El contra-espacio es una lucha y un proceso de resistencia para hacer del territorio el espacio deseado. Múltiples territorios son amenazados por las representaciones espaciales realizadas por actores ajenos, debido a que sus habitantes no son considerados en el proceso de toma de decisiones. Estas representaciones tienen intencionalidades que difieren de las realizadas desde los espacios de representación, por ende, existe conflictividad entre los actores externos y los habitantes de un territorio determinado. Desde los espacios de representación se defienden aspectos tangibles, pero también aspectos intangibles e invaluables. Por ello, múltiples territorios se han convertido en contra-espacios que se oponen a las acciones y decisiones tomadas por actores externos que obedecen a una visión ajena y alejada de su realidad.
Capítulo 3. El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio. La autonomía en la comunidad de San Francisco Pichátaro
Luz Elena García
Estancia Posdoctoral en Fundación Semillas de Vida A.C.
http://www.publicaciones.igg.unam.mx/index.php/ig/catalog/view/191/164/961-1
Introducción
Múltiples territorios son amenazados por las representaciones espaciales realiza-
das por actores ajenos, debido a que sus habitantes no son considerados en el pro
ceso de toma de decisiones. Estas representaciones tienen intencionalidades que
difieren de las realizadas desde los espacios de representación, por ende, existe
conflictividad entre los actores externos y los habitantes de un territorio determinado.
Desde los espacios de representación se defienden aspectos tangibles, pero
también aspectos intangibles e invaluables. Por ello, múltiples territorios se han
convertido en contra-espacios que se oponen a las acciones y decisiones tomadas
por actores externos que obedecen a una visión ajena y alejada de su realidad.
El contra-espacio es una lucha y un proceso de resistencia para hacer del territorio
el espacio deseado. No existe una sola manera de tener una respuesta contra-
espacial; en este caso se aborda la respuesta a las representaciones espaciales por
medio de la creación de un proyecto autonómico en una comunidad purépecha.
El presente trabajo se realizó en la comunidad de San Francisco Pichátaro,
localizada en el estado de Michoacán (Figura 5), que en 2016 obtuvo su autono
-
mía y se enmarca dentro de las recientes luchas en este sentido en la región puré
-
pecha. El objetivo es mostrar, a partir de este caso, los aspectos que impulsan a la
construcción territorial desde el contra-espacio para hacer del territorio el espacio
deseado, donde se manifiesten la mayor parte de los anhelos y las necesidades de
índole material e inmaterial de aquellos que lo habitan.
56
.
Luz Elena García
El territorio como contra-espacio
Pensar el espacio críticamente es, entonces, no simplemente un ejercicio con
-
ceptual, sino una herramienta para la construcción de una política progresiva
del espacio (Oslender, 2010, p. 98).
Antes de comenzar con la idea de territorio como contra-espacio, es necesario
partir del concepto abstracto de espacio para posteriormente entender cómo
se hace operacional a través de la noción de territorio. Como plantea Lefebvre
(1976), el espacio se forma y se modela a partir de elementos históricos y natura
-
les, pero siempre de manera política, por lo tanto, está plagado de ideología. El
espacio, por ser político, se construye entre relaciones de dominación y resisten
-
cia. Esto se logra entender a partir de la propuesta de Lefebvre (2013) de los tres
momentos de la producción del espacio:
Las representaciones del espacio: los espacios derivados de una lógica
particular, de saberes técnicos y racionales, una conceptualización del
espacio de científicos, urbanistas, tecnócratas e ingenieros sociales.
Las prácticas espaciales: formas en las que se genera, utiliza y percibe el
espacio.
Espacios de representación: son las experiencias de la vida cotidiana, las
memorias colectivas de formas de vida íntimas y personales, poseen un
vínculo con las prácticas espaciales.
El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio…
.
57
Las representaciones del espacio, en la mayoría de los casos, son ajenas a
los espacios de representación, al espacio vivido. Esta idea se complementa con
la propuesta de Mançano Fernandes (2011), que permite entender la multies
-
calaridad como un atributo del territorio y la conflictividad existente entre los
diferentes territorios. Este autor hace una propuesta de tipología para entender
los conflictos entre modelos de desarrollo que disputan los territorios, plantea que
hay un primer, un segundo y un tercer territorio.
1
En este caso nos centraremos
en los primeros dos.
a)
Primer territorio o territorio de Estado: espacios de gobernanza, con uni
-
dades internas en las escalas nacional, regional, provincial, municipal y
distrital.
b)
Segundo territorio: son las propiedades particulares: individual y colec
-
tiva; capitalista y no capitalista.
El uso del concepto territorio posibilita la superación de lecturas sectoriales,
pero en general predominan las lecturas del territorio donde se ignora la conflic
-
tividad y se promueven las disputas territoriales. Todas las unidades territoriales
forman totalidades que contienen todas las dimensiones del desarrollo: política,
económica, social, cultural y ambiental. Considerar al territorio como uno solo
es ignorar la conflictividad (Fernandes, 2011). En este sentido las representacio
-
nes espaciales hechas desde actores gubernamentales, internacionales o empresas
producen conflictividad al ignorar las necesidades del pueblo. Estos actores pier
-
den de vista los espacios de representación del primer territorio, que albergan un
amplio espectro de significados y simbolismos.
Entonces, a partir de la conflictividad entre representaciones espaciales y
espacios de representación, entre el primer y el segundo territorio, surge la ne
-
cesidad de construir un espacio diferenciado, contrario al establecido desde el
poder dominante. El contra-espacio es una propuesta de Henri Lefebvre en su
obra
La producción del espacio
: “Toda propuesta de contra-espacio, incluso la más
insignificante en apariencia, sacude de arriba abajo el espacio existente, sus es
-
trategias y objetivos: la imposición de la homogeneidad y la transparencia ante
el poder y su orden establecido” (2013, p. 415). En este sentido, la búsqueda del
contra-espacio es la búsqueda de construir el espacio deseado y en oposición ante
el poder dominante.
1
El tercer territorio son espacios controlados por otros tipos de relaciones de poder. Son
flexibles y móviles, dominados y producidos por el primer y el segundo territorio.
58
.
