el movimiento anarquista y la Guerra Civil: “Evidentemente, ¿quién no ve que todo ha cambiado? ¿Quién no ve que los compañeros de la CNT-FAI, dominando ya la situación y estando en los puestos de mayor responsabilidad, ahora lo han perdido todo, si bien tienen quizás más que antes la masa fiel a los dos organismos? ¿Quién no sabe y no ve que los comunistas, de momento en la dirección de la cosa pública, no tienen ningún éxito?” (Ludovici, 1937: 1). Y prosigue con sus más profundas convicciones: “Estoy profundamente persuadida, segurísima, que si la CNT-FAI, teniendo todo en sus manos y bajo su dependencia, hubiese bloqueado los bancos, disuelto y eliminado guardias de asalto Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 103 y guardias civiles, puesto candado a la Generalidad en vez de entrar en ella para colaborar, dando un golpe mortal a toda la vieja burocracia, barrido a los adversarios vecinos y lejanos, hoy, se puede estar seguro, no sufriríamos la situación que nos humilla y nos hiere” (Ludovici, 1937: 1). Sin embargo, afirma que seguirá fiel a la revolución y a la CNT, propagando sus triunfos: “Volveré a Londres y recorreré toda Inglaterra para afirmar en escritos y discursos que la revolución española resiste a todas las coaliciones del capitalismo internacional, persuadida más que nunca que el anarquismo es la única salvación de la clase obrera. Es imposible matarlo, es demasiado sentido y amado, tiene raíces profundas en todo y por doquier, demostrándose como el intérprete desinteresado y sincero de la regeneración española, el único movimiento fuerte que, de extenderse a todo el mundo, pueda indicar al proletariado la vía segura de su emancipación integral” (Ludovici, 1937: 3). El 3 de enero de 1938 volvió a Londres, con la atribución de representar a la CNT-FAI en el resto de Europa, realizando conferencias y exposiciones que no tuvieron éxito, y a las que el proletariado inglés no prestó atención (Peirats, 1978). Siete meses más tarde, sale nuevamente del país con destino a España, por tercera vez. Algunos le advirtieron el peligro que podría correr a causa de los bombardeos y la escasez de alimentos, sin embargo, ella persistió en su idea: “Pero les he escrito (a los compañeros) que si millones de gentes pueden hacer frente a estos peligros también he de poder soportarlos yo. De todas maneras, sólo se muere una vez y una es capaz de vivir muchas vidas en una sola” (Peirats, 1978: 268). Así, el 23 de agosto partió rumbo a Barcelona. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 104 Como lo hizo en sus visitas anteriores, Emma visitó fábricas y talleres colectivizados, refugios de la población civil desplazada y colonias escolares. Además, se dedicó a informarse sobre las condiciones de la retaguardia, para tener con qué alimentar sus futuras campañas en Inglaterra (Peirats, 1978). Sin embargo, también fue testigo de, según Peirats, el episodio más dramático de la contrarrevolución: El proceso del POUM. Después de las jornadas de mayo de 1937 en Barcelona, el Partido Comunista español, fiel aliado de Stalin, comenzó a perseguir a sus enemigos: “Se trataba de abatir pieza por pieza a quien estorbase los planes del Kremlin, empezando por los próximos parientes del POUM” (Peirats, 1978: 281). El juicio, elaborado por el Tribunal de Alta Traición del Partido Comunista, consistía en la acusación del POUM de ser espías a favor de Franco y de recibir ayuda de Hitler y Mussolini. El resultado fue la ilegalización del partido, mientras que sus dirigentes políticos más importantes, como Andrés Nin, fueron perseguidos, encarcelados, desaparecidos y asesinados. Goldman, quien estuvo presente en el tribunal, escribió luego sus impresiones en el periódico Vanguard de Nueva York: “Estaba convencida de antemano, al volver a Barcelona y empezar el proceso, de que las acusaciones, preparadas por los sátrapas de Stalin contra ellos, iban de par con las usadas en Rusia por Stalin contra quienes deseaba ver eliminados (…) De hecho, yo no había presenciado nunca una falsificación de los hechos tan cruda y deliberada como la contenida en el sumario” (Peirats, 1978: 282). Sin Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 105 embargo, también hizo hincapié en que la sentencia podría haber sido más grave de no haber intervenido la CNT-FAI en favor de los acusados. Luego del Pleno del Movimiento Libertario español, Emma salió de España el 31 de octubre de 1938. Pocos días después de su llegada, se enteró que los compañeros españoles estaban librando su última batalla frente al fascismo y luego, que Franco había vencido. Goldman no estaba contenta en Inglaterra. Creía que “hubiera sido preferible morir de repente ante la invasión de Franco a verse en aquel éxodo hacia los campos de concentración de Francia bajo las bombas, los mordiscos del hambre y el frío, humillados por los insultos, tratados de criminales por los mismos que los habían abandonado, los sedicentes demócratas y proletarios” (Peirats, 