Singapur. China advirtió ayer que “no dudará en iniciar una guerra” si Taiwán se declara independiente, tras una reunión en Singapur en la que su ministro de Defensa, Wei Fenghe, y el de Estados Unidos, Lloyd Austin, confrontaron sus posturas sobre la isla separada del gobierno de Pekín desde 1949.
Wei se reunió por primera vez con Austin en el contexto del llamado Diálogo de Shangri-la, un foro de altos cargos militares, diplomáticos y compañías armamentísticas que tiene lugar en Singapur y concluye mañana.
“Si alguien se atreve a separar a Taiwán de China, el ejército chino no dudará en iniciar una guerra, cueste lo que cueste”, manifestó Wei durante el encuentro con su par estadunidense, informó Wu Qian, vocero del ministerio de Defensa chino.
Agregó que Pekín “aplastaría” cualquier intento de independencia de la isla y defendería “con determinación la unificación de la patria”. Wei insistió además en que la isla pertenece a China y que Estados Unidos no debería “usar Taiwán para contener a China”, según el ministerio.
Rechazo del Pentágono
Austin “reafirmó la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho (de Taiwán), que separa la isla del continente y expresó su rechazo a “cambios unilaterales del statu quo” e instó a Pekín a “abstenerse de nuevas acciones desestabilizadoras hacia Taiwán”, según el Pentágono.
Las tensiones se incrementaron en las últimas semanas, sobre todo por las incursiones en mayo de aviones militares chinos en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, la mayor operación de este tipo desde principios de año.
El estatuto de Taiwán ha sido objeto de fricciones diplomáticas entre China y Estados Unidos en los últimos años. Pekín considera esta isla de 24 millones de habitantes como una de sus provincias, en la cual se refugiaron en 1949 las tropas nacionalistas derrotadas en el continente por las fuerzas comunistas de Mao Tse-Tung.
China reitera a menudo su objetivo de recuperar la isla tarde o temprano y, si fuera necesario, por la fuerza.
Durante una visita a Japón a finales de mayo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sorprendió al afirmar que Washington defendería militarmente a Taiwán si China invadiese la isla. Poco después, la Casa Blanca matizó sus declaraciones y aseguró que la política estadunidense de “ambigüedad estratégica” con Taiwán se mantenía sin cambios.