Luz Elena García
El contra-espacio es producto de la relación dialéctica entre las representa
-
ciones espaciales y los espacios de representación (Oslender, 2002). Esta idea de
búsqueda de un contra-espacio ha sido retomada por Ulrich Oslender (2010)
para entender la construcción de territorialidades alternativas y procesos de coop
-
tación por el poder dominante, así como para explicar los procesos de resistencia
(Oslender, 2002). Este autor, a través de varios ejemplos, ha mostrado cómo la
búsqueda del contra-espacio puede tomar varias formas y cómo las resistencias en
contra del orden neoliberal global son luchas por el espacio.
El contra-espacio también nace de una idea de desarrollo que difiere de la
idea generalizada y capitalista. Porto-Gonçalves (2001) habla de que la crisis del
desarrollo viene de manera conjunta con el debate del territorio y de las territo-
rialidades. Es necesario entender el territorio y los atributos que este posee para
pensar en las territorialidades alternativas. Fernandes (2011) habla de que la esen
-
cia del concepto territorio está en sus principales atributos: totalidad, soberanía,
multidimensionalidad y multiescalaridad. La soberanía la define como la auto
-
nomía para tomar decisiones sobre un territorio.
A partir de esto, se puede hablar de que una parte importante de las luchas
territoriales y la construcción territorial desde el contra-espacio es la defensa de
la soberanía territorial. Por ende, los procesos autonómicos a lo largo de América
Latina, como es el caso de San Francisco Pichátaro, son luchas por la soberanía
territorial para lograr la construcción del espacio deseado y que se posicionan de
manera contra-espacial a las visiones capitalistas.
Una breve reseña de los contra-espacios desde la autonomía
El contra-espacio se construye desde muchas trincheras, pero todas tienen en
común la oposición al poder dominante, es una resistencia a las representaciones
lejanas al espacio vivido (espacios de representación). La construcción territorial
desde la visión del contra-espacio requiere de la facultad de ejercer la soberanía
territorial, la cual muchas veces ha sido oprimida a partir del primer territorio,
desde las maneras más sutiles, como la cooptación, hasta las formas más vio
-
lentas. Algunos grupos sociales han encontrado alternativas de construcciones
territoriales alternas por medio de los proyectos autonómicos. En este caso se
aborda el tema de las autonomías indígenas, entendida la autonomía de la si
-
guiente manera:
El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio…
.
59
En cuanto derecho, se expresa y proyecta como proceso político a través del cual
los pueblos indígenas ejercen su derecho a la libre determinación en el marco
del Estado. Ello se concreta como la capacidad para determinar libremente su
condición política como pueblos, su propio desarrollo económico, así como sus
estructuras sociales y culturales para la producción, reproducción y desarrollo
de la vida individual y colectiva (Martínez de Bringas, 2018, p. 102).
Las autonomías expresan procesos de resistencia, entiendo este último con
-
cepto como la resistencia política a la dominación y la opresión; desde la perspec
-
tiva geográfica, las operaciones de poder, dominación y resistencia, se encuentran
estrechamente articuladas en la sociedad y el espacio (Gregory
et al
., 2009). No
toda resistencia puede desembocar en el emprendimiento de proyectos de au
-
tonómicos –puesto que la expresiones y las espacialidades de la resistencia son
amplias–, pero estos últimos denotan la oposición a una
única forma de concebir
el espacio y el tiempo, el desarrollo y el vivir.
El objetivo de este apartado no es ahondar en los procesos de autonomía
que se usan como ejemplos, ni tampoco compararlos, sino más bien entender las
intencionalidades y aspiraciones que llevan a la construcción del contra-espacio
y plasmar cómo estas tienen en común una oposición a las representaciones es
-
paciales ajenas a lo deseado en el territorio.
Además de entender cómo la cons
-
trucción del contra-espacio se hace desde la visión particular y las aspiraciones
territoriales de cada grupo social.
Cada territorio tiene consigo la carga de los espacios de representación, por
ende, está lleno de simbolismos, significados y experiencias sensoriales estrecha
-
mente vinculadas con la memoria histórica y geográfica. Un ejemplo es la visión
territorial desde los grupos indígenas en el caso latinoamericano, quienes le dan
peso a los aspectos intangibles y conciben el territorio más allá de una visión
mercantil (Cuadro 1).
En diferentes lugares podemos encontrar construcciones territoriales desde
el contra-espacio hechas por los grupos indígenas. Un caso de contra-espacio
latinoamericano fue la construcción desde la cosmovisión de los aymara de La
Universidad Pública del Alto (
UPEA
), resultado de una lucha por construir una
2
No se pretende en este apartado agotar la discusión en cuanto el tema de la autonomía, ni
tampoco hacer un listado de todos los procesos autonómicos en Latinoamérica. Los ejem
-
plos de autonomías que se presentan fueron seleccionados bajo el criterio de que recuperan
testimonios de los procesos de obtención de la autonomía y permiten ejemplificar cómo es el
proceso de construcción territorial desde los contra-espacios.
60
.
Luz Elena García
Cuadro 1. Proyectos autonómicos.
Proyectos autonómicos
Las representaciones
espaciales
Objetivos del proyecto
autonómico y el contra-
espacio
Bolivia.
La creación de la Universidad
Pública del El Alto. La a universidad
es producto de la lucha de la
población de El Alto y aymara. Desde
1989, aunque su historia se remonta a
1957, jóvenes de secundaria pensaron
en un proyecto de universidad para
“El Alto”. La fuerte disputa se da
entre 1999 y 2000. El 1 de mayo
se hizo una marcha, se tomaron las
instalaciones de la Universidad Mayor
de San Andrés y un cerco al palacio
nacional. En 2001 se aprobó la ley
para crear una nueva universidad,
pero sin ser autónoma. La autonomía
se logró el en noviembre del 2003 de
la Universidad Pública de EL ALTO
(
UPEA
) (Mamani, 2009).
El gobierno planteaba la
imposibilidad de crear una
universidad, argumentado
que la población era buena
para la mano de obra
y que no era necesario
contar con un espacio
educativo.
Construir una
Universidad Autónoma
para los indígenas y desde
su manera de concebir la
educación
México.