1978: 295). El 8 de abril de 1939 embarcó para Canadá, en un viaje de propaganda que estaba planeando hace un tiempo. Allí se dedicó a juntar dinero para los refugiados españoles en Francia y a dar a conocer el estado de la situación de la dictadura de Franco. Además, celebró ampliamente su cumpleaños número setenta y sus cincuenta años de actividad en el movimiento anarquista, con eventos que estimularan las donaciones a la causa española (Peirats, 1978). Encontrándose en Canadá, se declaró la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939. Emma comenzó una campaña antimilitarista, como lo había hecho en 1917, pero no tuvo éxito, mientras que el conflicto español quedó en segundo plano. “La guerra mundial, parece inevitable. Hay sólo una alternativa contra la guerra mundial y es la rebelión. Pero creo que la guerra mundial estallará antes que los pueblos de todo el mundo se levanten Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 106 poderosamente contra los Gobiernos (…) ¿Guerra o revolución? Creo en la guerra antes. Pero pienso también que en algunos países la guerra terminará en revolución” (Peirats, 1978: 298), escribió unos días antes de que empezara el conflicto. Después de una gira de propaganda a Winnipeg, importante ciudad al oeste de Canadá, volvió a Toronto muy cansada. El 17 de febrero de 1940 sufrió una fuerte hemorragia cerebral y fue hospitalizada. Quedó con el lado derecho de su cuerpo paralizado, por lo que no podía hablar ni masticar los alimentos, además de que su capacidad visual había disminuido considerablemente. El 1 de abril la trasladaron a su casa al cuidado de una enfermera y los primeros días de mayo sufrió un segundo derrame cerebral, del que no logró recuperarse. Murió el 14 de mayo de 1940. El departamento de Inmigración de Estados Unidos hizo posible que se cumpliera el último sueño de Emma Goldman: ser enterrada en el cementerio de Waldheim de Chicago, donde permanecen los cuerpos de los mártires de Chicago desde 1887. “Emma había prometido consagrar su vida entera a la obra por la que habían caído aquellos héroes. Cumplió con creces su promesa. Muerta, quería estar lo más cerca posible de aquellos queridos restos” (Peirats, 1978: 309). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 107 Epílogo Emma, la vanguardista Retrato de Emma Goldman en los últimos años de vida70 En diciembre de 1934, seis años antes de su muerte, Emma Goldman publicó un artículo llamado ¿Valió la pena vivir mi vida?71 Allí reflexiona sobre sus más profundas convicciones acerca del anarquismo y analiza la posibilidad de que la sociedad, algún día, sea libre: “La nueva generación todavía no ha aprendido que los problemas a los que tiene que hacer frente sólo pueden ser resueltos por ellos mismos y que esta solución tiene que tener como base la libertad social y económica, vinculada con la lucha de las masas por el derecho al banquete de la vida” (Goldman, 2010: 175). Sin embargo, también habla de sus 70 Fotografía disponible en http://www.gamba.cl/wp-content/uploads/2012/08/emma_reading.jpg 71 Artículo publicado en la revista estadounidense Harper’s Monthly Magazine en diciembre de 1934, recopilado en La Palabra como Arma (2010). Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 108 propias experiencias y analiza el camino recorrido: “Si pudiera volver a vivir mi vida, como cualquiera, sólo cambiaría pequeños detalles. Pero ninguna de mis principales acciones y actitudes las cambiaría. En verdad, trabajaría por el anarquismo con similar devoción y confianza en su triunfo final” (Goldman, 2010: 182). Esas palabras se tornan imprescindibles al momento de mirar hacia atrás y ver el legado que Goldman dejó, sobre todo en Estados Unidos. Si hubiera hecho las cosas de manera diferente, probablemente no se habría convertido en una de las feministas y anarquistas más famosas de ese país, y su pensamiento tampoco seguiría vigente en los debates actuales. En este sentido, Emma Goldman “enunció conceptos e ideas aún válidas en los análisis socio-históricos para el estudio de la subordinación/operación de las mujeres y de la dominación masculina, vale decir que llevó a debate el sometimiento de las mujeres por parte del patriarcado expresado en la dominación masculina tanto en el ámbito privado como el espacio público” (Garrido, 2007: 19). Sus luchas contra el matrimonio como institución opresora de la mujer, a favor del aborto y de la emancipación real de las mujeres, la catapultaron como una visionaria, quien hizo críticas a la sociedad de la época y además, siguen estando presentes en la sociedad actual. Asimismo, su muerte no fue más que la culminación de toda una época, con ella murió “una mujer que sería la más alta expresión de feminismo libertario cuyos frutos sobrepasarían el campo de la anarquía y extendería su influencia entre todas las ramas del feminismo radical” (Gutiérrez Álvarez, 2007: 9). Además, su lucha por la libertad a pesar Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 