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El Confederalismo Democrático es la soluciónk

Kurdistán América Latina :: 16.03.23

El Confederalismo Democrático como alternativa democrática radical a la modernidad capitalista y a la sociedad estatal, ha demostrado, una y otra vez, que no es una utopía tras la abolición del modelo estatal, sino una forma de autoorganización y autodefensa basada en principios ecológicos, liberadores de la mujer y comunitarios. En esta extensa entrevista, el integrante del Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK), Xebat Andok, habla sobre la importancia del Confederalismo Democrático, cómo surgió y su aplicación actual.

“El Confederalismo Democrático es la solución”

El Confederalismo Democrático como alternativa democrática radical a la modernidad capitalista y a la sociedad estatal, ha demostrado, una y otra vez, que no es una utopía tras la abolición del modelo estatal, sino una forma de autoorganización y autodefensa basada en principios ecológicos, liberadores de la mujer y comunitarios.

Las primeras experiencias prácticas de aplicación del confederalismo democrático se realizaron en el Kurdistán del Norte (Bakur, sudeste turco). El modelo de Rojava (Kurdistán sirio) se construyó a partir de estas experiencias, basadas en los principios del líder kurdo Abdullah Öcalan.

En esta extensa entrevista, el integrante del Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK), Xebat Andok, habla sobre la importancia del Confederalismo Democrático, cómo surgió y su aplicación actual.

-¿Qué es el Confederalismo Democrático?

-El Confederalismo Democrático es un sistema en el que la sociedad democrática se organiza. No es un movimiento ni un partido, sino que constituye un sistema social. Puede aplicarse tanto al Kurdistán como a Turquía, Irak, Irán o Siria. Desde una perspectiva aún más general, también puede aplicarse a Oriente Medio en su conjunto, Europa, América y África.

La KCK representa el Confederalismo Democrático del Kurdistán. Lo mismo puede ser posible en Irán, Irak, Siria, o cualquier otro país. Si todos los pueblos, etnias, grupos culturales, creencias religiosas, etc. de Oriente Próximo, en definitiva, toda la sociedad y todos los pueblos de Oriente Próximo, quieren tomar como base un sistema así, entonces es posible establecer este tipo de confederalismo en todo Oriente Próximo. Por ejemplo, con el nombre de “Confederalismo Democrático de los Pueblos de Oriente Medio”, o con cualquier otro nombre.

También es posible establecer sistemas similares en América, Europa, África u otro continente. Si este sistema se establece a escala mundial, podríamos denominarlo “Confederalismo Democrático Mundial de los Pueblos”. Es un sistema en el que todos los segmentos de la sociedad, de lo local a lo universal, de lo pequeño a lo grande, se organizan y establecen su autoadministración.

-Podríamos referirnos a lo que acaba de decir como la definición general del Confederalismo Democrático. Pero, ¿cuál es su contenido?

-Al tratarse de un sistema alternativo a los Estados-nación existentes y al sistema de Estados dominantes, en general, se basa y defiende la organización del pueblo y de la sociedad en su conjunto. Es importante señalar que consta de dos palabras básicas: democracia y confederalismo.

El confederalismo es un sistema de relaciones muy flexible, basado en la libre adhesión. No incluye ninguna forma de Constitución escrita. No implica obligación. Las uniones que se forman dentro de este sistema son totalmente voluntarias, al igual que la decisión de separarse de ellas.

-¿Quién se une sobre la base de la flexibilidad y la voluntad que acabas de mencionar?

-El demos, el pueblo. La sociedad puede estar formada por muchas comunidades étnicas diferentes, creencias religiosas, grupos culturales, hombres y mujeres, cualquier organización que se haya unido para resolver algún problema de la sociedad, etc. En resumen, sobre esta base, todos los segmentos de la sociedad, el demos, el pueblo, se gobiernan a sí mismos. Son ellos los que gobiernan. No son gobernados por extraños, por hegemones.

Es un sistema en el que todos los segmentos sociales se reúnen en el contexto de relaciones confederales, sobre la base de un sistema de autoadministración. Esto tiene dos fundamentos: todos los segmentos de la sociedad necesitan organizarse; todas las partes de esta sociedad organizada necesitan relacionarse entre sí.

Su forma de relación constituye el confederalismo. No hay espacio para ninguna relación basada en la opresión, la fuerza o la hegemonía ideológica. Se trata de una unión establecida sobre una base de igualdad y libertad. Esta es su dimensión confederal.

