La Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida (CNDAV) constituyó el motor impulsor de este movimiento, una nueva coalición de base y con definición territorial surgida en agosto 2002, e integrada por un conjunto de más de 50 organizaciones
Eduardo Galeano (Las venas abiertas de América):
“No asistimos en estas tierras a la infancia salvaje del capitalismo, sino a su cruenta decrepitud. El subdesarrollo no es una etapa del desarrollo.
Es su consecuencia. El subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno y continúa alimentándolo. Impotente por su función de servidumbre internacional, moribundo desde que nació, el sistema tiene pies de barro. Se postula a sí mismo como destino y quisiera confundirse con la eternidad.
Toda memoria es subversiva porque es diferente, y también todo proyecto de futuro. Se obliga al zumbi a comer sin sal: la sal, peligrosa, podría despertarlo.
El sistema encuentra su paradigma en la inmutable sociedad de las hormigas.
Por eso se lleva mal con la historia de los hombres, por lo mucho que esta cambia. Y porque en la historia de los hombres, cada acto de destrucción encuentra su respuesta, tarde o temprano, en un acto de creación”.
En la mitología romana Neptuno eligió el mar como morada, en sus profundidades existe un reino de castillos dorados. Con su poderoso tridente agita las olas, hace brotar fuentes y manantiales donde quiera y encausa su ira provocando los temibles sismos o terremotos. El dios de los mares es un muy peligroso e inestable elemento, con sus emociones puede provocar desde terribles tormentas y tempestades hasta olas tranquilas y pacíficas, por lo que nunca nadie intenta provocarlo sin un importante motivo.
Del mito a la realidad, Uruguay tiene seriamente comprometida la calidad de sus aguas, ya sea por vertidos de agrotóxicos o por la presencia de nutrientes (fósforo y nitrógeno) que provoca la formación de floraciones algales. El país tiene ya tres pasteras: Botnia, Montes del Plata y UPM. La importancia de la ciudad-puerto Montevideo, y los procesos sociales y económicos a lo largo de la historia, definieron que en el área metropolitana se concentrara el 65% de la población nacional.
El abastecimiento de agua a la población de la capital Montevideo depende de la cuenca del río Santa Lucía, a partir de tomas directas de su cauce en la localidad de Aguas Corrientes, y de dos embalses de reserva ubicados en cauces tributarios de ese río. El proceso de plantaciones forestales está avanzando incesantemente en la parte alta de la cuenca, 61.60.000 has. forestadas se registran en el Censo Agropecuario del 2000, 12% de la superficie de la subcuenca. Otras actividades, como la tala del monte natural de las riberas, la contaminación por agroquímicos provenientes de las explotaciones agropecuarias, contaminaciones provenientes de centros urbanos e industrias ubicados en la cuenca y las plantaciones, amenazan el caudal y la calidad del recurso para el futuro.
Resistencias
La Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida (CNDAV) constituyó el motor impulsor de este movimiento, una nueva coalición de base y con definición territorial surgida en agosto 2002, e integrada por un conjunto de más de 50 organizaciones entre las que se destacan la Comisión en Defensa del Agua y el Saneamiento de la Costa de Oro y Pando –una organización de vecinos de la zona– la Federación de Funcionarios de las Obras Sanitarias del Estado, la Liga de Fomento de Manantiales –una organización vecinal de Maldonado-, y una ONG ambientalista, la Red de Ecología Social-Amigos de la Tierra (REDES-AT). Es claramente desde REDES-AT y su proyecto Uruguay Sustentable desde donde se integra la visión ambientalista de la problemática del agua, ampliando el análisis más allá del ́servicio público‘, generando la necesidad de plantear en el debate la cuestión de la sustentabilidad ambiental del agua.
Al día de hoy se suman una serie de acciones y movilizaciones por parte de muchos colectivos sociales a lo largo del tiempo desde los años 1998 a la fecha. Con mayor o menor intensidad podemos decir que ha habido una resistencia sostenida a todos los intentos de privatización del agua, así como en defensa de su calidad y contra su contaminación.
