Su comprensión de la llamada cuestión étnica nacional, explica su magistral análisis de la democracia zapatista.
Gilberto López y Rivas
La Haine
27/08/2022
1.- Se afirma que a las personas se les conoce en las dificultades, y añadiría, también en las militancias. En el caso de Pablo González Casanova, es posible afirmar que a lo largo de más de dos décadas, desde que tuvieron lugar los diálogos de paz entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno federal, y, más tarde, durante la integración del Grupo Paz con Democracia, la Red de intelectuales en Defensa de la Humanidad y el acompañamiento, desde la sociedad civil, de los procesos autonómicos de los mayas-zapatistas y el Congreso Nacional Indígena, el compañero González Casanova ha dado prueba de una notable congruencia ética y un probado compromiso social que distingue a los intelectuales orgánicos de los pueblos en resistencia. Él ha sido, durante todos estos años, nuestro referente teórico y moral, y, sobre todo, la personificación del pensamiento crítico al que convocan los zapatistas.
2.- Por ello, Alicia Castellanos. y quien habla, escribíamos recientemente que: “Uno de los logros políticos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional es el apoyo sempiterno y apasionado de Pablo González Casanova, integrado a la Comandancia General por su trayectoria del intelectual connotado más apreciado por los pueblos indígenas en sus luchas contra las formas de explotación, racismo y opresión del colonialismo interno, por él conceptualizado. Recordando la consigna de los combatientes mexicanos de la guerra contra los intervencionistas franceses y sus colaboracionistas criollos: “¡Nosotros tenemos a Víctor Hugo!”, el movimiento rebelde zapatista tiene a González Casanova, un pensador que conserva la esperanza en otro mundo posible.” (La Jornada)
3.- Para quienes nos formamos como antropólogos, adscritos al marxismo, la contribución teórica de González Casanova fue su concepto de colonialismo interno y, en esa dirección, su crítica a la antropología mexicana como una disciplina que, aunque mantenía un sentido humanista del problema indígena: “nunca tuvo un sentido anticolonialista, ni en las épocas más revolucionarias del país”. González Casanova precisa su argumentación: “Influida por la metodología de una ciencia que precisamente surgió de los países metropolitanos para el estudio y el control de los habitantes de sus colonias, no pudo proponerse como tema central el estudio del problema indígena como un problema colonial y como un problema inminentemente político.”(iberopuebla.mx)
4.- Su comprensión de la llamada cuestión étnica nacional, explica su magistral análisis de la democracia zapatista. En «Los ‘caracoles’ zapatistas: redes de resistencia y autonomía (ensayo de interpretación», Pablo González Casanova afirma que el movimiento zapatista ha dado ricas aportaciones a la construcción de una alternativa. La idea de crear organizaciones que sean herramientas de objetivos y valores por alcanzar y hagan que la autonomía y el «mandar obedeciendo» no se queden en el mundo de los conceptos abstractos ni de las palabras incoherentes es una de las aportaciones más importantes. Todas las comunidades construyeron las organizaciones, las organizaciones de redes mínimas de gobierno, así como las redes de alianzas mayores. González Casanova deja en claro que este proyecto de poder no se construye bajo la lógica del «poder de Estado» que aprisionaba a las posiciones revolucionarias o reformistas anteriores, dejando en ayuno de autonomía al protagonista principal, fuera este la clase obrera, la nación o la ciudadanía.”
Asimismo, dirige sus señalamientos críticos a las posiciones anarquistas, al destacar que el poder zapatista: “Tampoco se construye con la lógica de crear una sociedad ácrata, esa lógica que prevalecía en las posiciones anarquistas y libertarias (y que subsiste en expresiones poco felices como las «anti poder», que ni sus autores saben qué quiere decir) pero que se renueva con los conceptos de autogobierno de la sociedad civil «empoderada» con una democracia participativa, que sabe representar y sabe controlar a sus representantes en lo que sea necesario para el respeto de los «acuerdos»”.
5.- El proyecto de los Caracoles es un proyecto de pueblos-gobierno que se articulan entre sí y que buscan imponer caminos de paz, en todo lo que se pueda, sin desarmar moral o materialmente a los pueblos-gobierno, menos en momentos y regiones donde los órganos represivos del Estado y las oligarquías locales, con sus variados sistemas de cooptación y de represión están siguiendo pautas cada vez más agresivas, crueles y necias del neoliberalismo de guerra que incluyen el hambre, la insalubridad y la «ignorancia obligada» de la inmensa mayoría de los pueblos, ya sea para debilitarlos, para diezmarlos o incluso acabarlos si es necesario, cuando fallen los sistemas de intimidación, cooptación y corrupción de líderes y masas.
6.- Nuestro homenajeado encuentra seis características de hacer y pensar de los zapatistas: Usar combinaciones más que disyuntivas. En lugar de decir y hacer «esto o esto» se dice y hace «esto y esto». El conjunto es mucho más que la suma de las partes: es la articulación de las partes. La segunda consiste en generalizar los conceptos al tiempo que se generalizan las redes de comunidades. En tercer lugar, el método permite la elaboración de conceptos cada vez más profundos, como cuando se percibe quien está por aumentar la resistencia y quien está por debilitarla, por corromperla o destruirla, ya sea de manera deliberado o no. La cuarta característica es que el concepto y la fuerza de las redes se profundiza cuando tanto en la acción como en la reflexión se pasa de la lucha contra el cacique a la lucha contra el gobernador que apoya al cacique, y de allí se sube a toda una «especie» o «clase» de «ricos y poderosos». Una quinta característica es subir de lo abstracto o formal a lo concreto o actual corresponde a la expresión «ir más allá», es decir, adaptaciones y redefiniciones que exige la experiencia. Una sexta y última característica está relacionada con las utopías que se expresan y se realizan entre contradicciones.
7.- El nuevo proyecto de los Caracoles se propone aumentar las fuerzas de los pueblos y sus redes, para que logren soluciones negociadas con principios no negociables. El nuevo proyecto universal, nacido de los pueblos pobres, tiende a juntar todas las luchas y a enriquecerlas con las que se dan por la moral política, por la autonomía y dignidad de las personas y comunidades, y por empezar a hacer uno mismo lo que quiere que hagan los demás.
8.- En otro ámbito de las luchas de Nuestra América, destaca el célebre texto de González Casanova, “Con Saramago hasta aquí y con Cuba hasta siempre” (https://lahaine.org/aS9), publicado en 2003, en un momento en que este deslinde significó un acto de valor civil en defensa de la revolución, el pueblo y el gobierno cubanos.
9.- Una vida plena, siempre del lado de los explotados y los desposeídos, consciente de lo que Martí afirmó sobre que “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, y por ello, enemigo natural del poder y su capacidad de cooptación, Pablo González Casanova, comandante Contreras, es y será de los imprescindibles.
* Ponencia presentada en la sesión de ALAS dedicada a Pablo González Casanova, 19 de agosto de 2022.
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