El Tercer Malón de la Paz permanece en la ciudad de Buenos Aires con una vigilia frente a la Corte Suprema, donde denuncian las irregularidades de la reforma constitucional en Jujuy. Verónica Chávez y Liliana López, mujeres indígenas, se plantan en el asfalto porteño y dan testimonio de la vulneración de derechos, denuncian el extractivismo y reafirman la decisión de defender sus territorios.
El Tercer Malón de la Paz sigue en la ciudad de Buenos Aires, desde el 1 de agosto, en vigilia-acampe frente a la Corte Suprema de Justicia, en espera de que se expida sobre la reforma constitucional exprés que realizó el gobernador y precandidato a vicepresidente, Gerardo Morales. La zona de Plaza Lavalle, tan acostumbrada a trajes y corbatas, está repleta de whipalas y carteles con reclamos de pueblos originarios que viajaron más de 1500 kilómetros para hacerse escuchar. «Quieren nuestros territorios y el agua por la que vivimos. Todo por el litio y sus autos eléctricos», advierte Verónica Chávez, una de las voceras de Salinas Grandes, zona pretendida por mineras y gobiernos. Con palabras en voz baja pero firmes aclara que se quedarán hasta tener una respuesta y avisa que no se trata solo de Jujuy: «A lo largo y ancho del país pasa lo mismo, quieren robarnos los territorios a las comunidades originarias».
«Quieren robarnos los territorios a las comunidades originarias«
-¿Por qué están acá?
-El gobernador Gerardo Morales hizo una reforma de la Constitución a espaldas de nosotros. No se cumplió la ley que dice que tenemos que ser consultados. Por eso pedimos la nulidad de esa reforma y que se intervenga la provincia.
-Van más de diez días en Buenos Aires. ¿Cuál es la respuesta que han obtenido?
-No nos recibieron los jueces ni el Gobierno. Presentamos notas, pedidos, pero no tuvimos respuesta. Lo que se ve es que no hay voluntad de los jueces (la Corte Suprema está compuesta por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti).
-¿Por qué cree que los jueces no los reciben?
-También ellos tienen que ver en esto que hizo el señor gobernador de Jujuy.
-¿En qué sentido?
-De alguna forma ellos también tienen que ver con ese negocio que tiene el Gobernador. De mínima son cómplices de Morales.
-Además de la falta de consulta que señala el Convenio 169 de la OIT (norma de rango supralegal, por encima de las leyes locales). ¿Por qué rechazan la reforma de la Constitución?
-Al no respetar el Convenio 169 ya pasaron por encima de nuestros derechos y además la reforma tiene muchos artículos que van en contra de nosotros, de nuestra vida propia y de nuestros territorios, especialmente el agua.
-¿Por qué?
-La reforma de Gerardo Morales se da, por ejemplo, porque no pudo entrar con las mineras en las Salinas Grandes. Entonces va con una reforma de la Constitución para meternos a todos en la cárcel. Y esto pasa no solo en Salinas Grandes y la Cuenca de Guayatayoc, a lo largo y ancho del país pasa lo mismo, quieren robarnos los territorios a las comunidades originarias. Todo pasa porque cuidamos el territorio y nos oponemos a sus contaminaciones.
-¿Con el nuevo gobierno provincial (Carlos Sadir) tiene alguna expectativa?
-No tenemos expectativas, es lo mismo que Morales. Con él y Morales no hay garantía de que nosotros estemos libres. En Jujuy somos perseguidos y estamos en peligro. Y esa bonita Salinas que todos visitan va a ser destruida por el Gobierno y las empresas.
-Hay sectores que dicen que necesitan el litio para los autos eléctricos, así no se contamina tanto como los autos a nafta. ¿Qué le responde a esos políticos, empresarios, periodistas y científicos?
-Todo lo que ellos dicen de los autos eléctricos… que primero vayan a ver de dónde se saca el litio, quién vive ahí… Nosotros no queremos ser sacrificados para que ellos anden en auto eléctrico. Y no es nuestra culpa que el mundo esté contaminado. Que vayan a ver cómo vivimos, como cuidamos el territorio y los animales. Vamos a defender nuestro territorio y nuestra vida. No vamos a dejar que nos sacrifiquen para que otros anden en autos eléctricos.