Otro punto crucial es que tiene que ser una comunidad organizada. Cuando hablamos de todos los segmentos de la sociedad, podemos referirnos incluso a las unidades más pequeñas y a todas las identidades o grupos étnicos.

Se organizan de forma autónoma sobre la base de una comprensión de la democracia local y se reúnen sobre la base de una relación confederal para establecer una unidad más fuerte. Por lo tanto, el Confederalismo Democrático es un sistema en el que todos los segmentos sociales del Kurdistán, de la región y de todo el mundo se organizan y, al mismo tiempo, estableciendo relaciones entre sí, se organizan conjuntamente como sociedad al margen del Estado.

Se trata de un sistema de organización social tanto local como universal. Es un sistema de organización social aplicable tanto al Kurdistán como a Oriente Medio, al mundo entero, a todos los pueblos y a los oprimidos del mundo.

-¿Cómo surge esta forma de organización democrática y de sociedad democrática organizada?

-No estamos hablando de un sistema organizativo basado en un sistema parlamentario de gestión centralizada. Este sistema es completamente diferente de todas las formas de Estado existentes. Parte de la unidad más pequeña, por ejemplo, un pueblo, una calle, organizaciones de calle, organizaciones de pueblo u organizaciones de fábrica, organizaciones de barrio. En resumen, se basa en la organización de todos los diferentes tipos de asociaciones formadas por personas.

La unidad más pequeña de organización es la comuna. Una comuna significa que todos los aspectos de la vida en un lugar concreto se viven como en una comuna. Por otra parte, constituye la unidad más pequeña de democracia directa, en la que las personas se gobiernan directamente a sí mismas.

La comuna es la forma más pequeña de asamblea. Por lo tanto, en la Carta de la KCK y en la teoría existente del Confederalismo Democrático, la comuna corresponde más a las asambleas de calles, barrios y pueblos.

Digamos que muchos pueblos se unen, entonces más allá de ellos se puede formar, por ejemplo, una pequeña asamblea de ciudad. Toda la sociedad debe unirse, todos sus asuntos son problemas comunes y es necesario encontrarles soluciones comunes.

Por eso, por ejemplo, se pueden establecer estructuras organizativas a nivel de distrito por encima de los pueblos y ciudades, estructuras organizativas provinciales en el siguiente nivel y estructuras regionales a nivel provincial.

Y en el nivel inmediata mente superior, por ejemplo, puede estar la asamblea popular de un país. Esto también puede establecerse a nivel interpaíses. Por lo tanto, puede haber asambleas a nivel regional. Y también a nivel de todo un pueblo, que sería el congreso popular, es decir, el máximo órgano de decisión en nombre de un pueblo.

Si se reúnen diferentes pueblos, se trataría de un congreso de los pueblos. En el sentido más general, digamos, a nivel mundial, sería el congreso de todos los pueblos del mundo.

En resumen, estamos hablando de un sistema de asambleas. No de un único parlamento. En Turquía, por ejemplo, sólo hay un parlamento. Todo se basa en nombramientos. El sistema del que estamos hablando es completamente diferente de eso.

En Turquía o en el Kurdistán del Norte hay un parlamento, no dos, tres o cinco parlamentos. En Alemania existe un sistema federalista que incluye más de un parlamento. En Estados Unidos hay otro sistema más. Pero el sistema del que hablamos no se parece a ninguno de estos ejemplos.

Es un sistema en el que participan miles, tal vez decenas de miles de municipios y asambleas, todos ellos discutiendo todos sus problemas en su propio espacio vital e intentando encontrar soluciones. Pero, al mismo tiempo, todas ellas están interconectadas. Por lo tanto, por decirlo de otra manera, el Confederalismo Democrático es también un sistema de asambleas. Es un sistema de democracia directa. Es un sistema en el que nadie gobierna a nadie. Es un sistema en el que cada uno se gobierna a sí mismo y a los demás. No es un sistema en el que alguien manda y alguien es gobernado, en el que alguien es el gobernante y alguien el gobernado.

Es un sistema en el que todos, de acuerdo con la definición de un ser humano político y moral, reflexionan sobre los problemas de la sociedad, buscan soluciones, hablan, discuten, toman decisiones y asignan a alguien la tarea de ponerlas en práctica. Es un sistema en el que la autoridad y el poder recaen enteramente en el pueblo. Es un sistema de democracia directa. Este sistema también puede definirse como democracia radical porque no es estatal.

