Por Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
Tradicionalmente se ha entendido que el saber radica en la universidad, en sus salas de clases, en las bibliotecas, en los profesores, las tesis, los laboratorios, los centros experimentales, los libros, etc. mientras las bibliotecas públicas y otras iniciativas comparten algo de ello con la población. Las dinámicas culturales y propuestas de jóvenes y colectivos han resultado históricamente en la formación de bibliotecas populares barriales, centros culturales, escuelas alternativas y otras actividades tendientes a instalar junto a la comunidad espacios de saber con perspectiva social.
Por otro lado, desde lo social, las comunidades, barrios, campos, cerros, etc. se manifiesta la cultura propia de la gente, la idiosincracia, las tradiciones, los gustos, la memoria, las historias, la identidad, los saberes cotidianos emanados de la vida, las relaciones, las interacciones y demás.
Algunas personas e iniciativas se han caracterizado por buscar, encontrar, recoger y sistematizar esos saberes populares y en las bibliotecas podemos encontrar interesantes tratados, investigaciones, análisis e interpretaciones de esa realidad cultural subyacente en la vida, el imaginario y la memoria, pero poco se ha trabajado la posibilidad de que la propia población pueda sistematizar sus saberes, su conciencia y su historia.
Ello implicaría dinámicas de encuentro entre las personas, base esencial para desarrollar prácticas de intercambio tendientes a aflorar de lo subyacente y tornar conciente entre muchos la experiencia acumulada en cada uno. La separación y competencia entre las personas, resultados del tipo de sociedad en que vivimos, no favorece esta hipótesis, en cambio el agrupamiento y actividades comunitarias pueden sentar las bases para configurar lo común en términos de subjetividad: elementos de pensamiento circulando en forma de autoconciencia colectiva de la vida en el espacio social compartido, por vía de aproximaciones corporales que guarden cierta permanencia en el tiempo, o sea, no la reunionitis clásica de juntar a la gente de vez en cuando para instalar ciertos acuerdos que normalmente son elaborados por uno o varios para ser trasladados a los que no han estado presentes y que son convocados a una asamblea, sea barrial, juvenil, mujeres, etc. Las estructuras tradicionales como juntas de vecinos y sindicatos practican eso con una directiva que elabora las directrices y las somete a consideración del resto que opina y discute abriéndose la posibilidad de un compartir.
Esa parece ser la única posibilidad hasta ahora: que alguien centralice la capacidad del pensar, elaborar y proponer. Para los asuntos y problemas comunes esa sería la manera tradicional de abordarlo. El caso es que ello limita y coarta la posibilidad de creación de un pensamiento colectivo con capacidad de ampliar la cobertura desde los temas contingentes hacia lo subyacente, que sigue radicado en las individualidades separadas impidiendo que la identidad comunitaria haga carne y obligando a que las relaciones continuen siendo esporádicas y distantes. Las aproximaciones y establecimiento de formas de relaciones más constantes son un desafío para los que aspiramos a la reconstrucción de valores de solidaridad y afecto que, si no se practican en lo cotidiano, continuamos priorizando solamente por el respeto de unos hacia los espacios personales de los otros, valorizando los círculos individualistas, los cotos personales y los territorios particulares, reproduciendo nosotros mismos y aún aumentando las distancias, por lo que no es sorprendente que entre esa selva de personas en tensión y recelo hacia las actitudes de los otros, vengan los antropólogos e investigadores a estudiar y entrevistar uno por uno intentando hacer teoricamente el tejido de elementos en común, características de identidad, etc. impidiendo destacar que lo común radicado en personas aisladas unas de las otras resulta en un dato abstracto. Es objetivo, porque está presente en cada entrevistado, pero se queda en lo subjetivo en la medida que no se entrecruza para desarrollar una subjetividad o conciencia objetiva que pueda ser aprehendida y sistematizada por ellos mismos. Así los resultados de las investigaciones y los libros son una síntesis hecha por alguien externo al sujeto social, lo que es una apariencia de la realidad, ya que esa realidad al ser desconocida por el sujeto entrevistado, no puede existir como tal para él, a menos que lea el libro y pueda identificarse en algo parecido a “así que eso somos nosotros”. Por lo que su propio saber debe recorrer una serie de etapas para retornar y darle sentido, con lo que se despersonaliza y se mantiene a la gente apenas como receptores de síntesis exteriores y no como creadores o descubridores de sí mismos, de su propia realidad. Por eso no es difícil ver en la población la tendencia a apoyarse más en las verdades externas que las unifican convencionalmente desde afuera que en la comprensión desde sus propios ojos o vivencias, así vemos como miles caminan hacia las imágenes de santos o santas que harán el milagro como solución externa, miles van a escuchar a los ídolos musicales o miles van a escoger a los gobernantes. La pasividad y el rol de espectadores espectantes consiguen despersonalizar permanentemente y vaciar de contenido las mentes y las motivaciones, condicionándolas para sujetarse a las más disímiles influencias externas.
