Quien hoy vive en tierras que tienen minas, tierras que tienen agua, tierras que tienen riqueza, sabe que la conquista nunca se interrumpe.
El Estado no puede proteger a las mujeres, ha mostrado claramente que no puede hacerlo. La comunidad sí puede proteger a sus mujeres. Una comunidad que no está infiltrada, donde el hombre de la familia no es el patrón dentro de casa, no es el cacique dentro de casa.
Quien hoy vive en tierras que tienen minas, tierras que tienen agua, tierras que tienen riqueza, sabe que la conquista nunca se interrumpe. Lo saben los que viven al lado de una mina de uranio, al lado del litio, afirmó Rita Segato.
Durante la presentación del libro Trayectorias del pensamiento feminista en América Latina, editado por la UNAM, la antropóloga argentina precisó que en sus investigaciones en Brasil tuvo un encuentro “con un pensamiento decolonial original. Una comunidad que se esconde a través de una nomenclatura doméstica, pero es una comunidad política. Entienden que lo doméstico es un lugar de la otra politicidad, donde se protege y se garantiza la sobrevivencia en cualquier condición: en condiciones de masacre, en condiciones de genocidio, que no duró el tiempo de la colonia. Dura hasta hoy”.
Estas personas sabían que el escondite es una estrategia, acotó. “El pliegue nunca debe desaparecer, eso lo aprendí ahí. No había violencia porque el orden era comunal. ¿Qué quiere decir? Que la vigilancia era permanente. Lo vio trabajando con comunidades indígenas durante más de 10 años. El frente estatal ha roto estructuras de vigilancia y defensa de la dirección comunales. No las ha sustituido con nada porque el Estado no puede proteger a las mujeres, ha mostrado claramente que no puede hacerlo. La comunidad sí puede proteger a sus mujeres. Una comunidad que no está infiltrada, donde el hombre de la familia no es el patrón dentro de casa, no es el cacique dentro de casa”.
Otra cosa que aprendió en esa comunidad brasileña es que el mundo comunal admite una transitividad, lo que la modernidad no admite. No existe la normalidad antes de la modernidad. El mundo moderno inventa la modernidad, el mundo comunal no intervenido por lo colonial no tiene un normal. Hay diversos tipos de gente, de vida, de sexualidad, y tiene abierta la transitividad como han demostrado diversos antropólogos, hoy clásicos.
Trayectorias del pensamiento feminista en América Latina contiene el texto de Rita Segato “La invención de la naturaleza: familia, sexo y género en la tradición religiosa afrobrasileña” y participaron en la presentación: Tamara Martínez, coordinadora para la Igualdad de Género; Socorro Venegas, directora general de Publicaciones y Fomento Editorial y Julia Antivilo, coordinadora del libro.
Rita Segato señaló que este episodio de la publicación es el punto máximo, “porque siempre supe que ese texto es una contribución, es una piedra, es un paso inicial en el largo proceso de mi vida, de mi pensamiento. Fue escrito en portugués en 1986. El portugués tiene una comunidad de lectores muy pequeña. Para mí fue una gran sorpresa, porque no es un texto muy conocido y, sin embargo, en mi historia personal, en mi biografía, este es un escrito absolutamente central por varias razones”.
Indicó que “en esa sociedad que estudié no había violencia de género, era absolutamente ausente. Inclusive era mi elección seguir trabajando con ese tema. Tampoco estaba presente el Estado. La arena del Estado como una arena política interesante no estaba. Venía de Argentina, en ese momento de mi vida yo tenía dos caminos: uno era optar por el marxismo estrecho y decir: la religión es el opio de los pueblos y esta gente se merece el destino que tiene de ser pobre. O bien: la comunidad me dijo algo y yo tengo que apostar a su inteligencia. Afortunadamente y gracias a la antropología le aposté a lo segundo y aprendí lo que me quiso decir: ten confianza absoluta en la interlocución con el Estado, o sea, comunidad a puerta semiabierta. La comunidad sí delibera, sí habla, pero a puerta cerrada, con el ombligo adentro, con la puerta semiabierta. Pasan periodos estatales en que se ofrece algún recurso, se ofrecen algunos derechos, sacan la mano, los agarran, los ingresan y cierran la puerta rápidamente. Yo aprendí ahí”.
Añadió que ha propuesto para la cátedra Reina Sofía de este año: “¿Es posible un feminismo con el sistema patriarcal, expurgador, inquisitorial, que se monta en la plataforma de la superioridad moral? Ahí no entro yo. La politicidad femenina no es la politicidad patriarcal”.
Por su parte, Tamara Martínez afirmó que la obra está hecha de manera polifórmica, es decir, por las voces de mujeres latinoamericanas y afrocaribeñas. “Aquí están los ensayos de cuatro representantes actuales del pensamiento feminista de América Latina y el Caribe que se presentan en el libro intencionalmente de forma cronológica, iniciando con el texto de Rosario Castellanos para seguir con la obra de Rita Segato y continúa con Ochy Curiel para concluir con Yuderkys Espinosa Miñoso”.