En el año 2017 fue aprobada una modificación a la ley de Riego, la misma favorece la inversión privada en el riego agropecuario, el agronegocio y a los inversores privados. Todo el espectro político apoyó esta ley, sin tener en cuenta las advertencias por las consecuencias medio ambientales que traería aparejada. En su momento la Facultad de Ciencias, especialistas en el estudio de aguas continentales, como lagos, lagunas o estuarios-hizo público un documento que se refiere a las consecuencias de la aplicación de dicha ley “las represas aumentan el tiempo de residencia del agua, y con ello su temperatura y transparencia por aumento de la sedimentación. Si el agua represada trae consigo una carga importante de nutrientes proveniente de la fertilización agrícola excesiva, como está sucediendo en varias zonas del país, se incrementarán los procesos de eutrofización en el embalse.
Si recibe una alta carga de materia orgánica, al acumularse y descomponerse se puede agotar el oxígeno disuelto, afectando a la biota y a los valores estéticos (aspecto, olor) del ambiente, y liberando más nutrientes al medio”. Estos factores “aumentan el riesgo de que se desarrollen floraciones algales y de cianobacterias potencialmente tóxicas. El país ya está sufriendo estos fenómenos en lagunas, embalses y ríos, algunos de los cuales sirven de fuente de agua potable. La adhesión del progresismo a las políticas extractivistas no solo se ha dado en el ámbito de las leyes sino también en el plano represivo a quienes cuestionan las políticas del saqueo.
Recordemos que en el año 2019, bajo gobierno progresista y en el marco de una marcha en defensa del agua y la vida, varios colectivos participaron de la misma. Además de reivindicativa fue una movilización con distintas intervenciones artísticas; esa marcha fue infiltrada por parte de policías de civil en actitud claramente provocativa y culminó con la detención de dos participantes de la marcha. Este hecho no es anodino, en Uruguay todos los gobiernos son extractivistas, la izquierda también se alineó a los intereses de los grandes capitales.
Actualmente hay una nueva arremetida que atenta contra el bien de uso público del agua en Uruguay y constituye en sí el camino abierto a su privatización. El actual gobierno de Luis Lacalle Pou, acelera la aprobación de una nueva planta potabilizadora con eventual participación del sector privado. Diversos sectores de la sociedad civil están en alerta y movilizados contra el proyecto nombrado NEPTUNO. Este proyecto al igual que la modificación de la ley de riego entra en contradicción con el resultado del plebiscito de 2004 sobre la propiedad del agua.
El proyecto Neptuno consiste en la construcción de una nueva planta potabilizadora que se crearía en el río de La Plata, de una toma de agua bruta de este río en la zona de Arazatí , en el departamento de San José. La inversión ascendería a unos 288 millones de dólares. El cuestionamiento de este proyecto apunta especialmente a la privatización de un servicio público, si la licitación presentada por el gobierno fuera ganada por un privado y también quedara en su órbita el mantenimiento de la planta. El secretario general del sindicato de funcionarios de OSE, FFOSE, Federico Kreimerman, declaró el pasado mes de junio, que de confirmarse todo el proceso de este proyecto en la esfera privada irían a ocupar la planta potabilizadora de Aguas Corrientes.
«Hay que saber oler el aire y cabalgar la ola». Comité invisible
A como están planteadas las cosas, esta sería una instancia en la que se tensarían las relaciones entre gobierno y organizaciones sociales. Se hace más que necesario que todos los colectivos adopten esta causa y se movilicen rodeando las instancias de movilizaciones que se van dando. No alcanzan las declaraciones, pensamos que es necesario habitar el conflicto, para retomar dichos de Miguel Benasayag. La defensa del agua es la defensa de la vida y no debe haber causa más importante que ella. La misma no puede quedar encorsetada, debe fluir como el agua misma.
poema de Julio Raúl Mendilaharsu
De «Voz de vida»
Agua que rueda en declives y delira entre rompientes,
es el agua inquieta y ágil que espumea en los torrentes.
Emigrando de la blanca serenidad de las cumbres,
va en busca del mar titánico como hirvientes muchedumbres,
hastiadas de estar inmóviles, en hierática actitud.
¡Oh, agua de los torrentes, correr de la juventud,
arrebato loco y ciego que el silencio de un paisaje
desgarra con un magnífico bramar de himno salvaje!
¡Oh, agua de los torrentes, valiente como chubascos,
en lucha con agresivos ángulos de los peñascos,
es la vida en el empuje destructor y creador,
con remolinos de ira y transparencia de amor!…
1921.
*Fuentes : Carlos Pérez Ararte, Sofía Kortysz, CNDAV, Carmen Sosa, FFOSE.