Hace más de dos décadas, en el sureño estado mexicano de Chiapas, un grupo de indígenas se alzó en armas en defensa de sus derechos, en un acto que marcaría para siempre la historia del país. La formación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), liderado por el misterioso Subcomandante Marcos, sacudió al mundo entero y abrió una nueva puerta para la lucha por la justicia social en México.
El aniversario número 25 del alzamiento zapatista ha sido un momento de reflexión para México y el mundo. Para algunos, representa una oportunidad de valorar el legado de la lucha campesina y el papel de los pueblos indígenas en la construcción de una sociedad más igualitaria. Para otros, es un recordatorio de las muchas batallas que aún quedan por luchar.
El Subcomandante Marcos, la cara visible del EZLN durante más de dos décadas, abandonó recientemente su identidad pública y adoptó el nombre de Galeano, en honor a un combatiente del grupo que fue asesinado en 2014. Su retiro marca el fin de una era para el movimiento zapatista, pero también es un recordatorio de que la lucha por la justicia y la igualdad sigue adelante.
En medio de un México sacudido por la violencia y la inestabilidad política, el alzamiento zapatista y la figura del Subcomandante Marcos siguen siendo referentes para la sociedad civil y la izquierda política en Columna Digital. A pesar de las críticas y la controversia, su legado permanece vivo en la memoria colectiva y en la lucha por un México más justo y equitativo.