No existe por fuera de reducidos círculos la capacidad de entender un nosotros, pues ese plural no existe realmente, no existe el sujeto nosotros. La existencia real de ese sujeto, que, como dicho, implica un encuentro relacional de muchos de manera más sistemática, representaría un nuevo sujeto del saber, con potencial de resignificar el mundo desde su visión directa hacia las cosas que le rodean, una recolocación frente al mundo, una reconstrucción del sujeto comunitario que va transformando paulatinamente el viejo yo en el joven nosotros, donde la solidaridad y el apoyo mutuo pasan a ser la verdadera escuela de valores para niños y jóvenes que crezcan por fuera de la competencia que modela la personalidad individualista predominante.
El desafío es grande.
La producción de los saberes sociales desde sujetos nosotros puede configurar una filosofía del saber distinta a la actual manera elitista de operar el arte del pensamiento y las modalidades de sistematización desde las propias comunidades implican una nueva manera de nadar en el mar de lo social de los cerros.
Por ello hemos propuesto a la Universidad Arcis sede Valparaíso realizar un tipo de talleres de extensión social un tanto diferentes, que vayan al encuentro de los saberes sociales, y esta universidad al mismo tiempo está justamente desarrollando líneas de pensamiento y acción en la misma dirección, por lo que dicho y hecho, este verano comienzan los primeros talleres de extensión abiertos a la comunidad que serán realizados junto a dinámicas culturales y sociales de cerros y caletas de Valparaíso y Viña del Mar.
Entendemos esta propuesta solamente como un pequeño grano de arena en esa dirección, pero por eso mismo adquiere una importancia extraordinaria y los próximos pasos por ahora son impredecibles, ya que tendrán que diseñarse al calor de los intercambios. En principio los talleres habían sido pensados para el mes de enero, pero diversos factores indicaron que era más conveniente efectuarlos en febrero y las inscripciones ya están abiertas.
GESTIÓN Y AUTOGESTIÓN CULTURAL
Destinado a actualizar informaciones y experiencias sobre gestión de la cultura, grupos y actividades culturales, relaciones con la comunidad y el barrio, con las instituciones y uso de los espacios públicos. Conocimiento de la legislación correspondiente y mecanismos de extensión y divulgación. Formas de autoorganización y desarrollo de proyectos culturales. Los participantes elaborarán un proyecto evaluado individualmente.
Local: Parque Cultural ex cárcel de Valparaíso – 8 sesiones – Lu. y Mi. 15:00 a 17:30h - 31 enero a 23 febrero
ACTIVIDADES RECREATIVO-FORMATIVAS CON NIÑOS
Conocimiento de juegos y actividades no competitivas que desarrollen valores solidarios desde la infancia.
Ejercicios de interrelación cuerpo-mente-sentimientos. Uso de los espacios públicos y metodologías de incentivo a madres y familiares
para encontrarse con los vecinos en actividades conjuntas con los niños y niñas. Arte, imaginación, cultura y creación.
Local: EKOSOL Educación y Cultura. Achupallas, V. del Mar – 8 sesiones – Lu. y Mi. 09:00 a 11:30h – 31 enero a 23 febrero
INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA
Relaciones entre el contexto social barrial y el desarrollo de la personalidad.
Manejo de reuniones y temáticas como género, delincuencia juvenil, sexualidad y similares. Violencia familiar y mediación de conflictos.
Timidez, inhibición, miedo escénico y problemas relacionales. El delito, conceptos, causas y modalidades.
Local: Sindicato de Encarnadoras Playa Ancha – 8 sesiones – Ma. y Ju. 09:30 a 12:00h - 1 a 24 febrero
RELACIÓN SALARIAL, PRECARIEDAD Y SINDICALISMO CRÍTICO
Modificaciones producidas por la libertad de movimiento de los capitales en la sociedad y en el sindicalismo.
La relación salarial como relación social. Las dificultades del sindicalismo en la actualidad y las expresiones modernas de la ley del valor.
Precariedad, inseguridad jurídica, disminución de derechos, organización y participación en el contexto de la globalización y antiglobalización.
Local: Conf. Pescadores Artesanales, Conapach – Cerro Alegre – 8 sesiones – Ma. y Ju. 18:00 a 20:00h – 1 a 24 febrero
Valor: $17.000
Informaciones e inscripciones: U Arcis – Lautaro Rosas 428 Cerro Alegre Valparaíso
Fonos: 251235 / 591663 pvalenzuela@universidadarcis.cl www.arcisvalpo.cl
PATROCINIO
Parque Cultural ex cárcel de Valparaíso
EKOSOL Educación y Cultura
Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile
Sindicato Independiente de Encarnadoras y Actividades Conexas “Suave Brisa Marina”
Más informaciones también en el mail profesor_j@yahoo.com