También podemos definirlo como democracia comunal, porque se basa en una mentalidad y una vida comunales. Entendemos por democracia no sólo el hecho de levantar o bajar la mano o tener voz en el proceso de toma de decisiones. Significa que el espíritu y la forma de vida también son diferentes. La vida en este sistema se basa en relaciones libres e igualitarias. Si queremos expresar esto en una sola frase sería la siguiente: es un sistema en el que hay una unidad de diferencias basada en la igualdad.

Hay unidad porque la sociedad debe estar unida. ¿La unidad de quién? ¿La unidad de qué? La unidad de las diferencias. Aquí, todas las diferencias conservan sus distintas identidades. Ninguna es más importante o menos importante que la otra, como en las estructuras del Estado-nación. Uno no es un objeto y el otro un sujeto. Uno no es el gobernante y el otro el gobernado. En este sistema, cada uno existe a partir de sus propias diferencias y singularidad. Por otra parte, la forma en que se forman las relaciones también es igualitaria. No hay superioridad de una persona sobre otra. Por lo tanto, este sistema también puede definirse como unidad de diferencias basada en la igualdad.

-¿Por qué Confederalismo Democrático?

-El líder Apo (Abdullah Öcalan) desarrolló el Confederalismo Democrático. Es un líder popular. Una persona que ha librado y sigue librando una lucha para resolver los problemas de existencia y libertad del pueblo kurdo. Somos personas que creemos en este proyecto, que creemos que los problemas de existencia y libertad de los kurdos pueden resolverse de esta manera. Y estamos librando una lucha en consecuencia.

Sabemos que a lo largo de la historia ha habido mucha gente como nosotros que ha luchado por la igualdad, la libertad, la democracia y la existencia. Esta lucha siempre ha existido y se sigue librando en todos los aspectos. Según nuestra lectura de la historia, si incluimos la etapa jerárquica, es decir, el periodo histórico posterior al neolítico, podemos contemplar un proceso de unos 7.000 años desde la aparición del Estado. Los primeros 1.000 a 2.000 años de este periodo fueron el periodo de incubación y constituyen la raíz de los problemas sociales a los que se enfrenta la gente hoy en día. Fue un periodo en el que aún no se había formado el Estado, pero en el que se fueron desarrollando poco a poco la mentalidad y la ideología machistas, en el que empezaron a desarrollarse el poder y el individualismo. También fue el periodo que más tarde daría lugar a la formación del Estado y de la clase. El Estado surgió algún tiempo después de la formación de esta mentalidad, hace unos 5.500 años.

Históricamente hablando, el Estado surgió en Uruk, en el actual Irak. Lo que queremos decir al referirnos a este periodo histórico es que este sistema es la fuente de todos los problemas sociales con los que la gente se enfrenta hoy en día y que no puede resolver adecuadamente debido a su mentalidad actual.

Miramos la historia desde el día en que surgieron estos problemas sociales hasta hoy. Decimos que han existido diferentes problemas desde entonces y que fueron creados por los gobernantes. El espíritu de los gobernantes no es comunitario. Quieren dominar. Quieren apropiarse de todo. Están alejados de la esencia comunitaria de la sociedad y del ser humano. Son individualistas y siempre quieren gobernar y dominar. La naturaleza humana rechaza esto porque es libertaria e igualitaria. Desde que los que dejaron de ser humanos intentaron poner en práctica esas tendencias hasta hoy, siempre ha habido una lucha por la igualdad y la libertad. La historia de la hegemonía es también la historia de la lucha por la libertad contra ella. En las condiciones de la sociedad natural, la gente vivía libremente, pero después de que les arrebataran su libertad, lucharon y resistieron contra quienes les hacían vivir así.

Desde entonces, la lucha por la igualdad, la libertad y la democracia no ha cesado. Hoy, somos una continuación de esta lucha. En este sentido, no somos los primeros ni seremos los últimos. Mientras haya tendencias basadas en la hegemonía, el poder, el sexismo o la mentalidad de sujeto-objeto que fragmenta la sociedad, habrá una lucha por la libertad contra ellas. Leemos la historia basándonos en esta idea. Decimos que ha habido un gran número de luchas por la igualdad y la libertad desde aquel día hasta hoy, pero el mundo sigue siendo desigual, sigue habiendo problemas de justicia y democracia. Sigue habiendo problemas de existencia y libertad. Los kurdos y las kurdas, las mujeres, los jóvenes y todos los oprimidos son quienes lo experimentan más profundamente. De hecho, vivimos en un mundo en el que pueblos enteros han desaparecido. Muchos pueblos se han visto obligados a emigrar. Así que existe esa realidad, pero, por otro lado, también ha habido una lucha. Nadie puede decir que la razón por la que los oprimidos no han triunfado hasta hoy sea porque han pagado un precio demasiado pequeño. Millones de personas han muerto en el transcurso de una sola guerra. Los kurdos y las kurdas han sido objeto de genocidio durante cien años. Si sumamos estos cien años de genocidio, decenas de millones de kurdos y de kurdas han sido exterminados. Los armenios han sido aniquilados. Pero siempre ha habido una lucha por existir. Por lo tanto, la cuestión no es si se lucha poco. La cuestión crucial es en qué tipo de mentalidad basamos la lucha.

