Imprimir
Los cuerpos y la salud de los vecinos de Quintero y alrededores están en el ojo de la tormenta. Las intoxicaciones debido al carácter extractivista de las empresas que destruyen la naturaleza creando graves alteraciones en el clima y en la vida en general, para luego pasar el resultado extractivo por industrias que reforzando el rol de “mercancías” de los trozos de natura expropiados por la propiedad, provocan cambios atmosféricos y de todo tipo que continúan alterando y agravando las condiciones de la vida.
El sueldo de Chile, gobierno de los trabajadores (¿?) y estado capitalista
Por Jaime Yovanovic (Profesor J)
Los cuerpos y la salud de los vecinos de Quintero y alrededores están en el ojo de la tormenta. Las intoxicaciones debido al carácter extractivista de las empresas que destruyen la naturaleza creando graves alteraciones en el clima y en la vida en general, para luego pasar el resultado extractivo por industrias que reforzando el rol de “mercancías” de los trozos de natura expropiados por la propiedad, provocan cambios atmosféricos y de todo tipo que continúan alterando y agravando las condiciones de la vida.
Si hacemos una lista de los actores y factores que están presentes en ese drama tenemos lo siguiente: las empresas, los propietarios, el poder y sus distintas jerarquías, el mercado, las exportaciones, los funcionarios del estado, los trabajadores de esas empresas, los estados y empresas que compran y venden, el capitalismo como modelo depredador, etc., etc. Son muchos más los actores y factores que intervienen en esta tragicomedia, pero los vecinos, sus familias y sus cuerpos son el punto de partida para cualquier análisis, diagnóstico y resultados.
La minería, el petróleo y demás industrias que actúan violentamente contra la madre tierra incluyendo el agua, el aire y la energía, sólo son entendidas como recurso económico como bien lo han explicado Maristella Svampa en Argentina, Yayo Herrero en España, Eduardo Gudynas de Uruguay y Emiliano Terán Mantovani en Venezuela, entre otros, y si actúan dañinamente contra la naturaleza con dolo y alevosía, entonces también actúan sobre nosotros los humanos, que somos naturaleza y no somos meros espectadores de la tragedia. Cada uno de nosotros está siendo afectado, a menos que lo veamos con ojos del individualismo: “Que me importa que se envenenen o mueran los pobladores de Quintero, mientras yo, el elegido de los dioses, estoy sano y salvo”.
Y así, ese es el drama: O estamos todos siendo afectados por el funcionamiento del capitalismo o sólo los vecinos de Quintero. Dígalo usted y lávese las manos. Las mujeres nos han enseñado que si tocan a una eso significa que todas son afectadas. De todos los factores el más importante es el de los vecinos, de manera que comenzaremos el análisis desde ellos:
El gobierno ha preferido levantar la bandera de la exclusividad del drama de Quintero mientras militariza al pueblo mapuche que exige la retirada de las empresas forestales, el fin del extractivismo y la devolución de los territorios usurpados. La respuesta de los mapuche es reforzar los lof, pues las formas de vida compartida o en común les permiten luchar como un solo hombre o una sola mujer. Igual que las comunidades indígenas del Ecuador que todos los admiran pero no rescatan para sus análisis que ellos han podido movilizarse como lo están haciendo porque tienen otras formas de vida que vienen de la autonomía comunitaria y no de los partidos o vanguardias que buscan instalarse como referentes para sumar seguidores.
El gobierno de Piñera repartió el IFE para que la gente no siguiera con las ollas comunes “ahí tienen granos de maíz seco para que coman las gallinas”. Es el miedo a la autogestión. El gobierno de Boric pretende mostrar que los cambios sólo pueden hacerse gracias a que ellos están en el gobierno y cumplirá con su promesa de acabar con las zonas de sacrificio, escondiendo que las principales zonas de sacrificio están en el Wallmapu y muchos otros lugares. Arreglan uno sacrificando a los otros. Los benditos esperan que los vecinos de Quintero y alrededores les apoyen en su militarización y así ganar fuerzas en nuestro pueblo para hacer frente a las exigencias del pueblo mapuche. Nos salvamos nosotros y que se jodan los otros. Dividir para reinar.
Los trabajadores de la empresa que tendrá que salir de allí han entendido que si se saca finalmente ellos perderán su fuente de empleo y su ingreso, por ello han apelado a la “solidaridad sindical” del resto de trabajadores de las empresas mineras que han cerrado filas sosteniendo que con unos arreglos técnicos no habrá contaminación. Ellos defienden su fuente de trabajo que a la vez es el sueldo de Chile, o sea, son los dineros con que funciona el estado, o sea, defienden el estado y el modelo extractivista y por eso los apoya la CUT, por supuesto, si todos ellos son dirigidos por los partidos de la Concerta, de la Nueva Mayoría y sus modernos aliados del Frente Amplio, es decir, todos ellos son la parte electoralista de la izquierda capitalista y por eso defienden el estado como aparato de poder aunque Foucault sostiene que todo poder es dominación.
Nuestro consejo es que defendamos nuestros territorios, barrios y poblaciones, pero no haciendo grupos artificiales de defensa. Sino consolidando la unidad del pueblo entre vecinos para actuar también como un solo hombre o una sola mujer entrando en interacción directa con la madre tierra dejando de comprar bebidas gaseosas y produciendo jugos con nuestros árboles frutales, así como dejar de comprar alimentos transgénicos y producir nuestros propios alimentos sanos, o sea vaciar los supermercados y llenar los barrios de huertas.
Conclusión:
La lucha anticapitalista, anti extractivista, anti minera y ecológica no puede ni podrá ser de un solo barrio o localidad, sino de todos, cada uno a su modo, y comienza con la unidad del pueblo en cada barrio superando las batallas izquierda-derecha, siguen con la multiplicación de las huertas y la producción de nuestros propios alimentos por barrio, o sea, avanzar hacia la autogestión generalizada, continúan con la construcción de nuestras propias maneras de cuidarnos, la salud y la educación, y cristalizan mediante la administración de los barrios a cargo de los vecinos que participan en las actividades comunitarias, es decir el autogobierno de nosotros mismos.