Si bien cuidamos con esmero la sustentabilidad de nuestras actividades económicas, al mismo tiempo estamos inmersos en un proceso de ir siendo comunidad, profundizando una creciente responsabilidad y compromiso social. La comunidad no es algo aparte de nosotros, sino que somos parte de ella. Las necesidades comunitarias y los compromisos contraídos están siempre presentes en nuestras decisiones económicas.
Recientemente fuimos galardonados con el premio Right Livelihood 2022, mejor conocido como el premio Nobel alternativo. El jurado nos seleccionó “Por establecer un modelo económico equitativo y cooperativo como alternativa sólida a las economías basadas en el lucro.” Un importantísimo reconocimiento que nos compromete aún más en continuar profundizando nuestro proceso educativo en el quehacer diario.
Nuestra manera alternativa de abordar la actividad económica la hemos ido comentando en nuestros artículos anteriores. Entre muchas maneras diferentes de hacer las cosas, todas las personas que participamos en la actividad diaria tenemos acceso a una información semanal de los resultados económicos que nos da la posibilidad de tener una visión global. Esto nos permite asumir responsabilidades mucho más allá de los compromisos concretos de cada quién. En otras palabras, todas tenemos la posibilidad de participar en conjunto, en “gerenciar” las actividades, de ser unos “gerentes”, eso sí, sin líneas de mando.
Sin embargo, en eso de “gerenciar” no nos guiamos por los criterios empresariales destinados a acrecentar la acumulación de riquezas.
En Cecosesola desarrollamos un proceso educativo iniciado hace unos 50 años basado en la reflexión colectiva sobre las relaciones que se tejen en el quehacer diario, donde nos relacionamos sin líneas de mando, abiertos a una participación plena, sin intermediación. Conformamos una red de más de cincuenta organizaciones comunitarias ubicadas en los sectores populares, principalmente de la región centro occidental de Venezuela. Entre las múltiples actividades que gestionamos unos 1.300 trabajadores y trabajadoras asociadas destacan un servicio funerario, 20 mercados comunitarios, 18 agrupaciones de productores agrícolas, 7 pequeñas unidades de producción comunitaria, 7 iniciativas de salud comunitaria y un centro cooperativo hospitalario. Los precios de nuestros servicios representan anualmente un ahorro comunitario cercano a los 20 millones de dólares. www.cecosesola.or
Si bien cuidamos con esmero la sustentabilidad de nuestras actividades económicas, al mismo tiempo estamos inmersos en un proceso de ir siendo comunidad, profundizando una creciente responsabilidad y compromiso social. La comunidad no es algo aparte de nosotros, sino que somos parte de ella. Las necesidades comunitarias y los compromisos contraídos están siempre presentes en nuestras decisiones económicas. De hecho, reinvertimos la totalidad de nuestros excedentes en función social.
Hay muchos acontecimientos donde, al ir respondiendo a las necesidades y compromisos comunitarios, hemos ido más allá de los criterios economicistas. Podemos mencionar algunos de esos momentos, que han sido estelares para nosotros:
Hace apenas unas pocas semanas se nos presentó una nueva situación crítica. En solo cinco días el valor del dólar paralelo subió más de 40% y los comercios de alimentos se apresuraron a cerrar sus puertas, procediendo a remarcar el precio de sus productos. Ante el riesgo de perder más del 40% de su poder adquisitivo le trasladaban mecánicamente la pérdida a su clientela. De un solo golpe la población se empobrecía en ese mismo porcentaje.
Nosotros, consecuentes con lo que hicimos durante la época hiperinflacionaria, nos mantuvimos abiertos haciendo solo pequeños ajustes paulatinamente. A pesar de que al final el dólar se estabilizó con una subida de “apenas” 27%, durante esa semana sólo en nuestros tres mercados más grandes de la Red, acusamos una descapitalización mayor a 600.000 dólares.
Habíamos perdido una suma importante de dinero siendo consecuentes con lo que se esperaba de nosotros, fortaleciendo las relaciones de confianza, acrecentando un proceso de simbiosis comunitaria.
Nos tomó casi dos décadas recuperar los 7 millones de dólares que perdimos en la experiencia del servicio cooperativo de transporte. De los 600.000 dólares que perdimos recientemente, ya hemos recuperado el 60% en cinco semanas, gracias a ese creciente proceso de simbiosis comunitaria que ha marcado nuestra historia.
Así de simple, así de complejo.