Si lo miramos desde este punto de vista, podemos ver que hoy en día los gobernantes han alcanzado un alto nivel de organización en forma de Estado. Han establecido un monopolio y una hegemonía sobre todos los ámbitos de la vida, ideológica, política y militarmente. En consecuencia, no permiten que surjan mentalidades e ideas diferentes. Incluso cuando luchas contra el sistema, es como si lucharas basándote en los propios argumentos del sistema. Miras las cosas desde su punto de vista, con su mentalidad. Quieres alcanzar tus objetivos con las herramientas del sistema, pero no es posible.

Los oprimidos en todas partes del mundo y durante toda la historia siempre han querido igualdad, justicia, libertad y una vida humana. Ningún hegemónicos quiere esto, porque son ellos los que crean tales problemas. Estos dos bandos piensan diferente. Porque piensan diferente, sus sueños, proyectos sociales y utopías son diferentes entre sí, y producen los medios respectivos en consecuencia.

El espíritu y la forma de pensar individualistas, egoístas y autosometidos de los gobernantes han dado origen al Estado. El Estado es la institución más organizada de todas las clases hegemónicas, de todas las clases que quieren monopolizar y dominar. Puede que haya habido excepciones a lo largo de la historia, pero en general, casi todos los que han luchado por la igualdad, la libertad, la democracia, una vida humana y la justicia han tenido también como objetivo el Estado; el Estado que pertenece a los gobernantes. Lo hemos visto claramente en la tradición de los grupos étnicos o de los profetas, pero también en la lucha de liberación nacional del siglo XX. También fue claro el caso en las tres versiones del marxismo, que es un punto de partida clasista que intenta construir un mundo para los oprimidos. Los oprimidos normalmente quieren justicia, igualdad y democracia, pero esta herramienta no es en absoluto adecuada para ellos, para su espíritu, pensamientos y aspiraciones. Es una herramienta que pertenece a otra persona. Una herramienta que ha surgido del individualismo, el egoísmo y la dominación de otra persona: el Estado. El Estado es algo que normalmente pertenece a la clase hegemónica.

La herramienta que has tomado como base para resolver tus problemas no es una herramienta que te pertenezca, sino una herramienta que pertenece a otra persona. Con respecto a esta cuestión, nuestro líder [Abdullah Öcalan] ha dicho: “La libertad requiere que sus medios sean tan limpios como sus objetivos”. El Estado es sucio, opresor, violador, cruel y monopolista. El Estado y el poder están entre los creadores de todos los problemas sociales. Por lo tanto, ningún Estado puede lograr la igualdad. ¡Hay tantos Estados en la tierra que se autodenominan democráticos y libertarios! Pero, ¿qué Estado ha resuelto realmente los problemas de justicia, libertad, igualdad y democracia dentro de sus fronteras? Ninguno. Es sencillamente imposible, porque su química está degradada. El Estado es existencial e inevitablemente malo. No puede ser bueno en manos de nadie. La historia nos ha demostrado suficientemente que el Estado no es bueno ni siquiera en manos de los mejores. El socialismo real y los diferentes movimientos de liberación nacional son ejemplos de ello.

Cuando miramos la historia de esta manera, vemos que los oprimidos, todas las partes de la sociedad, los que luchan por la igualdad y la libertad, todos los grupos que quieren vivir igual y libremente, han luchado a lo largo de la historia. Sin embargo, no han sido capaces de encontrar una herramienta o una forma de organización social que se adapte a sus demandas, sueños y utopías. Nuestra reivindicación es que el Confederalismo Democrático es precisamente ese modelo que se adapta a las demandas de todos los grupos sociales, de todos los oprimidos. No estatal porque es el producto de los oprimidos, se ajusta a sus demandas.

