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El progresismo toca fondo en todas partes ante la ofensiva empresarial con sus tres frentes: la derecha partidaria, las bandas de narcotraficantes y la militarización. Los empresarios están asustados del crecimiento y resistencia de las autonomías comunitarias, los autogobiernos y las formas de autodefensa comunitaria que no caen en el juego de la violencia ni la lucha armada, sino solamente cuidan la construcción de otro modo no capitalista de vivir en relación con la madre tierra sin dejarse atrapar por los cantos de sirena de la izquierda domesticada que pelea entre ellos por los puestos del poder.
La Dirección Nacional del MAS, afín a Evo Morales, aseguró que no aceptará a Luis Arce como candidato a la reelección, al considerar que es un traidor, por lo cual si quiere postular debe buscarse otro partido y renunciar a la presidencia del Estado para no tener esa ventaja.
Los partidarios de Morales, que conforman la dirigencia del MAS, consideraron traición una presunta intención del Gobierno de querer inhabilitar una postulación del expresidente.
“Con esta alta traición, imposible que la base va a permitir que pueda ser reelecto (Arce) en las primarias. No va a pasar por nada. Entonces él tendrá que buscar su propia estructura política, hacer su propio partido, su agrupación”, afirmó el vicepresidente del MAS, Gerardo García.
El dirigente señaló también que Luis Arce, si pretende candidatear a la reelección por otro partido, debería renunciar a la presidencia por moral y no aprovechar de ese puesto en campaña.
“Si él quiere hacer su candidatura, que lo haga, está en su derecho, pero debería por moral incluso renunciar (…) Cualquiera que quiera ser candidato estando en ejercicio de la presidencia, seis meses antes debería de renunciar y no aprovecharse en las campañas”, afirmó.
Denunció que actualmente, estando en el cargo de presidente o de ministro, se están aprovechando del poder enjuiciar a quien denuncie corrupción. Dijo que se está persiguiendo a diputados que hacen denuncias.
García dijo que aún tenían la esperanza de dialogar y resolver diferencias en el MAS, pero con la amenaza de inhabilitar a Morales “se rompió todo” y son como el agua y el aceite, nunca se mezclarán.
Advirtió también que, si se inhabilita a Morales, la población se movilizará.