La autonomía zapatista. El
proyecto zapatista se gestó desde antes
de su levantamiento en 1994, debido
a los cambios estructurales y las
políticas estructurales, las represiones
por parte del gobierno y las presiones
coyunturales que afectaban a los
grupos indígenas (Stahler-Sholk,
2015). El levantamiento armado fue
el 1 de Enero de 1994 y fueron 12
días de guerra abierta buscando red
de resistencia con la sociedad civil e
interlocución con las fuerzas políticas
y sociales del país y el estado.de
Chiapas, el eje central la autonomía
como base para construcción de las
comunidades. En el 2003 nacen los
Caracoles, la autonomía es concebida
con proyecto construido entre civiles
y los militares tienen la función de
acompañar los procesos zapatistas
(Ornelas, 2004).
El gobierno no toma
en cuenta los grupos
indígenas en su proyecto
nacional, hace cambios
estructurales sin proteger
a los sectores vulnerables y
no respeta los derechos de
campesinos e indígenas.
Municipios Autónomos.
Se formaron 38
Municipios Autónomos
Rebeldes Zapatistas
(
MAREZ
)
El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio…
.
61
Proyectos autonómicos
Las representaciones
espaciales
Objetivos del proyecto
autonómico y el contra-
espacio
México.
Los Triquis de San Juan
Copala. La región tiene una larga
historia de disputas territoriales. En
la década de los ochenta se trato el
Movimiento de Unificación y Lucha
Triqui (
MULT
) trato de hacer frente
a los problemas de los indígenas
pero no logró en su totalidad sus
objetivos. Finalmente, el 1 de enero
de 2007 los Triquis se autonombraron
municipio autónomo de San Juan
Copala a nombre de 20 comunidades,
siguiendo como ejemplo a las
comunidades autónomas zapatistas
y como mecanismo de defensa de los
derechos negados (Soriano, 2009).
El gobierno no responde
ante los temas de
violencia, derechos sobre
la tierra y el respeto a los
recursos naturales de las
comunidades indígenas.
Constitución de un
municipio autónomo.
Fuente. elaboración propia con base en Maniani (2009); Stahler-Sholk (2015), Ornelas (2014); Soriano
(2009).
universidad para su gente y desde su gente. Aunque el gobierno, desde su re
-
presentación del territorio de los aymara, consideraba que no era necesario un
espacio universitario –asumiendo a los indígenas hábiles para trabajar y no para
estudiar–, los aymara hicieron efectivo su derecho a la educación (Mamani,
2009).
3
La población tuvo un papel crucial en la construcción de la universi
-
dad, desde sus movilizaciones hasta las cooperaciones para su construcción.
4
El
contra-espacio trae consigo la necesidad de ser participe y poder decidir el rumbo
3
Nos decían: “Los alteños o los aymaras son muy buenos con la mano de obra, son muy
buenos y calificados, ¿para qué necesitan una universidad ustedes, si su mano de obra es
calificada?. Así la contra-respuesta alteña: “Si ustedes son doctores, sociólogos, abogados, no
-
sotros también queremos ser doctores, abogados, sociólogos y economistas. ¿Por qué ustedes
sí y nosotros no?” (Mamani, 2009, p. 35).
4
“Somos los vecinos de El Alto, hemos puesto ladrillos para que estos edificios existan. Es
cierto que el Estado puso dinero para pagar albañiles, pero los vecinos pusieron los ladrillos.
La Universidad Pública de El Alto (
UPEA
) es una universidad construida ladrillo por ladrillo
y por alteños” (Mamani, 2009, p. 36).
62
.
Luz Elena García
que toma el territorio y de no ser un simple espectador; además, es el reclamo por
la igualdad de derechos.
Desde los proyectos nacionales se pierde de vista que un país, un estado, un
municipio está compuesto por
más de un territorio
; entonces, muchos segundos
territorios se convierten en espacios rotos, abandonados y relegados por el gobier
-
además de ser una manera de organizar el contra-espacio, no est
á
limitado por las
representaciones espaciales que se hacen desde el primer territorio. Aunque exista
un grado de autonomía y organización previa, la creación de un proyecto autonó
-
mico, en muchos casos, ha sido la opción por la que se opta para darle el rumbo
deseado al territorio y combatir las adversidades que enfrentan sus habitantes.
5
Otro ejemplo de lucha por la autonomía es el de los triquis de San Juan Co
-
pala, quienes han buscado la seguridad y la defensa del territorio. En un inicio
trataron que sus necesidades fueran escuchadas por los altos mandatarios, un
proyecto de arriba hacia abajo, pero ante la falta de respuesta a los problemas
de inseguridad y disputas territoriales, llegaron a la decisión de autonombrar
-
se autónomos para poder decidir el rumbo de su territorio (Soriano, 2009). El
contra-espacio no implica solo la lucha por un espacio físico y por el poder, es
una lucha por los aspectos intangibles del territorio y que se espacializan, como la
seguridad, la tranquilidad, la equidad, la paz,
6
y por ende, el deseo de un contra-
espacio nace en los espacios de representación.
5
“Nosotros ya teníamos un territorio controlado y para organizarlo fue que se crearon los
Municipios Autónomos. Al
EZLN
le sobran ideas de cómo es un pueblo organizado y libre.
El problema es que no hay un gobierno que obedezca, sino que hay un gobierno mandón que
no te hace caso, que no te respeta, que piensa que los pueblos indígenas no saben pensar, que
quieren tratarnos como indios patarrajadas, pero la historia ya se les devolvió y les demostró
que sí sabemos pensar y que sabemos organizarnos. La injusticia y la pobreza te hacen pensar,
te producen ideas, te hacen que pienses cómo hacerle, aunque el gobierno no te escuche”
(Mayor Insurgente de Infantería Moisés,
EZLN
, en Ornelas, 2014, p. 224).