Las luchas libradas por todos los oprimidos a lo largo de la historia deben alcanzar finalmente su objetivo. Todas las revoluciones las hacen los pueblos, pero siempre han sido sofocadas porque los pueblos no fueron capaces de canalizarlas fuera del Estado. La percepción de que no puede haber una organización fuera del Estado es tan dominante que los pueblos han buscado un Estado. Por lo tanto, sin caer en tal desviación, es necesario liberarse completamente de los códigos mentales de los gobernantes y obtener una herramienta que se adapte a su espíritu y aspiraciones igualitarias y libertarias. Esa herramienta es el Confederalismo Democrático. Se trata de un sistema al margen del Estado en el que la sociedad se organiza por sí misma y se vuelve así autosuficiente.

Este marco presentado por el líder Apo significa que el enorme precio que se ha pagado a lo largo de la historia en el ámbito de la lucha por los valores comunales democráticos, la igualdad y la libertad dará finalmente sus frutos. En la medida en que esto se haga realidad, los objetivos de la lucha histórica por los valores comunales democráticos, la igualdad y la libertad se pondrán en práctica y se sistematizarán. Se trata de un ajuste de cuentas histórico. Contra el sistema estatista jerárquico de 7.000 años de antigüedad, el sistema de los gobernantes, esto significa el establecimiento de un sistema en nombre de los pueblos. Tiene tal significado histórico.

Somos kurdos. Como pueblo, todavía nos enfrentamos a problemas de existencia y libertad. Somos un pueblo que ciertas fuerzas intentan aniquilar. Los kurdos y las kurdas han estado luchando contra esto durante al menos un siglo. Esta lucha se remonta al siglo XIX. El pueblo kurdo ha dado decenas de miles de mártires en esta lucha por la existencia y la libertad. Si no resuelven los problemas de existencia y libertad, pueden llegar a ser víctimas de un genocidio. Que esto ocurra o no depende totalmente de cuánto nos organicemos como kurdos. Las fuerzas hegemónicas del colonialismo y de la modernidad capitalista ya han decidido llevar a cabo un genocidio. De hecho, si observamos la situación actual, todos los actos prácticos de estas fuerzas se basan en esto.

Como vanguardia de un pueblo que se enfrenta al problema de la existencia y la libertad, el PKK también libra una lucha. Ha dado decenas de miles de mártires en esta lucha. La sociedad que ha creado el PKK tiene valores muy fuertes que proceden de su propia esencia social. El PKK no quiere que su lucha sea en vano, como no quiere que sean en vano las luchas de todos los grupos sociales que lucharon antes que el PKK. Hoy en día, el PKK se centra en cómo resolver el problema kurdo fuera del Estado para que su lucha de 50 años dé resultados. En este contexto, la fórmula que el PKK ha encontrado es el Confederalismo Democrático: un sistema basado en la Autonomía Democrática en el que los kurdos y las kurdas de las cuatro partes del Kurdistán puedan continuar su existencia de forma democrática y autónoma, tener libertad de expresión y organización, y ser ellas y ellos mismos. ¿Adónde les ha llevado el Estado? Lo vemos no sólo en el caso de los kurdos, también lo vemos en el caso del socialismo real o de Vietnam. Lo vemos en todos los que lucharon por la liberación nacional. Lo vemos en todos los que se han vuelto hacia el poder.

Independientemente de que tengamos la posibilidad de establecer un Estado o no, independientemente de que exista esa posibilidad o no, actuamos con la convicción de que la solución al problema kurdo está fuera del Estado, no en el Estado.

Entonces, ¿con qué sustituimos al Estado? Como hemos mencionado, nuestro enfoque se basa en el sistema democrático-confederal que tiene como fundamento la Autonomía Democrática. Esto significa no disolverse en el sistema para que no haya gobernantes, aghas y opresores entre los kurdos.

Los kurdos han luchado por la igualdad y la libertad; han exigido justicia. Luchan para que se reconozca su existencia y para tener la oportunidad de vivir como Xwebûn (“ser uno mismo”). Por tanto, el resultado de la lucha debe estar en consonancia con esto. Si no, tenemos el ejemplo del Kurdistán del Sur (norte de Irak). También allí los kurdos y las kurdas se enfrentan a problemas de existencia. Allí se luchó mucho, pero ahora los resultados son evidentes: es bien sabido que allí se ha establecido un sistema dinástico, que una familia se ha apoderado de todas las riquezas del Kurdistán basándose en unas supuestas elecciones que están completamente basadas en el fraude, y que han intentado convertir a todos los kurdos y kurdas en colaboradores de la modernidad capitalista, el colonialismo y el genocidio. Pretendemos evitar que entre los kurdos surja tal situación, tales células cancerosas, para que la lucha kurda dé como resultado la igualdad y la libertad en consonancia con su verdadero objetivo. Que las relaciones sean iguales y libres.

