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Diversos políticos afirman que Gutiérrez perdió todo apoyo

01.06.04

Al presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, le quedan solo dos alternativas para evitar el caos de la política en el país: ejecutar sus promesas de campaña o renunciar a su cargo, sostienen cuatro dirigentes de diversas organizaciones y un analista político.

Ellos sustentan este criterio en el desgaste gubernamental del Primer Mandatario, lo que produjo la separación de los movimientos indígenas, sociales y sindicales; partidos de izquierda e incluso del Partido Social Cristiano (PSC) por las acusaciones del diputado León Febres-Cordero contra el primo del Presidente y legislador de Sociedad Patriótica, Renán Borbúa.

Ni las advertencias del Primer Mandatario, realizadas el domingo pasado, sobre que “no subestimen mi tranquilidad, paciencia y tolerancia” tras los rumores de supuestas conspiraciones por parte de organizaciones políticas contra el Gobierno, lograrán cambiar el panorama complejo que vive el país, sostiene el analista Felipe Burbano.

“Al Presidente no le queda nada. Por el lado social no tiene apoyo y por el de los partidos tiene apoyos condicionados al cumplimiento de compromisos”, puntualiza.

Según Burbano, Gutiérrez tiene dos debilidades: falta de credibilidad y las distancias que ha tomado la Embajada de EE.UU. frente al régimen tras el problema de visas del ex ministro de Bienestar Social, Patricio Acosta, y su esposa Sandra Pazmiño. Además, agrega, las tensas relaciones con el Vicepresidente dificultan el panorama.

Una de las salidas que propone Burbano es que el Gobierno recupere el respaldo del PSC, aunque esto signifique la salida del legislador de Sociedad Patriótica, Renán Borbúa, cuestionado por los socialcristianos por supuesto tráfico de influencias.

Augusto Barrera, miembro de Pachakutik y ex secretario de Planificación de la Presidencia, asegura que Gutiérrez perdió el apoyo de la mayoría de sectores, lo que no le permitirá, dice, articular nuevas propuestas de gobernabilidad para salir de la crisis.

“La designación de Antonio Vargas como ministro de Bienestar Social es una patada de ahogado porque va a ser leído como una provocación al movimiento indígena”, sostiene.

El ex funcionario expresa que el Jefe de Estado debe evaluar la viabilidad de su permanencia en el cargo “y creo que la renuncia es una de las vías que le evitará al país vivir situaciones traumáticas”.

El presidente de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), Pedro de la Cruz, dice que Gutiérrez “cavó su propia tumba”.

“Si tiene corazón, tendría que acercarse a los que le subieron al poder”, dice.

El director nacional del PSC, Pascual del Cioppo, dice que el único camino que le queda al régimen para mantener la estabilidad es gobernar en función de sus ofrecimientos.

Gustavo Terán, director nacional del Movimiento Popular Democrático (MPD), dice que “las únicas dos patas que le sostenían al gobierno, es decir la Embajada de EE.UU. y el PSC, le quitaron el apoyo”.


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