6
“Existe mucho problema aquí, en la región triqui. Yo creo que de ahí decidió nuestro pue
-
blo. Por eso conformamos el municipio autónomo, porque anteriormente teníamos policía
preventiva aquí y, según dicen, es para seguridad de los triquis, y no es cierto” (Soriano, 2016,
“ […] el maestro Paulino dijo: “El movimiento no solamente lucha para tener poder, lucha
para que haya tranquilidad y paz para toda la gente”. Y la voz viva del municipio autónomo
de San Juan Copala y las características de sus autoridades “no deberán ser corruptos y bus
-
carán la paz para toda la nación triqui”. Esa paz es la única que les permitirá avanzar en su
proyecto por la vida y la paz (Soriano, 2016, p. 149).
El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio…
.
63
En el caso particular de los contra-espacios desde los proyectos autonómicos
de los indígenas en México, el primer grupo social que marcó la pauta fueron
los zapatistas y a estos le siguieron otros grupos étnicos. Entre los procesos más
recientes de construcciones territoriales desde el contra-espacio se encuentran los
purépechas, en el estado de Michoacán, de los cuales se presenta una breve reseña
en el siguiente apartado.
Procesos de autonomía en Michoacán
En esta sección se mencionan algunos de los procesos autonómicos de los puré
-
pechas que se vinculan con los conflictos territoriales del estado de Michoacán. A
partir de los casos expuestos se entenderá el contexto de las construcciones terri
-
toriales de los purépechas desde el contra-espacio. Este es el panorama en el que
se enmarca la comunidad de San Francisco Pichátaro con su reciente obtención
de la autonomía.
En Michoacán los problemas agrarios marcaron la historia de la región des
-
de el siglo
XVII
a la fecha. Los conflictos territoriales en la meseta purépecha se
deben principalmente a los problemas con los límites territoriales y a la inversión
privada. Sus principales ejes han sido la defensa de los recursos naturales y la
tierra, el combate de la violencia, la marginación, la pobreza y el abandono del
campo. Este fue el caso de la comunidad de Nurio, cuyo conflicto inició por el
rebasamiento de sus límites territoriales –desde antes de la asignación de tierras
en el Virreinato– y el aprovechamiento desmesurado de sus recursos naturales.
Otro caso es el de la comunidad de Zirahuén, en donde uno de sus principales
conflictos fue cuando se aprobó en 1984 la construcción de un complejo turís
-
tico de una empresa francesa (Mejía, 2009). Frente a los conflictos territoriales
en la región diversas comunidades de la meseta purépecha han tenido diferentes
respuestas desde el contra-espacio.
En la década de los setenta Nurio fue un referente de lucha y resistencia con
la recuperación de sus tierras, al igual que Santa Fe de la Laguna y sus luchas con
los ganaderos mestizos de Quiroga. El gobierno, por medio de varias organiza
-
ciones, trató de cooptar y mediar las primeras organizaciones campesinas (Mejía,
2009). Un ejemplo fue la creación del Consejo Supremo P’urhépecha, pero en
este mismo se gestaron líderes de la región (Jasso, 2010). Los conflictos territoria
-
les y la falta de atención por parte del gobierno son un eje común en muchas co
-
munidades. Al no ser escuchadas las demandas de Nurio por la autoridad estatal,
el 1 de enero se declaró como municipio indígena autónomo, deslindándose de
64
.
Luz Elena García
Paracho. Otras comunidades se han reconocido como autónomas en su práctica,
como es el caso de Zirahúen, aunque no hubo un reconocimiento gubernamental
(Mejía, 2009).
En movimientos indígenas posteriores se logró el reconocimiento oficial a
la autonomía y la autodeterminación. Los pueblos indígenas han defendido su
territorio por medio de la restitución y reconstitución de sus formas organizativas
comunitarias. Tal es el caso de la comunidad de Cherán, en donde un eje central
de su lucha ha sido la defensa de sus bosques. El 11 de abril de 2011 se movili
-
zaron para velar por la seguridad de sus habitantes y reapropiarse de sus recursos
naturales, y bloquearon los accesos a la cabecera municipal ante la omisión de
las autoridades por proteger el territorio de los talamontes (Martínez-Aparicio,
2017).
El 13 de noviembre del mismo año cancelaron las elecciones. Y a partir de
su lucha legal, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (
TEPJF
)
reconoció el derecho de Cherán a la libre determinación y autogobierno, y en
2012 la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo avaló como comunidad y
municipio indígena. Ante la exigencia del reconocimiento de los gobiernos fun
-
damentados en los usos y costumbres, finalmente se aprobó una ley en diciembre
de 2011 por el Congreso michoacano, donde se modificaron ocho artículos de la
Constitución. En la zona purépecha la experiencia de Cherán se ha propagado a
Nurio y Pichátaro, entre otras poblaciones (Martínez-Aparicio, 2017), entre las
que se encuentra Santa Fe de la Laguna, la cual ya tenía pugnas anteriores con el
municipio de Quiroga.
El presente apartado no termina por reflejar la larga historia de las luchas
en la meseta purépecha, ni tampoco hace honor a todas las luchas territoriales,
pero si pretende resaltar que las comunidades de esta meseta están en un proceso
de construcción de territorios desde un contra-espacio. Las fuertes afectaciones
por las representaciones ajenas a sus territorios les han llevado a tomar una pos
-
tura de resistencia. Desde sus espacios de representación procuran construir sus
territorios y territorialidades, en donde se da más peso a aspectos intangibles e
invaluables del territorio, contraponiéndose a la visión meramente monetaria. Por
ejemplo, alrededor de 26 comunidades que conforman La Unión de Comunida
-
des Indígenas Forestales de Michoacán por el Planeta se dirigieron a la sociedad
civil con el compromiso de cuidar los recursos naturales que albergan su territo
-
rio, poniendo énfasis en aspirar a un desarrollo en contraposición al capitalismo
(
La voz de Michoacán
, 2019):
El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio…
.
65
[…] Nuestros ancestros nos enseñaron a vivir en el bosque con el mismo de
-
recho que otras especies […] Pero ha sido que en los últimos años nuestros
bosques se han mermado y han disminuido su extensión así como nuestros
ríos y lagos cada vez tienen menos agua y cada vez están más contaminados.