Avancemos hacia la ausencia de clases. Que no haya formación de clases. Que haya justicia. Que todas las personas sean activas. Que todas las personas se gobiernen mutuamente. Que todos sean responsables de todos. Para conseguir esto, para nosotros y nosotras, como kurdos y kurdas, el Confederalismo Democrático, es decir, la Autonomía Democrática y el sistema organizativo y social democrático-confederal, es la solución.

-En el transcurso de la “Primavera Árabe” se produjo una gran agitación. A raíz de estos acontecimientos, ¿ha sido capaz el Confederalismo Democrático de presentarse como una alternativa lo suficientemente buena?

-Ha habido momentos en la historia que pueden calificarse fácilmente de tiempos de caos, por ejemplo en el caso de la “Primavera Árabe”. En Oriente Medio, la postura de la sociedad contra el actual sistema hegemónico y el despotismo es muy fuerte, porque la región es el centro de la esclavitud y de la formación de clases y Estados. Siempre que hay una oportunidad, esta postura se hace visible. Irán es un ejemplo de ello, al igual que la lucha actual de los kurdos. En la “Primavera Árabe” pudimos ver que, aunque los árabes son supuestamente hegemónicos, el pueblo árabe se levantó en todas partes. En estos levantamientos, el pueblo exige igualdad y libertad. Pero, ¿con qué sustituirán al Estado? El Confederalismo Democrático es lo que hay que poner en su lugar para evitar que el nuevo modelo se integre en el sistema. Hemos desarrollado esta solución, pero no la hemos difundido suficientemente en la región y no hemos sabido encontrar la ocasión de organizarnos en consecuencia en todo Oriente Medio. Ha habido insuficiencias por nuestra parte.

Dado que somos un movimiento que se enfrenta a la cuestión de la existencia y que está siendo atacado en el ámbito de un concepto de liquidación muy intenso, aún no hemos sido capaces de convertir el Confederalismo Democrático en un proyecto que atraiga a todos los pueblos de Oriente Medio. En cierto modo, llegamos tarde. En el transcurso de la Primavera Árabe se produjeron levantamientos en todo el mundo árabe. Los regímenes fueron derrocados sólo para ser sustituidos por una versión diferente del mismo régimen. El resultado no fue lo que los pueblos habían querido y deseado. En otras palabras, no se logró la libertad, la justicia, la igualdad ni la democracia.

-¿La aplicación práctica en Rojava no constituye un éxito importante del Confederalismo Democrático?

-El pueblo de Rojava ha enviado a miles de jóvenes a las filas de la libertad. Rojava es la zona donde las ideas del líder Apo han tenido mayor efecto. Cuando hubo un periodo de caos en Rojava, el pueblo llevó a cabo inmediatamente su propia revolución popular.

En la actualidad, Rojava es objeto de ataques genocidas, varias fuerzas intentan distorsionar la revolución, existe una intensa presión y hay muchas insuficiencias debidas a la mentalidad, la organización y los problemas internos. En consecuencia, hasta ahora se ha puesto en práctica muy poco del Confederalismo Democrático allí. A pesar de ello, la Revolución de Rojava se encuentra hoy en un punto que atrae y fascina a toda la humanidad. Árabes, kurdos, turcomanos, circasianos, armenios, asirios y sirios se organizan de forma autónoma dentro del sistema existente. Un kurdo no es superior a un árabe. Un árabe no es superior a un circasiano. Se organizan tan autónomamente como quieren sobre la base de sus propias comunas y asambleas. Por otra parte, todos ellos saben que su liberación no se limita a ellos mismos. Saben que se necesitan mutuamente contra el enemigo común. Por ello, han unido sus fuerzas. Son autónomos y a la vez están unidos. Rojava avanza hacia un sistema en el que todos los grupos de la sociedad se organizan. Lo hace en las condiciones de la Tercera Guerra Mundial. Lo hace mientras el genocida Estado turco intenta destruir la revolución con el apoyo total de las potencias internacionales. Y el Estado turco también recibe un enorme apoyo y aliento de los colaboradores y traidores kurdos. Pero a pesar de tal abundancia de enemigos, el Confederalismo Democrático ha encontrado la oportunidad de ponerse en práctica en Rojava aunque sea de forma limitada. El Confederalismo Democrático es la razón por la que personas de diferentes partes del mundo siguen viniendo a Rojava y participando en la lucha. Allí experimentan cómo es el Confederalismo Democrático social, igualitario y libertario. Todas las personas que vienen a Rojava no sólo adquieren experiencia, sino que también tratan de proteger la revolución contra los ataques de las fuerzas gobernantes y estatistas.

