Miles de haitianos se manifestaron el lunes en todo el país caribeño para protestar contra el aumento de los precios, luego de que el Banco Central informó que la inflación había alcanzado un máximo de 10 años.

En Puerto Príncipe, capital del país, los manifestantes instalaron barricadas en llamas en algunas áreas y reclamaban contra la creciente escasez de gasolina y diésel que podría obligar a algunas empresas a cerrar sus puertas. La policía reprimió a los manifestantes en algunas zonas, disparando gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.

Jean Baden Dubois, gobernador del Banco Central de Haití, dijo que la economía probablemente se contraerá un 0,4% este año, luego de una fuerte depreciación de la moneda, el gourde. “Si tomo los números de junio de 2022, la inflación ha llegado al 29%”, dijo Dubois en conferencia de prensa, en referencia a la inflación anualizada. “Es la tasa más alta que hemos tenido en 10 años”.

Las manifestaciones coinciden con el aniversario de un levantamiento de esclavos de 1791 que desencadenó una larga lucha por la independencia de Haití de Francia en 1804.

Las manifestaciones fueron acompañadas por actos en las principales ciudades, como Cap-Haitien, Petit-Goave y Jacmel, donde muchos de los participantes vestían camisetas rojas estampadas con la palabra “endepandans” o “independencia”.

En las últimas semanas el país también vive problemas en el abastecimiento de combustible, lo que ha dejado a muchos haitianos sin poder trabajar.

Haití atraviesa una profunda crisis económica, en combinación con una fuerte inestabilidad política que se agudizó con el asesinato del presidente Jovenel Moise, en julio del año pasado, junto la recurrente injerencia imperialista estadounidense tanto en el plano militar como el políitco y económico, que ha empobrecido al país hasta el extremo de que el 43 % de la población requiere ayuda humanitaria, según cálculos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).