Y esto ha sido por el llamado “desarrollo” y “progreso”. A nosotros nos dijeron
que estábamos atrasados y que este país no progresaba por culpa de los indios
nos aferramos a un estilo de vida contrario al desarrollo. Y entonces empezaron
gente de fuera y gente de nuestras comunidades a talar los bosques y cambiar
el bosque por huertas. Las bandas de talamontes se convirtieron en verdaderas
organizaciones criminales y con violencia se llevaban los árboles. Después vino
el cambio de uso de suelo con el “oro verde”, es decir, el aguacate y últimamente
las frutillas […] Nuestro bosque hogar […] se encuentra amenazado por un mo
-
delo de desarrollo que considera al dinero su máximo valor […] Nosotros no le
apostamos al desarrollo del modelo capitalista; nosotros le apostamos a la vida.
Le otorgamos más valor a un árbol que a un tren; a un águila que a un avión; a
un bosque que a una huerta; a un río que a una autopista […].
La búsqueda del contra-espacio en San Francisco Pichátaro. El comienzo
del andar autónomo
En el contexto de las luchas territoriales de la región purépecha se enmarca el
caso de San Francisco Pichátaro que, al igual que otros territorios, se posiciona
en contra de los cultivos comerciales, como la papa y el aguacate, que tratan de
ganar territorio. Además, existe un arraigo por sus variedades nativas de maíz y
una relación estrecha con el bosque, viendo a estas formas de sus espacios más
allá de una visión mercantil (Figura 6). En la comunidad le dan peso a los usos
y costumbres y a los valores como el respeto, la buena convivencia, la solidaridad
y la buena organización. Desde estos aspectos, que son parte de sus espacios de
representación, se posicionan frente a las representaciones espaciales ajenas a su
territorio.
7
El espacio también es territorio, apropiado por un grupo de personas y con
límites geográficos. Los propietarios del territorio tienen respuestas y reacciones
ante los procesos que se identifican como una amenaza. A continuación se pre
-
sentan algunos sucesos que anteceden al proceso de autonomía que muestran el
7
Esto no quiere decir que no permeen las ideas del capitalismo en algunos actores locales,
o que no estén presentes las amenazas que dificultan el cuidado y la defensa del territorio.
66
.
Luz Elena García
interés en la comunidad por la defensa y el cuidado del territorio, y que son parte
de la construcción territorial desde el contra-espacio.
En las asambleas de la comunidad se pone énfasis en el cuidado y la defensa
del territorio, en el estatuto sobre la aceptación y el rechazo de comuneros de
2005 (registrado en el Archivo Agrario Nacional), que establece que para ser
comunero se deben cumplir los siguientes puntos: ser parte del territorio de la co
-
munidad, ser una persona honrada y responsable, no tener problemas por pose
-
sión de tierras, cooperar con las cuotas económicas, materiales y trabajo de la co
-
munidad, y adquirir los derechos de manera legal. En caso de no haber cumplido
con los compromisos con la comunidad o tener problemas con otros miembros
de la comunidad amerita la separación del comunero. Además, se establece que
el aprovechamiento de bienes de uso común debe apegarse al estatuto comunal,
es decir, existe una regulación de la manera en la que se aprovecha el territorio.
En 2013, el consejo de vigilancia, con un énfasis en la cuestión étnica y
territorial, estableció como puntos importantes para la elección de autoridades
(registrado en el Archivo Agrario Nacional): reconocerse parte de una comu
-
nidad purépecha, ser una persona destacada en la participación política, social,
cultural y económica de la comunidad, tener una trayectoria positiva en la defen
-
sa del territorio y en los cargos internos de carácter civil, político, económico y
religioso, no haber sido amonestado, denunciado o procesado penalmente, tanto
al interior de la comunidad, excepto cuando fue de carácter político y en defensa
de la comunidad, tener convicción por el trabajo y lucha por el pueblo purépe
-
cha, tener una postura de protección de la comunidad y sus recursos naturales,
observar de cerca el quehacer del gobierno les ayudó a notar de manera más
evidente el robo de recursos y la desatención en torno a sus problemas: “Eso nos
orilló a buscar un nuevo proyecto de comunidad. Los mismos que estuvimos
allá, toda la gente que vio cómo se trabajaba allá los recursos que llegaban y cómo
se manejaba allá. La gente se fue concientizando y fueron donde dieron ganas de
independizarse” (SFP46, 14/11/2017).
10
El pueblo comenzó a organizarse y a alzar la voz, pero no lograban que sus
demandas fueran atendidas, entre las cuales estaban una mayor generación de
empleos y el ejercicio de los recursos económicos correspondientes a la comuni
-
dad: “Empezó hace bastantes años porque el gobierno municipal no atendía las
necesidades del pueblo, por eso la gente empezó a alzar la voz. Los recursos que
le correspondían al pueblo no se ejecutaban y no había empleo para la gente del
pueblo” (SFP50, 17/11/2017). Las motivaciones fueron combatir la discrimina
-
ción, la pobreza, satisfacer las necesidades que no eran atendidas, dar solución a
los problemas como el mal manejo de la basura, la falta de servicios y de avances
en educación y salud.
Las personas se inspiraron en las historias de comunidades como Cherán (el
primer pueblo purépecha en lograr su autonomía) y San Juan Nuevo Parangari
-
cutiro (pueblo que recibió un premio internacional por el manejo sustentable de
sus bosques). Dentro de su discurso estuvo y está presente la necesidad del cuarto
nivel de gobierno:
11
“Hay tres niveles de gobierno, pero hay un cuarto nivel y
por eso luchamos” (SFP2, 17/10/2017). La autonomía además cobra fuerza en la
aspiración de construir un lugar mejor y contar con los recursos suficientes para
transformar su territorio y mantener los elementos deseados, salir de la margi
-
nación, dejar de padecer discriminación y contar con servicios como salud, agua
potable, pavimentación, entre otros:
Primero por la alta marginación que tenemos, el ayuntamiento no atendía las
necesidades. La idea de la autonomía es exigir nuestros derechos de que se pu
-
diera ejercer el recurso de la comunidad […] Lo que le inspira a uno es la si
-
tuación en la que uno vive, nos llevó a pelear primero no ser discriminados, no
depender del municipio (SFP52, 14/11/2017).