-Entonces, ¿es un requisito para el Confederalismo Democrático que no existan Estados?

-Hoy en día, es una necesidad histórica que, de acuerdo con su propósito, las luchas por la libertad y la igualdad desemboquen en un sistema social no estatal. Es necesario para que los resultados de la lucha del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) por la existencia y la libertad no choquen con su propósito, para que todas las relaciones dentro de la sociedad kurda sean iguales, libres y democráticas, y no estén distorsionadas.

El Confederalismo Democrático fue declarado por el líder Apo en 2005 en plena Tercera Guerra Mundial para que los pueblos pudieran llevar a cabo proyectos reales y sus luchas no fueran en vano. No es algo que surgirá sólo después de la desaparición completa de todos los Estados, ese no es su objetivo. No pretende destruir los Estados y sustituirlos por otro poder político. El Confederalismo Democrático implica la conciencia de que estamos en una era de Estados. En consecuencia, es una formulación de cómo convivir con los Estados dentro de sus fronteras, basada en la dignidad y la autopreservación. El Confederalismo Democrático está en constante tensión y contradicción con los Estados que siempre y en todas partes han existido, porque su química es diferente. Como ya se ha dicho, no estamos hablando de algo que ocurrirá en un futuro lejano. Estamos hablando de algo que está sucediendo y que debe suceder ya ahora.

-¿Qué tipo de cambios puede provocar en la vida el Confederalismo Democrático?

-El PKK tiene decenas de miles de cuadros. Así pues, el PKK es también un ejemplo de sociedad. Tiene su propio modo de vida. El estilo de vida actual del PKK está completamente organizado de acuerdo con el Confederalismo Democrático. Ya lo estamos experimentando. No estamos hablando de algo que nosotros y nosotras mismas no vivimos. No hacemos propaganda diciendo que puede suceder algo que nosotros y nosotras mismas no hemos realizado ya, que no podemos demostrar que es posible. Por lo tanto, estamos hablando de algo que ya estamos viviendo. Para decirlo más concretamente: ¿qué cambia, qué puede cambiar? Puesto que la respuesta a estas preguntas se basa en un paradigma, es mejor examinar el propio paradigma.

El Confederalismo Democrático se basa en un paradigma cuyo fundamento es la democracia, la ecología y la libertad de la mujer. Se trata de una perspectiva específica. Así es como definimos la vida. Derivamos nuestra definición de la vida de la naturaleza de la sociedad y de los seres humanos. Y, en consecuencia, buscamos un sistema que se adapte a esta naturaleza. Cuando observamos los pilares del paradigma, queda más claro qué representa el Confederalismo Democrático en la vida. Lo más importante es que se trata de un paradigma democrático.

-¿Cómo se vive la democracia dentro del PKK? ¿O cómo se vive la democracia en un lugar donde se ha organizado el sistema democrático-confederal?

-Democracia es uno de los términos más distorsionados por los Estados, una de las palabras de las que los Estados se han apoderado literalmente. La democracia no tiene nada que ver con el Estado, porque se llama democracia al sistema en el que el pueblo se gobierna a sí mismo. ¿Quién puede autogobernarse en un sistema estatal? ¿Existe algún ejemplo de “autogobierno” que no sea acudir a las urnas cada cuatro o cinco años?

-¿Así que no hay democracia en el Estado?