-¿Hasta cuando se quedan en Buenos Aires?
-Hasta que caiga la reforma.
Asamblea plurinacional y UTEP
El miércoles a la mañana estaba pautada una «asamblea plurinacional» con las comunidades de la vigilia, organizaciones sociales (como la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones), partidos de izquierda y personas sueltas que acompañan. Sobre la calle Talcahuano había unas 150 personas, que megáfono en mano se iban pasando la palabra. Se reiteraba la exigencia de ser recibidos por los jueces de la Corte Suprema, la situación de los pueblos indígenas y la necesidad de lograr fortaleza y cantidad de apoyos como para poder instalar carpas (la Policía de la Ciudad no lo permite aún).
La asamblea circulaba con normalidad, ya casi una hora, y de golpe apareció por la calle Tucumán una gran columna de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Eran muchos. Y coparon la asamblea. Varios de ellos hablaron. Esteban «Gringo» Castro fue quizá el más concreto. Señaló que la UTEP había realizado un plenario y que habían votado dos acciones: «iniciar un plan de lucha» (a cuatro meses de terminar el Gobierno que apoyan) por alimentos para los comedores y sectores populares. El segundo punto, la organización decidió apoyar al Tercer Malón de la Paz. Luego de dar su discurso, la UTEP se retiró de la asamblea.
Delfina del Sel, de BFS, tomó el micrófono. Remarcó que el extractivismo es política de Estado, de todos los gobiernos, incluso del actual y del que vendrá luego del 10 de diciembre. Pidió que la UTEP se quede para consensuar acciones, pero la organización (liderada por Castro) se retiró por la calle Lavalle rumbo al Obelisco.
La asamblea siguió para evaluar pasos a seguir desde la vigilia frente a tribunales de Plaza Lavalle.
«Nos discriminan por nuestro color de piel»
Liliana López tiene 25 años, es de la comunidad indígena de Abra Pampa y es la primera vez que pisa la ciudad de Buenos Aires. Se dedica, junto a su familia, a la cría de ovejas, cabras, llamas y vacas. Explica que se sumó al Tercer Malón de la Paz porque está en riesgo la vida de los pueblos indígenas y «la injusticia ya es mucha».
-¿Por qué se opone a la reforma de la Constitución?
-Es una reforma en la cual no se han tomado el consentimiento de ninguna de las comunidades. Nos perjudica a todos. Especialmente a nuestros recursos naturales, como el agua y la tierra. Y vinimos porque queremos respuesta de las autoridades nacionales. Ya no podemos esperar nada bueno de las autoridades de Jujuy.
-¿Cree que hay relación entre la reforma y la megaminería?
-Sí, obviamente, porque ya desde hace años vienen insistiendo con el tema de las mineras. Antes era oro y plata, ahora vienen por el tema del litio, el cual va dejando sin agua a nuestros pueblos y eso es injusto para todos nosotros vivimos del agua y de las tierras donde tenemos nuestros ganados. Las mineras ya han saqueado el suelo y el agua de Jujuy, ya sabemos que nos perjudican. Por eso decimos que no queremos minería.
-¿Cómo está viviendo estos días en la ciudad? ¿Cómo los trata la gente de acá?
-Hay mucha gente buena, que ayuda, pero también hay muchos que nos discriminan, como los políticos, por nuestro color de piel, por nuestra forma de vestirnos, se cierran a los que nosotros venimos a contar. Algunos nos dijeron que somos de Bolivia.
-¿Hasta cuándo se van a quedar?
-Hasta que no den una respuesta favorable. Porque si nos vamos de acá sin respuestas, allá en Jujuy van a seguir las injusticias, van a seguir las persecuciones y el maltrato a cada una de nuestra gente.
-Ustedes remarcan el rol de Gerardo Morales como máximo responsable. ¿El gobierno nacional tiene alguna responsabilidad?
-Sí, porque tampoco nos quiso recibir el Presidente, no nos escucha, y tampoco nos dan una solución.
-¿Qué mensaje le daría a los habitantes de esta ciudad?
-¡El agua no se vende, el agua se defiende. No al litio!