10
Se llegó a considerar conformar un municipio, pero para eso se necesitaba que fueran más
comunidades, así que la vía por la que se optó fue luchar por recibir el dinero de manera
directa.
11
El cuarto nivel de gobierno está situado entre el municipio y el gobierno, un nivel comu
-
nitario (Velasco, 2003).
El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio…
.
69
En 2014 se dio uno de los puntos de tensión entre Pichátaro y el gobierno
municipal, debido a que no se enviaron los recursos económicos correspondientes
a la comunidad: “Empezó por el mal gobierno municipal, en 2014 se discriminó
sin mandar ningún recurso, se tomó carreteras, hubo plantones, detenimiento
de carros, el presidente nunca dio respuesta […]” (SFP51, 17/11/2017). En 2015,
ante la falta de atención a sus demandas, decidieron cancelar las elecciones, no
se permitió la entrada de casillas a la comunidad como símbolo de protesta a la
indiferencia que muestran los partidos políticos a sus necesidades:
La inquietud surge porque no llegaban los recursos a la comunidad, el munici
-
pio acaparaba los recursos, se invertía en la cabecera municipal, a las comuni
-
dades no llegaba nada. Solo las consideraban en ciertas cosas. Se gastaban los
recursos de la manera que el municipio quería, como ellos decían y surgió in
-
conformidad de la gente. El presidente Guadalupe Aguilera Rojas no cumplió,
tantas mentiras, hizo enojar a la gente, y se empezó a platicar cada barrio y se
decidió no hubieran elecciones, cerraron las vías de comunicación con ánimo
para no dejar votar, de ahí se comenzó a tomar carreteras, para hacer cumplir
la constitución y de ahí buscaron abogados para cumplir la voluntad ante la
suprema corte (SFP54, 14/11/2017).
Actualmente la comunidad se encuentra deslindada de los partidos polí
-
ticos ante el cansancio por su incumplimiento y que solo buscan al pueblo en
tiempo de elecciones (Figura 7): “Como no cumplía lo que decía Tingambato,
nos animamos a cancelar las elecciones, nos quitamos la playera de cada parti
-
do” (SFP2, 17/10/2017). “Aquí no hay partidos, esos dividen a la gente” (SFP33,
20/10/2017). En el proceso de autonomía solo una pequeña parte mantuvo pos
-
tura política partidista.
12
Desde la perspectiva de los comuneros se consideran
a los partidos políticos alejados e ignorantes de las necesidades latentes desde el
espacio vivido; además, en Pichátaro tienen su propio sistema de votación que se
concibe transparente, como lo evidencia el siguiente testimonio:
Cada comunidad tiene diferentes necesidades, que ya no haya elecciones. En el
IEM
13
es dinero que se gasta nada más así, ese dinero solo es para Slim, tanto
basurero y todas las pintas. Y luego para que llegue la boleta son 35 000 pesos,
12
Alrededor de 20 comuneros fueron sancionados por mantener su postura política parti
-
dista.
13
Instituto Electoral de Michoacán.
votes o no votes, eso es lo que cuesta para que llegue la boleta, es mucha fuga de
dinero que se va ahí. Vienen diputados que uno ni conoce, vienen y nunca los
volvemos a ver. Aquí votamos por jefes de barrio y de la tenencia. Uno vota por
los de todos los barrios y uno se para enfrente de ellos para votar […] Y la gente
va viendo. Vota la raza de 18 para arriba, y la gente cuida que no se salga de la
fila. El proyecto va enfocado a esos tipos de elecciones, como no conocemos a
aquellos que nos han hecho sufrir (SFP46, 14/11/2017).
En 2015, un grupo de comuneros designados y con el apoyo de abogados re
-
visaron los derechos contenidos en la constitución y las leyes internacionales que
respaldan a los pueblos indígenas. La lucha por la autonomía fue por medio de
solicitar legalmente el respeto a sus derechos, que se acordó en las asambleas co
-
munitarias: “[…] y con una asamblea se decide ir por respuesta al Estado y si no
al Congreso, y se demandó en el tribunal electoral de la Federación […]” (SFP51,
17/11/2017). Los siete barrios que conforman a San Francisco Pichátaro eligieron
representantes que asistieron a las manifestaciones y a las pláticas con el gobierno:
Estábamos cansados del presidente del municipio, nos manda cualquier cosa
[por ejemplo, el 10 de mayo cubetas y juguetes] puro desperdicio. Nos unimos
los 7 barrios, se fue a manifestar al municipio. Se tumbó la puerta del munici
-
El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio…
.
71
pio, se buscaron abogados. Porque no había mucho apoyo a la comunidad, de
ahí para acá se han hecho las cosas diferentes. Estaban los abogados y buscamos
la manera de ser independientes, vinieron personas de Cherán, informaron de
qué manera podían ayudar a la comunidad. Nada más se les daba algo, sueldo
no, no andaban por un beneficio personal (SFP47, 14/11/2017).
Pichátaro presentó sus demandas ante diferentes instancias gubernamenta
-
les de los niveles municipal, estatal y federal, hasta que a nivel federal se le dio
respuesta a la comunidad y el fallo positivo a favor de su autonomía el día 18 de
mayo del 2016:
Hace tres años se empezó a luchar, yendo a la presidencia, cada encabezado de
barrio juntaba a la gente, ir a Morelia y a México y solo de esa manera nos escu
-
charon. Se tardó porque el presidente tenía que consultar el congreso del estado.
Se tuvo que ir hasta la federación, diputados regresaron a Morelia y dieron fallo
a favor de la comunidad” (SFP50, 17/11/2017).
En el juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciuda
-
dano, en el expediente SUP-JDC-1865/2015
14
se dio el siguiente dictamen:
Ciudad de México, a dieciocho de mayo de dos mil dieciséis.
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dicta
SENTENCIA en el juicio
al rubro indicado,
en el sentido de declarar PRO
-
CEDENTE la acción declarativa de certeza de derechos y DECLARAR que
la comunidad indígena de San Francisco Pichátaro, localizada dentro del mu
-
nicipio de Tingambato, Michoacán de Ocampo tiene los derechos colectivos a
la autodeterminación, autonomía y autogobierno, vinculados con su derecho
a la participación política efectiva, para determinar libremente su condición
política, frente a la autoridad responsable y demás autoridades del Estado de
Michoacán de Ocampo.