109 de todo, llegó a incomodar a muchos anarquistas intelectuales de la época que no lograron comprender sus planteamientos en su totalidad (Quesada Monge, 2001). De esta manera, “su actitud iconoclasta ante temas tan tabúes a fines del siglo pasado (XIX) como podrían ser la liberación sexual de la mujer, el amor libre, la homosexualidad, el control de la natalidad o, en otro terreno, su oposición al voto de la mujer, nos hacen descubrir a una mujer vanguardista que luchó contra viento y marea por causas a veces enormemente impopulares, sin arredrarse ante el rechazo que eran capaces de provocar entre las sufragistas, sus propios correligionarios y, por supuesto, el público en general. Además, su propia vida constituye el ejemplo de las ideas que predicaba escandalizando con ella a féminas y anarquistas” (Garrido, 2007: 3). Así, esta mujer no sólo se enfrentó a las autoridades y conservadores de la época, sino que sigue viva en la lucha feminista, estando presentes en temas tan relevantes como la trata de blancas, que hasta hoy es motivo de denuncias a nivel internacional. Emma Goldman fue una mujer adelantada a su tiempo, una vanguardista. Es por ello que Goldman, la mujer más peligrosa del mundo, ha sido motivo de múltiples tributos y homenajes. Una de las iniciativas es un centro de salud estadounidense llamado Emma Goldman Clinic, A Feminist Approach to Health Care (Clínica Emma Goldman, una aproximación feministas al cuidado de la salud), donde se tratan temas como el control de natalidad, enfermedades de transmisión sexual, salud ginecológica y aborto. Además cuenta con un centro de ayuda llamado Pregúntale a Emma, donde recogen las dudas de las mujeres y adolescentes en relación a su cuidado y salud sexual. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 110 En su página web se describen como “una organización independiente sin fines de lucro fundada en 1973 por un grupo de mujeres impulsadas por ideales feministas. Existimos para empoderar a mujeres y hombres en todas las etapas de la vida a través de la provisión de un cuidado de la salud reproductiva de calidad, que incluye servicios de aborto, servicios de ginecología, promoción de prácticas sexuales más seguras y una educación activa. Promovemos un cuidado de la salud respetuoso, centrado en el cliente y participativo, a través de la toma informada de decisiones, derechos del cliente, defensa y expansión y apoyo en las decisiones sobre el embarazo”.72 Otra de las iniciativas inspiradas en esta mujer es un centro de documentación en la Universidad de California llamado The Emma Goldman Papers (Los documentos de Emma Goldman), que busca recopilar los textos escritos por y sobre la anarquista, publicar nuevos libros sobre su vida y obra y “educar al público acerca de la complejidad de la participación en la transformación social y política de la comunidad”73 . Emma Goldman vivió y luchó incansablemente por los derechos de las mujeres en una época donde pocos hablaban su mismo idioma. Incomodó a muchos conservadores e incluso anarquistas, que la quisieron fuera de sus entornos y de sus debates. Cuando vivió en Estados Unidos realizó un gran trabajo en torno al anarquismo y al feminismo, mientras que cuando transitó entre la Rusia revolucionaria, la España en guerra y otros países europeos, se dedicó a reafirmar sus convicciones sobre la libertad y a abogar por los presos políticos rusos y españoles. 72 http://www.emmagoldman.com 73 http://ucblibrary3.berkeley.edu/Goldman/Project/project.html Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 111 Además, Emma Goldman forma parte de un conjunto de mujeres radicales y feministas que, desde diferentes posiciones políticas, rompieron los esquemas establecidos a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Entre ellas encontramos a Rosa Luxemburgo, teórica marxista rusa, y Aleksandra Kolontai, política comunista, revolucionaria y feminista rusa. Al final de su vida, Emma Goldman, se convirtió en una paria que nadie quería recibir u oír, durante un contexto político de guerras y conflictos fundamentales en la historia del siglo XX. Sin embargo, nunca dejó de luchar ni de hacerse escuchar, hasta el día de hoy, donde su voz parece más actual que nunca y donde se ha convertido en una de las feministas radicales estadounidenses más importantes. Emma Goldman estaría contenta. Emma Goldman: Historia y pensamiento de una anarcofeminista 112 Bibliografía · Barreyro, M. (2013) Libertad, mujer y derechos reproductivos en Emma Goldman. Disponible en formato digital en: [http://metiendoruido.com/2013/08/libertad[1]mujer-y-derechos-reproductivos-en-emma-goldman/] Consultado en agosto de 2013. · Berkman, A. (2009) El ABC del comunismo libertario. Buenos Aires, Argentina: Utopía Libertaria. · Cole, G. D. H (1958) Historia del pensamiento socialista II: Marxismo y Anarquismo 1850 – 1890. México: Fondo de Cultura Económica. · Cole, G. D. 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