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Palmar de Varela: Población manifiesta en las calles, se enfrenta a la policía y apedrea casa del alcalde

01.06.04

Con llantas y arbustos incendiados, la comunidad paralizó el tráfico entre la Costa y el interior de Colombia desde las ocho de la mañana del domingo 30 de mayo

La falta de energía eléctrica volvió a ocasionar problemas de orden público en Palmar de Varela.

Aunque los inconvenientes por los constantes cortes de luz habían sido superados desde finales del año pasado, los palmarinos denunciaron ayer que llevan varias semanas padeciendo la falta de energía por 10 y 12 horas diarias.

Esta situación llevó a los usuarios a taponar ayer la carretera Oriental en busca de que sus quejas fueran escuchadas.

“Estamos en la época más caliente del año y este pueblo parece un horno crematorio. Nos quitaron la luz a las 4 de la madrugada y nadie se imagina lo que es ver a los niños llorando todo un día por la alta temperatura y no tener ni agua fría para darles”, comentó Rosa Orozco, ama de casa.

Con llantas y arbustos incendiados, la comunidad paralizó el tráfico entre la Costa y el interior del país desde las ocho de la mañana.

Ante la necesidad de abrir el paso por la Oriental antes de que más personas se sumaran al taponamiento, la Policía desplazó una tanqueta con treinta uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
En cuestión de minutos, los policías retiraron los obstáculos de la vía y permitieron el paso de los vehículos.

Sin embargo, con los ánimos caldeados por la falta de luz, policías y habitantes terminaron protagonizando un enfrentamiento que dejó varias personas retenidas.
Por algo más de media hora, las principales calles de Palmar se volvieron el campo de batalla de policías y usuarios inconformes con el servicio de energía. Los primeros armados con gases lacrimógenos y los otros con piedras, palos y botellas.

La confusión fue aprovechada por algunos pobladores para apedrear la casa del Alcalde Juan Carlos Rúa, a quien le critican su falta de gestión para solucionar el problema de la electricidad.

“No es posible que vengan a lanzar gases lacrimógenos sin respetar que hay niños, ancianos y personas enfermas, y pretendan que la comunidad no reaccione, que nos quedemos con las manos cruzadas”, manifestó un habitante que arrojó piedras contra la Policía y que pidió no revelar su nombre por seguridad.


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