Declaración del honorable Murray Sinclair sobre la disculpa del Papa
WINNIPEG - El Honorable Murray Sinclair, ex senador y presidente de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá (TRC) emitió la siguiente declaración hoy:
“Quiero reconocer la importancia de la disculpa del Papa a los sobrevivientes, sus familias y las comunidades. Para muchos supervivientes, sé que escuchar las palabras de contrición del Papa fue, y es, un factor esencial en su recuperación personal y crecimiento. Mis pensamientos y oraciones estaban con ellos mientras escuchaban.
Cuando pusimos el Llamamiento a la Acción 58 en el informe final de la CVR, el objetivo siempre fue que los sobrevivientes escucharan de primera mano no sólo el remordimiento sino la aceptación de la responsabilidad por lo que fueron puestos a manos de la Iglesia y otras instituciones.
A pesar de esta disculpa histórica, la declaración del Santo Padre ha dejado un profundo agujero en el reconocimiento del papel completo de la Iglesia en el sistema de Escuelas Residenciales al culpar a los miembros individuales de la Iglesia. Es esencial subrayar que la Iglesia no fue sólo un agente del estado, ni simplemente un participante en la política del gobierno, sino que fue un coautor principal de los capítulos más oscuros de la historia de esta tierra.
Impulsados por la Doctrina del Descubrimiento y otras creencias y doctrinas de la Iglesia, los líderes católicos no sólo permitieron al Gobierno del Canadá, sino que lo empujaron aún más en su labor para cometer genocidio cultural de los pueblos indígenas. En muchos casos, no fue sólo una colaboración, sino una instigación. Hay ejemplos claros en nuestra historia en los que la Iglesia pidió al Gobierno del Canadá que fuera más agresivo y audaz en su labor de destruir la cultura, las prácticas tradicionales y las creencias indígenas.
Fue algo más que el trabajo de unos pocos malos actores, esto fue un esfuerzo institucional concertado para sacar a los niños de sus familias y culturas, todo en nombre de la supremacía cristiana.
Aunque se ha hecho una disculpa, esa misma doctrina está en su lugar.
El Papa y la Iglesia guardan silencio sobre los principios más problemáticos de su sistema de creencias: que los pueblos indígenas en Canadá y en todo el mundo no deben tener el derecho de practicar su fe, culturas y tradiciones.
La reconciliación requiere acción, no pasividad. La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas pide específicamente medidas para restaurar la cultura, las creencias y las tradiciones destruidas por acciones pasadas. El fracaso permite a la agencia destructiva vivir con el beneficio de esas fechorías del pasado. Para los niños y descendientes de Sobrevivientes, no es suficiente que hayan dejado de abusar de ellos; hay que actuar para ayudarlos a recuperarse y comprometerse a no volver a hacer esto.
Mientras el Papa continúa su peregrinación para reunirse con las Primeras Naciones, Metis e Inuit Survivors esta semana, espero que se tome esto en serio. Hay un mejor camino que la Iglesia y todos los canadienses pueden seguir: asumir la responsabilidad por las acciones pasadas y decidir hacerlo mejor en este viaje de reconciliación.
Debemos comprometernos a hablar y sobre el otro con respeto. ”
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