Pese al fallo positivo el gobierno municipal se negaba a entregarles los re
-
cursos que legalmente se les había autorizado, por esta razón tuvieron que ejercer
presión por diferentes medios, desde el cierre de vías de comunicación hasta la
quema de la puerta del Congreso del estado (el antiguo palacio):
14
Se anexa link en el apartado de bibliografía.
72
.
Luz Elena García
El presidente no firmaba nada, ya andaban quemando la puerta del palacio
porque no nos atendía Silvano, si la íbamos a quemar empezó a llover y no
agarr
ó
nada. En Pichátaro lo que hacemos es un delito, decían unos, pero de
-
cíamos ¿qué, lo que ellos hacen está bien? El gobierno finalmente se presentó,
la gente era muy dura aquí. Hubieron varias reuniones, el municipio no quería
firmar la liberación del recurso. Primero se mandó todo lo que la gente pedía al
Congreso, pero no querían hasta que no hubo acciones, hasta que hubo cierre
de carreteras y detuvimos vehículos, los entregamos después, el gobierno fue
sabiendo (SFP46, 14/11/2017).
Aunque hubo oposición por parte del gobierno, ganaron la lucha, en no
-
viembre de 2016 por primera vez recibieron de manera directa los recursos econó
-
micos proporcionales al número de habitantes que integra la comunidad, para ser
ejercidos en los aspectos que consideren prioritarios y necesarios: “Se quería que
diera el recurso conveniente, que fue en el mes de mayo del 2016, 33.3 % de lo
que correspondía por el número de personas se entregó en noviembre del 2016”
(SFP51, 17/11/2017).
Ante el deseo de tener un mayor poder de decisión en el territorio, Pichátaro
buscó una mayor soberanía territorial por medio de deslindarse del municipio de
Tingambato y ejercer de manera autónoma los recursos económicos que les corres
-
ponden. Esto permite a la comunidad estructurar y producir de manera diferente
el espacio y borrar parte de los elementos indeseados del pasado, lo que expresa un
proceso de resistencia, aunque no se puede negar la influencia que tienen los dife
-
rentes actores de distintas escalas territoriales en la comunidad (Figura 8):
Vivíamos una tristeza en nuestra casa, pero cuando fuimos a México se nos dio
el veredicto de deslindarnos. Hoy en día yo sí veo el cambio, si yo me corto un
dedo me ayudan, me apoyan. Hay ancianitos de la tercera edad y habemos hijos
ingratos que los dejamos solos, a esos viejitos y los fallecidos se les ayuda. Se está
haciendo un aula para el kínder, un depósito de aguas tratadas, si lo hubiéramos
hecho antes nuestro pueblo estaría de manera diferente. Yo sí veo un futuro,
se metió drenaje, se emparejaron las calles, de aquí a 5 años va a cambiar. En
nuestro pueblo ya hay alumbrado, gracias al proyecto comunal y la gestión. Si
hay que dar la vida por el pueblo, hay que darla (SFP1, 17/10/2017).
La autonomía que se logró es financiera y reconoce su derecho a la autode
-
terminación y les otorga un mayor poder de decisión sobre el territorio al haberse
deslindado del municipio de Tingambato: “El presupuesto y todo, el municipio
El territorio construido desde la búsqueda del contra-espacio…
.
73
se lo quedaba, el gobierno que ya lo partió el presupuesto, el pueblo se levantó, ya
llega todo el presupuesto se pagan los policías y el presupuesto llega aquí” (SFP49,
24/11/2017). “Autónomos en cuanto nombrar las autoridades, nadie viene a de
-
cirnos cómo mandarnos, autonomía en administración” (SFP50. 17/11/2017),
“La autonomía consiste en que manejemos el dinero y que ningún partido nos
diga qué tenemos que hacer” (SFP51, 17/11/2017).
La comunidad de Pichátaro cada año debe entregar de manera directa
cuentas al gobierno para mostrar la manera en la que se ejerció el presupuesto
asignado, además existe el conocimiento de los asuntos que competen al marco
legislativo federal: “En los recursos ya tenemos autonomía, se mandan cuentas en
Morelia del recurso en finanzas […]. Solo en ciertas cosas, administrativas, por
ejemplo, si alguien derriba un árbol castigarlos, pero no si alguien mata” (SFP54,
14/11/2017).
El proyecto autonómico sigue en construcción, pero en Pichátaro conocen
sus derechos, a lo que pueden aspirar y lograr: “De momento nosotros logramos
la autonomía económica y que nosotros determinamos que tipo de autoridades
nos representan. El tribunal nos da derecho más amplio, impartición de justicia
y nuestras instituciones” (SFP52, 14/11/2017). “Autonomía es que la comunidad
maneje su recurso, no pertenecer al municipio. Invertir en salud, en deportes,
una buena restauración de la comunidad. En un futuro buscar la manera de ser
más autónomos” (SFP47, 14/11/2017), “ser autónomos hasta donde se pueda”
(SFP54, 14/11/2017).
La autonomía fue parte de la búsqueda de un contra-espacio en oposición
a las representaciones del espacio provenientes del primer territorio, donde las
representaciones de actores externos están alejadas de las necesidades reales de
su espacio vivido (Figura 9). El siguiente testimonio muestra la necesidad de que
aquellos que gobiernen el territorio conozcan las necesidades: “Queremos gente
de nuestra región que sabe qué nos duele y de nuestras necesidades que vaya a
pedir a los meros del legislativo” (SFP33, 17/10/2017). Existe una evidente necesi
-
dad y es necesario romper la brecha entre aquellos que hacen las representaciones
espaciales y las personas que viven el espacio, por ende, deben existir primeros
territorios que respeten a los segundos territorios.
