Madrid. La Cumbre de Madrid de la Organización del Tratado del Alianza Atlántica (OTAN) finalizó con la consumación del giro estratégico, ideológico y programático más importante desde el final de la guerra fría, en el que se recuperó el lenguaje más belicista en décadas y señaló sin tapujos a los enemigos a vencer en el futuro inmediato: Rusia y China.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió que las fuerzas militares de la alianza están “preparadas para cualquier eventualidad”, y afirmó: “Vivimos en un mundo más peligroso e impredecible”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expuso que Rusia acabará derrotada en la su invasión a Ucrania, y se comprometió a entregar a Kiev 800 millones de dólares más para la compra de armamento.
Su par francés, Emmanuel Macron, aseguró que antes de que Rusia invadiera Ucrania, el pasado 24 de febrero, la OTAN “estaba con muerte cerebral y sin rumbo”, lo que explica el júbilo que expresaron los mandatarios y líderes mundiales al concluir la reunión de dos días.
La Cumbre de Madrid pasará a la historia por la Redacción del nuevo Compromiso Estratégico, es decir, la nueva “hoja de ruta” que sustituye a la asumida en la Cumbre de Lisboa de 2010, que consideraba a Rusia “socio estratégico”, mientras en el nuevo documento se le señala como una “amenaza directa”.
También cambió la percepción que se tenía hace sólo unos meses del incremento del presupuesto militar, pues prácticamente todos los representantes de los gobiernos de la OTAN recalcaron su compromiso de destinar, y hasta superar, 2 por ciento del producto interno bruto de cada nación al gasto militar de la alianza. Eso explica el aumento continuo y multimillonario en las cotizaciones bursátiles de las principales armerías europeas en los recientes días, como Dassault Aviation, Thlaes, Leonardo, BAE Systems e Indra, que acumularon en dos semanas una revaloración de más de 30 por ciento.
Biden ofreció una rueda de prensa para cerrar la cumbre y ratificar los acuerdos alcanzados y, sobre todo, reiterar sus advertencias a su homólogo ruso, Vladimir Putin, erigido por los mandatarios en el principal, y casi único, enemigo de Occidente. “Seguiremos reforzando a Ucrania el tiempo necesario” afirmó.
Biden recordó una conversación que sostuvo con el líder del Kremlin: “Antes de que empezara la guerra, le dije a Putin que la OTAN sería más fuerte y estaría más unida en la defensa de un mundo basado en reglas. Eso es lo que hemos visto hoy. Es una cumbre que refuerza nuestra sinergia. La última vez que aprobamos un Compromiso Estratégico fue en 2010, y Rusia era un socio y no se mencionaba a China. El mundo está cambiando, y esta cumbre evidencia que la OTAN se adapta a los cambios, al señalar a Rusia y a otros desafíos sistémicos, además de abrir las puertas a dos nuevos miembros, Finlandia y Suecia, con tradición de neutralidad”.
Al felicitar la integración de los dos futuros miembros de la alianza, Biden se refirió a “Suiza” en lugar de “Suecia”, error que corrigió segundos después, pero que reprodujeron portales y redes sociales.
Stoltenberg ratificó el compromiso de los países que integran la organización de seguir apoyando, con dinero y armamento, a Ucrania. Evitó confirmar la cifra de un incremento de 20 mil millones de euros que manejaron fuentes cercanas a la Cumbre, pero sí habló de “un aumento significativo y considerable en el presupuesto común de la OTAN en una trayectoria acordada hacia 2030″.
Agregó que se harán esfuerzos por estrechar los lazos con algunos países asiáticos para mitigar la influencia cada vez mayor de China en el mundo.
Aseveró que Putin “tiene que retirar a sus fuerzas y acabar con este guerra inmediatamente. Estamos preparados para cualquier eventualidad”.
En cuanto a la integración de Suecia y Finlandia, Stoltenberg confirmó que la “decisión política se hizo en la cumbre de ayer y ahora sólo se tiene que formalizar con la firma del protocolo de adhesión, que se hará el próximo martes”.
Macron ratificó los compromisos firmados en la Cumbre de Madrid, incluida la nueva hoja de ruta, y aseguró que la invasión rusa a Ucrania fue “un error estratégico”.
La otra gran potencia militar de la OTAN, Gran Bretaña, fijó su posición mediante su primer ministro, Boris Johnson, quien anunció que “Reino Unido aumentará de aquí a 2030 su gasto militar hasta 2.5 por ciento del PIB”, índice por encima del objetivo de 2 por ciento establecido en 2014, al considerar que vivimos “en una época muy diferente”. Indicó que destinará otros mil 165 millones de euros en ayuda militar a Ucrania.
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, en su calidad de anfitrión, insistió en la idea de incrementar el presupuesto militar, para lo que anunció un plan para que en un plazo de siete años se alcance 2 por ciento del PIB. Tiene previsto presentar este proyecto en el Congreso de los Diputados en breve, pero de entrada se encontró con la primera dificultad: su socio de gobierno Unidas Podemos afirmó que votará en contra, al igual que sus aliados parlamentarios de la izquierda nacionalista vasca y catalana, por lo que tendrá que apoyarse en la oposición conservadora del Partido Popular.
El botín de Turquía
Una de los logros más importantes de la Cumbre de Madrid fue el comienzo del proceso de integración de Suecia y Finlandia a la OTAN, que fue posible gracias a que Turquía levantó el veto impuesto a ambas naciones. Todas las decisiones que se adoptan en el organismo se hacen por consenso y unanimidad.
El veto de Turquía se debía al apoyo que esta nación percibe por parte de Suecia y Finlandia, al Partido Kurdo de los Trabajadores, opositor a Ankara y considerado “terrorista” por el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan, pero también por Washington.
A cambio de su luz verde, Turquía logró el compromiso de los países nórdicos de suspender cualquier tipo de apoyo o financiación a los grupos de resistencia del pueblo kurdo, que llevan décadas sufriendo la represión del gobierno turco.
El ministro turco de Justicia, Bekir Bozdag, solicitó a Suecia y Finlandia la extradición de 33 líderes de la resistencia kurda que viven en esas naciones bajo el estatus de perseguidos políticos.
La solicitud se basa en el acuerdo que firmaron para levantar el veto para su ingreso en la OTAN, en el que se prevé que Suecia y Finlandia “abordarán las solicitudes de extradición pendientes sobre sospechosos de terrorismo de forma rápida y exhaustiva”.