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El estado de excepción de 30 días permite el despliegue de las Fuerzas Armadas. Gobierno militariza tres provincias, entre ellas la capital para evitar que sea tomada por las columnas de indígenas que se organizan de diferentes lados para dirigirse hacia allí.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó este viernes (18.06.2022) estado de excepción en Pichincha, Imbabura y Cotopaxi como respuesta al paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que salió a la calle por quinto día consecutivo.
El estado de excepción de 30 días permite el despliegue de las Fuerzas Armadas para misiones de seguridad ciudadana y contra la delincuencia, aunque el presidente ecuatoriano no ha dado detalles sobre el despliegue de militares o la imposición de un toque de queda nocturno, como sí ha hecho en otros regímenes de excepción.
“Me comprometo a defender nuestra capital y a defender el país”, dijo el mandatario en una alocución transmitida por televisión. Asimismo, anunció un paquete de medidas “con la finalidad de garantizar la paz de todo el país y atender las principales demandas y preocupaciones de la población”.
“He decidido aumentar el bono de desarrollo humano a 55 dólares (52,40 euros), declarar en emergencia el sistema de salud pública, duplicar el presupuesto en educación intercultural, subsidiar hasta 50 % el precio de la urea (fertilizantes) para pequeños y medianos productores”, detalló Lasso.
La organización indígena y sus aliados protestan por el elevado precio de los productos de primera necesidad y los combustibles, la precariedad de los hospitales públicos y por la atención a los agricultores.
Asimismo, critican la política “neoliberal” del presidente Guillermo Lasso por la presunta privatización de empresas públicas, o las reformas legales en curso para promover el trabajo por horas.
europa press/afp/dpa /rr
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La noche de este viernes, 17 de junio del 2022, la Conaie respondió a las medidas planteadas por el Presidente del Ecuador en el marco de las movilizaciones indígenas.
En declaraciones de los máximos dirigentes de las organizaciones sociales ratificaron la movilización y su avance a la capital de los ecuatorianos.
Gary Espinoza, presidente de la Fenocin, señaló en su intervención que las medidas planteadas por el Presidente «son una burla» y se mantendrán en las calles.
Por su parte, Samuel Lema, el dirigente de las comunidades evangélicas señaló que las respuestas del presidente Lasso «no son respuestas viables» y llamó a mantenerse en la protesta social.
Finalmente, Leonidas Iza, presidente de la Conaie, señaló que «no han venido por el diálogo» sino por las respuestas a las propuestas presentadas. Iza, recriminó la «falta de diálogo» y tildó de mentira las afirmaciones del Presidente.
Sobre los ofrecimientos del Presidente de la República, Iza hizo una valoración y tildó de un triunfo los pedidos de la Conaie, pero condicionó la aceptación de estas medidas a la creación de un documento donde se garantice el cumplimiento de estos ofrecimientos.
Ante esto, ratificó la lucha en las calles y llamó a las comunidades a prepararse para ingresar a Quito y rechazar las medidas.