El caso de Pichátaro evidencia lo señalado por Mançano Fernandes (2011),
la mayoría de las instancias gubernamentales del primer territorio ignoran los
atributos de multiescalaridad y multidimensionalidad. La siguiente frase expresa
cómo la soberanía, además de ser un atributo del territorio, es una necesidad, la
necesidad de decidir sobre el espacio vivido: “Queremos ser autónomos, man
-
dar en nuestros cuatro linderos” (SFP1, 17/10/2017). La comunidad ya tenía un
grado de autonomía, pero ante la falta de atención de sus necesidades optaron
por obtener su autonomía financiera. El emprendimiento de un proyecto auto
-
nómico implica un mayor poder para producir el espacio de forma más cercana
a la idea de espacio deseado: “Se va a transformar por la autonomía” (SFP2,
17/10/2017). Asimismo, otras comunidades están en proceso o han logrado la
autonomía: “Ya las demás comunidades ya se están organizando, solo es querer”
(SFP2, 17/10/2017).
Reflexiones finales
El caminar por la autonomía en Pichátaro apenas comenzó y sigue en construc
-
ción, pero no se debe perder de vista que a este proceso antecede una larga historia
en cuanto a la defensa y el cuidado del territorio. Pichátaro se ha regido con base
en sus usos y costumbres desde tiempo atrás –como muchas comunidades indíge
-
nas– y ya contaba con una estructura de organización fuerte, pero existe el deseo de
hacer mejoras desde su visión del territorio. Ante el olvido del Estado, los partidos
políticos, del gobierno municipal, la falta de servicios, la pobreza, el desempleo,
buscaron una vía que les permitiera hacer del espacio vivido el espacio deseado.
El espacio vivido puede ser el espacio no deseado cuando los actores externos
–por ejemplo, el gobierno y las empresas– ejercen presión hacia los usos del terri
-
torio desde sus intencionalidades, perdiendo de vista la multiescalaridad existen
-
te dentro del territorio. Un territorio dirigido por otros es como tener un carro
propio, pero quien decide el color, las reparaciones y hacía donde puede ir o no es
alguien ajeno. Desde las autonomías no se buscan imposiciones, ni se desean las
imposiciones provenientes de actores externos –pese a que están presentes– por
eso es que se plantea la idea de mandar pero obedeciendo al pueblo, aunque en la
práctica tiene sus dificultades debido a las diferentes intencionalidades que con-
vergen en el territorio.
La construcción del territorio desde el contra-espacio trae consigo la satis
-
facción de construir el territorio desde la concepción del espacio deseado. Desde
los espacios de representación de diversos grupos sociales, como es el caso de los
purépechas, el territorio se configura con base en los simbolismos, significados, la
memoria histórica y anhelos que van más allá de la visión monetaria y mercantil.
En este sentido se anteponen a las representaciones espaciales capitalistas o vora
-
ces de sus territorios.
El caso de la comunidad de San Francisco Pichátaro es un ejemplo de las
luchas en la meseta purépecha por obtener una mayor soberanía territorial, man
-
tener los aspectos deseados y dejar atrás aquellos que les han afectado. La autono
-
mía es una construcción territorial desde el contra-espacio, que, además de ser la
defensa del espacio físico, es la defensa de aspectos inmateriales que le dan sentido
al territorio como la organización, la seguridad, la tranquilidad, la convivencia,
el respeto, la identidad, las tradiciones y las costumbres. Si bien estos aspectos se
espacializan, al mismo tiempo existen dificultades para lograr el espacio deseado,
aun así está idea inspira velar por lo deseado y hacer frente a lo indeseado.
La soberanía es un atributo del territorio que permite darle el rumbo de
-
seado. Los proyectos autonómicos, como es el caso de San Francisco Pichátaro,
76
.
Luz Elena García
tienen como objetivo que los deseos y anhelos más íntimos se manifiesten en
el espacio, así como liberarse de los yugos que oprimen a su pueblo; al mismo
tiempo, es exigir respeto a sus modos de vivir, de organizarse y su manera de con
-
cebir el mundo –esto, sin perder de vista la presión que ejercen las relaciones de
dominación–. Los territorios como contra-espacios son formas de resistencia que
cobran fuerza en los espacios de representación, donde los simbolismos en torno
al territorio trascienden la visión monetaria y meramente geométrica del espacio.
La demanda de los indígenas de un cuarto nivel de gobierno por medio de
las autonomías resalta la importancia de tomar en cuenta que existen múltiples
territorios contenidos dentro de otros territorios. El caso de las comunidades in-
dígenas muestra la necesidad de considerar la multiterritorialidad en México.
El país está conformado por territorios con distintas aspiraciones y necesidades,
por lo que los planes de desarrollo y las políticas públicas deben considerar la
diversidad cultural. La falta de entendimiento de la multiescalaridad del terri
-
torio ha llevado a una idea de desarrollo territorial homogénea. Los conflictos
entre el primer y el segundo territorio manifiestan que existen diferentes formas
de concebir el desarrollo, proceso que se vuelve más complejo cuando se suman
actores externos, como las empresas, que tratan de apropiarse de los territorios
para explotarlos y generar ganancias.
En este texto se ahondó en la autonomía como una contra-respuesta y, por
ende, una construcción territorial desde el contra-espacio. En este caso, la auto
-
nomía manifiesta resistencia y tiene su origen en las maneras en las que se concibe
el territorio, el bosque, la agricultura y el bienestar, solo por mencionar algunos
aspectos. La autonomía no es la única manera de construir el territorio desde el
contra-espacio, también las prácticas espaciales y los movimientos sociales son
formas en las que se hace frente a las visiones territoriales voraces, principalmente
de índole capitalista. Por ende, no hay una sola manera de construir el territorio
desde el contra-espacio y tampoco existe una sola escala para su construcción,
puede ser desde una escuela, una comunidad, un municipio o una nación.
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YRJZGNQGmr0muu1B5dF3-TEyMzl0SaYjfcqas
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colecciones/sentencias/html/SUP/2015/JDC/SUP-JDC-01865-2015.htm
Entrevistas
SFP1, 17 de octubre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP2, 17 de octubre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP33, 20 de octubre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP46, 14 de noviembre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP47, 14 de noviembre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP49, 24 de noviembre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP50, 17 de noviembre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP51, 17 de noviembre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP52, 14 de noviembre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.
SFP54, 14 de noviembre de 2017, San Francisco Pichátaro, Tingambato, Michoacán.