-No, no la hay. Incluso en los Estados más progresistas, la democracia es muy, muy limitada. Pero en el PKK tenemos democracia directa. Nosotros y nosotras mismas tomamos todas las decisiones sobre nuestras vidas. Nosotros y nosotras mismas dirigimos todos los debates. Nosotros y nosotras mismas garantizamos nuestro derecho a hablar. Nadie tiene derecho a opinar sobre nosotros o nosotras, o acerca de nosotros. Tenemos voz y voto sobre nosotros mismos, sobre nosotras mismas, sobre nuestra vida y nuestros problemas. Nosotros y nosotras mismas tomamos todas las decisiones. Nuestra unidad más pequeña es el equipo, y cada equipo toma sus propias decisiones. Si hay problemas en la vida, el equipo decide cómo resolverlos. No aplica la decisión de otra persona. También determina cómo se pondrán en práctica las decisiones que ha tomado. El equipo elige un coordinador para sí mismo. En el Confederalismo Democrático, toda la coordinación es elegida. El coordinador elegido no es un superior ni nada parecido, su deber es poner en práctica todas las decisiones que se han tomado. De lo contrario, no hay posibilidad de que una coordinación se ponga en el lugar de un equipo, asamblea o comuna y tome decisiones en su nombre. En el momento en que un coordinador se vuelve tan prepotente que toma decisiones según su propia mente y capricho, es destituido de su cargo.

-¿Podría comparar el sistema estatal con el sistema que usted defiende y vive?

-En la democracia que predicamos y en la que vivimos, cada ser humano es valioso y único. En los sistemas estatales, ningún ser humano se considera valioso, porque todo sucede a pesar del ser humano. Las personas quedan completamente reducidas a sus instintos básicos. Se les trata como a un rebaño. Todo lo que se exige a la gente es esto: hay dinero que hay que obtener para las necesidades de la vida; y la gente corre detrás de ese dinero, dedicando toda su vida a ello, y casi resquebrajándose y deprimiéndose debido al estrés relacionado con ello.

Una gran parte de los problemas que experimentan las personas dentro del sistema hegemónico estatista, especialmente en las condiciones de la modernidad capitalista, se derivan del sentimiento de inutilidad. Esto se debe al hecho de que se les hace sentir que son innecesarios. No se les trata como seres humanos. En el Confederalismo Democrático, el mayor valor para nosotros son los seres humanos. En nuestro sistema, las personas compiten para mejorarse mutuamente, no para erradicarse unos a otros ni para hacer nada unos contra otros. Todo es para los seres humanos. No nos referimos a una comprensión del universo centrada en el ser humano, sino a que el ser humano es realmente único. Todas las religiones, ciencias y filosofías dicen que el ser humano tiene cualidades únicas, muchos talentos y un enorme potencial. Los hegemónicos no dicen esto porque no les conviene. Pero como no somos hegemónicos y queremos vivir de acuerdo con nuestra propia esencia y naturaleza, queremos lo mismo para todos y para todas.

En el sistema del Confederalismo Democrático, los seres humanos son muy valiosos, únicos, políticos, tienen voz y forman parte de un debate. Sus cerebros, lenguas y corazones están abiertos de par en par. Se consideran responsables de los problemas de sí mismos y de sí mismas, de sus camaradas, así como de los problemas de toda la humanidad de la que son miembros. El ser humano se forma así a partir de su propia realidad, esencia y potencial.

-¿Tienen también algo que ver este sistema organizativo y este planteamiento con la capacidad del PKK para sobrevivir y seguir creciendo frente a los continuos y fuertes ataques de que es objeto?

-Sí, sin duda. ¿Cómo puede el PKK mantener su existencia en las condiciones del sistema estatal jerárquico, de la modernidad capitalista y en un entorno en el que la genocida República Turca cuenta con el apoyo de todo el mundo para atacarnos? Sabemos muy bien lo valiosas que son nuestras vidas, lo valioso que es cada uno de nosotros y de nosotras, lo poderosos que son los seres humanos. Por lo tanto, sacamos a relucir constantemente ese poder que hay en nosotros y nosotras. Resistimos todos los ataques con ese poder que desatamos. El mero hecho de que el PKK siga existiendo y desencadenando acontecimientos muestra muy claramente hasta qué punto las personas pueden cambiar y transformarse en este tipo de sistema organizativo. Tanto dentro de nuestro movimiento como dentro del sistema democrático-confederal, en la medida en que encuentra la oportunidad de ponerse en práctica, las comunidades humanas experimentan un desarrollo acorde con su propia y fuerte esencia, revelando así su verdadero potencial. Sienten que son valiosas. Se vuelven comunitarias. Sus emociones se vuelven mucho más fuertes. Se convierten en uno y forman un todo. El sistema de Confederalismo Democrático es un entorno en el que el desarrollo humano se vive de la manera más poderosa.

FUENTE: Pîran Dozdar – Xebatkar Raperîn / ANF / Edición: Kurdistán América Latina

 


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